Partida Rol por web

[DM07/21] Las plumas de la cocatriz

2. PLUMAS Y ESCAMAS - Cerca de la cocatriz

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20/07/2021, 14:09
Ethel Gunther
Sólo para el director

Para la pelirroja estar con un hombre era un mundo totalmente desconocido, nunca se había enamorado y la vida que llevaba bajo sus espaldas era demasiado pesada como para siquiera desviar la mirada hacia un otro. Lo curioso de esto, es que pese a la incomodidad inicial, como toda experiencia nueva tuvo que adaptarse a la galantería de aquel Conde y permitirse ese instante siendo una mujer, no una asesina, una cazadora o una campesina. Lo cual costaba, pero no lo consideraba como algo imposible ya que nadie había tratado así a Liselot en su vida. 

—Podría contarme de sus hazañas, así lo conozco más—respondió tímida y agregó—. Muchas gracias, sería bonito tener una pluma de la cocatriz... «que habré cazado yo»—, dijo sincera y lo último solo en pensamientos. 

Que decirle de su vida, era difícil. 

—Me gustan muchísimo los guisos, de cualquier tipo—confesó—. Soy una aventurera, no tengo lugar fijo y suelo ir conociendo cada pueblo, aprendiendo de su cultura y costumbres. También soy...

Y antes de decir más, apareció aquella mujer que se había ganado de enemiga. Contuvo su lengua filosa y se aprovechó de la situación debido a la actitud del conde, mostrándose como una dama en apuros allí mismo. Quizás de esa forma, no la vería como era en verdad. 

—Mi señor... La encontramos en el camino y lo primero que hizo, fue insultarme y juzgarme por llevar un arco. Me sentí humillada, rechazada por un igual y me dolió muchísimo la afrenta—comenzó a decir en un tono compungido—. Lo cual, me defendí ya que creo fehacientemente que Fenre ama a todos, no importa si llevas un arma, si eres mujer o hombre. Todos ante la mirada de nuestro Dios somos iguales, entonces ella como ahora me insultó y me maldijo. 

Notas de juego

Te encanta complicarme las situaciones. XDD

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20/07/2021, 18:29
Brant Schröder

Brant se encogió de hombros; ni le molestaba ni le importaba si Tath quería acompañarle. Pero antes de avanzar unos pocos metros, se detuvieron, interpelados por las palabras de aquel anciano, experto en la cocatriz, quien conversaba con el hechicero. Quizá tuviera razón en su apreciación sobre la extrañeza que causaba el comportamiento de la propia criatura. Sin embargo, tampoco era de su incumbencia lo que se decidiera hacer con el cadáver una vez la mataran. Él solo quería enfrentarse a ella y salir con vida para contarlo.

En cambio, lo que sí le sorprendió, fue la presencia de la sacerdotisa. Estaba convencido de que esa fanática religiosa iba a complicarles las cosas si tenía oportunidad y encima se acababa de cruzar con Ethel, después de la disputa que mantuvieron en la anterior ocasión. Continuó dando un barrido visual observando el campamento cuando...

—Serán hijos de perra —masculló, de repente, al percatarse de lo que sucedía unos metros más allá, en torno a una mesa alta de madera. ¡Esos malditos soldados estaban apostando su espada en una partida de dados!—. Tengo que recuperar mi arma. No pienso dejar que se la lleve uno de esos eunucos sin valor.

Notas de juego

Directo a la mesa de los soldados que voy.

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20/07/2021, 22:10
Tatyana Orlov

- Encantada de conocerle, yo soy Tath y mi compañero Brant - los presentó y escuchó atenta sus palabras - Entonces, si no estuviese herida, ¿puede ser que no esté en esa cueva? - le preguntó. Derek le comentó que quería hablar con él en privado - Os vamos a dejar a solas para que habléis tranquilamente, nosotros nos daremos una vuelta - y dicho esto los dejaron.

Pudo observar que estaba aquella sacerdotisa que se encontraron antes y que se acercaba a Liselot Espero que no pase nada por favor... No sabía con exactitud qué fue lo que le dijo, pero se quedó algo más calmada cuando vio que todo parecía normal. También vio a la primera persona que dijo que vio a la cocatriz, Ernst. En un principio decidió no acercarse.

Seguían caminando, Tatyana seguía en sus pensamientos ¿Por qué me he sentido así cuando ha aceptado su proposición? Es mi amiga... De sus pensamientos la sacó Brant y miró en la dirección de su mirada. Estaban jugando Brant dijo lo que se estaban apostando - Vamos a por ella, no vas a poder luchar si no la tienes - le guiñó el ojo - ¿tienes algún plan? ¿Planeas jugar con ellos también?

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21/07/2021, 00:51
Derek Durchdenwald

De nuevo insistió en llamarle doctor pero no le corrigió esta vez pues carecía de sentido, lo volvería hacer igualmente como estaba demostrando. Escuchó lo que decía y ciertamente entendía su preocupación como erudito al ver como la cocatriz sería descuartizada sin poder extraer beneficio de ella.- Si lo que dice es cierto de que esta malherida deberíamos tener aún mayor cuidado, las bestias heridas y acorraladas son sin dudas las más peligrosas también. Tomarla a la ligera podría significar la muerte de muchos, y es algo que no me gustaría presenciar.- No comentó nada sobre Silvester y su comportamiento pues prefería dejar correr el asunto sin darle mayor importancia. Indicó con un gesto al profesor para que caminase con el, lejos de miradas y oídos, aparentando ser dos eruditos en plena conversación.- Me gustaría comentar algo con usted profesor como le dije, me deberá perdonar pues no he sido totalmente sincero. Mi condición me hace ser especialmente cauteloso con estos menesteres y aún más en zonas que no conozco bien. La pregunta que le hice con anterioridad cuando nos conocimos tenía un por qué.- Hizo una pequeña pausa dramática.- Yo mismo soy un hechicero, de ahí proviene mi título de sanador. No curo con elementos físicos la mayoría del tiempo si no con la magia. Normalmente no suelo comentarlo abiertamente hasta que mis poderes hablan por mi cuando son necesarios, pero me ha brindado una gran oportunidad y mostrado así mismo gran respeto. Merece saberlo.

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21/07/2021, 23:15
Profesor Klaus Anker

—Si no está herida, entonces es difícil que una cocatriz elija un lugar así para refugiarse. Oh, de todas formas, lo que se sabe del comportamiento de las cocatrices es poco y nada. Por ejemplo, algunos dicen que puede petrificar a una persona con su mirada. Y eso, digo yo, es imposible. Una vez pueda estudiar su cuerpo y escribir mi tratado sobre cocatrices, avanzaremos en el estado de nuestros conocimientos ¡como nunca antes se hizo!

Tatyana y Brant van adonde los soldados se juegan la espada del cazarrecompensas. Derek se queda a solas con el profesor Klaus Anker.

Notas de juego

(sigue...)

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21/07/2021, 23:41
Profesor Klaus Anker

—¡Oh! ¡Válgame toda la ciencia! ¿Así que usted es un hechicero? Fascinante, doct… señor Durchdenwald, fascinante. Le agradezco la confidencia y, oh, debo decir, sabrá disculpar aquel comentario que hice sobre diseccionar el cerebro de alguien como usted. Meras inquietudes científicas, pero quédese tranquilo, su secreto está a salvo conmigo y no haré nada con su cerebro que usted no quiera.

>>Cuando termine todo esto, me gustaría poder ver sus poderes en primera persona. Soy un hombre curioso por naturaleza, como ya habrá visto. Sin duda hay mucho que aprender sobre vosotros. Quizás así podamos terminar con todas las mentiras que rondan a la magia, por culpa de las cuales muchas veces sois perseguidos sin verdadero motivo.

Se aclara la garganta.

—Señor Durchdenwald, disculpe mi atrevimiento, pero ¿podría usted darme una mano con aquello que comentaba antes? Trate usted de hablar con Herr Silvester y con el Conde, pídales que no destrocen el cuerpo de la cocatriz por pura vanidad. Que me permitan conservarlo para su estudio. Quizás a usted le hagan más caso que a mí.

Notas de juego

Creo que ya estoy en condiciones de volver al ritmo normal...

Una cosa que olvidé avisarte, gastaste todos tus Puntos de Poder, no estás en condiciones de hacer más hechizos. Tendrías que descansar una noche antes de recuperarlos todos.

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21/07/2021, 23:42
Director

—¡Já, dieciséis, gano esta ronda! —exclama un soldado, luego de arrojar los dados.

El juego es rústico. Cada jugador tira cinco dados y el que obtiene un número más alto gana. En este momento el premio consiste en la espada de Brant, una brigantina gastada, un par de botas, un farol y cuatro piezas de plata. Los cuatro soldados de Silvester von Wick, evidentemente, apuestan todo lo que han conseguido rapiñar últimamente.

—Bah, una vuelta más, venga.

—Ni lo sueñes. ¿Con todo lo que ya me he ganado? Me retiro aquí y ahora.

—Subo la apuesta, entonces. La espada, la brigantina, las botas, el farol, la plata y este mapa que tengo aquí. Es un mapa que le arrebaté a un viejo sabio de Herenhout durante la guerra. Contiene la ubicación de un tesoro enorme.

—¿Me ves cara de gilipollas?

—Vale, vale. El mapa y este catalejo de plata maciza.

—Venga —concede el soldado de dentadura rancia que le arrebató el arma a Brant—, acepto, a rodar los dados. Eh, mirad quiénes están aquí —os señala a vosotros—. La espada de tu abuelo, ¿eh? —ríe—. Voy a ser bueno. ¿Venís a jugar o qué? Tenéis que agregar algo al premio mayor para poder participar.

Notas de juego

Creo que ya estoy en condiciones de retomar el ritmo de siempre. Si vais a entrar al juego, ya podéis tirar 5d6 cada uno. Caso contrario, ya me diréis qué hacer (¿mamporros?).

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22/07/2021, 01:31
Brant Schröder

—No te confundas, puedo luchar también sin mi espada —comentó mirando a Tath—. Pero tampoco soy tonto como para lanzarme a por la cocatriz únicamente con mi pistola. Y mucho menos voy a permitir que se la quede uno de esos ineptos que no saben manejar un acero —se encogió de hombros—. ¿El plan? Es simple, vamos a ganarles en su terreno y a recuperar lo que es mío. El resto del premio es todo tuyo.

Alcanzaron la mesa donde estaban apostando su arma —entre otras cosas— y el cazarrecompensas se quedó de brazos cruzados, observando el desarrollo de la escena y la mecánica del juego, bastante simple a primera vista. Era puro azar: podías ganar fácil o perder igual de fácil; sin que existiera un término medio. Ante la pregunta del tipejo de los dientes podridos, Brant le lanzó una mirada desdeñosa. Era una mirada tan fría que helaría un lago de agua dulce. "Si no estuvieras rodeado de todos tus amigos en este campamento, estarías ya arrodillado en el suelo implorando para que te perdonara la vida por atreverte a robarme" —se dijo.

—No, venimos a disfrutar del tiempo. Sucia rata... —susurró en un hilillo de voz imperceptible sacando las tres piezas de plata que le ofreció Artemi en la taberna y poniéndolas encima de la mesa—. Venga, juguemos. Traed esos dados.

- Tiradas (1)
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22/07/2021, 01:37
Derek Durchdenwald

Derek esperaba su reacción pero sonrió con sinceridad ante la disculpa sobre la posible disección de su cerebro.- Confío en que me siga dejando hacer mi labor con el cerebro en su sitio, jamás se me había pasado por la cabeza que intentaría quitármelo. Me resultó más gracioso que otra cosa no se disculpe ni se preocupe.- Terminó de reír para seguir hablando con el.- Respecto a mis poderes podemos tener una conversación todo lo larga que desee, a nivel teórico no puedo ayudarle mucho pues incluso la naturaleza misma de mis poderes es aún misteriosa para mi. Es un poder innato podríamos llamarlo, con el paso del tiempo he llegado a controlarlo perfectamente pero es algo más bien que ocurre y que siento como una parte de mi cuerpo más que algo que necesite razonar para hacer. Simplemente ocurre, es difícil de explicar. Y estaré encantado de hacerle una demostración pero deberá esperar a mañana, por hoy he agotado estos poderes, otra cosa a discutir es que mi magia tiene una capacidad máxima, un número de hechizos limitados hasta que vuelvo a descansar debidamente y entonces esa capacidad vuelve a rellenarse, por decirlo de alguna manera. Estoy seguro que en el enfrentamiento con la cocatriz tendrá tiempo de ver como funciona.- Derek estaba emocionado, no había tenido nunca la oportunidad de tener una conversación con un ilustrado aparte de su padre que además se interesara y le respetara de aquella manera, quizá se dejó llevar pero poco le importó. Entre tanto sufrimiento agradeció abstraerse del mundo real, aunque la petición del profesor le llevó de nuevo a el.- Eso profesor, será definitivamente complicado. Ha visto el temperamento de mi señor, para ellos el valor científico de poco vale, es simplemente una criatura que erradicar y exhibir para presumir de la hazaña. No creo que nos permitan quedarnos con nada, por poco que sea, para su investigación. No obstante tiene mi palabra de que lo intentaré, pensaré algo que puedan entender para que comprendan la importancia de su estudio, pero no le aseguro que tenga éxito.

Notas de juego

Lo de los poderes lo había tenido en cuenta no te preocupes.

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22/07/2021, 16:47
Hermana Helga

—Algo de lo que dice esta pecadora es cierto, mi señor. ¿Una mujer cargando armas? Eso es antinatural. Ella y sus dos amigos se burlaron de Fenre, se negaron a abrazar sus mandamientos cuando se los ofrecí. Eso no puede ser perdonado. Tenéis que expulsarlos del campamento a los tres, Conde. Por pecadores, por impíos, por herejes. Y ese es un castigo ligero... porque lo que merecen es la hoguera.

Notas de juego

(sigue...)

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22/07/2021, 16:59
Conde Manfred von Lieber

Mostrarte como una dama en apuros rinde sus frutos con el Conde Manfred, a quien le gusta quedar como el caballero que va a tu rescate.

—¡Suficiente, hermana Helga! Valoro todos los consejos que me habéis dado y soy un fiel creyente de Fenre, pero esto que estáis diciendo es demasiado. No expulsaré a la dulce Ethel ni a sus amigos. ¡Y mucho menos irán a la hoguera! No creo que ella os haya dicho esas cosas. Ahora, por favor, hermana helga, disculpaos, y terminemos con esta rencilla.

Notas de juego

(sigue...)

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22/07/2021, 17:03
Hermana Helga

Una vena le late en la frente. Tiene el cuello rígido. Está furiosa. Pero alcanza a esgrimir una sonrisa falsísima.

—Claro, mi señor Conde. Te pido disculpas, Ethel. Seguro que malinterpreté tus anteriores palabras. Me gustaría que luego tengamos un momento a solas. Para confesarte.

Dicho esto, hace una reverencia y se da la vuelta y se marcha a paso firme, humillada.

Notas de juego

(sigue...)

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22/07/2021, 17:05
Conde Manfred von Lieber

—¡Problema resuelto! La hermana Helga es una buena mujer, mi bella Ethel, muy piadosa. Por favor, que no haya más pleitos. ¿En qué estábamos nosotros? Ah, sí, me estabas diciendo que tu comida favorita es el guiso. Le daré órdenes a mi cocinero para que cocine un guiso de venado. El mejor que hayas probado jamás.

>>Sobre mis hazañas, gané cinco torneos de justas en los últimos tres años. Nunca fui derribado. Un bardo hasta me dedicó una canción, que suele cantarse por estas tierras. Nadie que pueda superarme con el caballo y la lanza. Me estabas diciendo que eres una aventurera... y algo más. ¿Qué cosas? ¿Y qué aventuras viviste?

Notas de juego

disculpá que no llegué a actualizar ayer, seguía con el tema familiar, pero creo que ya puedo retomar el ritmo normal.

Te compliqué las cosas pero te manejaste bien XD, ahora ya estás sin complicaciones.

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22/07/2021, 17:16
Profesor Klaus Anker

—Oh, será tarea difícil convencer al Conde y a Herr Silvester, sin duda. Pero hay que intentarlo, ¿no? ¡Todo sea por la ciencia y por la cocatrizología! Oh, hermana Helga, tenga usted buen día.

Notas de juego

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22/07/2021, 17:20
Hermana Helga

Se acerca a vosotros una sacerdotisa de Dios Fenre. La reconoces por su ropaje color rojo sangre. Sobre el cuello le cuelga la insignia de la iglesia de Fenre: un corazón atravesado por una lanza. La sacerdotisa, hasta hace unos minutos, estaba hablando con Ethel y con el Conde. Por el rabillo del ojo viste que esa charla terminó abruptamente. La hermana Helga parece un poco enojada y frustrada.

—Bienhallado, profesor Anker. Bienhallado —te dice a ti—. Soy la hermana Helga, predicadora de nuestro señor Fenre. No te he visto antes por el campamento. ¿También llegaste aquí con Silvester von Wick? Por lo que pude ver, aquella comitiva traía el pecado consigo. Las dos mujeres blandiendo arcos —se refiere a Tatyana y Ethel—, aquel mercenario de la cicatriz —habla de Brant—, el noble lujurioso y la prostituta —Artemi y Pavlinka, los dos que salvaste con tu magia—. El único que parecía un hombre de bien es Herr Silvester, bendito sea.

>>El resto son impíos. ¿Qué tal tú? —te dice a ti—. ¿Eres un hombre de fe? No te dejes llevar por las palabras del profesor Anker. La ciencia no tiene respuestas para todo. Y el cuerpo de la cocatriz, en vez de ser llevado para estudiar, debe ser incinerado cuanto antes. De aquella abominación no debe quedar ni rastro de su existencia.

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22/07/2021, 17:30
Ethel Gunther

Las palabras de la mujer hicieron que Ethel baje la mirada como si fuera una persona inocente siendo mal juzgada, aquello le vino demasiado bien porque tendría el beneplácito del Conde y sería intocable por él. Al menos su lengua filosa sirvió para calmar las aguas y obtener ventaja de ello, que estando rodeada de tantos enemigos no puede siquiera equivocarse ni una sola vez porque la pillan. Así de triste era su situación. 

—Lo siento hermana Helga, si algo de mi la ofendió lo siento—dijo en un tono compungido y aceptó las disculpas de la mujer, pese a que no le creyó en absoluto—. Está bien, no tengo problema y disculpas aceptadas. 

Ya sabía que esta se la iba a cobrar, pero no ahora y la mujer era muy paciente. Liselot por su parte la observó retirarse y tras soltar un pequeño suspiro, se dedicó a su noble caballero que ya le estaba contando de sus proezas. Tenía un ego bastante grande, pero quizás no eran tan diferentes. Tendría que conocerlo un poco y así saber si era bueno darle un poco más en esta dinámica. 

—No habrá pleitos mi señor, le doy mi palabra—respondió segura—, y muchas gracias. Estará delicioso. 

Y vinieron las hazañas, era un bla bla bla para la pelirroja y aún así le prestaba atención mientras le sonrió con ese toque cálido. Era guapo, lo único que podía rescatar y tenía poder. 

—Usted es alguien lleno de coraje, me siento muy pequeña ante tantas hazañas—dijo halagando y lo miró a los ojos—. He recorrido algunos caminos, abandoné mi casa porque la aventura es lo que me atrapó. Siempre me gustaron los bosques de pequeña, me sentí parte de ello y comencé mis viajes junto a mi hermana. Sólo conocer, aprender y explorar mi señor... Hasta encontrar el camino para mi o la persona que desee estar a mi lado, no conozco el amor, sólo bosques. 

Con aquello, tal vez lo motivaba. ¿Quién sabe?

Notas de juego

Tranquilo, sabes que te espero y si tienes rato libre le damos un avance cuando te quede cómodo. 

Si, la Dama en apuros es infalible! :P Y soy mala, si. Xd

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22/07/2021, 18:06
Conde Manfred von Lieber

No estás segura de que te preste mucha atención cuando le contás de tu vida. Pero lo último que le decís le despierta una sonrisa confiada.

—Ah, qué bueno, mi dulce Ethel. Yo sé mucho sobre el amor pero sobre bosques conozco poco. Seguro que podemos aprender mucho el uno del otro.

En ese momento se acerca un soldado. Le dice al Conde que tienen que revisar el armamento para el día de mañana, cuando hagan la incursión a la cueva donde se refugia la cocatriz.

—Sabrás disculparme, Ethel, pero me llama el deber. Tengo que preparar a mis hombres para mañana. Será una caza difícil, pero voy a tener éxito. Me gustaría que estés allí, mañana a la mañana, cuando vayamos a la guarida del monstruo, para que me veas recubrirme de gloria cuando le de muerte a esa criatura. Mientras, te espero esta noche en mi tienda, apenas caiga el sol, a compartir el guiso. ¡No lo olvides!

Y se va, acompañado por el soldado.

Notas de juego

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22/07/2021, 18:15
Director

Un vistazo general al campamento revela varias situaciones y personas de interés.

Un comerciante ha levantado un improvisado mercado con sus carretas y está vendiendo armas de fuego, armaduras, armas blancas y provisiones.

Cuatro de los soldados de Silvester von Wick están jugando a los dados en una mesa; el premio mayor de las apuestas parece ser la espada que le robaron a Brant. Tatyana y Brant están ahí, parece que van a meterse en el juego para recuperar la espada de Brant.

Algunos hombres y mujeres están sentados alrededor de un campesino de Lieber al que reconocés; su nombre es Ernst, y por los comentarios que escuchás, fue el primero que vio a la cocatriz.

Un hombre entrado en años, con apariencia de erudito, está hablando con Derek. Se les acercó la hermana Helga después de haber hablado con vos, y ahora parece que está molestando a Derek.

Notas de juego

Dale, estos días estoy libre de laburo así que adelantamos un poco. Por ahora terminamos con el Conde. Te dejo esas 4 situaciones para que vayas adonde quieras si querés explorar el campamento. Si hay otra cosa que quieras hacer, avisame.

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22/07/2021, 18:39
Ethel Gunther

Asintió a las palabras del Conde como si fuera un mantra, más allá de que no se lo imaginaba cazando en la vida, nunca se sabe lo que una persona podía ofrecer hacia otra cuando hay interés de por medio. No obstante las obligaciones del Conde lo llevaron hacia otra ocupación y la promesa de aquella cena en su tienda, era su presente más cercano. Se sentía rara al respecto, pero como estaba con la soga al cuello, lo aceptaría.

—No lo olvido mi señor, allí estaré. Gracias por ser tan amable y dulce conmigo. 

Una vez se retiró de su lado, Liselot sintió en su corazón que finalmente pudo respirar y al quedar sola contempló las diferentes situaciones que iban surgiendo en el campamento. Tatyana y Brant parecían llevarse bien, no dudaba en que saldrían bien de aquella situación. El asunto es que Derek parecía estar en problemas y el instinto de cazadora la incitaba a dirigirse hacia donde estaba aquel hombre hablando sobre la cocatriz. 

Difícil decisión, muy difícil. Pero decantó por Ernst, quería hablar con él y saber un poco más de lo que mañana tendrían entre manos. Así que tímidamente se acercó y buscó un lugarcito donde sentarse así podían conversar sobre aquel asunto. 

Notas de juego

Yo también, tengo dos semanas libres.

Haré dos cosas, primero por el hombre de la cocatriz y luego iré con Derek porque me gustaría hablar con él, además de ayudarlo con Helga. 

Pero primero, el instinto cazador va a lo que importa!

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22/07/2021, 22:22
Director

Hay diez personas, algunos soldados, otros campesinos curiosos que siguieron al Conde, rodeando a Ernst, que está sentado en un taburete. Le hacen preguntas sobre la cocatriz y él las responde con mucho gusto. Por los comentarios que escuchás, parece que Ernst fue la única persona que vio a la cocatriz. Recordás que todos los rumores empezaron hace un mes, cuando aparecieron cadáveres de vacas, devoradas por alguna criatura. Luego, Ernst confirmó los rumores cuando anunció que vio al monstruo cara a cara, y que era una cocatriz.

—Ernst, Ernst, ¿y qué tan grande era la cocatriz? —pregunta una niña.

—¡Ernst! —lo llama un soldado del Conde—. ¿Es cierto que si una cocatriz te mira a los ojos te convierte en piedra?

—¿Cómo hiciste para que no te mate, Ernst? —pregunta alguien más.

—¡Ernst! ¡Ernst! ¡Aquí, respóndeme, respóndeme a mí!

Notas de juego

(sigue...)