Partida Rol por web

Die Glocke

Das Venusfuchs (Capítulo II)

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06/04/2017, 21:27
Hagall Wirth

Corrió como un gamo a grandes zancadas. Al llegar al final de la calle derrapó sobre el suelo terroso y desenfundó la panga en un gesto de lo más espectacular. La capa que la cubría se infló como unas alas (ventajas de una gravedad menor) y el arma resplandeció a la luz del sol, su cara era digna de la mismísima Kali, sedienta de sangre. Los soldados desprevenidos quedaron aterrorizados ante la visión de lo que más parecía un demonio que una mujer. Uno hasta se cayó de culo. A Hagall solo le dio tiempo de dar un mandoblazo, que apenas rozó el pecho de uno de ellos, antes de que salieran huyendo como ratas.
El Kilmar saltó al suelo e hizo como que les gruñía. Ella lo recogió y se apresuró a volver a la calle de la que habían huído para comprobar el estado de sus compañero tras el estruendo de los disparos. Habían hecho una buena escabechina, se agachó para coger las armas de los muertos y se asomó a la casa.
-¿Estais todos bien?- ojeó a Krieg y Daman para comprobarlo -Tiene razón- saltó dentro y repartió las pistolas de pulso –Tomad. No perdamos tiempo, salgamos de aquí-
Rapidamente se mezclaron entre el gentío pero estaba agitada, no las tenía todas consigo, ni terminaba de confiar en Adeline. Miraba a todos lados y eso… muy discreto no era. El bichito, que era muy listo, se coló por dentro de su ropa y se hizo un hueco entre los pliegues del pecho como si fuera un marsupio asomando los ojos por el escote.

- Tiradas (1)
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06/04/2017, 23:02
Ilse Dietrich

Es usted muy amable. En serio. —Volvió a dedicarle una sonrisa mientras cogía el libro que Bernstein había dejado en su regazo—. Oh no, no... Más té no, gracias.

Escuchó los planes del hombre sobre el grupo que quería montar para estudiar el idioma. A Ilse le parecía una idea buena y sólo esperaba que saliera adelante de la mejor manera posible. Se quedó con el ceño fruncido mientras pensaba en quién podía ser apropiado para lo que el doctor pretendía.

Pues... Tampoco los conozco tanto. Desde luego que los hay muy despiertos que podrían servir bastante bien para lo que usted pretende, pero ahora mismo no sabría decirle un nombre. Me fijaré mejor y le avisaré ¿le parece bien?

Había cumplido con el propósito que la había llevado hasta allí, así que la enfermera no veía el momento de marcharse, en parte porque tenía trabajo que hacer y en parte porque no sabía de qué más podía hablar con Bernstein. Ella no era tan instruida en civilizaciones antiguas, ni era tan exótica, ni tan despampanante, ni tan... bueno, no era Hagall, por la que todos parecían babear en ese lugar.

De nuevo tuvo que hacer un esfuerzo por centrarse en la conversación con Bernstein.

Siento mucho tener que dejarle así, pero se está haciendo tarde y tengo mucho trabajo por delante. Pero no se preocupe, le traeré más strudel cuando pueda.

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06/04/2017, 23:32
Adeline Grasser

Bueno, una cosa era clara para Adeline y era que realmente no necesitaban de ella para sobrevivir en aquel lugar. No debían perder más tiempo y por lo menos podía llevar a aquella comitiva completa ante el profeta. Se apresuró a caminar con ellos pero tratando de no llamar demasiado la atención. ¿Qué diablos había sido todo aquello? ¿Qué era ella? Bueno, no iba a saberlo a juzgar por el recelo que Hagall demostraba aún tener para con ella.

Trató de guiarlos sin imponer nada porque no quería retrasarse más y además, precisan que su profeta viera a aquellos pero sobre todo a aquella mujer que de verdad no sólo la había impresionado sino que había cumplido con creces las expectativas. Ahora estaban en el camino y esperaba llegar junto a Rommel antes que otra cosa sucediera.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Por alguna razón esto no me deja escribir más. Debe ser el celu.

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06/04/2017, 23:51
Helmut Bernstein

Asintió con una expresión de profunda meditación cuando comentó de los nativos.

Comprendo, comprendo... Por supuesto. Le estoy muy agradecido por su  interés. 

Se removía inquieta. ¿Qué pasaba? Olía mal. Iba desaseado, quizás había descuiddo su limpieza corporal por tanto trabajo... ¿Era eso? Toda la estancia estaba manga por hombro, pero para Helmut era el estado normal y habitual, por lo que no veía nada anormal en ello. ¿Le caía mal? No, no lo creía. Creía percibir cierto maternalismo. No era la primera vez que le pasaba. Le parecía un sentimiento absurdo ante un adulto, pero la naturaleza protectora de las mujeres le tenía íntimamente fascinado.

Se sintió azorado él también. Se levantó. Se volvió a sentar. Se volvió a levantar, tomando la taza de la srta. Dietrich.

Oh, por favor. No tiene que disculparse. Todos tenemos tareas. El ocio es para los franceses.

Dijo, con una sonrisa algo forzada.

Le abrió la puerta, con cortesía.

Y no es necesario que me traiga nada, srta. Dietrich. Su sola presencia es un placer... Aaaaunque recuerde lo que le he dicho. Es un pecado que no aproveche esas manos bendecidas para el noble arte de la cocina. ¿Qué es más importante? Curar un cuerpo o nutrirlo adecuadamente para que no enferme? Acaso la cocina no es una especie de medicina? Un cocinero es una especie de artista de performance. Sí,como aquel Hülsenberck que en Berlín...

Pero en ese punto se da cuenta que no era amigo del régimen y se calla, como un niño que ha sido pillado en falta.

En fin, no quiero entretenerla más. El sol aprieta.

Añade con un guiño algo forzado.

¡Hasta pronto, srta. Dietrich!

Acaba por decir, como un verdulero, agitándole la mano a modo de despedida.

 

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07/04/2017, 02:39
Ilse Dietrich

Domina usted el arte de la palabra para ser un científico. —Una nueva sonrisa apareció en la cara de Ilse mientras se levantaba. Agarrando con fuerza el libro se encaminó hacia la puerta mientras seguía escuchando la cháchara de Bernstein—. Y tenga por seguro que no sería ninguna molestia cocinar para usted. —Se giró hacia él para despedirse—. De nuevo le agradezco su amabilidad. Que tenga un buen día.

Se alejó del que era hogar del doctor Bernstein con la intención de buscar a Hulda, mientras en su cabeza iba dándole vueltas al nombre que acababa de pronunciar el doctor. Hülsenbeck, Hülsenbeck,... ¿De qué me suena ese nombre? ¿Se referiría a ese poeta afín al bolchevismo?

Ilse prefería no sacar conclusiones precipitadas sobre los gustos de Bernstein ya que eso podría conllevar problemas para el hombre y, por el momento y hasta que no estuviera la colonia bien afianzada, todos eran importantes en la misión. Sin embargo, pronto se olvidó de esos pensamientos para centrarse de nuevo en la búsqueda de la señora Zimmermann aunque, inconscientemente, quizás su interés estuviera puesto en encontrarse con alguien muy distinto.

Habrá que ir pensando en los motivos por los que nos han enviado aquí.

 

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07/04/2017, 18:36
Damien Krieg

Krieg se apresuro de seguir a Hagall y a Adeline, no tiro el cargador gastado, lo guardo,para evitar que cayera en las manos de alguno de esos guardias.

No pudo evitar de sonreir, cuando Hagall le paso un arna paralizadora, podría estudiarla mas adelante , saber su funcionamiento y construir futuros prototipos, pero sobre todo una manera de evitar que esos rayos les afectaran o una manera de inutilizar las armas.

Se tapo un poco con los ropajes nativos, para no llamar la atención, asi mismo esconder las armas como podía.

-Daman, ¿estàs bien, puedes moverte ?-Le pregunta Krieg a Daman.

De no poder moverse mucho Daman, pide ayuda a umo de los hombres de Adeline o a ella mismas, para ayudarle a incorporarse y marchar todos de esa zona.

Piensa en como evitar los efectos de esas pistolas electricas, una especie de tipo armadura pero que tenga el mismo efecto que una jaula faraday, podría ser una buena idea, esos pensamientos relajaban a Krieg, consiguiendo estar calmado y mezclarse mejor con aquella gente, despues de la masacre que hizo.

Ahora solo faltaba llegar a Helmut, Rommel o quien sea, sin mas complicaciones.Sigue a las mujeres, pero con cuidado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Buena mezcla entre Assassin Creed y Prince of Persia XD

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08/04/2017, 23:51
Helmut Bernstein
Sólo para el director

Después de su charla con Ilse hizo algunos cambios en sus rutinas. Empezó a salir más. Se dedicó a visitar a los jatianos e intentar comunicarse con ellos de forma casual. poner a prueba si intensivo de védico. Por otra parte fue dejando de lado un poco el vimana, que ahora estaba más en manos de los ingenieros, y se puso a examinar el traje del piloto, además de intentar averiguar la resonancia de la piedra del vimana. Con esa frecuencia y un prototipo del cañón sónico podían pulverizar esos vimanas.

Se sentía feliz, útil y cada día era un nuevo descubrimiento de maravillas. También desenpolvó su pistola deportiva después del episodio con los bandidos. Esperaba encontrarse en un planeta virgen, no uno con una guera civil a punto de estallar, así que también sacó media hora al día para ir practicar con su fiel pistola.

Le servía para expulsar el estrés acumulado de tantas horas de trabajo. No tenía tiempo para el ocio. Preguntó también por Hagall. Le podía sacar de muchas de sus dudas sobre la lengua local, pues ella había practicado mucho con los jatianos.

 

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Después de la charla (cagada por haberla hecho pública) con Hagall sobre sus libros, ya que ella ha sacado el tema, te dejo un par de tiradas por si descubro algo.

Ambas tiradas (percibir detalles y la de descifrar) saco 16.

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09/04/2017, 17:12
Hulda Zimmermann

Había mucho movimiento esa mañana en la colonia. Los hombres se estaban preparando para partir hacia el ataque en Umad, y ella no tenía muy claro si la presencia de las enfermeras sería necesaria en el campo de batalla, habida cuenta de que por lo reducido de la plantilla no tenían sanitarios militares para los primeros auxilios. Se había entretenido con todo el tema de Bernstein, y ahora debía llevar los libros a la señora Zimmermann.

La halló en las cocinas de la cantina, preparando con otras mujeres las raciones que iban a llevarse al frente. Cuando la vio aparecer, se limpió las manos y salió a hablar con ella a un sitio más privado. Llevaba los libros entre las manos, así que ella sonrió con agrado.

-Lo ha conseguido. Sabía que no debía subestimarse. ¿De cuanto tiempo disponemos?

Parpadeó, recordando algo.

-Por cierto, el doctor Kleiber la estaba buscando antes.

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09/04/2017, 17:18
Director

Aquella misma mañana, montaron en los transportes con el equipo preparado. Fue un viaje largo y tenso, dando un rodeo a través de la campiña y junto al gran cañón por donde discurría el cauce seco de un río. Los ingenieros habían montado un puente provisional para las operaciones de combate, y sobre él cruzaron. La fauna local les acompañaba a ratos, aunque los herbívoros huían debido al ruido de los motores.

Les dejaron el límite de la campiña con el bosque, tras unos altos cerros donde iban a colocar su puesto de observación. Les quedarían unas horas de marcha a campo traviesa, remontando la montaña con buen paso. Cargando con todos los pertrechos, la marcha podía hacerse pesada, casi agotadora.

Notas de juego

Tirada de 1d10 + Fortaleza.

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09/04/2017, 17:27
Lennart Olsen

Bernstein estaba un poco decepcionado. Hagall y Krieg habían salido a una misión para Rajpur, y no le habían llevado con él. Era imposible saber si estaban bien o no, y él procuraba matar el tiempo con sus investigaciones particulares. Además, los militares habían partido para un ataque contra Umad, y la base tenía pocos habitantes en ese momento, en su mayoría personal civil y unos cuantos guardias al mando de un teniente algo hosco.

No pensó que echaría de menos explorar aquellas tierras extrañas y exponerse a peligros e insectos venusianos. Pero la verdad es que lo hacía. Practicaba con la pistola en el lugar donde los militares hacían sus prácticas de tiro contra unos sacos y blancos de cartón recortados con forma humana. No era el mejor tirador del mundo, pero si estaba a menos de 50 metros del blanco tenía bastantes probabildades de acertar.

Había terminado un cargador cuando fue a darse la vuelta a la mesa a por otro. Entonces vió a la figura del ingeniero que le miraba con los brazos cruzados. Había algo apoyado en la mesa, un maletín o algo así. ¿Cuanto rato llevaba observándole? El científico sonrió, afable, y él le devolvió la sonrisa.

-Un día solitario, ¿Verdad? Disculpe si le molesto, pero he tenido un par de ideas. Quería contrastarlas con usted.

Abrió el maletín y dentro tenía unos dibujos y unas especificaciones técnicas en las que él había estado trabajando. Era una especie de aeronave, pero la forma era diferente a todas las que conocía. Un diseño muy interesante, novedoso.

-Todavía no tiene nombre. De ahí lo de "Hanebu" -una contracción alemana de "objeto volador desconocido"- He hecho varias pruebas de maquetas en el tubo de viento y los resultados son muy prometedores, casi espectaculares. Se me ocurrió que no había por que desperdiciar el peso en el aparato con una cobertura muy gruesa, como hacen los nativos. El diseño redondo permite virajes en cualquier dirección de forma muy rápida. El blindaje exterior sería superior al de cualquier nave conocida, algo similar a un tanque volador, pero muy rápido. El disco inferior gira a gran velocidad estabilizando el vuelo sin importar la posición relativa del aparato. Las armas van montadas en una torreta giratoria superior, similar a la de los bombarderos aliados.

Ahora venía lo interesante.

-He teorizado con varios modelos, siguiendo una misma familia por así decirlo. Uno de ellos, el... IV, como ve, es bastante más grande. Además, he pensado que con unas sencillas modificaciones referentes al sellado de la estructura, escudo térmico exterior y soporte de vida autónomo... No hay razón para no utilizar una versión del aparato como nave espacial.

¿Había dicho "nave espacial"? Parecía que iba en serio.

-Necesito su ayuda con eso. Las versiones militares para vuelo terrestre son relativamente asequibles, pero me gustaría ir más allá. Teóricamente, con un calibrado más sensible de la maquinaria se podría aprovechar el efecto antigravitatorio para generar impulso en el vacío del espacio, aprovechando la gravedad del sol y otros grandes cuerpos celestes. Además, si en el espacio exterior no hay fricción, algo que todavía está por demostrar, la velocidad obtenida de la repulsión de la gravedad de un planeta se mantendría inalterada, sin freno alguno, hasta el siguiente cuerpo celeste.

-¿Que le parece la idea?

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09/04/2017, 17:52
Director

Caminaron por Rajpur apretando el paso, y procurando no resultar sospechosos. Se fundieron entre la multitud cuando era necesario, y se escondieron cuando una patrulla pasaba cerca. El afectado por el disparo del arma eléctrica se recuperaba poco a poco, aunque a veces le costaba seguir el paso de los demás. Comprobaron que el arma, pues, se usaba en el ejército venusiano para aturdir y capturar, más que para matar. Eso quería decir que alguien les quería capturar con vida, posiblemente la reina. Era bien sabido que ella siempre quería interrogar a los hombres y mujeres de Doichslan, y que propuso al profeta ser su consejero cuando su hijo se rebeló contra ella, pero que él no aceptó.

Finalmente, llegaron a un lugar menos concurrido. En él, había una casa grande con un patio para las bestias, que parecía una especie de fonda o caravasar, junto a un pequeño templo dedicado a la diosa de la luna. No accedieron al lugar por el patio, si no por la parte de atrás, por una especie de almacén. Cuando vieron a unos extraños allí, la gente se puso bastante tensa, pero la presencia de Adeline disipó las dudas. De hecho, se les quedaron mirando fijamente por que tenían aquellos rasgos tan alemanes, y comenzaron a cuchichear entre ellos. Los escoltas se quedaron allí, y Adeline les pidió que les acompañaran, subiendo unas estrechas escaleras.

Cuando subieron, vieron que un hombre negro muy corpulento se había levantado enseguida con una espada entre las manos. Les miró con bastante suspicacia, y luego compartió con Adeline unas palabras en una lengua que no era el védico. Finalmente, bajó el arma y se apartó unos pasos, hasta una puerta que parecía dar a un trastero o algo similar, cerrada con un candado que procedió a abrir.

Les indicó con un gesto que pasaran, y él se quedó fuera, vigilando. Grasser entró primero, y ellos la siguieron. Aquello parecía un escondite de la resistencia, por que era lo que parecía desde fuera. Unas ventanas tapadas con celosías permitían vigilar la calle sin ser visto, y el lugar parecía acondicionado como un lugar de habitación y almacenaje de víveres y armas. Había un hombre sentado, con la cara tapada por un velo y un turbante, que les indicó que tomaran asiento en unos cojines. Su ojo era azul (el otro estaba tapado con un parche) y hablaba alemán con acento bávaro.

-Largo tiempo llevamos esperándoles. Por favor, tomen asiento.

Hagall no lo pudo evitar, y le hizo la gran pregunta. "¿Es usted el profeta Helmut?".

-Yo soy, aunque deben disculparme. Ese no es mi verdadero nombre, si no un apodo para salvaguardar mi identidad. Los alemanes que viven en éste planeta, algunos de ellos al servicio de los Nuaki, no debían conocer mi verdadera identidad. No hasta éste momento.

Le indicó a Adeline que le ayudara. Se quitó el turbante lenta y ceremonialmente, descubriendo su rostro. Tenía motivos para hacerlo despacio, pues unas feas cicatrices recorrían su cráneo. Su rostro, a pesar del parche y las cicatrices, era fácilmente reconocible. Había ocupado portadas en los periódicos y aparecido en los noticiarios de guerra. Estaban ante Erwin Rommel, el zorro del desierto, que estaba vivo. En realidad, ellos también habían sido declarados técnicamente muertos por el Reich, para que sus familiares y amigos no indagaran más sobre su paradero. Pero en el caso de Rommel, se había hecho un funeral en olor de multitudes, con una familia destrozada por el dolor.

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09/04/2017, 18:12
Erwin Rommel

Era curioso verle sin su característico uniforme de mariscal de campo lleno de medallas y honores, así vestido como un nativo. Pero tanto podía decirse de ellos. Y a diferencia de ellos, se notaba que estaba acostumbrado a hacerlo. Adeline se ausentó un momento para preparar un té, que sirvió enseguida.

-Lamento no poderles ofrecer nada mejor, pero tenemos que vivir escondidos y no gozamos de muchas comodidades. Celebro verles, por un momento temí que no llegaran jamás, o que otros se les adelantaran... -parpadeó- Supongo que tendrán muchas preguntas, y es justo. Yo estudié bien sus perfiles, antes de venir aquí, pero han pasado cinco años en éste planeta y creo que acaban de llegar. Antes de nada, quiero que me respondan con sinceridad. ¿Ha viajado con ustedes la colonia? Es decir, si el Proyecto Himmel ha sido o no un éxito.

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09/04/2017, 20:26
Hans Topf

Las largas pateadas a las que en los periodos de adiestramiento se le había sometido, habían endurecido sustancialmente su cuerpo, pero lo que más resistente le hizo fue el servicio real, en los montes que se situaban al este del adriático, buscando partisanos, guerrilleros y terroristas. Días y días persiguiendo a locos y traidores, pasando frío, sufriendo por los caminos empedrados, de montes y montañas, de colinas y valles ... días de espera en puestos de observación ... o esperando a que se cruzara por delante el tipo de turno para meterle una bala en el percho. Eso si era sufrir ...

Aquí pasábamos calor. Tanto calor que no solo era un problema, sino que además tenía que procurar los caminos más resguardados, ya fuera por mantener la temperatura corporal o por pasar por los lugares más "discretos" para pasar todo lo inadvertidos que se pudiera. Era su primordial misión. No ser descubiertos. Si no, podría ir al traste con lo que tenían que hacer y perjudicar seriamente a la misión.

Dos soldados avanzarían en cabeza. Ligeros de carga, que actuarían como exploradores y batidores. Indicarían el camino al resto y le harían parar si fuera preciso. El resto, con la impedimenta, avanzaráimos en post de estos ... hasta el lugar indicado. Un tercero haría de nexo de la avanzadilla con el grueso del grupo. En los descansos, haría los trayectos para dar novedades y para que aquellos que andaban en cabeza, dispusieran de instrucciones. Además, ese tercero se integraba en el grupo, y así se creaba una escala de relevos, para ir delante ... y hacer de porteador.

- Tiradas (1)
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10/04/2017, 01:39
Damien Krieg

Krieg habia permanecido en silencio todo el rato, mientras se mezclaban con la gente para pasar desapercibidos, recorrieron varias calles hasta llegar a una gran casa, por la que entraron como si fueran el servicio.

Lo que encontro ahí, no podia creerselo,Rommel.

La verdad que iba a decir algo asi como que es un honor conocerlo, preguntarle como llegó alli, pero lo que comento Rommel de sus perfiles,le choco mucho,¿ cómo era posible que todo el mundo, conociera lo de Venus y sus gentes, y no le soltaran prenda ?.

- ¿ puede explicarnos, eso de que estudió nuestros perfiles ?,¿ cómo es eso ?- preguntaba algo irritado Krieg.

¿ mas información reservada y secreta para unos pocos ?, pensaba para si mismo Krieg.

- Si, fue todo un éxito, por eso estamos aqui.... - no iba a hacer como Bernstein y soltar que estaban alli, gracias a él, no es su estilo.

La verdad que tenia muchas preguntas,incluso si podian ayudarle a rescatar a su mujer, pero no vio el momento adecuado para todo eso, cada cosa a su tiempo.

Notas de juego

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10/04/2017, 05:24
Hagall Wirth

Hagall no se fiaba ni de su sombra y se le notaba. Daman les recordó que se cubrieran la cabeza para ser un pelín más discretos, aunque difícilmente Grasser podría pasar desapercibida. Claro que tenía más pinta de esclava que ellos…
A pesar de estar moviéndose por callejones y vericuetos siempre había gente, era increíble la afluencia a causa del Lagaan, de hecho se preguntaba (en base a ello) cual sería la extensión del reino. Bien podía ser extenso como un continente.
Estaba claro que la reina andaba a la busca y captura de “personas de interés” ¿Por qué si no les habían localizado tan rápido? Que la patrulla que les había emboscado llevara aturdidores era sintomático. Hagall se preguntaba cómo, en semejante ambiente, el “profeta” y sus seguidores podían pasar desapercibidos. Profeta… sonaba a chiste ¿Sería realmente Rommel? Cualquier cosa era posible ya…
El kimlar se removió entre su ropa ¡Se había dormido! Normal, era un recién nacido… gracias a estar concentrada en infiltrarse no le entró el pánico pensando en que esa criaturita ahora era responsabilidad suya. Al saber que nunca podría ser madre su instinto maternal era prácticamente inexistente ¿Cómo podría entonces hacerse cargo de un bebé? Aunque fuera animal, aunque fuera… marciano? ¿Qué come un bicho marciano? ¿Come? ¿Caga? ¿Hay que hacerle sobos? ¿Sacarlo a pasear? Hagall sabía cuidar de plantas pero es que las plantas no eran muy exigentes, con ser organizado bastaba ¿Se comería sus macetas? Los gatos hacían eso para purgarse, pero esto parecía un anfibio… no debería necesitar vomitar bolas de pelo ni nada parecido ¿O sí? Confiaba en que Daman pudiera informarle más.

Por fin llegaron a una zona que parecía lo que estaba buscando, un “mal” barrio, miradas de suspicacia, rostros patibularios, ojos y oídos detrás de puertas y ventanas… la rubia parecía una vieja conocida en el lugar pues nadie la molestaba y se movía por él con soltura.
La aparición de aquella mujer planteaba numerosas inquietudes a la sacerdotisa, hasta ahora ella había sido el único nexo de comunicación con los nativos y única conocedora (al menos en parte) de su cultura, la señorita Grasser llevaba allí seis años… básicamente la dejaría en bragas en lo que a conocimiento del medio se refiere, con lo cual… Hagall dejaba de ser útil… le quedaba su oficio religioso, claro… triste consuelo… pero eso no era lo que ella quería, quedar relegada a ser el cura del pueblo, vampirizar a sus feligreses y alimentarse de pequeñas intrigas, no… si el futuro pintaba así de soso prefería correr a fundirse con la naturaleza cual Diana cazadora.
¿Por qué entonces estaba siguiendo con aquello? Se estaba dejando llevar por la deriva…
Parpadeó al encontrar un altar a la diosa de la luna en el que parecía ser su punto de destino, el resto le dio un poco igual, muy típico todo, incluido el negrazo que vigilaba la puerta. Escrutaba todos los detalles por si era necesario salir de allí pitando…
Suspiró subiendo las escaleras, ya tenía ganas de desvelar el misterio de la identidad del tal “Helmut”.
¿Era conveniente que Daman presenciara el encuentro? Quizás rompiera la imagen mística que pudiera tener del asunto y supusiera el debilitamiento de su apoyo, aunque poca mística podía quedar después de comprobar que eran tan humanos como cualquiera. A Hagall le resultaba llamativo el afán del nativo por abrazar el cambio. Muy insatisfecho debe estar alguien para decidirse a encabezar una revolución, cuando es bien sabido que ésta suele comerse a sus propios revolucionarios… un hombre interesante.

En cuanto lo vio lo reconoció (a Rommel) y preguntó más por sorpresa que por duda. Se había cruzado con ese hombre mil veces, aun convertido en una mal cosida colcha de patchwork era él, no le cabía duda. Asombroso. Conocía bien las calamidades a las que fue sometido en sus supuestos “últimos días” y encontrarlo vivo… allí… y fiel a sí mismo, contestatario. Ese hombre estaba hecho de la pasta de los grandes y que se destocara para ellos le pareció innecesario, doloroso… Eso hacía el Reich con los que le molestaban… los trituraba… sin embargo la que había sido la gran esperanza del Reich, Venus, podía dibujarse como la gran venganza de sus damnificados.
No le pasó desapercibida la actitud servicial tan femenina de Adeline, no le gustó.

-Estudié bien sus perfiles…- otra vez esa frase que odiaba, la hacía sentir como un espécimen de laboratorio al que nadie pregunta y todo el mundo usa a placer. La poca bondad que le había causado el reencuentro desapareció en ese instante. Le dirigió una mirada de cobra.
-Y antes de nada nosotros queremos saber ¿Cómo? Y ¿Por qué está aquí? Nos gustaría que alguien nos contara de una…- iba a decir “maldita” pero se mordió la lengua -…vez el plan detrás de todo esto- aquello apestaba a Kammler… otra vez…

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10/04/2017, 06:23
Adeline Grasser

Todo el trayecto había sido pesado, a lesa de estar acostumbrada a un ritmo de trabajo -desagradable, hay que decirlo- francamente pesado, ese día había sobrepasado cualquier límite que ella conociera pero valía la pena porque de aquello dependía sin duda que si martirio como esclava pero sobre todo esclava sexual, terminara.

Los pasos de la rubia sólo se detenían si hacía falta esperar a alguien. Si había ojos sobre ella, pronto perdían interés porque se notaba el tiempo que llevaba allí por una desgracia o mejor dicho, por una desgraciada. A veces Adeline sentía una furia horrible y otras simplemente dejaba que el tiempo pasara porque no tenía muchas opciones.

Sus pequeños pasos de un andar seguro pero cuidado eran siempre así porque ella tenía que cuidarse por lo que hacía más que por quién era y ese alguien que era, parecía no gustarle mucho a los recién llegados. En el fondo le molestaba pero no los culpaba del todo porque suponía que también habían tenido que pasar muchas cosas y eso debía predisponerlos ante su presencia. Finalmente consiguieron llegar a donde el profeta y consiguieron hacerlo sin mayores pérdidas, lo cual no era poca cosa. Al llegar intercambio algunas palabras con el moreno y luego todos pudieron finalmente presentarse ante el profeta, ella se desapareció unos instantes para traer té y luego se quedó parada allí, le habría gustado decirles que ya veían que podían confiar en ella pero en lugar de eso se quedó callada y permitiendo que fueran ellos quienes hicieran las preguntas y el profeta los iluminara.

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10/04/2017, 10:32
Helmut Bernstein
Sólo para el director

Se mesa la barba mientras escucha y observa lo que le muestra Olsen. Algo en ese hombre le da mala espina, pero no se puede negar que es competente. Muy competente. Los esquemas son deliciosos en su simplicidad.

Sí, por supuesto, la forma esférica es la más adecuada. Montar artillería en la parte superior hace que sea un objeto de superioridad aérea. Debería plantearse un sistema de bombardeo. Algo para poder atacar blancos terrestres. Ante lo primitivo de los sistemas armamentísticos de este planeta puede ser vital. No podemos exponer nuestros pocos hombres a ser muertos por una flecha perdida.

tras eso, señala con el dedo el modelo IV.

Sin duda, por eso, estoy con usted que el modelo IV es el más interesante. Recoge mi idea de una colónia móvil. Eso de hacerla para vuelos espaciales... Es una idea maravillosa. Aunque no sé muy bien si nos puede servir si viaja a velocidades bajas... Aunque si logramos distorsionar el tiempo como pasa con Die Glocke, sí que podría ser una herramienta muy valiosa para explorar otros lugares. Visitar la Tierra es lo primero que se me ocurre.

¿A cuanto puede viajar un aparato con el nuevo Xerum? ¿Sabemos su potencial real? Hicimos unos test y parecía hasta peligroso para el piloto. Sobre eso he estado pensando un poco. Un aumento de la presión sobre el piloto cuando sufre aceleraciones a gran velocidad, sabemos que genera pérdidas de conciencia al ir la sangre del torso a las extremidades . Quizás si consiguiéramos aumentar la masa del piloto de una forma aritifical para así aumentar la superficie donde se ejerce presión para que así esta fuera menor... Una especie de chaleco salvavidas. Un nombre también apropiado, ¿no cree? Bueno, sólo he hecho algunos cálculos. Nada serio. 

Al hablar de eso recuerda los experimentos con prisioneros que había supervisado desde su despacho. Había hecho de asesor, proponiendo experimentos médicos. Bernstein tenía conocimiento de los campos de exterminio, y se había convencido que con esos experimientos ayudaba a los pobres desafortunados. Siempre exigía que fueran bien tratados los sujetos de los epxperimentos, para así motivarlos a participar de forma voluntaria. Creía que ocurría así realmente, por lo que eso le servía de descargo de conciencia. En una ocasión visitó un campo. Nunca se podrá borrar de la memoria las pilas de muertos como carroña, los rostros de ojos hundidos, huidizos. era como mirar a la misma Muerte a la cara. El No pudo dormir durante semanas, y aún a veces tenía pesadillas con aquella visita.

Entonces mira por un momento al ingeniero antes de volver a los planos.

Bueno, pero ese es otro tema.

Remata para intentar expulsar de su memoria aquel infausto recuerdo.

Su idea es muy interesante. Además, tengo una teoría sobre el espacio, y este aparato puede ayudar a confirmarla. ¿Ha pensado alguna vez que quizás el espacio no es más que un reflejo de la propia extensión oscura e infinita del inconsciente? Una representación física del mundus imaginalis? Una encarnación del númen de Rudolf Otto? Bien, no es más que hablar por hablar, por supuesto. Veamos qué se puede hacer con esto. ¿Me lo puedo quedar?

Tras hablar con Olsen, le fue dando vueltas, también, a la idea de hacer una visita al coronel para saber si en su preciosa caja fuerte también custodia los planos de las diversas wunderwaffe que iban a ser la salvación del Reich. Es hora de desempolvar esas maravillas para que Venus conozca su poder (el de Bernstein, por supuesto).

 

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10/04/2017, 17:16
Erwin Rommel

Se les notaba molestos, y tenían razones para estarlo. Él mismo lo había estado, durante muchos meses a su llegada, al darse cuenta de como encajaba en el puzzle. Y sin embargo, decidió coger el toro por los cuernos y preparar el camino para una situación más ventajosa. Esparcir las semillas de un cambio de planes que haría temblar a amigos y enemigos. Por eso debió cambiar incluso su temperamento y trabajar en direcciones opuestas a las que había desarrollado durante toda su vida. Ahora les tocaría a ellos hacer algo similar. Era el "efecto Venus".

Reclamó paciencia con una mano, mientras servían el té. Era uno de esos tés de flores de Jat, que él tomaba como analgésico para sus evidentes jaquecas. Se había convertido en una suerte de abuelo prematuro, por que lo tomaba caliente como el mismo infierno.

-Gracias a mis contactos con las altas esferas y superar teóricamente en rango al mismo Kammler, me pude hacer una idea de los auténticos planes. Los que a ustedes nos les han contado...

Carraspeó.

-Comencemos por el principio. La campana fue diseñada a partir de el motor de uno de los vimanas que aquí utilizan para viajar de un planeta a otro, que por error e influencia de cierta ruptura espacio-temporal bien conocida en el Triángulo de las Bermudas, terminó en 1941 en plena Unión Soviética. Allí se estrelló, dejando tres supervivientes que pertenecían al ejército de ésta reina Madhuvanti. Dos murieron en cautividad y un tercero fue interrogado por su padre -se refería a Hagall- Es por eso que Kammler tenía una idea aproximada de lo que iba a encontrarse en éste planeta, aunque no sabía siquiera que se trataba de uno tan cercano, ni que estaba inmerso en una lejana época histórica. Necesitaba más información, y para eso creó el proyecto Himmel. En principio, iba a ser solo la fase de investigación y desarrollo de la tecnología necesaria para llevar a un gran contingente del Reich a éste planeta.

Parpadeó.

-Ésta fase la conocen bien, excepto los experimentos secretos de Kammler y a la gente que enviaron de avanzada. Yo fui uno de ellos. Viajé con Aziz, un antiguo askari que conocí en Túnez, prisionero de los ingleses. Mi misión era preparar el terreno para crear inestabilidad entre los señores feudales, y sondear una posible alianza con algunos de ellos para irlos derrotando a todos y colonizar el planeta. Sin embargo, me extralimité en mis funciones. He ahí donde entra el estudio de sus perfiles. Accedí a ésta información gracias a Kammler y al buen hacer de Aziz, de una forma un tanto... ilegal. Pero esa información, creo que vamos a demostrar que vale su peso en oro.

Tosió un par de veces, por que la bebida se le había ido por otro lado. Siguió hablando, algo ronco durante un rato.

-Ustedes, yo mismo, no fuimos seleccionados por ser lo mejor de lo mejor, aunque seamos personas notables. Fuimos seleccionados por que además de tener potencial, somos prescindibles. Durante muchos meses, Kammler creía que no sería posible terminar el proyecto antes de que llegaran los soviéticos y tener que destruirlo. Aún cuando les enviaran aquí, existían probabilidades bastante altas de que la cosa saliera mal, como en el accidente en el que su esposa terminó en éste planeta. Digamos que ustedes formaban parte de un experimento de viabilidad final de la campana. Si la colonia llegaba, además allanaría el camino en los conflictos con los nativos, además de hacer acopio de materias primas y producción de armamento...

Parpadeó, ladeando la cabeza en un gesto que era muy suyo.

-Ahora hay una gran incógnita flotando en el aire. Ustedes no lo saben, pero casi desde 1938 se ha estado construyendo una base mucho más grande en la Antártida, en el territorio de Nueva Suabia. Conseguí acceder a cierta información sobre el tema, en unas conversaciones con el almirante Dönitz. Al parecer, hay toda una ciudad allí, que llaman "Neuberlin". En principio, se planteó como un refugio para los mandatarios del Reich en caso de que la guerra proyectada saliera mal. Muchas cosas estaban en el aire en 1939, nadie contaba con la rapidez con la que conquistamos Francia... -siguió, yendo "al grano"- A partir de 1943, tras Kursk, se instaló allí una campana de mayor potencia, que se calibraba en función de sus experimentos. Los planes de Kammler eran que ustedes sirvieran de avanzada, incluso lucharan contra los nativos y adquirieran experiencia o sufrieran el grueso de los ataques. Ellos pretenden... aprender de todo eso, por lo que tienen espías entre sus filas. Si pierden la guerra, lo que es muy probable, tanto Kammler como algunos miles de hombres y alguna cabeza visible de Reich, posiblemente el mismo führer, llegarán a Nueva Suabia y pasarán a la fase dos del plan. Ganarán todo el tiempo posible en nuestro mundo y época, recibiendo informaciones de sus espías para copiar cualquier avance tecnológico que consigamos y traerlo al planeta quintuplicado.

Suspiró.

-Será entonces cuando lleguen al planeta en el momento preciso para hacerse cargo de la situación, y convertir ésto en una horripilante versión de la campaña rusa y los campos de exterminio. Usar éste planeta como vivero, fuente de materias primas y campo de desarrollo tecnológico para, como les ordenaron a ustedes, regresar a la Tierra y conquistarla. Y eso, me temo, lo harán con o sin ustedes. Toda oposición será... irremediablemente aplastada.

Se quedaron en silencio. El alcance de lo que les estaba contando era demencial. Pero él era un genio, y además un tipo optimista. Alguien que sabía como hacer mucho con poco.

-Tenemos que extremar las precauciones. Y además, debemos plantearnos una dicotomía. Deben, en realidad, pues yo ya lo hice y tomé mi decisión. Podemos jugar al juego que Kammler y los suyos desean, y convertir éste planeta en miseria, ocupación y genocidio. O podemos hacerles la cama, prepararnos para lo que está por llegar y trabajar en la creación de nuestro propio futuro. En ese caso, debemos implementar nuestra propia política. Yo no quiero exterminar a la gente de éste planeta, pero una pequeña revolución para derrocar su sistema político sería beneficiosa: nos daría aliados y se los privaría a los que están por llegar. Tenemos que tratar a ésta gente como lo que son, humanos como nosotros, y ver más allá de la raza o las diferencias. Derrotemos a los peores, establezcamos alianzas con los más sensatos y minemos su sociedad desde dentro. Llevamos cinco años haciéndolo. Llevo... cinco años creando historias sobre ustedes. Sobre todos y cada uno de ustedes. Y lo he hecho para que tomen el lugar que les corresponde, al frente de una revolución que sacudirá ambos mundos...

Sonrió, despacio.

-Podemos dejar pasmados a todos los que nos creyeron peones prescindibles. Una nueva era está al alcance de nuestra mano. Y yo les pregunto... ¿Están ustedes conmigo?

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10/04/2017, 18:34
Lennart Olsen

Escuchó lo que le dijo. Sabía que tenía que preguntarle, pues siempre hay que pedirle la opinión a aquellos que saben más que tú, y definitivamente Bernstein era un sabio. Además, aunque su proverbial inexpresividad escandinava no lo demostrara, le simpatizaba mucho aquel hombre. Su situación, imaginaba, era similar, pues ambos eran algo así como "bichos raros" en la colonia.

-Tiene razón. Podríamos instalar algunos cañones y/o ametralladoras en la parte baja añadiendo más "protuberancias" como éstas que diseñé para el correcto flujo del xerum. Cubrir los 360 grados de la visual con las armas. Aunque imagino que habría que plantearse hacer un par de versiones, una especializada como caza y otra como bombardero, o algo así. A los militares les gustan que los aviones cumplan roles que les son familiares.

Cuando habló del tema de la exploración espacial le notó cierto brillo en los ojos. Estaban tocando un tema que parecía encandilar a ambos hombres, que tenían un alma soñadora tras su máscara de científico.

-He pensado sobre el problema de las fuerzas G. De momento, lo más fácil es colocar un suministro de oxígeno especialmente presurizado para el piloto, similar al que se usa en bombarderos de gran altitud. Pero es cierto que si queremos romper la barrera de lo meramente físico hay que considerar sistemas de amortiguación de inercia. Le daremos vueltas, si... De momento, creo que algunos de éstos prototipos pueden viajar fácilmente a velocidades superiores a los 3.000 kilómetros hora, incluso más. A partir de ahí imagino que tendremos problemas, especialmente en giros cerrados por la conservación de la inercia... en las entrañas de los tripulantes.

Le habló de aquellas teorías sobre el Universo. Él, como ingeniero, era más prudente. No creía en mucho más de lo que era capaz de ver o teorizar. Por eso necesitaba a alguien como Bernstein, dispuesto a soñar cosas imposibles. Era gente así la que hacía avanzar la ciencia.

-Si, claro que puede. Son copias para usted.

Fue a despedirse a la francesa, pero luego volvió atrás un par de pasos y le soltó algo a bocajarro.

-¿Le importaría si le invito a cenar con mi familia? La casa esta siempre muy sola, y algo de conversación inteligente no nos vendría mal. Si a usted... no le importa, por supuesto.

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11/04/2017, 00:43
Damien Krieg

-Media verdades de maneras fulminantes del Coronel, parte de todo eso al parecer es verdad, nos reunieron a Bernstein, a mi ya pocos mas, a una reunion con el general, este abrio una caja fuerte, nos enteremos que parte de todo eso colaboro su padre doctora Hagall,el tema de la Vimana y sus ocupantes tambien, la gente que socorrio a esa gente, fue encerrada en su misma casa y la prendieron fuego, con la vimana capturada se iniciò con la creación de la campana, al parecer si tenian un modelo de esa arma electrica, lo de los viajes a este planeta es verdad, según el informe de la caja fuerte, mi segundo Olsen fue el encargado de teletransportarles a ustedes, Sr Ro..Helmut...- quiere mantener el anonimato de Rommel.

-de todo eso es lo que le queria hablar doctora Hagall,con usted, pero entre quedarme maravillado con esta ciudad y todo, no encontre el momento, no se decia nada el informe de esa ciudad en la antartida, ni los planes verdaderos o lo que mas me duele, lo de ser "prescindibles", lo que voy a pedirle, es algo personal y complicado, necesito que me ayude a rescatar a mi mujer, necesitamos todos rescatarlas, si nosotros hemos sido enviados para allanarles el camino, como prueba final, tengan por seguro, que en la ciudad de la antartida dispondran ya , de sus versiones de vimanas y armas, y estas no aturdiran, ambas cosas las usaran para eliminar cualquier obstaculo, esta mas que claro, que no puedo confiar en nadie en el complejo, ni mi segundo, solo de los aqui presentes, entre mi mujer, Bernstein si se une a nosotros y yo mismo, podemos ser capaces , de saber con precision donde sera transportada esa ciudad,ademas de crear algo que pueda ayudarnos a combatirlos, no quiero que sea destruido el complejo, ni que sea exterminada esta gente, puede contar con mi apoyo.Me alegro de haber implantado el sistema Margot en las nuevas armas que diseñe...- se sentia de alguna manera liberado.

Hizo bien en implantar ese sistema en las armas que diseño, de haber espias en el complejo,no podran usar esas armas en su contra.

Notas de juego