Partida Rol por web

Tal y como me definió el rubio me sentí identificada - es un halago, el reconocimiento - probablemente era la que más agallas tuviera de los niños pijos concentrados allí, india incluida - no lo sabes tu bien - sonreí con aquella mirada fría y cabrona que me salía a veces. Tampoco es que fuese malvada, simplemente pragmática.

- Bueno, empecemos, Boris - le cojo la mano y me dejo arrastrar por su bondad inerte. 

Por supuesto, me llevé la mano a la cara y le indiqué que lo estaba mirando a sus dos ojos, a los dos.

La canadiense había logrado calmar su respiración y relajarse un poco, haciendo que el color volviera a sus mejillas. la verdad es que se había llevado un susto de muerte por un instante, especialmente cuando trató de adoptar la forma de combate y no lo consiguió. Se sintió bastante estupida por ello pero se las arregló para dejar eso a un lado y sonrió como forma de aceptar la disculpa y las felicitaciones de Alexis y Cassandra, aunque realmente ella no sentía que hubiera ganado nada:

-Ey tio, deberías hacer yoga eh...más tila y menos red bull colega tu ya me entiendes...- le dice intentando quitar importancia al asunto y, por equivocación o tal vez por estar acostumbrada a la "jerga callejera" en lugar de dar la mano, choca los cinco con la mano de Alexis, por la palma y por el dorso y luego cierra el puño esperando su choque de vuelta. Sólo después de hacer todos esos rápidos gestos se dio cuenta de que quizás, es posible que, eso no fuera lo que el griego esperaba así que puso cara de circunstancias esperando la reacción de su hermano.

Cuando por fin mi conciencia comenzó a regresar, me di cuenta de que ya no me encontraba sentado con Brenda, sino apartado de ella. Miré a ambos lados, Hierro Frío estaba entre Brenda y yo. ¿Porqué esta Hierro Frío en medio?, espera no me digas que...

Me levanto del suelo me sacudo y me dirijo hacia Brenda, la pobre estaba asustada, flexione las rodillas y me quede agachado a la altura de sus ojos. Le extendí la mano en señal de reconocimiento por la victoria. Enhorabuena, me has ganado esta vez y siento haberte asustado. le dedique una sonrisa para ver si se tranquilizaba.

Alexis sonrió y chocó ele puño con Cristy, terminando el gesto alejando la mano hacia arriba moviendo los dedos y diciendo - ba la la la la - como en una peli de animación que había visto, asumiendo el rol del mas alto de ellos.

Le guiñó un ojo divertido - Luego te invito una cerveza, por tu victoria y el mal trago de recién. - dijo, y le desacomodó el cabello juguetonamente.

Continuaba en forma crinos, atenta y pendiente de cuanto sucedía por si requerían de nuevo una intervención. 

Estaba nerviosa con aquella mirada que me estaba echando el chico-lobo, además es que me miraba fíjamente. Claro que, yo también hacía lo mismo, así que, supuse que o estaba muy concentrado o se estaba recalentando, por eso de las hormonas y tal. Aquello me dio una idea. Sin apartar los ojos, moví un poco la nariz, ya sabéis el hocico como cuando hueles algo, también flexioné los músculos de la sonrisa. Ah vamos, nadie había dicho nada de hacer gestos, tan sólo de no apartar la mirada. Así que, hice algún que otro gesto, por eso de tratar de poner nervioso o distraer al chico. Y eso que nunca había jugado al póker ni a esos juegos de las cartas en donde cualquier detalle que exportes te deja en evidencia, no. Aquí iba al revés, se trataba de ganar un juego de miradas, no? Pues suerte tenía de que tan cerca no extendiera una de mis extremidades y le impactase ahí, ese órgano que le sobraba al "cachorrito" para formar parte de la tribu de su prima.

Vale, tampoco tenía motivos para arrearle en su entrepierna sin apartar la mirada, ¿acaso importaba, realmente? Por lo pronto no aparto la mirada, aunque creo que estoy transmitiendo a través de ella cierta intencionalidad. 

Pienso otra vez lo de golpear su entrepierna o pata o rabo. Le voy a coger del rabo, sí. Por supuesto pensar en cogerle del rabo, hace que mi pupila aumente de tamaño, divertida en todo caso, pero sin apartar la mirada. Podría estar así horas, ahora que lo pienso, sin apartar la mirada y pensando qué podría hacerle si le cojo del rabo; claro que, igual no se deja, pero estoy segura de que apartaría la mirada.

¿Qué ha sido eso? Ha apartado la mirada, ¡¡ha apartado la mirada!!... he ganado!!! ¿le tiraré del rabo?

Erik se acercó a mí. Me sentí aliviada con su vuelta. Suponía que, al fin y al cabo, Garras Inquietas no devoraba a los cachorros en Frenesí. ¿Qué habría pasado con Tsintah? El chico de Noruega me felicitó. Para mí lo más importante fue la impresión de que estaba ante alguien que se tomaba la "instrucción" tan en serio como yo. Sí, me pareció un auténtico Fenrir, y no me habría importado perder el duelo con él (¿nos habíamos enfrentado?). Nuestras Tribus eran antagónicas, nuestra gravedad nos unía como un planeta rojo a una distante estrella.

—Gracias —dije, y apreté la mano que me ofrecía—. No me has asustado. —Más bien me había dejado atónita—.

Debía decirle lo que pensaba a pesar de no conocerlo demasiado. A fin de cuentas, no conocía bien a nadie allí. Esperé que no se molestara con mis palabras:

—Erik, yo no he ganado. Tú has perdido.

También era una verdad dolorosa para mí.

Ayudo a Brenda a levantarse tirando fuerte No hay... de que. Cuando me dijo que ella no había ganado y yo había perdido la mire extrañado porque no entendía que quería decir con eso.

Una vez de pie, le miro a la cara y una leve sonrisa se refleja en mi rostro. No se que quieres decir con eso, pero por lo menos nadie ha resultado herido por mi culpa. De todas maneras esto no ha acabado, pienso pedirte la revancha.

Sin rastro alguno de su oponente —ojalá no se la comieran viva— y sin nada que hacer, Adam se aproximó distraídamente hacia Cassandra, que seguía imponente en su forma crinos, aunque al muchacho no parecía importarle mucho, al menos mientras no se pusiera agresiva con él.

Se sentó a unos metros de la garou sin ni siquiera mirarla directamente y sacó su teléfono, dispuesto a sumergirse otra vez en su mundo. Aunque no tardó en lanzarle una pregunta:

—Hey, Devoradora, ¿a quién se le ocurrió esto del duelo de miradas? —quiso saber—. No esperaba que la gente fuera a perder la cabeza, literalmente hablando, y con tanta regularidad.

Erik no entendió que le daba las gracias por darme la enhorabuena, no por ayudarme a levantarme. Sopesé si explicar mejor los motivos de su derrota; opté por dejar la lección a los profesores.

—Nada, no te preocupes. —Me sorprendí a mí misma con una sonrisa en busca de la distensión—.

—No, nadie ha resultado herido. —Sonreí de nuevo, nerviosa—.

—Claro —dije ante su última aseveración—.

Si algún día lograra derrotar a Erik en un duelo de miradas, sin que él cayese en Frenesí, sería capaz de quebrar una montaña con mi sola voluntad.

Boris miraba de manera intensa a Sam, no era pasión, no era ira, era simplemente intensidad, y ella sin decir nada, sin apenas moverse ambos se miraban.

Cogidos de la mano, el mundo a su alrededor se obvio, se olvido, no existía, solo existía la mirada del otro.

Y Boris, sin cambiar su cara, cerro los ojos y he hinco rodilla aun agarrado de la mano de Sam, luego levanto la vista hasta la ganadora.

- Dura batalla. Has sido tan temible como esperaba. Gracias por este duelo.-

Dijo solemne. Y aunque lo normal en los cachorros eran comentarios mordaces, mucha salida de tono, y en general mucha tontería, las palabras de Boris sonaron realmente solemnes.

Luego se puso en pie de nuevo, y ya por fin, dejo la mano de Samantha.

- Bueno, espero que no hay que repetirlo con todos. Al menos parece que nos lo hemos tomado mejor que otros.- comento mirando a su alrededor y viendo escenas de todo tipo.

Cristy se quedó desencajada cuando Alexis pronunció aquello de "balalala" para luego partirse de risa sonoramente llevándose las manos a la barriga:

-¿Balalala? Jajaja eso es lo más raro que he oído en mi vida. Jajaja. Supongo que Grecia lo doblaron...- se seca la lagrimilla de risa cuando consigue ir recobrando la compostura- yo siempre oí "tralaralara" y luego así...- sube la mano hacia arriba con los dedos apuntando al suelo haciendo un movimiento de menear los dedos como una medusa nada en el mar. Se quedó sonriente y asiente con la cabeza.

-¡Uh eso de las cervezas suena genial! ¡A ver si también puedo ganarte a beber! Jajaja

—Hey, Devoradora, ¿a quién se le ocurrió esto del duelo de miradas? —quiso saber—. No esperaba que la gente fuera a perder la cabeza, literalmente hablando, y con tanta regularidad.

Viendo que la cosa parecía haberse calmado un poco recuperó su aspecto homínido con toda su ropa intacta y se apoyó en la pared para contestar al ragabash.

- ¿A quién? A tu protector... - Dijo señalando a Hierro Frío - Supongo que creyó que sería divertido empezar con algo menos violento... Pero, parece que muchos y muchas aún no han conseguido dominar su rabia... Pero, para eso estamos entrenándoos... - Lo miró de medio lado - Enhorabuena, ganaste tu primer duelo de miradas... Pero, de verdad... Intenta no provocar tanto, algún día no nos tendrás a nosotros y ya has visto lo que hace la rabia... - No era una amenaza ni una reprimenda, era un consejo de alguien que había vivido más años y poseía mayor experiencia tratando con la naturaleza garou. 

Saber que el asunto había sido cosa de Hierro Frío le llevó a soltar una carcajada divertida. «Sí, me encaja», pensó. Prestó atención al consejo de la mujer, aunque se acabó encogiendo de hombros, excusando su propia ignorancia.

—Se agradecen las enhorabuenas. Mi intención era precisamente provocar y ganar por desmarque. Ya has visto a la navajo, como para ganarle un duelo de miradas limpiamente... pero los ragabash somos de soluciones poco ortodoxas, ¿no? Pues eso —explicó con brío—. El caso es que no esperaba una pérdida de control... ASÍ, por lo que tomo nota, me quedo con la copla. La moraleja es: cuidadito con enfurecer a un garou... ¿aunque supongo que eso también quiere decir que mejor que no me enfaden a mí, no? —Escupió otra carcajada, esta vez de forma narcisista.

Alexis rió con Cristy, aliviado de ver que su broma había sido interpretada y de que no se hubiera enfadado por desacomodarle el cabello. Asintió - Si, los doblajes son pésimos, pero en las pelis de chicos es difícil encontrarlos en idioma original, y si no vas al cine para ver la peli no te importa. - recordó con una sonrisa esa salida, al final la sala se había terminado llenando y no tuvieron más remedio que mirar la película y correr a la casa de ella para completar la tarde.

- Oh, dudo que puedas meter tanta cerveza en ese cuerpecito, yo tengo más espacio - dijo señalándose y mirándose por primera vez desde el duelo, notando dos cosas importantes. Una, que en el cambio había perdido la ropa y que hasta el momento no se había dado cuenta, y segundo que una parte de su cuerpo también comenzaba a recordar esa tardede lluvia y cine.

Rojo como un tomate se sentó en al piso y con ambas manos tapó la zona afectada, intentando disimular su condición creciente y tratando de pensar en algo que lo enfriara.

Cassandra se acerca hasta Alexis con un balde agua fría y se lo tira por encima para después darle una colleja.

- Calma esas hormonas... 

Su mirada era fría y cargada de decepción. 

Alexis recibió el baldazo y boqueó para recuperar el aire, pero al menos el agua fría había cometido su cometido y la mirada de Cass terminó de hacer el trabajo. - Lo siento Cass- murmuró antes de levantarse e ir a buscar algo de ropa, aún colorado como un tomate y sintiendo que todas las miradas lo seguían, pero intentando mantener toda la dignidad posible en su paseo de la vergüenza.

Observó con interés las acciones de Cassandra y cuando al final el agua llegó a su destino el ragabash se comenzó a descojonar como si acabara de escuchar el mejor chiste que le habían contado en años. Sus risotadas eran vivarachas, carentes de cualquier tipo de moderación.

Incluso acabó cayendo de espaldas sobre la hierba mientras se seguía riendo. Se pasaría unos largos minutos así...