Ríe y te empuja con suavidad para dejarte tumbado en la cama. Te besa una última vez antes de levantarse y arranca la sábana de la cama para liarse con ella. Se va corriendo para la puerta y la oyes agradecer al servicio la comida. No tardas en oír el arrastrar de un carrito hacia la habitación y en verlo con Rose detrás empujando. Ella está plena de felicidad por la enorme sonrisa que lleva en su cara. Deja el carrito al lado de la cama.
-El chico del servicio se ha quedado mirándome las piernas... Quizás hubiera sido más divertido si lo hubieras espantado tú al recoger la comida- bromea y comienza a destapar campanas, de las que sale el vapor oloroso de la comida.
Sonriendo, me levanto completamente desnudo, sin ningún pudor, mientras respondo divertido:
- Bueno, en defensa del muchacho, tengo que decir que tienes unas piernas magníficas y cautivadoras... A mi, desde luego, me encantan... - Para dar énfasis a mis palabras, acaricié uno de sus muslos, mientras le dedicaba un beso en los labios, antes de echarle un reojo a la comida. - ... ¿Y han traído todo lo que pediste?.
-Vaya, casi que deberé de darle las gracias al chico del servicio por violarme con la mirada...- bromea y corresponde a tu beso, dejándote un pequeño mordisco antes de que te pongas a mirar la comida.
-Sí, creo... Está todo... Tu entrecot con las guarniciones y mi risotto- asiente mostrándote lo que hay bajo las campanas y dejándolas en la bandeja inferior del carrito.
Con una sonrisa, cogí una silla que había por ahí y se la ofrecí a ella, para que se sentara y pudiera empezar a comer:
- Tiene todo una pinta deliciosa... - Comente, mientras, después de que se sentara ella, buscaba una silla para mi.
Ríe cuando vas a buscar una silla y mete el dedo de forma juguetona en la tarta, para después limpiárselo de un lametazo.
-Vamos a comer en la cama, no hace falta sillas...- acerca más el carrito con la comida a la cama y se sienta en el borde. -Es mucho más cómodo, ¿no?- te guiña un ojo.
Me senté a su lado, mientras le bese en el hombro, mientras le respondo:
- La verdad es que si...
A continuación nos dispusimos a comer.
Sonríe y reparte los cubiertos, de los cuales hay varios y de distintos tipos. Ella está acostumbrada a aquello e identifica rápido el tenedor que necesita para comer su arroz, tú dudas algo más. Ella mira eso divertida y te guía, dándote el cuchillo y tenedor pertinente.
Prueba su plato y saborea el arroz. -Mmmm... Delicioso, deberías probarlo- dice cargando su tenedor y ofreciéndote un poco. Sus ojos te miran con afecto y esperando que le confirmes lo bueno que está el plato.
Sonriéndole, le respondo, de buen humor:
- Vale, veamos...
Pruebo el bocado que me ofrece y lo saboreo:
- Es cierto, si que lo está... - Respondo, aprobador, tras masticarlo y tragarlo con deleite. A continuación le ofrecí algo de mi plato. - ... Prueba esta carne, esta deliciosa, de lo más tierna y jugosa...
Sonríe cuando lo pruebas y lame el tenedor mientras saboreas el risotto que tienes en la boca. Poco después prueba la carne que le tiendes. -Sí que está buena...- vuelve a retomar su plato, que come con delicadeza y a bocados pequeños.
-Bueno... Cuéntame sobre ti, no es que esté acostumbrada a este tipo de encuentros... Más bien no los hago nunca- te confiesa con cierto rubor en sus mejillas.
Con una sonrisa, le respondí:
- Bueno, yo tampoco, si te soy sincero. Puede que te parezca tonto, pero para mi, tu fuiste como amor a primera vista...
Con mucha dulzura, acaricié su rostro y le dí un beso en la frente, para dar énfasis a mis palabras.
-¿Amor a primera vista?- te mira un tanto extrañada y a la vez curiosa por lo que dices, aunque no tarda en dibujarse una sonrisa en su rostro que poco a poco se va ampliando. -¿Cómo...? Quiero decir... ¿cómo estás seguro que es amor?
- Bueno, es complicado de explicar... Cuando te vi por primera vez, sentada en esa mesa, era como si todo el resto del mundo dejase de significar algo para mi... Solo existías tú a partir de ese momento en adelante... - Le respondí con sinceridad.
Abre los ojos levemente y sonríe.
-¿Solo existía yo? Eso que dices es muy bonito... ¿De verdad no le dices eso a todas?- bromea, aunque te mira curiosa y atenta a tu respuesta. -Porque yo no hago esto, no... me llevo a chicos a la habitación de mi hotel, nunca- muerde su labio inferior, como si se callara algo más.
No se me escapa de detalle de que parece que se callara algo. La miro preocupado y le pregunto:
- ¿Ocurre algo?. Pareces preocupada por algo... Quiero que sepas que puedes contarme cualquier cosa que quieras... ¿Vale?.
-No...- niega enseguida y te sonríe ampliamente. -Todo anda bien, ninguna preocupación. No te preocupes, debe ser el... trabajo que no me deja desconectar del todo para disfrutar de tu compañía, nada más...- acaba de comer y se levanta de tu lado con la excusa de cortar la tarta y de paso cambiar de tema.
La miro seriamente, sin terminar de creerme lo que me está contando, pero decido no insistir con el tema. En su lugar me acerco a Rose para que me de un trozo de tarta:
- ¿Y que ingrediente decías que tenía esta tarta?. - Pregunté curioso.
Sonríe y corta un trozo de la tarta. Parece agradecida de poder cambiar de tema.
-Tiene helado de vainilla, sorbete de frutas del bosque, merengue...- sirve un par de pequeñas porciones en dos platos y te entrega uno. -Todo light, te lo aseguro- bromea, guiñándote un ojo y pasándote una cuchara.
Sonriendo, acepté la cuchara de tarta que me ofrecía, comiendo de su mano. El sabor era delicioso:
- ¡Dios, está deliciosa!. - Sonreí, aprobador. - ¡El que inventó la receta merece un premio!.
-No sé si seguirá vivo el que inventó la receta...- se ríe y te pasa un trozo de la tarta. -Es una receta francesa... Y es mi tarta favorita, con frambuesas... ¿Cuál es tu comida favorita?
- Me encanta el Kebab, ¿alguna vez lo has probado?. Ya se que no es precisamente un plato de alta cocina, pero para mi es como comer ambrosía... - Respondí sonriente.