Partida Rol por web

El orco se separó de la puerta que había acabado de atravesar con rapidez, como si estar cerca de ella le quemara. Resollando y casi aullando por la desesperación que había tenido que soportar en el pasillo anterior se quedo contra el muro posterior a la puerta recuperando el aire y aferrándose a sus cadenas. 

Entonces vio que con él había cruzado uno de los caballeros enfundados en armadura. Al menos no se encontraba solo, si la torre tenía preparada una sorpresa desagradable en esta nueva habitación podría contar con la ayuda de alguien. 

Así permaneció un rato hasta que la calma le convenció lo suficiente. Entonces empezó a explorar la habitación, para asegurarse de que todo andaba bien allí. 

Agarré un extremo de la cuerda de seda a la barandilla y otro a mi cintura por si llegado el caso quedaba atrapada en el interior y que quizás Stanley o Urkk se decidieran a regresar y así poder sacarme de éste lugar, para después regresar de nuevo a la habitación y ayudar a Seifer a sacar a los dos dormidos.

Aquella habitación no contenía nada más que aquellas dos camas que parecían haber sido puestas expresamente para vosotros. Además, de la puerta que había un poco más allá no parecía haber nada más.

Stanley se encontraba herido y cansado, y esas dos camas parecían estar llamándole

El orco buscó alrededor de las camas y sobre las puertas, no quería que ninguna sorpresa desagradable les sorprendiera. Se encontraba muy inquieto para tirarse a descansar sin más. 

-Peramo qui ¿nu? Peramo qui pa ro waspada, waspada... 

Le decía a su compañero con una mano en su cabeza a modo de vigía. 

-Acanzar, acazar pocu...-

Termino diciendo mientras se echaba en una de las camas. 

Desconocías bien la razón, pero sentías como las camas invitaban a echarte a dormir. Hasta tal punto que Urkk cayó rendido a sus encantos y decidió tumbarse a descansar. Tú aún te negabas a hacerlo, por eso era necesario avanzar pues seguir allí perdiendo el tiempo no serviría de nada. Pero ahora, si continuabas deberías hacerlo completamente solo.

Algo no iba bien, ya habían descansado. Era imposible que una simple carrerita los hubiera sumido en esa necesidad de tumbarse en aquellas mullidas camas.

Sacudiendo la cabeza se acercó a Urkk y agarrándolo de la armadura lo arrastró hasta la siguiente puerta.

Vamos grandullón, no te dejaré aquí.

Continúas por la puerta que hay frente a ti mientras arrastras el cuerpo del orco que os había estado acompañando hasta allí. Cuando la abres te das cuenta de que el pasillo que se abría ante ti conducía a unas escaleras que de nuevo descendían hacia el piso inferior.

Con la impresión de que a lo mejor habían dado la vuelta a la torre para terminar en el sitio del principio, Stanley descendió las escaleras arrastrando el cuerpo de Urkk.

Al escuchar los sonoros golpes del duro cráneo del orco rebotar con cada escalón, se detuvo un momento e intentó despertarle dándole un par de bofetadas y echándole un poco de agua en la cara

Notas como Stanley comienza a abofetearte y eso hace que te despiertes de tu extraño e insoportable sueño. También sientes que la cabeza te duele, pues se ha golpeado contra los escalones de la escalera. Cuando miras a tu alrededor te das cuenta de que estás en otra habitación distina. Más bien es un pasillo con escaleras que descienden hacia una planta inferior.

El Orco se revuelve violentamente tirando a Stanley hacia atrás, lanza un rugido fuerte abriendo sus mandibulas de forma grotezca. 

-WOOoooooooooooorrrrrrrrggggggHHHH-

Pero entonces reconoce al compañero que intenta mantenerse en pie, mientras mira hacia alrededor buscando a lo que momentos antes se encontraban con él. Desorientado el orco retrocede un par de pasos y se queda inquieto mirando a todas partes. 

-¿do tamos?

Si te digo la verdad... no lo sé, pero ahí hay una escalera para bajar, no sé si hemos dado la vuelta y hemos vuelto al principio o es el camino que debemos seguir. 

Stanley se dio la vuelta. Veamos a donde nos lleva

El orco gruño un poco más, mostrándose inseguro por todos los cambios que les rodeaban. al final volvió a sentirse acostumbrado a las paredes que le oprimían en aquella torre. deseando salir de allí pronto continuó hacia donde le indicaba su compañero. 

Salís de la sala donde se encontraban las camas con los cuerpos de vuestros compañeros. Antes de ascender las escaleras que estaban frente a vosotros y que os conducían al nivel siguiente de la torre. La Dama Roselina abrió los ojos y se los frotó sorprendida de toda la gente que estaba a su alrededor.

Buenos días Dama, ¿habéis descansado bien? Mal está muerto ¿recordáis algo de lo que pasó?

Stanley ayudó a la Dama a incorporarse.

Recuerdo que este nivel juega con tus sentidos, repleto de trampas que no tienes opción de esquivar, pasillos sin fin que crees que nunca acaban. Hasta que termina separándote del resto y acabando con tu vida. Creo que la única forma de salir de ahí con vida es trabajando en equipo y yendo unidos, literalmente. Creo que deberíamos atarnos y cuidar los unos de los otros  

- Si...

Respondo intentando incorporarme y rememorando el sueño inducido.

- Seifer y Kaalim, tenemos que sacarlos de esa habitación.

Señalo con rapidez al tiempo que busco sus cuerpos, del mismo modo que evito pensar en que Carlsson se había unido a las víctimas de la torre.

- Ya llevo a Seifer en la espalda -comenta Falcon- por cierto ¿Donde está Saulericos?