Partida Rol por web

La mesa esta lista y los comensales comienzan a sentarse, la tension es palpable y el tiempo horrible, cada dos por tres se oye como chocan las persianas con el cristal de las ventanas. Comienza hacel algo de frio dado que la casa es de piedra y muy amplia, el señor Rogers decide encender la chimenea del comedor para entrar en calor.

La comida es deliciosa, la señora Rogers realmente es una gran cocinera, comeis casi en silencio pues los nervios y el hambre no os dan para mucho. Cuando terminais de comer en la sala ya se esta muy bien, Anthony comienza a sucumbir a la modorra pues todo el alcohol tomado y la abundante comida hacen mella en el.

Debo afirmar que lo poco que podemos resaltar ademas de la falta de carisma por parte de algunas Y miro a la Señora Brent Es la deliciosa gourmet de los anfitriones..es una pena que el viejo General no pueda gozar de estos placeres....por lo menos nuestro amigo AA ha excedido estos placeres

   Sigo sirviendo la comida a los invitados, necesito sentirme ocupada para dejar de pensar....

   Hoy he tenido ayuda en la cocina...Digo orgullosa y satisfecha....así que no todo el mérito es mío...

   Con un gesto de complicidad saludo a las dos senyoras que tan gentilmente se habían ofrecido  a ayudar en la cocina, y sigo con mis tareas.

 Seguro que sí, no creo que estas remilgadas hayan peleado mucho con los cacharros en su vida.

 ¿Desean algo más los señores?, ¿te ayudo querida a traer los primeros platos?

- Sí...sí... muy bueno...sí -digo con bastante morriña y parece que doy indicios de dormirme en cualquier momento sobre la silla a pesar del repiqueteo de las persianas contra las ventanas.

Le respondo a la señora Rogers. Aún así, yo personalmente no hice mucho...por lo que la gran mayoría del exito de esta comida es suyo y de la señora Brent. y definitivamente tiene el 100% del exito por la comida de ayer, la recuerdo y se me hace agua la boca de nuevo. Sonrío y tomo la comida de hoy, para regocijarme de nuevo con las habilidades de la señora Rogers.

Al acabarla, le digo al señor Rogers: Señor Rogers, si no es mucha molestia, han preparado café hoy? desearía tomar un poco, para cerrar con broche de oro la buena comida de hoy.

- Delicioso!!! Señora Rogers, señorita Claythorne.... digo mientras engullo al estilo vaquero del oeste americano... exquisito, si señoras!!!! ÑamÑamÑam.... Bebo un largo trago de agua... ahhhhh

Miro haciendo una pequeña inclinación de cabeza hacia los comensales.

-Estoy de acuerdo en que en mérito de la comida es de la señora Rogers, es muy loable que sus habilidades culinarias no se hayan visto mermadas por lo acontecimientos.- digo dirijo una profunda mirada de desprecio hacia el señor Armstrong.-Una pena que alguna gente no puedo apreciar el sabor de la comida gracias a las sustancias que invaden su cuerpo. Sería de agradecer el café y, si le parece bien, podríamos preparar un bizcocho para el té, señor Rogers.-

 Por supuesto señorita Claythorne, iré a por el café ahora mismo. 

 Entro en la cocina, la olla con el café humea caliente todavía desde media mañana. Voy sacando las tazas con café para los comensales. 

 Espero que la comida haya sido de su agrado, si me disculpan voy a tomar mi refrigerio en la cocina. 

 En el café de Anthony meto algo para dormir, fuerte y como para que le de un chungo con el alcohol y no se vuelva a despertar. El café es fuerte, lleva bebiendo todo el día por lo que ni notará el sabor, ni la gente extrañará que se quede amodorrado. Quien dice, salir de marcha y no levantarse, dice, echarse una siesta y no levantarse...

Miro con cierta alegría a la señorita Brent. Señorita Brent, esa es una maravillosa idea! Quizas algo dulce pueda ayudarnos a recobrar en algo el ánimo, ya que el clima tampoco quiere ayudar. Tomo mi taza de café lentamente, a sorbos pequeños. Si lo desa, yo también podría ayudarle. Nada aleja las penas mejor que una buena ocupación.

Me uno a las felicitaciones, realmente todo ha estado excelente. Y también agradeceré cualquier cosa dulce que nos pueda traer para acompañar este espléndido café. Son ustedes unos anfitriones excelentes señor y señor rogers.

   Noto como mis mejillas se sonrojan ante tantos halagos, ya no recordaba la última vez que alguien le felicitaba por su trabajo....

   Gracias, de veras... voy a ver si hay alguna pastita o galletas para acompañar el café y si lo desean ....me dirijo a las señoritas.... podemos preparar el bizcocho para más tarde o para la cena....

   Me dirijo a la cocina para buscar el perfecto acompañamiento al café.

 Cariño, por qué no te quedas y almuerzas conmigo, sabes que no es apropiado familiarizar con la gente que no es del servicio. No es nada profesional. Además, no debemos fiarnos de ninguno.

 Dice el señor Rogers mientras come frugalmente de la comida que ha quedado en la cocina.

    Creo que en estos momentos estamos todos en la misma situación...y no, no olvido quien soy! Sólo intento que se sientan lo mejor posible. No creo que eso sea malo... Pongo mi mano en el hombro de mi marido y le miro cariñosamente... Parece que después de tantos años no me conozcas...   

    Le sonrío dulcemente y añado...Les traigo estos bombones y vengo a comer contigo.

   Me dirijo al comedor y dejo los bombones en el centro de la mesa... Cuando terminen, los que deseen un licor o cualquier cosa se lo serviremos, ahora si me disculpan... Vuelvo a la cocina y me sirvo algo de comida, no tengo demasiado apetito...

Tomo uno de los bombones de la señora Rogers y lo pruebo. Necesitaba algo dulce...quizas esto ayude a aliviar mi ánimo. Delicioso...simplemente delicioso.

Luego bebo otro sorbo de café y voy alternando uno y otro hasta terminar el café y el bombon. Al menos tengo un poco más de ánimo para enfrentar lo que suceda el día de hoy, y  a ver con que sorpresa llega el de mañana. Aunque aún es muy temprano para preocuparme por eso.

Cojo uno de los bombones, que sumerjo en el café hasta que se deshace.

-Gracias señora Rogers. Me temo que tendrán que esperarme para hacer el bizcocho, tengo por costumbre dormir una pequeña siesta despues de comer. A mi edad, debemos descansar bien. Pero prometo bajar a tiempo para ayudarlas. No creo que ningún asesino se le ocurra atacar a una pobre mujer echando la siesta.- digo mientras me levanto pesadamente para ir a mi cuarto.

-Demasiadas emociones, un par de oraciones y una buena siesta es lo que necesito.-

Luego de estar en silencio abro mi bocota Mejor manera de pasar el amargo sabor del duelo..comiendo como glotones Y me chupo los dedos pues no puedo negar que en esta isla la gourmet esta a la irden del dia

En cuanto a lo que dice de la siesta, le puedo asegurar que a su edad un asesino pierde su tiempo..es solo esperar y ver como la naturaleza cumple su ciclo...polvo eres y polvo seras...que descanse en paz mi señora

Me levanto de mi silla airada. Es que no tiene sentimientos! Cómo puede ser tan irrespetuoso e imprudente! Desearía que usted fuera el próximo, con eso nos libraríamos de su impertinencia! Cómo puede alguien tan desalmado ser un médico? Es francamente indignante. Si alguien desea hablar conmigo o si la señorita Brent desea que le ayude con el bizcocho, estaré en mi habitación, no deseo permanecer ni un minuto más con ese...ese...individuo. Esas no son cosas para bromear acerca de nadie, ni siquiera de alguien como usted, aunque se lo mereciera.

Salgo inmediatamente del comedor, sin esperar a nadie. Que tipo tan desalmado, no tiene nada de consideración por nadie, raro no sería que fuera el el asesino. Que grosero, eso es lo que es, y no pienso dirigirle la palabra a menos que sea necesario. Entro en mi habitación y me recuesto, tratando de relajarme un poco. Debería dormir, con eso esta noche me sería más facil resisitir. Cierro los ojos e intento dormir aunque sea un poco.

La modorra comienza a poder contigo, los ojos se te cierran y notar todo el alcohol ingerido pasar por tu cuerpo. Cuando te quieres dar cuenta te estas quedando dormido en la butaca, y piensas que lo mejor es ir a tumbarte a ver si asi se te baja un pococ la borrachera durmiendo un rato.