Partida Rol por web

Las calaveras también mueven ficha.

Las 4 que están más alejadas, empiezan a volar rápidamente hacia, no se sabe si el grupo del Mushi para protegerles o hacia vosotros.
Las dos sobre el grupo sí que vuelan hacia los del Mushi.
Pero lo preocupante es la calavera cuya llama azul es tres veces más grande de lo normal, que le lanza rauda hacia vosotros, dispuesta a atravesar la puerta y atacaros si no se hace algo pronto...

Cuando estaba a punto de salir corriendo hacia la puerta cuando me veo a Diokles enfilado hacia mi a toda velocidad, y por un momento cierro los ojos

ayayayayayyyyyy, este mne vuelve a llevar por delante

Pero en seguida noto como me agarra y salimos volando y con el alivio y la sensacion de volar no puedo evitar un gritito Yipieeee

Aunque cando miro para atras la calavera resulta preocupante

Grandullon, rapido que viene

Dentro de la torre se adelanto al resto viendo la calavera que se acercaba peligrosamente a la cual apuntó con la lanza cogiendola con ambas manos y se concentro cerrando los ojos... poco a poco la temperatura descendió y la lanza comenzó a brillar con luz blanco azulada para que un instante después un proyectil de hielo sin forma concreta pero acabado en punta saliera disparado hacía la calavera mas grande que se acercaba hacia ellos...

El proyectil helado va directo y certero hacia la calavera de gran llama azul.

El hombre de humo seguía ardiendo en el interior de la cárcel individual, derritiendo el hielo a gran velocidad.

Mike cansado de no hacer nada se baja del "lomo" de Ethan dispuesto ha aayudar a destruir la calavera.
Ya está bien. Una cosa es que se preocupen de mi seguridad, y otra muy distinta ser un saco de patatas inútil totalmente.
Mike observa como la maldita calavera no deja de acercarse y Diokles le lanza se ataque de hielo.
Uhh genial, fuego y hielo. Como en los videojuegos jeje.
Se concentra unos instantes y rápidamente otra enorme bola de fuego se materializa delante suya parra acto seguido salir disparada hacia la calavera.

Tras el proyectil de hielo se acerca uno de fuego hacia la calavera.

-¡Himeko, cierra la puerta y Diokles, bloqueala con hielo cuando esté cerrada! ¡Acto seguido TODOS corremos hacia el interior, ¿queda claro?! ¡Que los robots de ahí fuera se encarguen de los del mushi mientras no pueden hacer nada más! -ordené nuevamente. Había que seguir moviéndose sin parar ni un momento si queríamos aprovechar la ventaja que habíamos conseguido.

La chica rubia sigue aprisionada en el hielo, también sin que parezca que pueda hacer nada...

Ethan ya estaba empezando a notar los efectos del cansancio, sobretodo tras las últimas carreras con Mike a cuestas. El australiano estaba acostumbrado a rodar sin pasajeros y esos esfuerzos le agotaban rápidamente. Sería algo en lo que trabajar. No solo de velocidad vivía el Haze, tendría que aumentar su resistencia.

Piensa durante menos de una décima de segundo su siguiente movimiento y antes de que nadie pueda percatarse de lo que va a hacer, sale disparado como una bala hacia el interior del complejo, adelantándose de nuevo a las órdenes de Adrastos.
El líder del equipo había tomado la mejor decisión: Asegurar el aprobado sellando la puerta por la que habían entrado para evitar una persecución a manos de los del Mushi, pero también había evitado que los del Atlanta pudieran seguirlos. Al menos de momento. Aunque quizá ya fuera tarde para ellos para cuando el hielo se hubiera fundido.

Fuera como fuera, Ethan se adelanta al grupo para explorar lo que tienen por delante, tratándo al mismo tiempo de localizar una puerta secundaria cercana a la que Diokles pretendía fortificar.

De la calavera que os centráis en la que viene hacia vosotros, la que tiene la llama tres veces más aumentada.

El proyectil de hielo de Diokles, impacta en la calavera, pero ello, curiosamente, hace que su llama crezca un poco más, sin hacerle daño alguno aparentemente, pero por otra parte frena su marcha.

Y por otro, justo después, el proyectil de fuego de Mike le impacta, causando un efecto distinto, pues parece que al recibir el fuego amarillo-anaranjado del proyectil su fuego azul se empequeñece en la medida que creció con el proyectil de hielo más o menos. Frenándola en parte también, pero sin hacerle tampoco daños estructurales aparentemente.

Hay tres caminos, y tiras por el primero que ves, sin centrarte en nada más que en correr por uno.

Un laaargo pasillo, que calculas recorrería más de la mitad de la fortaleza a lo alrgo de una de sus paredes, pararela a ésta. (O sea, que de los tres caminos, uno perpendicular al muro y dos paralelos, coges uno de los paralelos)

Tras recorrer el pasillo, austero, de piedra, ausente de cualquier decoración con sólo unas pequeñas luces en el techo para iluminar, llegas a una sala donde hay dos caminos:
- Uno, la continuación del pasillo, al otro lado de la sala.
- Un par de escaleras en los flancos de la sala, que bajan al subterráneo.

Estaba buscando una segunda entrada, por lo que la opción del subterráneo parecía la menos idónea. Tras haberse detenido un segundo a comprobar que el camino que estaba siguiendo fuera realmente paralelo a los muros exteriores, arranca de nuevo hacia las entrañas de piedra de la fortaleza.

No iba a utilizar su poder de alterar las probabilidades de momento, porque eso significaría arrebatárselo a Diokles, que, de momento, lo necesitaba mas que él.

Ayudame grandullon, yo voy a la de la derecha!

Grito mientras me encamino hacia las puertas

Asintió corriendo hacía la de la izquierda - Mike, otra bola de fuego tío, son mas efectivas

Continuando, llegas inmediatamente, pasando por un pasillo muchísimo más corto, a otra sala, la cual observas a tiene una puerta al exterior a la derecha, otro pasillo al frente que parece girar a la izquierda en el final y otro pasillo a la izquierda.

Puerta al exterior, justo lo que estaba buscando...
Ethan se detiene junto a ella, valorando su siguiente movimiento, pensando en si asomarse o no hacerlo. Aunque había tratado de calcular en todo momento cuanta distancia había recorrido para llegar hasta allí, llevar esa cuenta era algo mas complicado de lo que podría resultar a simple vista. Los pasadizos interiores con cierta curvatura alteraban la percepción de quienes los recorrían. Y mas cuando lo hacían a grandes velocidades.
No podía estar seguro por lo tanto de cuan lejos habría llegado.

Considerando los pros y los contras, Ethan decide echar un rápido vistazo al exterior, asomando ligeramente la cabeza durante poco mas que una décima de segundo, tratando de localizar la situación en la que habían dejado a los del Atlanta antes del combate contra los del Mushi.

Afuera hay robots patrullando los alrededores de la fortaleza. Incluso hay dos que actúan como centinelas a ambos lados de la gran puerta (De unos 4-5m de ancho) por fuera. Aunque por el momento en el que te asomas no parecen captar tu presencia, o quizás tengan la orden de ignorar a los que hayan pasado las puertas.

Otra explanada se expande hasta el borde del bosque, igual que en la otra entrada, y seguramente como en el resto. No captas ni rastro de los del Atlanta, de todas formas, ni aunque hubieran ido corriendo hacia esa entrada desde que empezó el asalto les habría dado tiempo a llegar, pues está a muchos, muchos metros de distancia con respecto a la entrada por la que habéis entrado...

Hummm
Ethan alza una ceja y sonríe de medio lado. Efectivamente, estaba mucho mas lejos de lo que había calculado al principio. Sería imposible para los del Atlanta entrar desde esa puerta y, con la otra bloqueada, sus probabilidades de aprobar eran mas bien nulas. No es que fueran grandes amigos, pero el no haberles atacado cuando tenían la oportunidad era un detalle que Ethan valoraba. Y mucho.

Niega con la cabeza, preocupado, y se vuelve en dirección al pasillo que acababa de recorrer, dispuesto a regresar con el grueso del grupo.

El equipo estaba en marcha de la mejor forma que todos conocían. Juntos y organizados éramos tan efectivos o más que el propio equipo Mushi, tan temido por todos. Éramos el Lunaestrella e íbamos a demostrarlo quedando los primeros en aquella prueba. O al menos así lo parecía... Y tras el reconocimiento previo de Ethan todo iría a la perfección a menos que se encontrara con problemas repentinos. Había que esperar que no fuera así. Por otro lado teníamos el problema de la calavera que venía hacia nosotros, aunque retrasada por Mike. Cabía una posibilidad, por pequeña que fuera, de que acabara entrando en el castillo, y eso no nos convenía...

Por su naturaleza al recibir el hielo de Diokles y el fuego de Mike era sencillo deducir que era lo segundo lo que le afectaba. Veríamos qué tal le sentaban un par de ráfagas de metal incandescente... Antes no habían sido efectivas, pero el disparo tampoco fue el mejor. Era el momento de probar de nuevo, con la zona asegurada. Desenfundé la uzi y apunté, con una mano, al cráneo volador, descargando sobre él dos ráfagas de disparos.