Partida Rol por web

Mientras te dirigías a donde estaba el ruido que escuchastes, con cierto sigilo, vistes como tres digimons hechos de fango fétido habían disparado tres bolas de lodo que convirtieron a 3 digimons en datos.

Esto en parte te habría dado igual, ya que o comes o te comen, pero reconocistes de inmediato a uno de los digimons que había allí: Salamon. Sería el mismo Salamon con el que vinistes a este mundo? Pero una luz cegadora apareció para luego desaparecer, y aparecieron 3 digimons con ganas de darles caña a esos bichos.

Me mantuve escondido observando la escena, seria ese el perrete con anillo que conocí al llegar a este mundo, salamon creo que se llamaba.

No tenía yo muy claro de que bando me deberia posicionar, pero la brea andante no parecía ser muy agradable que digamos y menos si se acababa de cargar a 3 bichitos, decidí aprovechar el efecto sorpresa  de la transformación del perrete y sus amigos para atacar a los otros por la espalda, confiaba en poder transformarme yo también aunque no sabía cómo hacerlo, así que me lance rápidamente todo decidido a ver qué pasaba

La andanada de proyectiles fue brutal, destruyendo mucho a su paso. Y para peor varios de sus compañeros fueron suprimidos dejando de ellos solo simples bits. —CHICOS NOOOO.—Grito Yusei horrorizado. Desde que llegó al mundo digital Lopmon había pasado por mucho. Entre compañerismo, batallas cruentas y muertes continuas. Ciertamente el Digimundo era un lugar cruel y brutal. —Miserables, ¡¡Pagaran por esto!!. Sabia que no podría dañar al enemigo, que no seria capaz de ganar, pero no podía dejar que la muerte de sus compañeros fuesen en vano. En eso ocurrió una aparición ¿un milagro quizás?, no sabía, sólo sabia que ahora era mas grande y fuerte. Ahora era otro y al mismo tiempo seguía siendo el mismo. Viéndose con brazos y piernas largos ahora lo tenía todo, podía usar plenamente su potencia marcial. —¡De esto estaba hablando!, ¡Ahora conocerán la verdadera justicia!.

 El tiempo pareció correr en cámara lenta a partir de ese momento, antes había intentando atacar a esas cosas que habían brotado del apestoso fango sin mucho éxito y ahora.... ahora muchos de sus amigos se desintegraban en datos ente sus propios ojos. - No.... Agumon... - 

 Aquello provocó una intensa ira en su interior, un fervor por proteger a los que quedaban que finalmente hizo que cambiase su forma. Ya no andaba a dos piernas como siempre, ahora estaba postrado en cuatro patas pero ciertamente el poder que sentía era tan grande que ciertamente no le interesó...

 - Ustedes.... malditos... pagarán por esto! - dijo más en una especie de rugido o gruñido lanzándose de vuelta al ataque sin pensarlo dos veces.

El ataque del enemigo impacto de lleno en Guilmon pero afortunadamente pudo resistirlo, sin embargo, muchos de sus compañeros no corrieron ocn la misma suerte, Agumon fue uno que se desintegro al ser impactado por el enemigo, una intensa ira recorrio el cuerpo de Guilmon, esta a su vez logro que la evolución se manifestara, quizás era la forma en la que los caídos ayudaban a los que aun seguiamos en pie para evitar nuestra caída también.

Ahora sabrán el terrible error que han cometido, amigos, al ataque!

NOOOOO!!!! ¿Por que? Primero monodramon y ahora esto... no es justo.

Mientras tanto noto como la energia me consume.

No os perdonaré, vais a pagar por lo que les hicisteis a mis amigos.

Me lanzo hacia uno de ellos para tratar de golpearlos.

Malditos sean... no otra vez.

Me repongo, como puedo y ataco a los raremons jure que no permitiría perder a nadie mas y aquí estamos otra vez en la misma situación. Me dirijo hacia ellos con intención de destruitlos con mi onibitsms.

La cosa comenzaba a funcionar. Al haber digievolucionado todos vosotros, vuestros ataques no solo eran más efectivos, sino que además, los digimons que os atacaban comenzaban a retroceder, debido a que eran inferiores en número. Más de uno estuvo tentado a decirles "ahora no sois tan chulitos eh?·" Pero un fuego morado apareció por la espalda de esos digimons y visteis a alguien que se había perdido hace mucho tiempo: Impmon.

En un primer momento me quedo paralizado ante la sorpresa, no me puedo creer que este vivo y bien.

¿Dónde demonios has estado?

A la vez que trato Merche no respuestas me lanzo hacia alguno de ellos.

Rápido e implacable Turuiemon se lanzó contra esas bestias fétidas de fango.

—TENGAN MALVADOS ASESINOS.

Semejante golpe destruyó a uno de ellos. Iba a irse sobre otro cuando se presentó otra aparición.

—Impmon, ¿Eres tu? ¿donde has estado?

Creéis que es momento para preguntas, idiotas- les solté, ante sus preguntas, teníamos culos que patear delante y eso me encendía, note otra vez esa energía surgir por mi interior y la libere de golpe para volverme a ver convertido en Wizardmon.

Creo que empiezo a cogerle la medida a esto de transformarse, ahora voy a reciclar a estas basuras - apunte mi bastón hacia aquellos engendros y me volví a lanzar contra ellos.

Mis amigos empezaban su ofensiva a los ahora débiles enemigos, la digievolución cambiaba la marea a nuestro favor, por lo que Growlmon ahora podía atacar de manera más efectiva, llama extenuante fue lo que dijo al tiempo que soltaba una llamarada contra el oponente más cercano.

Luego aparecio Impmon, no sabía quien era pero al parecer lo conocian acá!

Vuestros ataques hicieron que uno de ellos quedara desintegrado. Los otros dos comenzaron a retroceder, visiblemente asustados. Cuando pensabais que iban a salir huyendo, ellos lanzaron un grito sordo al aire. Del pantano comenzaron a salir más y más de esas criaturas, así a voz y pronto, contabais como 8.

Son demasiados, de donde sale esta basura- aquellas asquerosas criaturas me estaban tocando la moral, y lo pero aparecian mas y mas , no dude y segui cargando  con toda mi fuerza contra ellos para reducir numeros

Con gran fuerza justiciera Yusei hizo talco a uno de aquellos mocos. Viendo que su fuerza iba al límite se precipitó hacia los que huían pero.......

—¿Que es.....?

No pudo completar la frase, ahora había 8 mocos asesinos como ellos. Crujiendo los dientes Turuiemon se lanzó contra uno y arremetió con un feroz golpe.

—¡Que vengan mas!, ¡No nos rendiremos!.

Amigos no debemos rendirnos, enseñemos a estos insectos de que estamos hechos!!! decía Growlmon al momento que volvía a atacar....

Llama extenuante!!!

Pero son demasiados, tiene que haber algo que podamos hacer o si no acabarán con nosotros.

 Furioso por haber perdido a un compañero en aquel lugar Gaogamon soltó un potente aullido, por un instante aquellas criaturas parecieron caer diezmadas por el aumento de poder de sus compañeros pero de pronto aparecieron otros más. - Van a pagar por lo que le han hecho a Agumon... -  volvió a decir entre gruñidos sin pensarlo si quiera para atacar