Partida Rol por web

Desapariciones en Puerta de Plata (Finalizada)

Capítulo I: La llegada a Puerta de Plata

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25/02/2014, 18:58
Hank Daggerfell

Tras mi registro me encojo de hombros y respondo al noble- ¿Cómo negarnos ante semejante dialéctica? Que nadie pueda decir que hemos llegado a la capital buscando problemas..- Miro a mis compañeros para ver sus reacciones y me dispongo a andar junto a los guardias.

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25/02/2014, 19:02
Hank Daggerfell
Sólo para el director

Notas de juego

Director, quizá ahora sí que sería precisa la tirada de ocultación de mis dagas ¿prefieres que tire yo, o lo haces tú mismo?

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25/02/2014, 21:00
Director

Hazlo tú contra CD 13. Así describes cómo de bien o mal lo habías hecho.

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25/02/2014, 23:08
Director

Notas de juego

El jefe se llevó el ataque de oportunidad correspondiente, por eso lleva 10 de daño, que no es tan torpe de casi matarse sólo XD

El otro no porque tú sólo retrocediste un paso (si no el que se habría llevado AdO serías tú por mover y conjurar). 

Respecto a la posición estás en un cuartucho con dos soldados tapando la entrada, apenas caben dos personas luchando (consideramos un ancho de 2 casillas = unos 3 - 3,5 metros) así que tu único movimiento factible es un último paso atrás, quedando contra una esquina con la cama al lado que te daría cobertura contra uno de los soldados.

cutre plano de situación:

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25/02/2014, 23:45
Rislân del Valle
Sólo para el director

Y allí estaban. Las posibilidades de diálogo se habían esfumado; lo leía en los ojos del sargento y en la marca que le había hecho con la lanza. Rislân buscó con la mirada una vía de escape hacia la puerta, pero los soldados, expertos combatientes, cerraban filas hombro con hombro. Imposible. Quizá en sus años mozos podría... pero ahora, ya jadeando, no. Así que intentó aumentar sus expectativas golpeando al jefe, pero éste ya había medido la longitud de la lanza del clérigo y la esquivó con facilidad, mirándole con cierto odio. ¿O sería respeto? No importaba... 

De nuevo el místico dio un paso hacia atrás, sintiendo el frío tacto de la pared en la espalda...

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque Lanza

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 8(+5)=13 (Fracaso)

Notas de juego

Ataque y ajuste.

Vaya posadas a las que me manda el Jagg. Si fuese una de lujo tendría más espacio para maniobrar. :)

Pues al lío... Ya no hay escapatoria (ay, cómo hecho de menos un ladrón con sus Tumble p'atrás y p'alante para intentar escapar). ¡Gracias por el plano! :D

Edito tras la tirada: Nada, los dados están trucados... :(

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26/02/2014, 00:52
Jagg Hafferil

Notas de juego

Por mí, adelante. No más destacar que durante hablaré como una cotorra sobre mi vida y mis múltiples colaboraciones con autoridades locales de diversas provincias en la captura de malechores. Si me voy quedando sin tema de conversación, haré un resumen de todos los momentos humillantes de Gogri que haya presenciado (xD).

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26/02/2014, 00:26
Aiden Stendahl

Aiden miró a sus compañeros con cierto hastío en los ojos. Aquello no había empezado bien, nada bien. Medio grupo estaba en aquella cárcel, y a saber cuantos más podrían estar de camino. 

-Veo que no soy el único que no ha sido bien recibido en esta cloaca... - comentó el paladín, sin dirigirse particularmente a ninguno de ellos

Después se dejó caer apoyando la espalda contra la pared y se dispuso a esperar. No parecía que fuese a salir de allí sin pasar por un interrogatorio, así que poco tenía que hacer antes de que llegase. 

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26/02/2014, 01:03
Alexandra

Buenas, Aiden—Alex estaba apoyada en la pared con gesto aburrido y saludó con tono monocorde. Aunque luego la ironía ribeteó su voz—. Deja que lo adivine., ¿A ti también te han salido dos docenas de soldados y un Justicia de la vuelta de la esquina para arrestarte por existir? O por respirar. La verdad es que no me quedó muy claro por cual de las dos cosas fue...

Cambió el peso del cuerpo de pierna pero luego se separó de la pared. Estaba húmeda la muy maldita.

Pensamos que lo más sensato era no resistirse. No hemos hecho nada y no era plan de darles excusa para que dijesen lo contrario—añadió esforzándose por distinguirlo en la oscuridad—. ¿Sabes algo de los demás? Espero que hayan hecho lo mismo.

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26/02/2014, 08:52
Xelaver

Xelaver estaba sentado en un rincón. Alzó la mirada cuando vio llegar a Aiden, pero no dijo nada.

Pese a que no se habían resistido, el mago llevaba unos guantes rígidos en las manos. Observarlo como ver una bestia salvaje, triste y humillada con un bozal.

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26/02/2014, 12:12
Hugh Triond

Sentado pacientemente en una esquina, escucha las puertas abrirse y pisadas que se acercan. Viendo al pasar frente a su celda, que se trata de un conjunto de guardias escoltando a otro reo. Su sorpresa, al ver aquella armadura que le resultaba familiar, desaparece en apenas un segundo.

Como ya hubiera sospechado instantes después a su rendición, aquello no se trataba de un error que les hubiese pillado en mal lugar a los hermanos y a él. Alguien, obviamente relacionado con las altas esferas, sabía de la llegada del grupo a Puerta de Plata y se había encargado de que se les preparase una "calurosa" bienvenida a todos sus integrantes.

Observa al joven caballero, durante los breves instantes que le permite la luz, intentando comprobar su estado de salud. Luego reserva las preguntas para Alex. A la muchacha le gusta darle a la sinhueso, y ya se encargará de hablar por los tres, y seguramente le sobre cuerda para hablar por alguno más. 

Notas de juego

El último comentario completamente sin mal rollo, juraíto ;)

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26/02/2014, 19:00
Hank Daggerfell
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Motivo: Daga en bota derecha

Tirada: 1d20

Dificultad: 13+

Resultado: 8(+8)=16 (Exito)

Motivo: Daga en bota izquierda

Tirada: 1d20

Dificultad: 13+

Resultado: 18(+8)=26 (Exito)

Motivo: Daga en manga

Tirada: 1d20

Dificultad: 13+

Resultado: 13(+8)=21 (Exito)

Notas de juego

He hecho tres tiradas de Juegos de manos (creo que es esta la habilidad que se emplea, si no es así dímelo y repito).

En principio he tenido éxito en ocultar las tres, así que llevo una daga oculta en cada bota, y otra en la manga izquierda ¿correcto? ;-)

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26/02/2014, 19:12
Director

Notas de juego

Tengo entendido que se usa esconderse, pero como tienes lo mismo tanto da, no vamos a perder tiempo con ello. Correcto, tienes las tres dagas escondidas adecuadamente (ten en cuenta que sacarlas es acción de asalto completo porque no las tienes accesibles, es como si estuvieran en la mochila).

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27/02/2014, 13:02
Gogri Grimhammer

Gogri arrugó la nariz, esforzándose en comprender la verborrea del pomposo individuo.

-Sea. Que no se diga que un enano no se aviene a la hospitalidad de un anfitrión, por más extraña que parezca. Nunca debe decirse que un hijo de la montaña no tenía motivos para descargar su furia. Andando. Vayamos a donde nos esperen.

El enano se colocó delante de los demás prisioneros, altanero y orgulloso, como si fuera él quien hubiera decidido dirigirse a las mazmorras donde los llevaban porque, ¿qué puede temer un enano de un lugar cubierto de piedra?

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27/02/2014, 22:36
Director

La lanza volvió a rebotar contra la cota de malla del soldado, dando tiempo a ambos hombres del Conde para entrar de nuevo a cuerpo a cuerpo con Rislân, dejando al clérigo arrinconado contra la pared. Al menos la cama molestaba ahora jefe de los soldados, haciendole más difícil impactarle.

El jefe golpeó con violencia la cama interpuesta, pero en cambio el soldado tenía al anciano totalmente arrinconado y, cuando golpeó con todas sus fuerzas de arriba a abajo con la parte trasera del hacha de acero, no hubo forma humana de esconderse ni evitar el mazazo.

El sonido el golpe hizo pensar a Rislân que le habían partido la cabeza, la cabeza le dio vueltas y el dolor estuvo a punto de anularle la visión, se sintió mareado y débil de nuevo, todo el vigor del conjuro había sido disipado por el terrible golpe. Si hubiera golpeado con la hoja, ahora el monje estaría a punto de morir, por suerte el golpe sólo le había magullado, pero sentía los párpados pesados otra vez, le costaba mantener la respiración y sabía que el próximo golpe le dejaría inconsciente.

 

- Tiradas (3)

Motivo: Ataque soldado

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 18(+5)=23 (Exito)

Motivo: Daño soldado

Tirada: 1d10

Resultado: 10(+1)=11

Motivo: Ataque jefe

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 9(+1)=10 (Fracaso)

Notas de juego

Es que te juntas con cualquiera, un viejecito decente habría ido a una posada del distrito medio. XD

Menuda mala suerte ¡todo el conjuro perdido en un solo ataque! Además ahora no tienes manera de tomar alcance otra vez, debes luchar a 5'.

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27/02/2014, 22:57
Rislân del Valle
Sólo para el director

En un último intento de deshacerse de sus rivales, encajonado en su propia habitación, Rislân gritó furioso y golpeó al guardia en el rostro, aprovechando el propio mango de la alabarda que le había dejado atolondrado. Aquello no era una lucha justa... nunca lo había sido...

- Tiradas (2)

Motivo: Lluvia de golpes

Tirada: 2d20

Dificultad: 15+

Resultado: 13(+2)=15, 2(+2)=4

Exitos: 1

Motivo: Daño

Tirada: 2d6

Resultado: 3(+1)=4, 3(+1)=4

Notas de juego

¡Necesito algo para trucar estas tiradas! ¡Pásame un cheat, un código secreto de esos de umbría! :(

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02/03/2014, 22:56
Director

Los soldados les rodearon mientas los caballeros se quedaban ligeramente retrasados para evitar que pudieran hacer nada raro; la lanza del caballero resultaba particularmente preocupante ante esa perspectiva. Les escoltaron de vuelta a la carretera principal, bromeando con el hombre que tenía que cargar con sus enseres y que podía acabar derrengado de acarrear todo aquello cuesta arriba hasta la cima de la colina.
Atravesaron la empalizada que aislaba los barrios pobres del distrito principal de la ciudad saltándose una cola importante de gente que era registrada e interrogada antes de recibir acceso a la siguiente parte de la ciudad; en ella las chabolas e industrias malolientes y desagradables fueron sustituidas, nada más cruzar la barrera, por casas encaladas, tiendas de todo tipo de bienes y alimentos e industrias más apropiadas para residir alrededor. Constituía un barrio muy burgués y bastante más rico que el inferior. La cuesta era cada vez más empinada a medida que discurría en un zig zag que no tardaría en llevarles hasta las murallas de piedra que aislaban el distrito superior, donde estaba el cuartel de los soldados – al que les llevaban – y  el castillo.
Podían ver en las caras de la gente con la que se cruzaban todo un abanico de emociones: algunos le miraban con desprecio u hostilidad, otros con curiosidad, pero la mayoría tenían miradas ceñudas que parecían dirigirse más a los soldados – y en especial a los nobles – que a ellos. Algunos murmuraban entre ellos, aunque no pudieron captar detalles sí llegaron a las agudas orejas de Hank retazos como “ ¿Pero cuántos van…? O “Otro grupo…” O “Incluso un enano, ¿en serio?”.
Unos requiebros ascendentes más del camino les llevaron justo ante las altas murallas de piedra que aislaban el centro de la ciudad – que en la práctica era su esquina más alejada de la entrada, en lugar del centro geográfico – del resto de la urbe. Una puerta defendida por una fortificación de buen tamaño y un rastrillo, en aquel momento cerrado, protegían el paso y evitaban que nadie pudiera colarse entre la media docena de soldados que hacían guardia, vestidos con corazas y provistos de ballestas, espadas y escudos.
Los soldados estaban registrando a conciencia a unas pocas personas de aspecto corriente que pretendían entrar, mientras un hombre, a caballo, de aspecto cuidado y ropajes bastante cuidados y lujosos recibía paso franco con un respetuoso saludo resultaba llamativo cómo había adornado las puntas de sus largos bigotes encerados con sendas perlas de buen tamaño.
Pasar al distrito superior fue como cambiar de ciudad: era un entorno amplio y abierto, con jardines y bosques allí dónde no se alzaban edificios. Ni de lejos se acercaba al medio centenar de inmuebles todos ellos joyas arquitectónicas, pero aún así ocupaba una extensión tan grande como cualquiera de los otros dos distritos. La cima de la montaña daba un fondo idílico al paisaje, limitado por la figura reconfortante de la muralla que era visible todo alrededor, salvo donde la ocultaban los edificios suficientemente altos. Estos eran sólo dos, el gran castillo de altas torres - la mayor más de una docena de veces más alta que las murallas - y la gran catedral, con su campanario esplendoroso en el que destacaba, refulgente como un faro, su gran campana de plata pura y bruñida.
Pudieron comprobar que todas las viviendas eran grandes mansiones, cuando no palacios, la mayoría con sus propias vallas o, incluso, murallas tras las cuales competían en sus jardines entre si y con los públicos. Los edificios de servicios, un teatro, una posada de aspecto más que lujoso y otros pocos más, que apenas tuvieron tiempo de contemplar, también tenían sus propios terrenos vallados y pulcros hasta resultar radiantes.
Había pocas personas por la calle, todas con aspecto de grandes señores y damas, de ropajes excelsos y modales refinados, escoltados por criados y ayudas dotados de libreas caras y recargadas. Y se habían congregado en la terraza de un establecimiento de bebidas cercano a su destino, o formaban corrillos de conversación cerca de él, parecían situarse estratégicamente cerca del camino que ellos seguirían. Entre ésta población no pudieron encontrar mas que miradas de reproche y desprecio. La mayoría lucían una profusión de perlas entre sus adornos, y estaban atendidos por lacayos y criadas que también llegaban a adornarse con semejantes nácares, aunque mucho más escasos.
No se escapó a ninguno de los tres que éste distrito estaba fuertemente patrullado, había, de hecho, más soldados que ciudadanos. Y los guardianes de éste distrito llevaban corazas, espadas, escudos y ballestas, en lugar de cotas de malla y alabardas como los que les detuvieron.
Los aventureros fueron conducidos hacia un lateral de la muralla, donde había adosado el único edificio de aspecto más común que todos los demás, un sobrio y cuadrado edificio de aspecto monolítico y marcial con todo el aspecto de barracón militar que estaba muy cercano al castillo, sin ninguna otra construcción entre medias de ambos. En el otro lado del barracón estaba la otra estructura que distorsionaba la armonía visual del distrito: una especie de puerta-panteón enrejado con candado, hecha de mármol, que parecía proteger la entrada a un subterráneo, era llamativa y misteriosa, pero no pudieron mirarla mejor porque no llegaron a acercarse.
Sus escoltas les acompañaron hasta el barracón, los soldados que guardaban la entrada por el interior les saludaron y abrieron los portones. El Justicia indicó a los soldados que custodiaran a los prisioneros en los calabozos mientras volvían el resto de expediciones y él informaba a su señor padre, acompañado del caballero se marchó en dirección al castillo. Otra docena de soldados les esperaba en el interior para unirse a sus escoltas, éstos del tipo que protegían el distrito superior.
El interior del edificio resultaba lúgubre, deprimente y espartano, sólo iluminado por quinqués de aceite cada veinte pasos o más. Varios portones aislaban las diversas partes de la fortaleza desde la sala de entrada, a modo de distribuidor. Les condujeron por el portón del fondo, una estructura de madera reforzada de hierro con miradores que estaba trabada desde fuera y – comprobó después – también desde dentro con grandes trancas de madera que debían levantar entre dos hombres fuertes.
La siguiente habitación era estrecha y muy alargada, con todo el aspecto de ser parte de la muralla. Eran unos barracones comunales, con literas, mesas, sillas y armeros donde un par de docenas de soldados fuera de servicio le miraron con cierta curiosidad, uno dijo "y siguen llegando…" y varios rieron mientras los que les custodiaban les conducían a una reja cerrada, en esa misma estancia, que daba a un pasadizo descendente y mal iluminado. Tras un descenso complicado, sombrío y resbaladizo, llegaron a una nueva reja con un soldado de guardia que les abrió para dar acceso a una sala con una gran lámpara de velas donde un guardia armado con una bisarma y sin armadura estaba con cara de sueño sentado. Apenas entraron, el soldado que llevaba sus cosas las dejó en una mesa de esa misma sala donde ya había bastantes armas más, mientras sus custodios intercambiaban saludos con el guardia, de voz gangosa y nasal, antes de que éste encendiera una antorcha y se colara por un muro para abrir la pesada puerta de madera y acero que había detrás. Les pareció que algunos de los hombres habían visto al guardia hacía muy poco.
Fueron escoltados a un túnel muy oscuro, sólo la débil antorcha que les precedía unos metros por delante aportaba algo de luz. El enano fue el primero en notar que estaban en la galería repleta de celdas enrejadas a ambos lados. Un pasadizo un tanto húmedo.
 

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02/03/2014, 22:57
Director

Apenas habían tenido tiempo Alexandra, Hugh y Xelaver de volver a un silencio taciturno tras la llegada de Aiden cuando volvió a sonar la puerta y el diminuto punto de luz apareció al fondo del pasillo nuevamente, por primera vez para el paladín.
La voz, gangosa y nasal, del guardia de la bisarma que abría la galería resonaba hablando con los soldados, más numerosos que la última vez que habían venido. El grupo era muy numeroso ésta vez. Jagg, Hank y Gogri pudieron fijarse por primera vez en que las celdas que iban dejando atrás tenían encerradas figuras malcaradas, tristes y demasiado deprimidas para hacer nada que no fuera mirar con desgana la añorada luz mientras pasaba.
Fueron conducidos hasta el final de la galería, allí pudieron verse con un poco más de claridad a la luz de la antorcha. La celda de la izquierda guardaba a Xelaver, Alex y Hugh; la de la derecha encerraba a Aiden, que fue hostigado con las alabardas para ir al fondo mientras la abrían para hacer entrar a los recién llegados que no eran otros que Jagg, Hank y Gogri .
En el tiempo que los soldados del conde tardaron en irse, Gogri pudo darse cuenta que el lugar era de piedra fría, gris y apenas trabajada: un subterráneo natural ligeramente excavado y dado forma, el aire enrarecido, ligeramente húmedo y templado, le indicaba que estaban en un entorno aislado, sin más salida que la que entrada por la que vinieron. A Hank y Jagg no les dio mucho tiempo la luz para comprobarlo, pero no pudieron encontrar nada que contradijera la opinión del enano, que era el único que no encontraba perturbador aquel entorno, fuera de la privación de libertad, claro está.
 
 

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02/03/2014, 22:57
Director

El soldado recibió estoico el impacto del puño de Rislân, probablemente tuviera el brazo entumecido, pero apretó los diente y siguió peleando sin dudar. Con rabia y furia gritó:

-"Déjate caer de una vez, viejo" - y estampó nuevamente el mango de la alabarda con precisión, ésta vez en el estómago del anciano que sintió sus ojos nublarse y el dolor saturar sus nervios. Todo pareció ralentizarse y el mundo empezó a dar vueltas. Oyó algo caerse y una voz lejana, su propia voz, le dijo que era su cuerpo lo que había caído y que había que levantarse. 

Pero no podía, sus músculos no le respondían y estaba demasiado cansado. Pensó cerrar los ojos un momento, y así lo hizo. Cuando les abrió el sueño seguía llamándole, iba flotando en el aire, había ruido pero estaba muy lejos, los soldados se le llevaban. Los párpados le pesaban y el cuerpo le dolía como si le hubieran molido a palos. Entonces recordó, estaba molido a palos, le habían dado una paliza los soldados. Y él se había defendido ¿Estaría muerto aquel muchacho? Si lo estaba él lo pasaría mal... Esos pensamientos volvieron a agotarle y la inconsciencia le llamó.

- Tiradas (2)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 17(+5)=22 (Exito)

Motivo: Daño

Tirada: 1d10

Resultado: 4(+1)=5

Notas de juego

Bueno, estás con menos de 0, pero todo el daño es no letal, de modo que no estas muerto sino capturado. En una hora o así recuperarás la conciencia, pero puedes poner un turno con qué piensa y siente Rislân mientras pierde el sentido.

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02/03/2014, 23:04
Director

Tras la llegada de Hank, Jagg y Gogri no pasaron más de diez minutos antes de que la luz iluminase el pasillo de nuevo. Esta vez no había risas ni bromas y tampoco las protestas de nadie. Por un momento pensaron que tal vez no iban a traer a nadie, pero finalmente la luz llegó hasta donde estaban ellos, varios soldados con alabardas hicieron retroceder al fondo del cuarto a Alex, Hugh y Xelaver mientras otro soldado dejaba, con muy poco cuidado, dentro de la celda el cuerpo inconsciente de Rislân.

El anciano había recibido una buena paliza, tenía sangre de algunas contusiones y unos morados tremendos en la frente y, posiblemente, en otras partes de su cuerpo. También tenía los nudillos dañados, como si hubiera estado dando puñetazos y la túnica salpicada por una cantidad de sangre tan grande que no podía ser suya, porque no tenía heridas que hubieran podido provocar una hemorragia así.

Notas de juego

No incluyo a Rislân porque está inconsciente.

Cargando editor
02/03/2014, 23:14
Director
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Motivo: Se estabiliza sólo a -2

Tirada: 1d20

Dificultad: 19+

Resultado: 8 (Fracaso)

Motivo: Le estabiliza su amigo a -3

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 9 (Fracaso)

Motivo: Se estabiliza sólo a -3

Tirada: 1d20

Dificultad: 19+

Resultado: 2 (Fracaso)

Motivo: Le estabiliza su amigo a -4

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 15 (Exito)

Notas de juego

¿Qué pasó con el soldado moribundo?