Partida Rol por web

Pashma ya había dicho todo lo que tenía que decir por lo que optó por guardar silencio.

"si llego a ser yo el que suelta eso, me mandan azotar o me decapitan y me asan de cena"

La propia Arlezha Lanzagélida lanzó una expresión de sorpresa ante la reacción que tuvo Mannock, nunca lo había visto tan exasperado, pero no se atrevió a dirigirle palabra alguna, quizá la fuerte reacción habría hecho entrar en razón a Lanzagélida, probablemente hubiera dejado el mando de la audiencia a su capitán..... Hasta que escuchó las palabras de Valeria.

El orgullo y la arrogancia de la alcaldesa, impedían diferenciar entre una sugerencia, una crítica y un insulto. -Pues tú, guardiana sortílega, has sido enviada aquí por una razón, ¿No es así?, así que si la villa corriera peligro, ¿no es tu deber ayudar en lo que se considere lo mejor? o Quizá haya sido yo el que malinterpretó las órdenes de Dregon Myristar y de Yoruz Mantoazur, por que hasta donde yo sabía, tu no eres más que una exiliada!. ¿O es acaso tu deseo ocupar el cargo de alcaldesa de Nevesmortas?, por que te cedería mi puesto por toda la eternidad...

La respiración iba aumentando de intensidad y su rostro casi se desfiguraba de la ira, pero supo de inmediato que se había dejado llevar por sus sentimientos y no por su cabeza, de inmediato tomó asiento e intentó calmarse un poco, por el bien de la villa -..Considero que lo mejor ahora, es lo que dice Mannock, capitán, diles lo que necesitan saber.

Por un momento el capitán permaneció en silencio, sorprendido por la reacción de su alcaldesa ¿Cómo era posible que estuviera buscando ayuda en quienes después iba a insultar?, Mannock poco y nada sabía de diplomacia y politica, pero no era tan estúpido como para darse cuenta que Arlezha se estaba equivocando con su actitud. Pero esos eran pensamientos que jamás saldrían de su boca.

-Bueno señores y señoritas. Respondiendo a la solicitud del maese Errol, esto es lo que sabemos:

Sacó un rollo de pergamino y empezó a leer mentalmente durante unos segundos -Jmm.. ajá... mmmm. Bueno, según ese informe, parece que los Ogros llegaron al este de la villa entre dos y tres Dekhaas atrás, una banda que según Helgrim, cuenta con 7 integrantes, varios cachorros y un oso grizzly. Al parecer, encontraron refugio no muy lejos de los altos pastos del este, donde vive alguna gente dedicada a criar ovejas y vacas lecheras. -Siguió leyendo el documento que no parecía muy extenso y prosiguió: -Los exploradores hablaron con los lugareños quienes reportan varios robos a su ganado, pero ninguna victima que lamentar. varios de ellos se han reunido y parecen tener la intención de cazar a los Ogros. Oh!, eso no sería una buena idea, ¿verdad?... ¡Que más!¡Que más!, Veámos..... si, aún no registran la ubicación exacta de su nueva guarida, ya que su territorio es en terrenos escarpados y muy propicios para ser víctimas de una emboscada, Helgrim no va a arriesgar a sus limitados exploradores para dar con la guarida....

Se rascó la cabeza pensativo -Creo que eso es todo lo que dice en este informe!. ¿Alguna pregunta?. Si necesitan llegar al lugar donde se han presentado los robos, con gusto les proporcinaré alguien que los guíe.

Valeria aguantó la mirada de Arlezha Lanzagélida con desapasionamiento. La dejó terminar de hablar y su única reacción inmediata fue pasarse la lengua por los dientes y chasquearla. Dejó que la ira de la señora Lanzagélida flotara en el ambiente unos momentos antes de responder calmosamente.

—Si hacemos honor a la verdad, mi órdenes concretas son regular la explotación legal y ordenada de los yacimientos de oro recién descubiertos en el pueblo —dijo, mirándose ociosamente las uñas—. En todo los demás asuntos que colabore lo hago extraoficialmente, por voluntad propia y por hacer honor a mi juramento de proteger a la gente de La Marca Argéntea.

La maga levantó la vista, con el rostro endurecido, para trabar de nuevo su mirada con la de Arlezha.

—Y no veo cómo voy a proteger a nadie ayudando "en lo que se considere mejor" cuando ni siquiera se tiene un concepto claro de qué es lo mejor. Nadie va a salvar Nevesmortas correteando de aquí para allá detrás del primer grupo de monstruos que se aviste como un pollo sin cabeza. Pero si me cedéis graciosamente vuestro puesto como gobernante lo aceptaré con gusto, así Nevesmortas tendrá a alguien capaz de gobernar en una época de crisis —se cruzó de brazos—. Ahora bien, yo tendría cuidado en cederle un cargo "para toda la eternidad" a una exiliada thayina conocida en su tierra natal por sus conocimientos nigrománticos. Quizá os arrepintáis de vuestras palabras si todos los magos thayinos somos como Szass Tam...

Niren se tapó la boca disimuladamente, ahogando un sonido rasposo con la garganta en un supremo esfuerzo de voluntad por no empezar a reírse a carcajada limpia. Los hombros de la tiefling se sacudían ligeramente. La situación era tan absurda que le provocaba hilaridad.

La mecha corta de los magos rojos siempre le había parecido muy divertida, pero si se mezclaba aquello con una gobernante que tenía otra mecha igual de corta, un orgullo del tamaño de Amn... y que para colmo habían puesto como "jefa" de la maga roja ya era para tirarse al suelo, rodando.

Y le estaba costando no hacerlo.

Bueeeno, pues todavía no ha llegado la sangre al río, quién lo iba a decir. Si hasta el enano se ha calmado. Pero seguro que si abro la boca consigo ponerlas de acuerdo en lanzarme una mirada asesina. Y no pudiendo besarlas en la boca para reconciliarnos la cosa iba a ser un tanto incómoda...

-Bueeeeno, pues ya está decidido, ¿no? La alcaldesa sigue siendo alcaldesa, las recompensas siguen siendo recompensas y los ogros seguro que están impacientes por recibir su merecido. Malandrines... -ups, vaya, pues al final no había logrado contener su lengua- ¿Nos vamos yendo? -dijo Errol haciendo señas con las manos a los presentes para ir "ahuecando el ala"- Maese Mannock, un guía para ir al último lugar saqueado nos iría de perlas, si no está muy lejos puede ir llamándolo, sino ya sería para mañana por la mañana al amanecer... ¿Mañana entonces? Creo que pasearé por la villa, ¿no había una tienda de objetos mágicos por aquí?

Redwim había observado a cada uno de los presentes con cara de no saber muy bien qué pasaba. Realmente a él no le iban tantas complicaciones y de hecho se sentía bastante tonto en presencia de este tipo de gentes ya que solia perder el hilo de la conversación y de lo que se trataba.

No comprendía muy bien que se tratara de aquella forma a la alcaldesa ya que...¡era la alcaldesa!, pero claro, Valeria pertenecía a nosequeorden que parecía tener bastante importancia, cosa que hizo que el hombretón se maldijera por su ignorancia.

Parecía que no iba a poder contar con la experiencia de Sven en la batalla, pero Errol parecía muy competente, por lo menos su lengua si que lo era y el minotauro...bueno, el minotauro sin duda alguna sería muy útil. Valeria no le gustaba demasiado y menos después de hablar de conocimiento nigromanticos; no es que eso en si fuera malo, pero la cabeza que la acompañaba daba muestras de que era nigromancia de la "no tan buena". Niren por su parte no parecía muy dispuesta a enfrentarse a los ogros, lo que era una lastima ya que si era cierto lo que decía Mannok, en terreno escarpado alguien como ella vendría bien...

-¿Esperar a mañana?- pensó al escuchar a Errol

-Por mi parte, si se me puede mostrar el camino hacia el lugar del ataque, marcharé ahora mismo, sin perder más el tiempo en charlas que solo sirven para...perder el tiempo. Si los lugareños se están organizando, será mejor hablar con ellos antes de que hagan algo imprudente.

No había tiempo que perder. Si los ogros estaban merodeando, él debería estar allí enseguida defendiendo a los débiles...porque eso es lo que hace un caballero...

-Un caballero debe permanecer junto al débil en momentos de necesidad...

Arlezha ignoró por completo el comentario de Valeria, pero por su foribunda cara, parecía saber quién era ese nigromante llamado Szass Tam.

-Jaj, así se habla Maese Errol Redwin -Se apresuró a decir Mannock, antes de que la alcaldesa decidiera hablar su boca para espantar en otra dirección a los que tenía enfrente.

Levantó la copa en señal de brindis, esperando el mismo gesto por parte de los presentes. -Ya mandaré a traer el guía que los llevará inmediatamente al lugar... bueno, si no necesitan hacer algo antes. La ciudad les suministrará lo que necesiten para la empresa, dentro de lo razonable, claro está.

¿Supongo que todos aceptan esta misión que tan humildemente Arleza y yo hemos solicitado?... Al menos todos menos Niren.... Una lástima!, más es mejor ¿No?. Con lo bien que la querida Shaonn me ha hablado de tí! -Se encogió ligeramente de hombros -Cuando le comenté acerca de de este inconveniente, saltó diciendo que tú ayudarías sin dudarlo!.

Se acercó a la puerta y gritó: -BOURDAIN!!... Alguien que llame a bourdain!!.

No tardó mucho en aparecer una figura peluda, con patas de caballo y con cuernos, pero no como Pashma, este sujeto era un Satiro..... bastante sonriente y alegre.

Entró con su flauta en la mano y dando salticos, con una sonrisa dibujada de oreja a oreja. Miró a todos y saludó -Hola, hola a todos!. -Reconoció a Sven, Redwin y Errol.

-Vaya vya vaya!!, pero si son ustedes!! Alabados sean todos los dioses que me han puesto en el camino de estos buenas gentes, jajaj, aún tengo resaca de anoche. Mucha bebida, Oh si señor, mucha cerveza a cuenta del señor Errol, que por cierto.... Terminó bien la noche ¿Eh?. -Guiñó el ojo en un gesto amigable.

Luego miró mas de cerca a Niren, y con algo de timidez al principio, pero cn más confianza después, empezó a husmearla de arriba a abajo, incluso jurarían que lo vieron "oler" a Niren.... Curioso por su cola y por sus cernos, y por su piel y sus ojos, -y quizá por su olor- -Que..... que eres, dulce señorita?, la verdad nunca había visto a nadie parecido a tí, ¿Cómo te llamas?.

Pashma se acercó a Niren, era difícil interpretar las expresiones faciales de un ser con cara de vaca, pero parecía sonreír. Habló a Niren en un susurro, pero era un susurro... alto, y no parecía buscar privacidad. Sorprendentemente, cuando hablaba susurrando no tenía su habitual acento nasal

- Niren, me gustaría que nos acompañases por varias razones. La primera es porque te interesa a ti. ¿Es que esperas encontrar un tesoro dentro de los muros de la ciudad? Los tesoros no están dentro de las ciudades, ni en los trillados caminos de las caravanas, los tesoros están en cuevas de ogros, o ruinas olvidadas, o catacumbas de algún maligno nigromante, o... los tesoros los encuentran los aventureros que van de aventuras. Y no encontrarás un grupo mejor para irte de aventuras. ¿Y sabes por qué? Porque estoy yo, tengo dos ventajas que puede tener algún aventurero pero que ninguno tiene al mismo tiempo: soy un buen curador si caes herida, y además si te quedas sin saco de dormir te acurrucas a mi lado y tienes tu propia manta de pelo y además caliente.

» La segunda es también por tu interés: aquí te aburrirás ¿Qué harás todo el santo día rodeada de aburridos humanos, elfos o enanos que quieren vivir en una ciudad? Eres una chica inteligente y divertida, las aventuras son divertidas y a ti te gusta la diversión. Sí, podrías irte por ahí tu sola, pero no tendrías con quien hablar en todo el día. Ir acompañada es más divertido y de nuevo este es el mejor grupo para hacerlo, puedes reírte de esa maga envarada, del chiflado de Errol, de los discursos honoríficos de Redwim... demonios, ¿qué grupo puede ser más divertido que el que tiene su propia vaca que habla?

» Y la tercera razón es egoísta por mi parte: me he habituado a tu presencia y eso no es fácil para una vaca que anda erguida. Eres guapa, te ríes mucho, eres inteligente, eres alegre; cierto es que estás demasiado depilada pero a cambio tienes ni más ni menos sino exactamente el número ideal... de cuernos.

» Y ahora, mi estimada señorita Niren ¿Me concedería el honor de acompañarme en este viaje?

Era evidente ahora que el minotauro bromeaba, cosa rara en él que rara vez hablaba siquiera. Los argumentos podían no ser muy elaborados pero había que reconocerle que los había expresado de una forma encantadora. Quizás fuesen humorísticos, pero había una razón real bajo ellos.

—Sí, Shaonn dice muchas cosas... —resopló Niren. Luego añadió con algo que no quedaba muy claro si se trataba de un comentario casual o una indirecta—. Es lo que tiene fijarse en la cara en lugar de en los cuernos.

«Claro... y voy yo ahora y me creo que consideras "una lástima" que no vaya, pedazo de cretino»

Mannock había dejado claro por activa y por pasiva que no se fiaba de ella, no entendía a que venía ahora aquella tontería. En ese momento, el minotauro se acercó, ya era la segunda vez que se le acercaba el clérigo pero como no había agua bendita a la vista por ninguna parte, no pensó que fuese a ocurrir nada malo. Y no ocurrió nada malo, más bien ocurrió algo raro.

La tiefling se quedó mirando a Pashma con un ojo entornado suspicazmente. No porque acabase de soltarle sin reparos que si tenía frío podía dormir con él (que bueno, también) pero mayormente era porque la gente solía pedirle que sacara las narices de sus asuntos, no que las metiera en ellos, y mucho menos solía dirigirle algo remotamente parecido a un piropo o un halago. Se quedó callada pensando unos instantes como si estuviera mirando el asunto desde otra perspectiva. Aquella gente era rara, pero rara de verdad.

—Tiene cuernos la cosa, ¿eh?—terminó respondiendo con una sonrisa pícara al hacer el juego de palabras—. No me malinterpretes, peludito, pero que sea una cazadora de tesoros no significa que mi vida gire en torno a ellos. ¿U os sorprende que la chica demonio tenga valores?

Como resaltando que el mote que le había puesto no era una burla, ella también se había puesto uno. Parecía que Pashma era el primero que bromeaba sobre si mismo y a  Niren le gustaba la gente capaz de hacer eso. A fin de cuentas, ella también lo hacía.

—Aunque si no podéis vivir sin mí, haberlo dicho antes—suspiró dramáticamente. Luego se sacudió el chaleco, alisándolo con dignidad—. Supongo que puedo hacer un esfuerzo.

No es que realmente se creyera que no podían vivir sin ella, pero la oportunidad de resaltar teatralmente que le "hacía falta" a alguien siempre le resultaba tentadoramente divertida. Precisamente porque lo normal siempre solía ser lo contrario.

Además, como telón de fondo, muy en el fondo... pero que muy, muy, MUY en el fondo y que no confesaría jamás... había algo que sí la preocupaba: La tienda de Shaonn estaba en Nevesmortas. Nadie había mencionado eso, aquella arrogante de Lanzagélida y el pseudo-mayordomo del enano parecían creer que valían un par de promesas sobre objetos mágicos para que se jugase la vida por algo. Pashma era el único más o menos que se había acordado del ámbito personal en lugar del material.

—Eso sí—aclaró levantando un índice con gesto didáctico—. Si tengo que soportar a toda esta panda de locos por el camino, me vas a tener que invitar a una cerveza al volver.

Se rio entre dientes por su propio chascarrillo y fue cuando un sátiro salido de a saber los dioses dónde se le acercó a inspeccionarla como si fuese una pieza de museo. Niren dio un brinco en el sitio, el sobresalto hizo que se lo quedase mirando con la expresión con la que alguien miraría a un contemplador con un lacito rosa en cada tentáculo.

«Anda, mira, el flautista de Hameling... »

—Pues... supongo que soy "lo" que va a recuperar tu flauta mágica de no-sé-qué-torre—lo miró de arriba abajo arqueando una ceja—. ¿Nunca has visto a un tiefling?

- Oh, lo confieso, podría vivir sin ti pero sería mucho más aburrido. No es algo enteramente personal, te lo dirá cualquier minotauro que hable común y que reciba poderes de sus dioses. Por cierto, si encuentras algún otro avísame. Respecto a la cerveza... la segunda ronda la paga el que más se divierta de los dos. 

-¡Chst! ¡Bourdain! -chistó Errol hacia el sátiro para llamarle la atención- Sois un magnífico compañero de borracheras y un pésimo galán, ¿cómo se os ocurre ir por ahí olisqueando sin ser ni siquiera presentado? Niren, este otro cornudo es Bourdain el sátiro. Sabe bailar como pocos, conoce más canciones de borrachera de las que soy capaz de contar y ha conquistado más... ejem, ya me entendéis. Una lástima que huela a cabra además de estar como una -guiñó un ojo al sátiro- Bourdain, esta es Niren la tiefling, ha venido con este heterogéneo grupo durante un buen trecho y su sentido del humor es una auténtica bocanada de aire fresco, sobre todo teniendo en cuenta que hemos viajado con enanos. Sin ánimo de ofender, Mannock, entenderás que un humano pueda acabar saturado de chistes sobre oro, gigantes y cerveza. ¿Qué te trae por aquí? ¿Eres tú el guía?

-Jajaja- comenzó a reír Redwim a la par que daba un par de sonoras palmadas-¿cómo era la adivinanza aquella? emm...espera...¿cuál es la diferencia entre un yunque y la cabeza de un gigante?

Guardó apenas un par de segundos antes de contar la respuesta que le había contado un enano muy borracho.

-Que cuando golpeas con un martillo el yunque hace "clang" y el gigante ¡¡AAAAAAAAAHHHH!! Jajajaja.

Adiós a la compostura de caballero de Redwim...

Niren se quedó mirando a Errol con un ojo más abierto que otro después de que el humano soltara todo aquello casi del tirón sin respirar. Luego desvió la mirada lentamente hacia Redwin, luego a Errorl, luego a Redwin otra vez que se estaba partiendo de risa tras el chiste.

Finalmente, y tras unos largos segundos congelada en aquella postura, terminó girando la cabeza hacia Pashma y añadiendo con tono monocorde:

—Que sean dos cervezas.

El alegre sátiro reía eufóricamente con cada comentario de Errol.

-Niren... niren.... -Se acarició la barbilla en pose pensativa. -¡Pero claroooo!, tu debes ser Niren, Niren la amiga de Shaonn. Vaya, vaya, vaya, ella me dijo que tu eras especial, pero no pensé en esto cando lo dijo. Se acercó un poco más a la Tiefling y le susurró -No te ofendas cariño, conocerte es mas que un placer para mi. -Se alejó dos pasos, hizo una venia y enseguida cogió la mano de la muchacha y la besó, como si fuera un galán semielfo de aquellos que relatan algunas historias.

-Si amigo Errol, seré yo su guía. Nadie se conoce mejor estas montañas que el buen Bourdain, ni siquiera esos exploradores de los que tanto se jacta el buen Mannock de tener. y si, como dice el buen Errol, me conozco algunas canciones e historias, pero mi gran pasión, son los objetos antiguos de gran valor, escribir historias sobre ellos, conocerlos..... -Sacó una libreta pequeña de apuntes con carátula de cuero y la mostró brevemente a los presentes para volverla a guardar.

-Mis buenos señores y mis buenas señor...itas, quedan en manos de este parlanchín que como bien ha dicho, conoce muy bien los alrededores de la villa, espero que sus historias y vulgares canciones no los canse más de la cuenta, moderate Bourdain -Aunque pareciera que estuviera bromeando, su rostro aún permaneció frío e inexpresivo, como la momia que había pensado Niren que era.

-En nombre de la villa de Nevesmortas y de la dama Arlezha Lanzagélida, les damos un cálido agradecimiento a ustedes por ayudarnos en estos momentos de necesidad. Como ha dicho el buen Mannock, los objetos mundanos que requieran para tal empresa, les será suministrado sin costo alguno.

Por ahora me retiro y vuelvo a darles las gracias a todos por acudir a mi llamado. -Ni un amague de sonrisa salió de su inexpresivo rostro, permaneció pálida y callada, pero por lo menos su furia y enojo habían mermado por completo.

Errol observó cómo la alcaldesa abandonaba la sala. Para ser exactos observó ensimismado las posaderas de la misma mientras les daba la espalda. Al cerrarse la puerta pareció volver en sí.

-Bella como el hielo: agradable de mirar pero quema al contacto... -le comentó por lo bajo al sátiro, dándole un codazo cómplice a la vez que señalaba con la cabeza la puerta por al cual Arlezha había desaparecido.

—No, no soy Niren "la amiga de Shaonn"—refunfuñó la tiefling tras apartar la mano después del cortesano saludo del sátiro—. Soy Niren la cazadora de tesoros.

«Y no sé qué habrá dicho de mí.... pero un día de estos la voy a matar»

Se frotó disimuladamente la mano en la pernera del pantalón. No le gustaba que la tocaran con tanta libertad, menos aún que la besuqueasen.

—Explora y canta lo que haga falta—dijo. Entonces añadió con una encantadora y forzada sonrisa—. Pero déjame a mí el tema de los objetos antiguos.

Ya estaban todos dispuestos, así que para Redwim no había nada más que decir.

-¡Vamonos entonces! -dijo vociferando como siempre-no perdamos más el tiempo y partamos ahora mismo, creo que todos tenemos ya lo necesario para un pequeño viaje y esas gentes nos necesitan!

Dicho esto, se encaminó hacia la puerta dispuesto a coger todos sus bartulos y partir inmediatamente.