Partida Rol por web

Die Glocke

Das Venusfuchs (Capítulo II)

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28/03/2017, 19:03
Director

Krieg iba buscando al coronel para darle los informes, pero en su despacho le dijeron que el coronel no estaba allí. Había salido "de visita". Así que Krieg pensó que podía matar dos pájaros de un tiro. Fue hasta la "casa de Hagall", una construcción muy reciente con un techo hecho de turba y césped al estilo de las casas de Islandia y las islas Feroe.

Picó a la puerta, y preguntaron quien era al otro lado. Él dijo quien era, y le abrió la puerta con un gesto algo extraño. El coronel estaba dentro de la casa, sentado en torno a una mesa. Parecía que había estado fumando.

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28/03/2017, 19:07
Hulda Zimmermann

Había salido del paso. La directora sonrió, consciente de que quizá estaban contando "pequeñas mentirijillas" por el bien de aquellos niños. La clase terminó sin más incidentes, pero ella retuvo un momento para hacerle una petición personal.

-Ha llegado a mis oídos que el doctor Bernstein tiene en préstamo unos libros que enseñan el idioma de los habitantes de ésta región. Ya sabrá, o habrá intuido, lo importante que es para nosotros tener buenos traductores de ésta especie de "lingua franca" en el planeta. Aunque el objetivo, por supuesto, será enseñar alemán a los nativos, por motivos diplomáticos y entretanto... habrá que rebajarse a aprender esa jerigonza.

Parpadeó, sonriendo.

-Tenemos un fotostato que creo que ahora podrá ser puesto en uso. Pero necesito que convenza al buen doctor para que le preste los libros, al menos un día, para que podamos hacer las copias. Cuanta más gente sea capaz de aprender ese idioma... mejor.

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28/03/2017, 19:19
Bernhard Zimmermann

El mayor escuchó lo que el soldado le dijo. Algunas cosas no le gustaron demasiado, otras parecían ideas razonables, y otras estaban ya consideradas en el desglose del plan. Sin embargo, él valoraba las iniciativas de los líderes de pelotón.

-Un asalto al atardecer o por la noche entraña dificultades para nuestros aviones durante las tareas de bombardeo y cobertura. No obstante, se tendrán en consideración sus sugerencias en lo tocante a los grupos de asalto para penetrar en Umad. Gracias, sargento.

Parpadeó.

-¿Alguna pregunta más?

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28/03/2017, 19:43
Hans Topf

El sargento, satisfecho, tomó asiento.

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28/03/2017, 21:41
Hagall Wirth

La voz de Krieg la sorprendió, primero porque no le esperaba y segundo porque le venía de perlas. Con él seguro que el coronel no se ponía suspicaz, parecían salidos del mismo molde.
La cuestión ahora era que pasaría ¿Se quedarían Jürgens y Krieg tomando el té como si fueran todos tan amigos? De hecho… ¿Qué querría el ingeniero? Había procurado evitarle desde su última conversación, tampoco es que hubiera estado muy social el hombre ¿Habría recapacitado sobre su esposa? ¿Necesitaría hablar de ello? Al fin y al cabo, como sacerdotisa que era, su principal cometido era similar a ser la psicóloga de su feligresía, pero no es que viera a Damien muy espiritual como para buscar consuelo precisamente en ella… miedo le daba lo que le pudiera decir dado el caso. Estaba sensible con el asuntó, más ahora que… en fin, mejor estar ocupada que quedarse sola regodeándose en su dolor.
Abrió la puerta con una expresión indescriptible, ni ella sabía muy bien como estaba –Buenas tardes ingeniero ¿Qué desea?-
Al no ha
ber corrido la cortina del hall se veía la gran sala interior, donde estaba sentado el coronel junto a un par de copas y una botella de vino. Olía a madera perfumada mezclado con tabaco y vino dulzón.

Notas de juego

Extracto de un post anterior que describe la casa:

"Cada “unidad familiar” de la colonia contaba con una partida de materiales para construir un habitáculo prefabricado (casas modestas pero funcionales que no estaban del todo mal) pero ella nunca hacía las cosas como todo el mundo. Dispuesta a optimizar al máximo el material que se le había proporcionado decidió construirse una “torfbaeir”*, ya que usando materias primas locales podía ampliar el espacio casi el triple, pero para ello les tocó pegarse largas sesiones de cavar, mover piedras, hacer sus propios ladrillos… en fin, complicarse la vida un huevo y parte del otro. Lo cual fue muy divertido, un oficial y la sacerdotisa de mierda hasta las orejas, cómico de todo punto. Como no podía ser de otro modo, fue motivo de comentario intenso entre la comunidad de chafarderas. Principalmente porque después se iban al lago a darse un buen baño (la primera vez que a Hagall le daba igual que le enguarraran la moto).
El esfuerzo mereció la pena, al final le quedó una casa de dos alturas con hall corrido, una gran habitación multifunción con hogar central estilo megarón, dormitorio en el segundo piso y un abrigo lateral para la BMW. No es que fuera una mansión pero gracias a la sabia distribución de pilares y apenas tabiques era muy espaciosa. Los curiosos baúles de sus libros servían lo mismo para hacer de estanterías, que de mesa, que de asiento. El teniente se sorprendió de la cantidad de cosas que la sacerdotisa había sido capaz de empacar en paquetes tan aparentemente “pequeños”, telas suntuosas, colecciones de de lo más variopintas, rollos de pinturas, esculturas… Las paredes quedaron completamente cubiertas por un montón de objetos extraños, el suelo de cojines y tejidos variados y libros por todas partes. Le dedicó especial atención a lo que se deducía que era la cama, una especie de amplio estrado acolchado con edredones y cojines coloridos bajo el más grande de los ventanales. Esa era otra particularidad, las ventanas estaban a la altura del segundo piso, de modo que nadie podía cotillear desde el exterior."

https://en.wikipedia.org/wiki/Icelandic_turf_house

 

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29/03/2017, 00:43
Damien Krieg

Se queda un momento en silencio, luego se aclara la garganta, con una simulada tos...

- Espero no haber interrumpido, alguna converssción "profundamente espiritual", no estoy aqui por usted, busco al Coronel quiero darle el informe.- la voz y gestos de Krieg era completamente serio y seco.

Antes de que Hagall abriera la boca para contestar, le corta tajante Krieg..

Escuché comentarios por el complejo, tiene mi mas sincera y honestas felicidades, ha hecho un trabajo fantàstico con su casa, un aprovechamiento perfecto del espacio, aprovechando cada centímetro, una optimización sobresaliente en los materiales que poseía, pero generizando, un trabajo titànico , acogedor y sobresaliente, felicidades por su morada - dice en un tono serio, pero con un aire de completa y admirable aprobación, hasta pareció sonreir de asombro.

Antes de que hablara o contestara nuevamente, practicamente le pone delante de ella un libro...

el Dr, Bernstein, me dio este libro para que se lo entregara, como agradecimiento por prestarle la lectura de sus libros, no se ha despegado de ellos durante todo este tiempo, esta de lleno en ellos, aunque es irritante escucharlo continuamente balbuceando védico, cada dos por tres, le da las gracias...., ahora, si me permite el acceso y permiso para entrar en su morada, estaría agradecido..- la verdad que esa cara de Gárgola malhumorada, siempre con ese gesto serio y gris, ya se hacia particularmente familiar a Hagall de ver en el rostro de Krieg.

Krieg espera la invitación de Hagall para entrar..

..Si no es mucha molestia, claro esta...,tengo que entregarle el informe al coronel y comentarle algunas cosas, es su casa, puede estar escuchando y tener sus impresiones.. - casi el tono en que dice esas palabras Krieg, sonaban a un " por favor, ¿ me deja entrar ?".

Una vez si le permite pasar a su morada, Krieg le dira en voz baja, al pasar al lado de la Doctora, que tienen que hablar.

Notas de juego

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29/03/2017, 03:07
Hagall Wirth

El ingeniero la abrumó con su oratoria, suponía que quería elogiar sinceramente la arquitectura de su casa (por cierto brillo que creyó ver en sus ojos al estirar el cuello para ver el interior) pero la manera no fue precisamente… hábil, por definirla de alguna manera. Iba a hablar y la calló, iba a hablar otra vez y la volvió a cortapisar. Hagall arrugó el morro de un modo un poco infantil justo antes de que le plantara el librito delante de la cara, tal que si fuera un árbitro sacando una tarjeta roja –No se ha despegado de ellos durante todo este tiempo (…)le da las gracias…- la cara de la sacerdotisa se iluminó. Tomó el libro entre sus manos sonriente, su gesto no había caído en saco roto –Blake…- sonrió.
Krieg la sacó de  aquel momento de alegría insistiendo en entrar, Hagall alzó la vista, la luz del sol caía como plomo fundido y estar parado al descubierto suponía freírse como un huevo sin necesidad de aceite. Parpadeó, lo de pedir permiso tenía gracia cuando prácticamente se le había colado dentro, otro como el coronel con el cigarrito de las narices ¿Serían familia? Porque vamos… -¡Claro! Sientase como en casa…- dijo entonando irónicamente. Al correr la cortina que separaba el hall de la sala le susurró que tenían que hablar, no hizo gesto alguno pues el coronel les observaba cual halcón, solo emitió un fugacísimo “Hmm!” –Emm… tome asiento donde guste, iré a por unos vasos…- continuó con el aire de entusiasmo fingido para que el oficial no sospechara –y algo para picar…-
¿Que puñetas estaba pasando?...

Notas de juego

Ya que pasas al interior pongo algunos detalles concretos de la decoración:

Hay una colección de armas blancas de diversa procedencia, una colección de pipas de todo tipo, máscaras rituales y teatrales, figurillas de diferentes diosas, un kapala tibetano (https://en.wikipedia.org/wiki/Kapala)

un ukiyo-e de Fudomyoo (https://es.wikipedia.org/wiki/Fud%C5%8D_My%C5%8D-%C5%8D)

una pintura en seda de Guan Yin/Kanon (https://es.wikipedia.org/wiki/Guan_Yin)

Una litografía de Bruhilda de Arthur Rackham 

y otra de las Nornas (entre las que está Urd) 

 

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29/03/2017, 06:18
Damien Krieg

No puede evita sentirse sorprendido,ante la variopinta colección de antigüedades, pinturas y diversos artefactos.

- Entrar aquí y ver todo esto, casi me da por gritar a mi equipo,por encender la campana antes de hora.Da la impresión que haya sido teletransporado a un museo...- el tono de Krieg era de estar sorprendido...

- Disculpe Herr Coronel, no le encontré en su despacho, quería entregarle los informes, por una parte están los descubrimientos que hemos logrado el Dr. Bernstein y yo., el funcionamiento de las Vimanas, como conducirlas, como destruirlas, pero sobre todo, sus usos y compatibilidad con nuestra tecnología...- cambia al segundo informe.

- En este son los usos del nuevo Xerum, ademas de un plano, para unos prototipos de armas electromagnéticas,en formato fusil y pistola.. - le da ese informe...

- Este ultimo es para saber destruir las Vimanas, aplicaciones, además de otras ideas del Doctor  Bernstein - le dice mientras le entrega el último informe

Notas de juego

Lo que hay en el libro de Poesía, te copio y pego, lo que me pasó Bernstein, Hagall

 

Es un libro de poemas de William Blake. Hay un punto en cierta página.

Un sueño

Cierta vez un sueño tejió una sombra
sobre mi cama que un ángel protegía:
era una hormiga que se había perdido
por la hierba donde yo creía que estaba.

Confundida, perpleja y desesperada,
oscura, cercada por tinieblas, exhausta,
tropezaba entre la extendida maraña,
toda desconsolada, y le escuché decir:
"¡Oh, hijos míos! ¿Acaso lloran?
¿Oirán cómo suspira su padre?
¿Acaso rondan por ahí para buscarme?
¿Acaso regresan y sollozan por mí?"

Compadecido, solté una lágrima;
pero cerca vi una luciérnaga,
que respondió: "¿Qué quejido humano
convoca al guardián de la noche?

Me corresponde iluminar la arboleda
mientras el escarabajo hace su ronda:
sigue ahora el zumbido del escarabajo;
pequeña vagabunda, vuelve pronto a casa."

 

En el punto hay, escrito con pluma, de la mano de Bernstein:

Hasta de los pensamientos del enemigo se pueden sacar enseñanzas.

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29/03/2017, 09:59
Damien Krieg
Sólo para el director
- Tiradas (6)

Notas de juego

Lo de las tiradas, para crear las armas eléctricas y el sistema Margot, la aparición de ThorKrieg ( pistola ) y Leviathan ( Fusil )

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29/03/2017, 20:09
Ilse Dietrich
Sólo para el director

La petición de Hulda la dejó con la boca abierta, no por el hecho de que se hubiera enterado de que el doctor Bernstein estaba en posesión de esos libros que, si mal no recordaba, pertenecían a Hagall, o eso le pareció entender en algún momento de la expedición que habían tenido. No, lo que de verdad le extrañó fue que se lo pidiera a ella.

Ilse dudaba mucho que alguien en aquel lugar le fuera a hacer caso, más sabiendo lo raro que era Bernstein con sus cosas y, si además los libros eran propiedad de la señorita Wirth, que le permitiera tan siquiera rozarlos con los dedos. Por más que intentó a toda velocidad pensar en la mejor forma que tendría de abordar el tema con el doctor, no encontraba ninguna convincente. Pero sabía que Hulda no admitiría una negativa y, si lo hacía, no sería sin consecuencias.

Entiendo la importancia de aprender el idioma, o por lo menos lo suficiente para poder comunicarnos antes de que aprendan nuestra lengua, pero dudo mucho que el doctor Bernstein me fuera a hacer caso. No soy tan persuasiva como... —¿Había estado a punto de nombrar a Hagall? ¿La mujer todopoderosa, perfecta y con esa superioridad moral e intelectual que tenía que restregar delante de las narices a todo el mundo? Sí, había estado a punto de expresar en voz alta unos pensamientos cargados de reproche y rencor que, después de comprobar cómo se mostraba todo el mundo con la aventurera, no hubieran sido bien acogidos. Más cuando ella no era nadie importante en ese grupo— Otra gente. De todas formas lo intentaré. Siempre puedo decir que me vendría bien para que los lugareños me entiendan cuando trato de explicarles los males que padecen. —Y no estaría mintiendo, pensó para ella.

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29/03/2017, 20:36
Kiefer Jürgens

Iba a marcharse cuando el ingeniero entró. La verdad es que la conversación con Hagall no había sido "100% amistosa". Pero tenía que disimular. Se suponía que aquel lugar era tan buen como cualquier otro para leer los informes de Krieg y relevarle de sus actuales ocupaciones. Lo que le extrañó de veras es que la señorita Wirth dijera que iba a preparar algo de picar y beber... ¡Vivir para ver!

-Disculpe, es que tenía que aprovechar que la señorita estaba en el descanso de comer para hablar con ella. Veamos...

Revisó los papeles con atención. Él se leía siempre lo que Krieg le mandaba, por que consideraba que era uno de los hombres más útiles de la colonia, y había sido un pilar en lo que respectaba al ala científica.

-Mmmm... interesante. Los muchachos están en vísperas de atacar Umad, y toda ésta información será de gran ayuda si el enemigo decide traer sus aeronaves.

Parpadeó, pensativo.

-Hablaremos del tema al término de la misión en Umad. Pero vaya acariciando la aplicación de éste motor al diseño de nuestras propias aeronaves -revisó los planos- ¿Un arma eléctrica? Un curioso concepto. Veo que tiene aplicaciones de la tecnología enemiga. Bien... haga un prototipo, a ver a donde nos lleva.

Miró al ingeniero y luego a Hagall.

-A no ser que quiera darse... un paseo con la señorita Wirth, hasta Rajpur.

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29/03/2017, 20:51
Hulda Zimmermann

Sonrió cuando le dijo aquello. Era una muchacha "bien", que sabía estar en su sitio. No obstante, sabía o intuía que bajo su fachada de mujer correcta latía, al igual que en su caso, genio vivo y mente despierta. Posó una mano en la suya, antes de dar por concluido el breve parlamento.

-Es más capaz de lo que usted cree... Cuento con usted.

La mujer abandonó el aula e Ilse se quedó pensando. ¿Como abordar el tema? Nunca había hablado a solas con el científico y no quería que malinterpretara su interés. La confianza y la amistad son asuntos que se ganan con esfuerzo. Pero imaginó que podría tener una baza a su favor. Cocinaba bastante bien, y con un poco de esfuerzo podría hacerle al doctor el struddel de sus sueños. Un estómago contento era la llave del corazón de muchos hombres.

Notas de juego

Para hacer de cocinillas, tira "Cultura Alemana" (la tienes a nivel 3). Puedes gastar puntos de drama adicionales si lo deseas.

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29/03/2017, 21:55
Damien Krieg

Mira a Hagall para luego mirar al Coronel..

- Pues si que daría ese paseo, aun no he visto las estructuras de viviendas de la gente de aquí, pueden darme buenas ideas para aplicarlas al complejo - dice al Coronel de una manera eficiente alemana.

-Le he pasado esa tarea, de los prototipos de armas, al Doctor Bernstein y mi segundo, se encargarán ellos de tal montaje y pruebas, quiero ver las estructuras comarcales de la gente de este planeta, podría elaborar alguna manera de ayudarles con ciertas cosas - dice en un tono serio al Coronel

-Hay otra cosa que no esta en los informes, es una petición personal y fuera de todo. El tal como se llame, tiene a una Ingeniera Jefe, sería buena idea rescatarla, no solamente podría reducir todo el tema de evolucionar el complejo, sino que sera una gran ayuda para ir preparando la campana para un viaje de regreso en un futuro, es una petición personal, sin que sufra daños y este de toda una pieza... - el tono y mirada de Krieg, dejaba claro que era algo muy personal, necesario y que llevaría a mejoras al complejo.

 

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29/03/2017, 22:32
Hagall Wirth

Si quería información de primera mano no le quedaba más remedio que cambiar de estrategia, y aunque era muy celosa de su privacidad y consideraba su casa como la “cella” de un templo quizás sería interesante convertirla en un salón donde la gente se sintiera cómoda y hablara libremente… y ella pudiera pegar la oreja haciéndose la distraída.

Llenó un cuenco de cuerno con bayas y otro con una ensalada, que ya tenía hecha, mientras se calentaba la tetera. Apoyada en el pilar que daba acceso a la cocina (un rincón recogido y pequeño pero bien organizado y provisto de productos de temporada)puso la antena para no perderse la conversación entre los dos témpanos de hielo. Sacó el librito del bolsillo donde lo había guardado y al hojearlo se dio cuenta de que había un marcador. Una nota manuscrita por Bernstein “Hasta de los pensamientos del enemigo se pueden sacar enseñanzas” decía, Hagall sonrió “Antes le sacan una muela que decir gracias. El enemigo… será puñetro!” aquel pique la divertía y la sacaba de quicio a la vez. El doctor le causaba un cosquilleo extraño y a veces hacía que se comportara como una adolescente a la que le gusta provocar y otras como una niña en busca de atención. Quería creer que había encontrado un intelectual de verdad, alguien con una mente abierta ¿Era amistad? ¿Camaradería? ¿Qué era eso? El gran problema de la arqueóloga es que no había aprendido nada de esas cosas y el orgullo y la vergüenza impedían que preguntara… a ¿Quién? No confiaba en nadie.
Como no le había cogido el truco a la hornilla el agua tardó un poco más en hervir, aprovechó y leyó el poema marcado
Una hormiga que se había perdido…
Se quedó extrañada ¿Qué quería decirle con eso? Volvió a leerlo esta vez detenidamente, renglón a renglón, palabra por palabra. Notó una leve tenaza en el pecho… -Oh, mierda!...- recordó las anotaciones de los márgenes y las hojas llenas de… “Mierda, mierda, mierda mierda!!!!…” la tetera empezó a pitar pero el desagradable descubrimiento de lo que había revelado al doctor sin querer le hizo tardar en reaccionar. Se le cayó el libro al suelo y entonces quitó el cacharro del fuego, echó dentro la bola de té verde y recogió el tomo. Aquello acababa de tomar dimensiones de pesadilla, no solo lo sabía el coronel si no también Bernstein!!!!!! Eso era como gritarlo al viento para que lo supiera todo el mundo, el temblor de sus manos hizo tintinear los vasos y cubiertos que colocaba en la bandeja. Tenían que hablar… y tanto que tenían que hablar… y debía darse prisa. Distraída fue a coger la tetera con la mano desnuda -¡Mierda! ¡Joder!- la escucharon maldecir al escocerse las yemas (por suerte nada grave, solo el susto).
Respiró hondo para despejarse y ponerse la máscara de “aquí no ha pasado nada”. Giró bandeja en mano y puso su cara de palo –Te a la menta, tengo miel si quieren endulzarlo, bayas y vinagreta con granadas locales- dijo al poner las cosas sobre la mesa. Había cierto retintín en sus palabras, no debía parecer amable de repente o el oficial se daría cuenta de que maquinaba algo.
-A no ser que quiera darse… un paseo con la señorita Wirth, hasta Rajpur-
Arqueó la ceja, ya estaba el jerifalte mandando a su mellizo para tenerla controlada ¡OLE! Que diría un español.

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30/03/2017, 00:12
Kiefer Jürgens

La destreza de Hagall como ama de casa era la equivalente a la del hombre medio. Es decir, escasa o más bien nula. Tenía su punto cómico verla esforzarse en aquel asunto, bastante a desgana, con consecuencias hilarantes. Pero cada persona vale para lo que vale. Estaba seguro que en lo tocante a hablar lenguas muertas, tomar setas alucinógenas, descubrir tumbas antiguas y torturar gente con un cuchillo, nadie la podía igualar.

-La misión es Rajpur, no a la ciudad del tal Rama. Esa es otra diferente... todavía no me acuerdo de todos esos dichosos nombres. De momento, no podemos lanzar una operación de comando allí, y mucho menos por una cuestión personal. Sea paciente... el tiempo dirá. Ahora mismo, agitaremos el avispero.

Probó el té, esperando a que Hagall bebiera antes. Nunca se sabía, con ella.

-Ésta es una operación de contacto. Queremos averiguar todo lo que podamos sobre esos "Nuaki" y contactar con nuestros partidarios, encabezados por el tal "profeta Helmut". La señorita Wirth le dará más detalles... estará al mando de la expedición.

Miró la hora en el reloj de pulsera, como excusándose.

-Debo volver al trabajo. Gracias por su té y su tiempo. Pueden acabarse el vino, si lo desean.

Se levantó, arreglándose el uniforme antes de salir con los informes en la mano, rumbo a su despacho. El "Apolo alemán" estaba a solas con ella en el salón de su casa...

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30/03/2017, 03:39
Damien Krieg

En cuanto sale Jürgens, queda un silencio casi sepulcral.Se  asegura el que están ambos solos, que no hay nadie espiando.

Krieg intenta romper el silencio...

- Esta bueno el té - dice en un tono un tanto seco...

- Esta visto que algo le incomodó antes, esto no es tan grande como para amortiguar tanto el sonido y el Coronel estuvo un buen rato en silencio leyendo los informes, así que sus expresiones escatológicas , debían de ser originarias de algo..¿ quiere compartir algo de eso?, en cuanto a Bernstein, hubo momentos en que leía sus libros de una manera bastante silenciosa, otras no entiendo porqué se quedaba serio, otras tantas reía a carcajadas..., cuando entregó el libro para que se lo diera, siento haber leído parte del contenido... - dice aún con esa peculiar seriedad suya

Krieg ante la sorpresa de Hagall, cita una de las estrofas del poema, en un tono de un orador leyendo aquellos libros en alguna reunión de lectura...

- " Compadecido, solté una lágrima;pero cerca vi una luciérnaga,que respondió: "¿Qué quejido humano convoca al guardián de la noche?...,Me corresponde iluminar la arboleda,mientras el escarabajo hace su ronda:,sigue ahora el zumbido del escarabajo;,pequeña vagabunda, vuelve pronto a casa."*....curiosa estrofa, me recordó esta otra... - la manera de recitar de Krieg era una sorpresa, hasta parecía saber leer poesía, el tono de Krieg había cambiado completamente, el tono, la calidez a la hora de pronunciar, con los tiempos justos...

 

"..Y de esos ojos negros que están perdidos,

vagando en esta interminable oscuridad,

lugar del que ando completamente sumergido,

sin poder salir nunca de esa realidad....,

 

Faro de esperanza que no encuentro,

sin rumbo, vagando,mudo,sin decir nada,

solo esperando el aliento tuyo, ese consuelo,

del que ahora busco para volver  sentir y abrazar....,

 

sumergido en mis pesadillas, larga espera,

buscando sin consuelo, el salir con ese don,

esa gran luz que me alumbra,de manera sincera,

gracias por salvar mi vida y alma, Margot...." - después de esa poesía, Krieg se queda en silencio y pensativo.

 

-Quiero a mi mujer, la sigo amando, pese a todo, entiendo lo que hizo, solo intentó sobrevivir como pudo, quiero rescatarla doctora Hagall, es una cosa que tengo completamente clara..., esa poesía fue una especie de voto cuando me declaré a ella y al poco tiempo nos casemos, nunca imaginará como fue mi pasado, pero como a un lago que se le lanza una piedra, todas las ondas que emite, son esos recuerdos malos o buenos, situaciones horribles que no se desearía a nadie, situaciones límite, otras mas felices, que se van extendiendo durante todas nuestras vidas, pero al igual que desaparecen tarde o temprano esas ondas, olvidamos, encerramos en nuestro recuerdos...- parecía que no fuera el Krieg que tan mala fama tenía, al parecer aquel hombre, hasta tenía sentimientos..

 

- Pero aunque no queramos recordar, las tenemos olvidadas, debemos recordar, que esa piedra sigue en alguna parte en el interior del lago, ya forma parte de él y de como es ahora..., le debo todo lo que soy y me felicidad a Margot, es normal que pueda perdonarla y querer , pronto , rescatarla... - Krieg mira a los ojos de Hagall, aquel hombre estaba hablando realmente de corazón, algo bastante llamativo, ya que parecía que careciera de el o fuera de hielo.

 

- Usted me recuerda mucho a mi mujer, ambas mujeres fuertes, con temperamento, que han decidido hacerse un hueco en un mundo de hombres, trabajadoras, supervivientes, que nadie agradece su esfuerzo y dedicación, dejándolas de lado, solo por ser mujeres... - la verdad que no parecía el Krieg de siempre, su tono no era el frío o tan rudo como siempre.

 

¿ Sería cosa del Té ?, porque de ser así, merecería la pena servirle más, pero no, esa frialdad y seguridad en los ojos de Krieg, deja claro que no miente en ninguna de esas palabras, son sinceras, dichas de corazón, aquel hombre si amaba completamente a su mujer y admiraba a las mujeres que se hacían un hueco, aun en contra de la sociedad, lo que diga la gente,etc.

- Siento interrumpirme con esas ideas y formas de pensar - el tono de Krieg cambió a una disculpa..

¿ Aquel hombre se estaba disculpando ?, cada vez parecía menos el Krieg del que estaba acostumbrada a ver..

-Si no es mucha molestia,¿ de que cosas habló con el Coronel ?, ¿ de que va todo eso del ataque preventivo?, si decidiera ir a intentar rescatar a mi mujer, ¿ estaría conmigo? - Krieg vuelve a mirar fijamente a Hagall.

 

 

 

Notas de juego

* - Gracias a la memoria fotográfica de Krieg, ha recordado las estrofas

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31/03/2017, 00:10
Ilse Dietrich
Sólo para el director

Con una mueca de incredulidad, Ilse se despidió de Hulda, dándole vueltas a cuál sería la mejor manera de abordar al doctor Bernstein. Distraída, recogió el material empleado para la clase antes de dirigirse a la casa que, recién construida, compartía con Mitzi y Gerde. Desde luego no era una gran casa, pero sí la habían levantado de acuerdo con los gustos de las tres, con una dependencia pequeña pero independiente para cada una, una cocina y una sala donde podían reunirse las tres a charlar y compartir impresiones sobre su nueva vida.

Ninguna de las dos se encontraba allí cuando la enfermera llegó y, cuando se dirigió a la cocina para prepararse una de las infusiones a las que tanta afición había cogido desde que se había empezado a interesar por las plantas medicinales, se le ocurrió la mejor manera de abordar al doctor.

Mientras esperaba a que el agua calentara y buscaba entre los diversos frasquitos que había traído con hierbas, su idea fue tomando cada vez más fuerza. Sus gestos eran automáticos, ya que había hecho esas mismas tisanas cantidad de veces ya que, habían sido variados los libros que había tenido la suerte de tener entre sus manos sobre fitoterapia, desde el “Liber subtilitatum diversarum naturarum creaturarum” de Hildegard von Bingen, aunque siempre obviando su cariz religioso, hasta el “Ben Cao Jing” chino.

Definitivamente le prepararía al doctor un riquísimo strudel de manzana.

Se puso manos a la obra. Buscó los ingredientes, desde la canela a las mejores manzanas o los frutos secos que pudo conseguir, y los fue dejando en la mesa de la cocina para tenerlos a mano. Preparó la masa y, mientras la dejaba reposar, se dedicó a preparar lo que sería el relleno del apfelstrudle.

Echó su buen tiempo pues quería que el resultado fuera el mejor ya que, era algo de dominio público, la mejor manera para llegar al corazón de un hombre era pasando por su estómago, y el doctor Bernstein ya había demostrado su pasión por ese dulce.

Si conseguía ablandarle de esa forma, seguramente no tendría demasiados problemas en conseguir los libros.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto dos puntos de drama

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31/03/2017, 00:50
Hagall Wirth

Fue una situación muy incómoda. Hagall era una olla express al límite, de haber sido otra persona la cosa habría acabado mal, muy muy mal, pero si alguien sabía mantener el tipo mientras le hurgaban en las tripas esa era ella. Aparcó el “problema Bernstein” y se centró en el “problema Jürgens” que era el más acuciante en ese momento.
Se mantuieron cada cual en su pose aparentemente ocupados en otras cosas, él departiendo con Krieg y ella escanciando el té –Cuidado que quema- advirtió. La estancia se inundó del perfume de la infusión pero nadie bebía, el ingeniero centrado en la cuestión de su esposa y el coronel mirando de soslayo el vaso. No se fiaba el muy cabrón. Por eso la anfitriona tragó el líquido esmeralda de una tacada y masticó los piñones dirigiendo una mirada afilada al oficial. Veneno… ¿En serio? ¡Que cutre! Era ciertamente un método muy femenino pero carente de adrenalina y ella no era la “típica chica”, casi que le ofendió la presunción.

-…Pueden acabarse el vino, si lo desean-
“Antes trago lava” pensó –Oh! Vaya…- lamentó falsamente por su partida –en fin… continuaremos cuando guste- eso estaba claro ¡Que asco le daba! –Le informaré cuando el equipo esté listo para salir. Ingeniero…- tomó la tetera –¿Me acompañará con el té o también tiene prisa?- disimuló haciendo ademán de rellenarle el vaso.

Hubo un prolongado silencio entre que el coronel salió y Krieg se animó a hablar. Estaba claro que lo de este hombre no eran las habilidades sociales, vaya dos patas para un banco…
-Receta tunecina- respondió al cumplido sobre la infusión esperando que comentara aquello que supuestamente venía a decirle. De pronto una duda… ¿Sería esta una charada pactada entre el ingeriero y el militar? ¿Poli bueno, poli malo? Porque después de la dureza y falta de empatía de su última “conversación” lo último que se esperaba es que la buscara y pretendiera ser amable…
Procuró por ello mantener la alerta, pero su modo de abordar la conversación llovió sobre mojado haciéndola sentir que el suelo desaparecía debajo de sus pies. Quedaba claro que Bernstein, si era medianamente perspicaz, habría descubierto su “secreto”, prefería que los colonos la temieran e incluso criticaran que… en fin… que conocieran sus intimidades y la miraran con pena. Detestaba la condescendencia.
-Que más da ya…- contestó a la disculpa por haber leído el poema –la cuenta atrás ya ha comenzado y es imparable…- hablaba balanceando el contenido del vaso de cristal marroquí.  De pronto Krieg se puso teatral, que hombre más raro, pasaba de un estado a otro sin transición alguna. Empezó a declamar y de un tono académico poco a poco mudó a otro más… dulce y natural ¿Será que el hombre de hielo tiene corazón?
La sacerdotisa empezaba a preguntarse que fue lo que hizo Margot para que Krieg le profesara semejante devoción “Gracias a ella salí de donde estaba y estudié ingeniería…”¿Qué trasfondo sería ese? ¿Más oscuro que el suyo? Lo dudaba sinceramente. No obstante la cosa estaba tomando una deriva de… búsqueda de complicidad? Amor, perdón, esa loa a la mujer independiente… No bajaba la guardia, estaba claro que la historia de su vida era saltar de un nido de víboras a otro.
Piedras en un lago… ondas que se diluyen… ladeó la comisura del labio en una mueca  amarga. Ella no tenía piedras, tenía la maldita pirámide de Keops en una charca. “Usted me recuerda mucho a mi mujer… pues estás jodido como eso sea cierto. Eso o es que te va el sadomasoquismo”  
El hombre se estaba esforzando por transmitirle proximidad, por conectar de algún modo, y no sabía muy bien como tomárselo ¿Sería una intención genuina? Y en ese caso ¿Qué hacer? Arrugó el entrecejo meditabunda, se frotó la frente en medio de otra larga pausa, afrontaba otro de los nuevos retos venusianos. La mareaba el cambio de reglas. Subió las piernas al asiento cruzándolas, tenía cara que ir a hablar pero no acertaba muy bien a que decir e incluso luchaba contra esa necesidad de hacerlo.
Estaba poco acostumbrada a los tejemanejes de la sociedad y le agotaban muy rápido. Además, de lo que hubiera tenido ganas era de liarse a lanzar cuchillos y no enfrascarse en una sesuda conversación sobre sentimientos. Tema que por cierto la tenía sumida en un infierno digno de Goethe. Bernstein y su hormiguita de marras… en el fondo le agradaba que insistiera en pintarla como una criaturita soñadora necesitada de ayuda… a nadie nunca se le había ocurrido atribuirle ser una buena persona. Ni siquiera a ella misma, que se veía como un Frankenstein. Por eso el modo en que el doctor la veía la hería, porque le recordaba lo que era y lo que no.
Finalmente venció la costumbre, su cerrazón, y decidió guardar estos pensamientos para sí.

-¿Con el coronel?- en referencia a sus últimas preguntas “Y a ti que coño te importa?” pensó la Hagall respondona, aunque la pregunta no se había hecho en tono inquisitivo –Simplemente estábamos… conociéndonos un poco mejor- “ya te digo” –no habíamos tenido oportunidad de hablar y bueno… ya se sabe, una cosa es la persona que aparece en el informe y… otra tenerla cara a cara- por ese resumen Hagall se merecía el nobel a la lingüística, nadie en la colonia sospecharía jamás la tragedia que podía haber tenido lugar en su salón –así que aprovechó que debía comunicarme mi siguiente misión para tener un tete a tete- tomó un puñado de bayas y empezó a picotear, eso la ayudaría a bajar la tensión –Sobre la misión…- exhaló –Como ya sabrá nos encontramos en terreno fronterizo en medio de una guerra civil. Ahora mismo somos minoría, apenas 400 en un enorme planeta habitado, así que es crucial que en un principio establezcamos alianzas. En este caso eso además supone posicionarse. El coronel ha planeado atacar Umad no solo para asegurar la zona si no también para congraciarnos con la reina, cuyos territorios e influencia son los mayores de Venus. Obviamente la intención es también rescatar a los científicos perdidos, incluida su esposa, de hecho es el motivo en el que nos vamos a escudar para justificar el ataque- centrarse en el trabajo le sentaba bien, le quitaba de comeduras de cabeza. Agarró la tetera y sirvió a ambos, ahora que había pasado un rato el sabor sería más intenso –Se que pedirle paciencia en este asunto es difícil, pero o somos cuidadosos con los pasos que damos o tenemos todas las de perder. Ellos cuentan con una cantidad de recursos y conocimiento del medio que nos hacen estar en clarísima desventaja. Actualmente una misión de rescate de su mujer sería suicida- le miró, meneó el vaso y dio un sorbito –además de que la pondríamos en peligro a ella. Si su mujer ha tejido esta telaraña para nosotros será por algo, será porque es la mejor manera y la que cuente con mayor índice de éxito ¿No cree?- le observó esperando ver su reacción, él la miraba fijamente –Pero si lo que quiere es una respuesta sencilla… Sí. Estaré encantada de darle su merecido a ese cabrón malnacido. Pero- alzó el dedo enfatizando -no ahora, todo a su debido momento. Ahora es el momento de recabar información, como están haciendo ustedes con el vimana. He obtenido el permiso del coronel para viajar a Rajpur y contactar con ese misterioso “profeta Helmut”, necesitamos saber quien es y con qué apoyos contamos- arqueó las cejas –lo… comprende?- era importante controlar el ímpetu del ingeniero, que parecía de los que se pone el mundo por montera cuando tomaba una decisión.
Otro silencio, esta vez mas breve.
-Me… tranquiliza saber que confía en su esposa y la sigue amando. Nuestra última conversación me dejó mal sabor de boca, aunque me hago cargo que estaba impactado por las noticias- parpadeó –Sin embargo… a riesgo de parecer un pájaro de mal agüero debo advertirle. Ambos tenemos un pasado oscuro y tortuoso según parece, así que sabemos lo que es estar infectado por el recuerdo de esa mala experiencia. Para Margot han pasado seis largos años, años que seguro habrán causado profundas y feas heridas. Debe recordarlo porque cuando se reencuentren… les quedará un duro camino por delante…- como el que le esperaba a ella visto lo visto… de pronto encontró un hilo del que tirar para entender su situación actual. Como líder de las mujeres de Sigfrido era su sagrado deber velar por el bienestar de las mismas, y consideraba a Margot otra hermana de la que cuidar.
Inspiró profundo, la sobremesa había tomado un cariz intenso, quizás era momento de relajar el ambiente y seguir indagando en su… ¿Amistad? ¿Podían la guerra y el granizo entenderse?* Buscó la manera -Bueno...- tamborileó los dedos en el vaso -... cuenteme ¿Que tal les va trabajando juntos al doctor y a usted? Parece ser que han aprendido mucho destripando el vimana no? Me causa mucha curiosidad...-

Notas de juego

*Juego de palabras con el significado de Krieg y Hagall

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31/03/2017, 01:47
Damien Krieg

Tomo un largo trago del té y lo acompaño con algunos frutos, una vez masticados y tragados, contesto a la doctora...

- es un brillante cientifico y muy trabajador, solo me irrita las conversaciones largas sin sentido cuando empieza hablar de dioses, leyendas y cosas de esas, ademàs de la continua pràctica del Védico cada vez que va a decirme algo o pedirme, a la fuerza he aprendido un poco, mas por la continuas frases en védico y sus " y eso significa..." - imita la voz de bernstein en la ultimas palabras..

-Llega a ser irritante, pero hace bien el trabajo, sobre el vimana ya entendemos su estructura, funcionamiento y un manejo mas eficaz, de la misma manera estamos creando un Xerum nuevo a raiz del de los vimanas, también maneras de destruirlos, por si deciden atacarnos con ellos - dice serio, para volver al terminar la frase a beber otro poco del té y comer algunos frutos.

Bernstein tuvo la idea de que enseñaramos a los nativos del planeta a construir los espejos griegos, para qye de esa manera se defiendan de los vimanas enemigos, según él eso haría que no temiesen a los amos, saber defenderse, al incapacitar a los observadores de los vimanas, tambien una idea de un cañon sónico - explica a la doctora

Notas de juego

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31/03/2017, 03:18
Hagall Wirth

No era consciente de ello pero sonreía verdaderamente interesada en lo que contaba.
-Sí… sí… es verdad, no se calla ni debajo del agua… debe ser agotador- se complementaban bien esos dos, uno tan estoico y el otro tan parlanchín. Se rió por la imitación –Bueno, por lo menos eso que ha sacado en beneficio, me refiero a lo de aprender védico- dejó el vaso en la mesa y cogió el plato de la vinagreta, a lo tonto no había almorzado aun –Es una persona muy intensa el doctor, muy inteligente también, aunque algo cabezota, me da la impresión… y me preocupa. Esa espontaneidad suya puede ser problemática en según que situaciones. Me sabe mal decir esto porque es lo que le hace tan… especial, pero no se…- onduló las manos como si dibujara un camino –como encarrilarlo. Es muy creativo pero se dispersa y no sabe parar y toda esa energía se pierde. Pero en lo poco que hemos hablado ya hemos chocado y no se como podría abordar la cuestión … de hecho tengo que hablar con él por los libros , el poema y tal… y temo el momento ¿Algún consejo? En estos días imagino que le habrá conocido mejor- su mirada quedó pensativa. Parpadeó dándose cuenta de que el doctor acaparaba demasiado su atención. Suspiró, le daba dolor de cabeza solo de imaginar la semana que llevaría Krieg con Bernstein hablando sin parar –Le prometo que sus oídos descansarán durante el viaje a Rajpur- bromeó procurando ser amable. Trinchó un montoncito de la ensalada, había salido riquisssima y la granada local le daba un puntito que le encantaba –que interesante lo del Xerum, estaba preocupada por el tema del combustible ¿Cree que mi BMW podrá adaptarse?- no podía evitarlo su moto era su tesorito
-¡Que buena idea!- exclamó al oir lo de los espejos griegos –A veces lo más sencillo es lo más efectivo. Suelo decir que nunca hay que desdeñar el poder de un palo y una piedra- dio otro bocado pensando –Por cierto, ya que el coronel ha dispuesto que viajemos juntos ¿Le parece bien que salgamos mañana temprano? Soy de la opinión de que cuanto antes mejor, nos acompañará Daman- avisaba, por si le incomodaba –y algún otro nativo. Es una misión de infiltración así que tendremos que vestirnos a la moda local- Eso último iba a estar gracioso con ellos dos, que parecían el paradigma de la alemanidad, tan blancos, tan rubios y tan altos. Parpadeó divertida por la idea –Me pondré esta tarde con los preparativos, espero poder confirmarle el planning para la cena-