Partida Rol por web

---Son enormes...- digo mirando al enorme digimón que nos habian mandado enfrentarnos mientres el guardian se encargaba del ángel, me eleve sobre el suelo para ponerme lejos de aquellos bichos ya que seguro que me aplastarian sí me despistaba- Ataquemos todos al mismo para hacerles algo de daño- digo mientras aspiro como me habia enseñado le Guardian y lanzo un disparo de aire contra el enemigo que atacan mis compañeros

— Si… lo malo es que no creo que haya cerca alguna tienda para eso… — Le respondía a Dorumon mientras se levantaba aceptando su apoyo. — Pero bueno… supongo que pudo ser peor, fue buena distancia, en realidad no me dolió tanto como parecería — Le dice a la vez que se frotaba el lugar del golpe solo un tanto magullado.

Entonces un estruendo no muy lejano se dejó oír y al voltear la cabeza vio como una especie de estampida de un grupo de triceratops corrían hacia la aldea Crabmon. Encima de ellos una figura muy humana de aspecto femenino volaba y por lo que parecía… había provocado la estampida y no demostraba ninguna intención de querer detenerlos. Dorumon hecho a correr, y él decidió seguirle, se dirigieron hacia donde estaban reunidos los demás.

— No puedo creer que haya llegado hasta aquí. Vosotros encargaos de esos Vermillimon, yo me encargo de ella. — BanchouLeomon no dejó espacio para la discusión y sin esperar respuesta se dirigió raudamente hacia la confirmada presencia femenina.

Todos empezaron a discutir sobre que se debía hacer. Ciertamente el sentido común gritaba que aquellos dinosaurios… o digimons Vermillimon, eran mucho más grandes que ellos, era lógico pensar que serían mucho más fuertes y resistentes, ¿Cómo podía BanchouLeomon decirles que los enfrentaran?
La mente de Marc… no, la mente de Monodramon trabajaba a toda velocidad tratando de idear el mejor curso de acción para proceder en una situación así. Ya habían visto todos que poseían algunas capacidades especiales… quizás eso podía ayudar.

— Chicos… no quiero que nadie muera aplastado. Creo que lo mejor que podemos hacer es ayudar a evacuar la aldea para que ningún Crabmon corra peligro, supongo que las casas son de madera por lo mismo que pasa en Kansas… están acostumbrados a la destrucción y reconstrucción. — Entonces hizo una pausa para mirar a Salamon — Pero si quieren intentarlo… el aullido de Salamon podría ser muy útil para llamar su atención, quizás incluso detener su carrera por la impresión. — Luego miró a Dorumon y Agumon — Ustedes dos pueden lanzar ataques desde lejos, quizás si se ponen a un lado de la estampida puedan arrojarle bolas de fuego y de metal a los que estén más adelante para provocarlos a ir hacia ustedes y así desviarlos. Eso junto al aullido de Salamon quizás evite la destrucción de la aldea… al menos hasta que BanchouLeomon regrese. ¡VAMOS, RÁPIDO! Yo iré a ayudar a evacuar a los Crabmon, regresaré con ustedes cuando estén a salvo.

Todos os pusisteis a evacuar el pueblo mientras algunos detenían o entretenían a esa manada de Vermillimon. Los aullidos de Salamon ayudaban bastante para poder detener sus ataques, ya que parecía que les reventaba el tímpano (en sentido figurado), pero no era por mucho tiempo. Los Crabmon eran evacuados al mar, donde se lanzaban para ponerse a salvo en sus profundidades. Uno de los Vermillimon se separó del grupo y fue a embestir a Dorumon, el cual no se lo esperó cuando vio como aquél cuerno gigante se dirigía a atravesarlo.... siendo detenido por el cuerpo de Coelamon, el cual fue lanzado contra Dorumon, quedando ambos tendidos en la playa; Dorumon se apresuró a ayudar a Coelamon pero era tarde.

Coelamon: Protege... a mi... pueblo... (dicho eso se desmaterializó, pero dichos datos se metieron en el cuerpo de Dorumon)

¿?: Uno menos, queda el resto. Acabemos con esto BanchouLeomon.

El combate se habia detenido, o iba a camara lenta para todos ustedes, pero sobre todo para Dorumon, que despues de ver como ese viejo pez habia dado su vida para protegerlo, algo en su mente se rompió....

Dorumon: AAAAAAAHHHHHHHHH!!!!!!!

Un haz de luz cayó desde el cielo sobre Dorumon, para luego envolverlo y un montón de datos comenzara a agolparse sobre él. Cuando el haz desapareció, ya no estaba Dorumon, sino otro digimon....

El escenario era un completo caos, mas de esos dinosaurios corriendo a tropel destruyéndolo todo. Yusei estaba con los cangrejos viendo que estuvieran a salvo y así proteger sus cagrejiles vidas. —Vamos vamos, todos hacia el mar.—urgia Lopmon a los crustáceos. En medio de esta evacuación el mini—budoka vio horrorizado como el pez volador era asesinado por uno de los dinosaurios lo cual lo hizo gritar de horror. —NOOOOOOO. Sin pensarlo mucho fue contra el Saurio más próximo y le dio un puñetazo con uno de sus diminutos puños, esperando vengar así al viejo pez volador.

— Pero… ¡¿Qué?! — Exclamó Monodramon sin dar crédito a lo que veía — Coelamon… Dorumon… ¿Se fusionaron? No… ¿Dorumon absorbió a Coelamon?

Instantes después un potente haz de luz formó un pilar tan alto como un rascacielos… y cuando desapareció… Dorumon se había transformado. Ahora era mucho más grande y su aspecto era mucho más salvaje.
Monodramon corrió hacia Dorumon.

— Dorumon… — No estaba seguro de si estaba en sus cabales, ahora parecía una especie de monstruo. Trató de recordar su nombre humano pero no recordaba haberlo oído — Dorumon, ¿Estas bien?

 Me lancé al combate sin pensarlo, lanzando una bola de metal sin pensarlo nada mas entrar en combate. Llamé la atención de un Vermillimon y cuando me quise dar cuenta este ya estaba embistiendo contra mi, me intenté cubrir con mis zarpas y en el último momento Coelamon saltó para salvarme, con tan mala suerte que se llevó una cornada y acabó en mis brazos. Lo miré tembloroso, sujetándole la cabeza mientras se me humedecían los ojos. - Lo... lo siento... es culpa mía... Fui como loco a pelearme con los demás... - Ya no me salían mas palabras, ahora solo salían lágrimas, no sabía que tan mal estaba el digimon que me había salvado. 

Coelamon: Protege... a mi... pueblo...

 En ese momento lo supe... se desintegró en mis brazos y pude sentir como perdí la inocencia en ese momento, alguien había muerto por mi culpa. No... no era del todo por mi culpa, ellos lo habían matado. Si ellos no hubieran atacado el pueblo esto no habría pasado. Se me nubló la mirada y miré al cielo, acto seguido cerré los ojos y noté como parte de Coelamon pasaba a ser mía. Sus últimas palabras sonaban en mi cabeza. - Protegeré a tu pueblo. Lo juro.

En ese momento noté como una luz me engullía, mi determinación y la parte de coelamon que había absorbido se fusionaron junto a mi actual cuerpo. Cuando abrí los ojos era un digimon nuevo, lo sentía dentro de mi, en mi mente solo pensaba: Sálvalos! Sálvalos a todos! - Miré a Monodramon que se había acercado a mi a preguntarme. - Estoy bien, pero ahora tenemos que ayudar a los demás. - Me miré las patas, donde antes había unas zarpas peluditas ahora había unas garras de color carmesí alargadas. Me sentía lleno de vida y con fuerza para comerme el mundo, no tenía tiempo que perder. Di un paso al frente y grité a mis compañeros. - Vamos a acabar con esos malnacidos y salvar a los Crabmon. -Rugí con fuerza. - POR COELAMON!

"Carapescao, no..." pensé para mis adentros, afectado al ver que aquel digimon se había sacrificado para salvar la vida del Dorumon.

-¡Vamos, chicos, terminemos con esto! -exclamé, armándome de valor, ante la muerte del líder del poblado-. ¡Protejamos a los cangrejos! ¡Es hora de acabar con estos malditos dinosaurios rojos del monio! ¡Argh!

Enfurecido, comencé a recoger piedras del suelo y a arrojarlas a la cabeza y los ojos de los Vermillimon.

-¡Acabaremos con vosotros, hijos de perra! -exclamé en un momento de tensión, mientras lanzaba un pedrusco de tamaño considerable-. ¡Se han metido con los digimons equivocados!

Me puse a ayudar al pueblo a evacuar a todos cuando de pronto vi como uno de los ataques se dirigia a dorumon - DORUMON NOOOOO!!! Coleamon se pudo delante de el recibiendo el impacto. -Noooo. Porque haceis esto? Me dirigi a ellos con lagrimas en los ojos. - Esto no queda asl_ me acerco a la criatura mas cercana y le doy un cabezazo con todas mis fuerzas.

Vi como como coleamon era asesinado ante nuestros ojos mientras nosotros ayudabamos al resto. Me quede totalmente horrorizada y con los ojos llenos de lagrimas me pare de lo que estaba haciendo y corri hacia uno de esos bichos rojos cuando derrepente aparecion una luz que envolvio a dorumon. -Dorumon -¿Estas bien?- es impresionante pero debo centrarme, asique de sigo avanzando hacia el mas cercano de un salto y pateo a uno de ellos.

Me eleve sobre el suelo para ponerme lejos de aquellos bichos ya que seguro que me aplastarian sí me despistaba- Ataquemos todos al mismo para hacerles algo de daño- digo mientras aspiro como me habia enseñado le Guardian y lanzo un disparo de aire contra el enemigo que atacan mis compañeros

O era que estabais más envalentonados ahora que sabéis defenderos, o que los Vermillimon eras un poco cobardes, pero vuestros ataques, aunque se notaban inefectivos (salvo por el digimon en el que se convirtió Dorumon, que cada vez que atacaba dejaba KO a alguno) los Vermillimon comenzaron a retirarse en estampida. BanchouLeomon y el ángel seguían enfrascados, cuando se dieron cuenta de como se estaba desarrollando la batalla, el ángel se fue, jurando que esto no quedaría así.

Ya una vez calmados, Dorumon regresó a su forma original, agotado, pero con una cara de no saber que pasaba. El poblado había quedado destrozado, pero los Crabmon habían desaparecido en el mar. BanchouLeomon recogió un par de palos, haciendo una cruz, y la puso donde había fallecido su amigo Coelamon.

- Lo siento amigo mio. Nunca esperé que llegaran hasta aquí.

Se incorpora y os mira, estabais algo cansados, pero habiais hecho muy bien vuestra labor.

- Para haber sido vuestra primera batalla, lo habéis hecho bien, aunque me sorprendió que Dorumon digievolucionara, pero por tu estado de confusión, entiendo que no tienes ni idea de como ha ocurrido.

Os explica que la digievolución se puede producir de dos maneras: ante situaciones límite o cuando tienes una férrea determinación. Sin embargo, teníais que aprender a controlarla, y para ello, os teníais que hacer más fuertes.

- No os sintáis mal, Coelamon renacerá, es solo cuestión de tiempo. Pero aun así, este mundo está en problemas. Si ella ha llegado hasta aquí, entonces es que la situación está peor de lo esperado.

Os lleva hasta su cabaña, y al quitar un par de cajas y muebles, veis una trampilla, por la cual os mete y que cierra al pasar él. Dentro, hay como una especie de arca o vehículo.

- La situación se ha complicado más de la cuenta. (toca unos botones y una luz os envuelve, para luego aparecer dentro del arca) Os llevará con mi amigo Wizardmon, podéis ayudarle desde allí, yo tengo que ir a ver al Alto Mando, y no puedo llevaros conmigo, es solo para digimons Mega, y vosotros estáis muy verdes, y no me perdonaría que os pasara algo. Tal vez la clave para que podamos regresar al mundo real, es que resolvamos esta crisis en la que está envuelta el mundo digital. (os hace un saludo) Nos volveremos a ver. (y dicho esto, el arca comienza a moverse, llevándoos a un lugar indefinido)

Me siento fatal aunque haya luchafo bien no a terminado como esperaba... Coleamon ya no esta con nosotros. Miro a dorumon el a estado el que mejor a sido increible su transformacion. A pesar dwl estado animo escuchamls lo de la digievolucion con atencion. Me pregunto que parecere yo cuando digievolucione. Al acabar nos lleva a su cabaña y nos monta en una nave para ir a buscar a un amigo suyo Wizarmon. Espero que su entrenamiento nos ayude a no permirit mas muertes.

Realicé un ligero bosteo fingido al advertir cómo huían los Vermillimon. Pese a su gran tamaño, nosotros les habíamos dejado claro quién mandábamos en aquel lugar.

-Aficionados -murmuré, con sorna, poniendo los ojos en blanco.

Decidí seguir a mis compañeros hasta la cabaña de BanchouLeomon, quien nos montó en una especie de nave. Mientras observaba a mis compañeros, me dio por contarlos y, tras hacer un cálculo con las manos, me percaté de que faltaba uno de ellos.

-Chicos, ¿no echáis en falta a alguien? ¿Dónde está Impmon? No recuerdo haberlo visto en todo el día -dejé caer, pensativo-. De hecho, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que lo vi. ¿Le habrá pasado algo?

Al acabar la batalla me derrumbo en el suelo.
Coleamon....

Oigo la gelicitacion aunque a mi parecer es una felicitacion vacia.

Bien. Bien!!! No lo hemos hecho bien o coleamon no estaria muerto con todo lo que hizo por nosotros!!!! Desvio la mirada mientras pienso en la batalla.

Nos dice que tenemos que irnos a encontrar a su amigo que nos entrenara. Voy a darlo todo de mi no dejare que nadie mas muera. Lo juro.

Para su sorpresa aquel golpe fue devastador para el Saurio, noqueándolo en el acto. Envalentonado por esto lucho contra varios de los enemigos y les hizo retroceder, así hasta que se dispersaran.

Lopmon se acostó en el piso, suspiro relajadamente y musitó:

—Momantai

No hubo tiempo para contemplar el reposo, la aldea Cangrejil estaba destrozada y su líder había muerto de forma heroica. Lopmon tomo unas piedras del río y fue amontonandolas hasta hacer una gran pila funeraria, corto unas flores y las colocó ahí esperando honrar al viejo pez volador. Después de orar por el Yusei fue a reunirse con los demás, había que seguir adelante.

En el camino se entero que este mundo existía la reencarnación y toda vida volvía a nacer tras la muerte; esto lo alegro pues así lo podría volver a ver y tendría otra oportunidad para defenderlo como se merecía. Al final de la explicación llegaron a la cabaña de ahí se metieron a una trampilla con una molona nave espacial.

—Wow, esta nave es impresionante y ¿vamos a ir en ella?

No hubo respuesta ya que estuvieron a bordo y de ahí salieron hacia el horizonte.

—Momantai—musito preocupado.

Al escuchar su respuesta no pudo evitar sentir algo de miedo, la voz del hacia segundos pequeño digimon lila ahora era grave y profunda… potente; las largas garras rojas no hacían nada para inspirarle más confianza. Pero por lo que dijo él aún estaba con ellos.
Dorumon se lanzó enseguida a combatir a los digimon triceratops… ¡Y con cada ataque se imponía ante cualquiera derribándolo!

Los demás también corrieron a atacarlos, quizás cegados por la furia que provocó la muerte, pero ya todo había acabado ya que al poco tiempo de la transformación de Dorumon todos los Vermillimon echaron a correr… seguidos de aquella mujer con alas demoniacas.

Dorumon empezó a brillar justo antes de encogerse para regresar a la normalidad; BanchouLeomon se unió a ellos a explicarles que había sido esa transformación… que al parecer se llamaba “digievolución” y era alguna clase de método por el cual los digimons ¿Crecían? ¿Alcanzaban la madurez? ¿Envejecían?
Los hizo acompañarlo a su hogar, durante el trayecto todos guardaron silencio… al parecer afectados por la muerte de Coelamon. Monodramon no compartía ese sentimiento, le apenaba la muerte de aquel gentil anciano pero no sentía una gran tristeza… “bueno, apenas lo conocía…” se decía a si mismo en un intento de justificarse, ¿Estaba mal que no se entristeciera… tanto?

No tuvo demasiado tiempo para reflexionar analizando su moral ya que el viaje se le hizo más corto esta vez. Tras entrar de nuevo en la pequeña casa de BanchouLeomon, asumiendo que el propietario era de un tamaño humano, les haría una revelación tras conducirlos a una puerta secreta en el suelo…
Cada vez más la idea que le había surgido sobre ese BanchouLeomon tomaba más peso… y sentido. Tiene una consola, el único cibernético en un lugar cuya máxima demostración de tecnología fueron unas casas de madera, y eso no era todo, ¡Sino que también poseía algún tipo de vehículo aerodeslizador! Esa tecnología aun no existía en el mundo del que provenían, al menos no que fuera práctico… que se supiera, ¿Y ahora también estaba hablando de un tal “Alto Mando”?

Ahora él estaba seguro, ese BanchouLeomon era un agente del gobierno… seguramente metido en una misión o proyecto secreto. Recordando esa película de “La Niebla” se empezó a preguntar si acaso habían desarrollado la tecnología para alguna clase de viaje a otra dimensión… siendo ese mundo en el que estaban el mismísimo planeta Tierra pero de otro universo paralelo… o distante. Y todos ellos solo habían sido víctimas de alguna cosa que había salido mal al utilizar el gobierno esa tecnología; quizás también habían digimons en su mundo que habían llegado de la misma forma que ellos… conociendo a la humanidad y los asuntos ultra secretos… trató de evitar pensar en disexiones.

De cualquier forma no pudo preguntarle nada, al parecer BanchouLeomon tenía mucha prisa en enviarlos a ver a ese tal Wizardmon que seguramente debía ser alguno de sus otros compañeros… aunque había dicho que solo había llegado a este mundo con una compañera no sería nada raro que les contara la mitad de las cosas o les mintiera totalmente.

— Chicos, ¿no echáis en falta a alguien? ¿Dónde está Impmon? No recuerdo haberlo visto en todo el día – Dijo de repente Agumon -. De hecho, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que lo vi. ¿Le habrá pasado algo?

— ¡Tienes razón! Creo que ya no recuerdo haberlo visto de nuevo desde que comenzó el banquete de anoche. ¿Se habrá ido a explorar el solo… y algo le paso? ¿O solo se perdió?