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Divitis Corduba I - Una tarde en el Potro

I. ¿Quién roba a un ladrón?

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15/04/2013, 21:12
Director

Quedándose Has abajo, los dos muchachos subieron aprisa a las habitaciones superiores. Bermudo parecía tener claro hacia donde dirigirse, en cuál de las habitaciones podía estar el susodicho. Había con una pequeña abertura, señal de que alguien había entrado, tal vez... Antes de entrar, intentó discernir quién hubiera en su interior, pero no hizo falta esperar mucho para oir como algún tipo de gemido.

Nada más entrar en ella, vísteis la habitación típica de posada, un ventanal que daba a la plaza del Potro y veíase todo el bullicio y... ¡unas piernas colgando sobre la ventana! El ladronzuelo estaba subiendo con dificultad al tejado, y esos gemidos era porque se encontraba a cierta altura y le estaría costando subir un poco. Sin embargo, sus pies pronto desaparecieron hacia arriba, alcanzando ya, seguramnete, las tejas del Doña Teresa... Has, el musulmán, seguía aguardando abajo.

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16/04/2013, 09:36
Duran Gómez "El errante"

- Estoy de acuerdo con usted Abid, dudo yo que la bolsa valga más que la vida del chico, aún así dispongo de una honda, no se si atreverme a lanzar contra él. Diciendo esto saco la honda de mi bolso y busco una piedra por el suelo.

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16/04/2013, 12:01
Duran Gómez "El errante"

Cogiendo la piedra la coloco en la honda, y no me lo pienso mucho.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Fallada la tirada de honda

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16/04/2013, 12:22
Ahmed ibn Musa
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Fiuu... A menos que haya un penalizador por caída sobre carreta cargada de carbones al rojo, parece que ha habido suerte.

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16/04/2013, 14:47
Abid ibn al-Amir

¿Quieres que le disparé? - le pregunté a Simón,- ¡Un extranjero disparando con un arco a un cordobes!, este hombre no está en su sano juicio.-

¿Sabes lo que podría pasarme si le acierto? - No conocía las leyes de Caordoba, pero seguro que las consecuencias no serían buenas para mí.

Mientras hablaba con el mozárabe, Durán cogío una piedra del suelo y se la lanzó al ladronzuelo con su honda. Por suerte no le dió, no quisé pensar en lo que pasaría si uno de nosotros matará al ladrón. Cortarle una mano para que aprendiera, era algo lógico y normal, pero intentar matarlo me parecía excesivo.

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16/04/2013, 15:18
Director

Has ve cómo los dos cristianos suben y abren con cuidado una habitación que tiene la puerta mínimamente abierta. Luego, tras abrirla y observar el interior, se internan rápidamente en ella.

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16/04/2013, 15:48
Simón de Ambroz

Aquel tipo era estúpido... de eso no cabía la menor duda. Quizá tenía cierta lógica que tuviese reparo en disparar un arco en una ciudad en la que las leyes islámicas no estaban en vigor pero con toda probabilidad era más lógico pensar que el muchacho se haría más daño con la caída que no con una flecha. Es más, incluso si le pasaba una saeta cerca el propio silbido le haría perder el equilibrio.

- T-t-trr-tr-tr-trae el a-a-a-r-ar-co. - adujo Simón. Ay, si de él dependiera...

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16/04/2013, 20:24
Director

Quizá matar al un ladrón podría acarrear una detención por parte de algunos alguaciles en la collación, aunque seguramente se consideraría, probablemente, como ayuda a la autoridad y quizá el de la honda (Durán), de haberle dado y habérlo visto las autoridades, le hubieran arrestado también, saqueado las monedas que pudiera tener como pago para su liberación, y le hubieran dado una patada antes de echarle de nuevo al tumulto de las calles cordobesas... Sin embargo eso no pasó, sino que la piedra impactó en un lateral del mesón, cerca del tejado, cayendo de nuevo al suelo.

Fue entonces que Simón reiteró la necesidad de abatir al tipo con un arco. Cierto era que estábais apartado en una calle lateral de la plaza del potro, y apenas pasaba gente, por lo que de "saetear" al ladronzuelo y acertarle, haríais un favor a quien perdio la bolsa y seguramente nadie os viera... bueno... ¿nadie?

Entonces pasó un tipo a vuestro lado, que iba de la plaza del potro cruzando la calle donde estábais, y digamos que "os pilló" maquinando el plan de detener al tipejo desde allí abajo, así como hablando de él y mirando hacia arriba. El hombre, encapuchado, aunque se dejaba ver una piel blanca y una barba bajo la capucha, iba ataviado con una gran capa negra y botas, pese al asfixiante calor. Parecía que iba a lo suyo e iba armado (al menos eso se dejaba ver bajo la ropa, por fuera); y lo suyo era simplemente pasar por allí (cruzar la calle), pero mientras pasaba justo a vuestro lazo, sacó su brazó  y dejó ver su mano, la cual no hizo sino lanzar una buena piedra rodada a Durán (no hostilmente, sino haciendo una pequeña parábola en el aire para que la atrapara, a modo de malabar). Sin pararse y sin torcer la cabeza (miraba al frente), oísteis algo de su boca: "Quizá una piedra más grande" (y claramente se refería a la que había pasado a Durán).

El tipo aligeró el paso (reitero que ni siquiera os miró al lanzar la piedra y hablaros) y rápidamente se perdió por las calles de la collación, sin posibilidad de seguirle, pues se esfumó al instante.

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16/04/2013, 20:41
Director

Ahmed no hacía sino caer como un pelele de paja usados en las tierras de siembra para espantar a los pájaros, como los de las higueras... Caía ridículamente, dando media voltereta y quiso Alláh que su mano, afortunadamente, se enganchara en uno de los cables que cruzaban la plaza del potro, desde la fachada del Doña Teresa hasta el extremo opuesto de la plaza. No obstante, no se agarró del todo, sino que el cable y la inercia hicieron cambiar la dirección de la caída, y su cuerpo fue a parar a un tenderete de especias, rebotando en su tejado entelado y cayendo finalmente en un carro de paja. Las gallinas que había al lado, de algún vendedor, se revolvieron mientras la gente se asustaba por la caída tan imprevista del tipo...

Ahmed se sacudió enseguida las ropas... Sería mejor no volver intentarlo (o quizá mantener mucho más fría la cabeza...).

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17/04/2013, 09:04
Duran Gómez "El errante"

Veo a un extraño pasar muy despacio cerca nuestro, y me lanza una piedra para que la recoja, en plan de advertencia puede ser, o de consejo, no lo tengo claro. No puedo observar su cara al llevar una capucha densa.

Le oigo murmurar unas palabras, indicando que use esta piedra que es más grande que la anterior que he lanzado yo, y le grito. - ¿Conoce usted al chico?

Casi seguro que no me ha oído ya que se adentra entre la multitud de las calles colindantes a donde estamos.

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17/04/2013, 12:10
Yurem Saied

Me acerqué la camarada y le tendí una mano para ayudarle a levantarse:

-Se ha escapado... dejadlo ir, realmente, no creo que sea tan grave su pequeño delito.

Me quedo mirando las especias del suelo e intento encontrar alguna que me pueda servir...

- Tiradas (1)
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17/04/2013, 12:41
Ahmed ibn Musa

 

Aceptó la mano que su conciudadano le tendía y se levantó. Los mercaderes protestaban a su alrededor, y ahmed los acalló con una variopinta mezcla de disculpas, amenazas e insultos, hasta que tornaron a ocuparse de sus tenderetes.

-Creo que tenéis razón en ambas cosas –respondió entonces a su interlocutor con una sonrisa amigable-. Salam aleikum, sidi. Soy Ahmed ibn Musa, para serviros.

Se inclinó levemente para realizar el acostumbrado saludo islámico, al tiempo que se sacudía el polvo y las briznas de paja de su raída chilaba.

 

Notas de juego

Tal como sugerí a Bermudo, te pediría que subieses a la solapa correspondiente una breve descripción de Yurem, para ayudar con la narración. ¿Es joven o viejo? ¿Alto, gordo, bajo, arrugado? ¿Viste con lujo o va echo un pordiosero? ¿Tiene alguna característica que le distinga como cicatrices, calvicie, dientes blancos, ojos verdes?

Puede que de algo así dependa la reacción de otros (Ahmed tratará con deferencia a un sabio anciano o a un joven de ropas ricas, pero no hará lo mismo con un pastor adolescente).

¡Muchas gracias!

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17/04/2013, 16:20
Abid ibn al-Amir

¡Ni lo sueñes! Este arco1 ayudó en el 69 a reconquistar Al-Yazira Al-Jadra, no lo usarás para quitarle la vida a un chiquillo.- Le dije a Simón.

En eso pasó un extraño hombre junto a nosotros, inexplicablemente sabía de que estábamos hablando, e incitó a Durán a lanzarle otra piedra al ladronzuelo. Otro loco recuerdo que pensé.

Intenté descubir algún detalle en aquel hombre que me indicará algo más sobre su procedencía, pero su ondulante capa negra me despistó y mi busqueda quedó sin éxito.

- Tiradas (1)

Notas de juego

1 - Por lo viejo y desgastado que está el arco es perfectamente posible que sean ciertas las palabras de Abid

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17/04/2013, 19:13
Director

Notas de juego

Ahora Has postea sólo para sí (se queda abajo).

Bermudo y Diego postean para ellos solos (están arriba)

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17/04/2013, 19:44
Bermudo "El Justo"

- Maldito bribonzuelo... se escapa.

Bermudo echó a correr hacia la ventana y se estiró intentando agarrar las piernas del ladrón, pero éste, en un último esfuerzo, consiguió encaramarse al tejado. Saltando con agilidad por la ventana Bermudo siguió al chico trepando él también hacia el tejado, intentando por todos los medios que el rapaz no se le escapara y poder recuperar sus dineros

- Tiradas (1)

Notas de juego

20 + 30 del bonus = 50

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17/04/2013, 20:12
Diego Mendoza "Sonrisas"

Diego se asomó a la ventana, dispuesto a ayudar a aquel hombre a recuperar sus pertenencias y dar una lección al chiquillo, pero entonces vio que Bermudo subía con asombrosa agilidad tras el, cosa que el con su enorme tamaño tendría bastante dificil. Sin embargo, y soltando un bufido decidió seguirlos. Al fín y al cabo iba a ser un algucil...el alguacil jefe y tendría que demostrar quien mandaba en esa ciudad. Ayudandose de sus largos brazos se impulsó hacia arriba siguiendo al ladrón y a su enfadada víctima.

- Tiradas (1)

Notas de juego

tengo 20 a trepar asi que como que no, que me rompo el cuello

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17/04/2013, 23:46
Director

Corrísteis hacia dentro de la habitación, llegásteis a la ventana y os asomásteis a ella. Enseguida vuestro cuerpo salió fuera, apoyándose en las cornisas de madera, poco y mal apuntaladas. Levemente hicísteis acopio del tono muscular de vuestro bíceps, y enseguida estuvísteis arriba, subiendo al tejado del Doña Teresa. Desde aquella altura veíais toda la plaza del Potro, y gente moviéndose en todas direcciones, comerciando, hablando, "ebullendo socialmente".

Al mirar para arriba, el ladrón estaba ya corriendo, en dirección sur, hacia la calle del Potro, por las alturas*. Cuando os incorporásteis y comenzásteis a sortear las tejas y palos del tejado, éste ya dio un par de brincos, saltando de altura en altura: del tejado del Doña Teresa llegó de un brinco al tejado del Dos Puertas, y del Tejado del Dos Puertas, dando un salto increíble e infinito, atravesó por los aires magistral mente la estrecha calle del Potro hasta el Tejado del Mesón de la Madera...

Notas de juego

*: ver mapa.

Para seguirle: Una tirada de Correr (AGI) y dos de saltar (AGI). Si no superáis las de saltar, caeréis, pero tendréis oportunidad de "salvaros", ya os diré qué tirar. Si no intentáis seguirlos, pues nada (en el tejado que quedáis).

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17/04/2013, 23:58
Director

Miraste hacia arriba (porque los mesones eran de planta generalmente casi rectangular, pero en el patio central había vista abierta al cielo) y entonces víste la figura de un muchacho saltar de una parte del tejado del Doña Teresa a otra ¡Qué agilidad!, sin duda alguna que bien valía para escapar el maldito niñato...

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18/04/2013, 00:00
Director

Entonces, el chico, que vigilaba si alguien le seguía, se percató que dos hombres se elevaban tras de él y echó a correr por encima del tejado del Doña Teresa, hacia el sur. Al tejado, por una ventana, subían dos tipos, que antes los habíais visto en el Dos Puertas (¡eran los dos jóvenes, Diego y Bermudo, éste último al que le "soplaron" la bolsa), y rápidamente el chico comenzó a correr tejado por tejado, hacia el sur, hacia la calle del Potro*

Sin embargo, desde vuestra posición le perdísteis la pista, pues corría en las alturas por la dirección contraria a donde estábais. Era posible seguir perfectamente al tipejo ladrón desde la plaza del Potro, siguiéndole con la vista y entre el bullicio, pero os teníais que internar otra vez entre la gente.

Notas de juego

*: ver mapa.

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18/04/2013, 00:03
Director

¡Maldito bribonzuelo!

Al mirar para arriba, el ladrón estaba ahora corriendo, en dirección sur, hacia la calle del Potro, por las alturas. Y no era sino porque dos tipos (uno era ese tal Diego, y otro era el tipo de la bolsa robada, Bermudo), se encaramaron al tejado, y éste comenzó a correro. El ladrón iba hacia el sur* desde esa posada (vosotros lo veíais desde vuestra posición), y éste ya dio un par de brincos, saltando de altura en altura: del tejado del Doña Teresa llegó de un brinco al tejado del Dos Puertas, y del Tejado del Dos Puertas, dando un salto increíble e infinito, atravesó por los aires magistral mente la estrecha calle del Potro hasta el tejado del Mesón de la Madera... ¡qué arte para correr y sortear, eso sí que era un ladrón!

Notas de juego

*: ver mapa