Partida Rol por web

Entras en uno de los camerinos y encuentras a una humana con el pelo de colores*, está preparando unas toallitas desmaquillantes mientras mueve botes de un maletín de tela al tocador y viceversa.

Se escuchan algunos gritos histriónicos de Milady en el escenario:

"TENEMOS TREINTA Y TRES MIL DÓLARES QUE OFRECE EL CABALLERO. ¡BIEN! ¿ALGUIEN MEJORA LA PUJA?"

En ese instante ves que la maquilladora hace un movimiento, a punto de girarse hacia la puerta donde estás asomado.

Puedes apartarte rápidamente o ser descubierto.

Mientras os apartáis a un rincón para hablar y Eve os alerta de que algo extraño ha ocurrido, veis como algunos de los asistentes a la subasta se levantan y se marchan. Por suerte, entre ellos no hay ninguno de los que estaban pujando por Eric, y sin embargo podéis notar como los que sí estaban implicados en las pujas se impacientan.

- ¿¿Podemos continuar?? ...menuda organización.

Os fijáis también que en al fondo de la sala, la silla donde se sentaba Linda Cho está vacía.

El Lasombra de los tatuajes en la cabeza está visiblemente tenso.

- ...!

La líneas de su mandíbula están tensas de rabia.

Chasqueé con mi lengua. Al parecer Milady era quién estaba a cargo de la locución del evento. Mala opción, pero tenía una idea de como terminar de destrozar su evento, solo me hacía falta un encendedor y un detector de incendios. Guarde mi arma y pase a la habitación como si de algo normal se tratase, y mirando a la mujer, le dije;

-Chica, debes salir, seguridad indica que hay que evacuar el lugar, ha habido una explosión en el otro salón del evento y están evacuando a todo el mundo, me estoy encargando de sacar a todo el mundo, con permiso. -Dije, tras lo cuál pase del lugar, esperando no haberla asustado y que mis palabras la convencieran.

Si ella no me detenía, seguiría a través del psio para salir tras la barra y dirigirme a observar que estaba pasando en el lugar.

- ¿Qué? ¿¿En serio??

dice la chica asustada abriendo los ojos.

- Voy a recoger en seguida, pues. Tengo que avisar a las otras..!

La chica se apresura a poner todos los botes de nuevo en su maletín cada vez con más pánico en el cuerpo mientras tu continuas con lo tuyo.

Detrás de la barra aparece Eduard, al cual el camarero mira extrañado arrugando la frente.

- Disculpe señor, no puede estar aquí.

susurra el chico, mientras el salón lleno de vástagos esperando que las organizadoras retomen la subasta se impacientan.

Un jovencito de pelo dorado sonríe discretamente sobre el escenario. Y Milady, Eve y Juliet comentan algo en un rincón.

Lo miré, y le dije;

-Soy de seguridad. Ha habido una explosión en el recinto cercano y estamos evacuando a todas las personas, ya lo anunciarán por alto parlante. Le he avisado ya a la chica del camerino, favor, comienza a recoger tus cosas y retírate. -Dije, tras lo cuál, observé el escenario y el público. Las cosas parece que no iban muy bien. Busqué una ruta por donde tuviera vía libre y el público no me viera, ojalá, por uno de los costados más alejados del escenario, para intentar alcanzar a las chicas. Si no tenía problemas y llegaba hasta ese lugar les diría;

-Chicas, lamento arruinarles el espectáculo, pero tuve que colarme aquí como pude. En el pabellón de Muay Thai hubo una explosión y se está derrumbando todo. Es cosa de tiempo para que empiece a haber una redada de la policía y los bomberos aquí también, hay que salir cuanto antes, si es que . -

Dije, mirándolas con seriedad y preocupación, hablándoles sin tapujos y diciéndoles todo al grano, no podíamos perder más tiempo, y tenía que ver como salvar sus no vidas mientras podía, y luego de eso, miré a Eve a los ojos y le dije;

-Tu y yo tenemos que hablar, estás en peligro, más de lo que crees, puesto que le han puesto precio a tu cabeza. -Dije con mucha seriedad.

Mientras Eve hablaba con Juliet y Milady, Eduard apareció ante ellas. Por desgracia lo que había escuchado era cierto y era aún más grave de lo que pensaba. ¿No se suponía que el Succubus night era una noche de loca diversión? ¿Cómo podía estar yendo todo tan mal? Primero los niños y Courtney, y ahora una explosión y su propia "vida". Eve estaba al borde del colapso.

-¿Cómo? -dijo Eve sin terminar de entender lo que Eduard le decía -¿Q-quién? ¿Por qué? 

Eve sacudió la cabeza para tratar de centrarse. Tenían que salir de allí ya con los humanos y ponerse a salvo. Una vez lo consiguieran habría tiempo para todo lo demás. 

​​​​​ 

Arrugué la nariz cuando vi aquello, al hombre dirigiéndose hacia nosotras como un elefante en una cacharrería - LES PIDO UN MOMENTO. EN SEGUIDA CONTINUAMOS -dijo acercándose al micrófono del centro del escenario. Luego volvió a una esquina y escuchó toda la explicación  de Eduard -¿no podéis contenerlos? para eso está seguridad. ¡Maltida sea! no podemos parar la subasta ... -se le ocurrió una idea. Fue directa al micrófono.

Esto no se va a parar aquí, seguro que aún hay tiempo para un último lote. Milady no se detiene ante nada y no abandona un show antes de tiempo. Antes muerta.

- BIEN DAMAS Y CABALLEROS. HEMOS TENIDO ALGUNOS PROBLEMAS QUE ESTAMOS INTENTANDO SOLUCIONAR. EL CABALLERO HABÍA OFRECIDO 33MIL DÓLARES, ¿ALGUIEN DA MÁS? LES RUEGO RAPIDEZ EN LAS PUJAS -vamos vamos vamos que no hay tiempo capullos.

Miré directamente a Eve ¡PUJA MALDITA PERRA! que quiero al buenorro.

El show debía continuar y Milady sabía bien que todavía podía salvar la noche si terminaba a tiempo con la última pieza de la subasta.

- Treinta y cinco!

Sube la paleta la Banu Haquim sin pensarlo dos veces y el ambiente se vuelve a caldear.

- ¡cuarenta!

Dice el Lasombra tras soltar un rugido de exasperación.

Eve miró a Milady sin entender por qué continuaban con la subasta. ¿Es que no había escuchado lo que Eduard acababa de decir? Si no iban a detenerla, tendría que pujar y acabar con esto cuanto antes por lo que, resignada, dio un paso adelante y alzó la voz. 

-Cuarenta y cinco mil. 

Tras esto, volvió a mirar a Milady para que se diera prisa y acabara de una vez con todo esto. 

- Cincuenta mil

El Lasombra no estaba dispuesto a soltar tan fácilmente su premio

-Cincuenta y ocho. 

​​​​​​Si la única forma de salir de aquel lugar era acabar con la puja, Eve no iba a rendirse tan fácilmente. Sin embargo, si no acababan en los próximos minutos tendría que irse para ponerse a salvo. 

"Vamos Milady, ciérrala ya" pensó impaciente.