Partida Rol por web

Donde los Valientes Temen Aventurarse

17. El Descanso Efímero del Héroe.

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12/12/2012, 12:57
Ardreth

Ardreth no entendía muy bien de que iba la fiesta. Había oído rumores de la desaparición de unos niños y de un grupo de aventureros, pero el Enano estaba hecho de roca pura y nunca le había contado nada. Además no pasaba lo suficiente por el pueblo para enterarse de algo en concreto. El semielfo se limitó a observar; a unos más que a otros. Los seres de orejas puntiagudas siempre llamaban su atención.

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12/12/2012, 14:02
Tabin

Tabin sonrió a las palabras de Nanthleene y fue a apostillar algo, pero de repente se quedó pálida y no pudo pronunciar ni una sílaba. Tragó saliva y miró a Ulfe, inquieta.

- Tiradas (1)
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12/12/2012, 15:54
Ulfe

Ulfe interceptó la mirada de Tabin y puso los ojos en blanco, en un genuino gesto de "sí, yo también estoy alucinando con el altruismo ridículo de estos dos".

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12/12/2012, 16:01
Aramil

Me mantengo silencioso durante todo el rato. Después de todo, la cosa no iba conmigo. Una vez han hablado lo que tuvieran que hablar, espero a ver el siguiente paso.

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13/12/2012, 17:11
Glimgmar "Tumba-birras"

 ¡Por las barbas de Balin Piesligeros! Glimgmar jamás había corrido tanto y tampoco había demorado tanto un compromiso como aquel que era presumiblemente importante. El enano había estado demasiado enfrascado en sus propios asuntos, tanto que resultaba curioso o quizás preocupante que no se hubiese pasado por la taberna en todo aquel periodo de tiempo. Sus labios no estaban resecos, pero pronto lo estarían si no probaba una gota de buena cerveza bugman XXXXXX.

 La llegada a aquel lugar a su parecer exótico y sin gusto alguno por la buena arquitectura fue silenciosa y plomiza, como sus pasos y su constitución. Ataviado como un guerrero dentro de un reino en guerra y no como un diplomático o un guardia. Para él se había declarado una guerra después de todo...

 Su mirrada de soslayo erra penetrante y con un matiz de odio y sufrimiento, de enfado...como si hubiese vuelto cambiado.

 No negarría que se alegraba de ver a aquellos sus nuevos compañerros de viaje, aquellos que completarrían sus historrias a la luz de algún fuego parra sorprender y entretener a los más jóvenes y barba más corta, con menos inviernos. Perro no tenía mucho tiempo parra pensar en ello, había cientos de cosas más apremiantes entonces y se sentía demasiado fuera de aquella sociedad como parra poder tener algún control sobre lo que había ocurrido.

 Las arrugas de sus pómulos sólo habían hecho que incrementarse gracias a la adopción de una expresión constante de esfuerzo. Me acompañaba el semielfo, no le dije nada, ni falta que hacía.

 ...¿No pudiste darrte cuenta? Brrf...No sirves parra nada. Podías haber estado allí entonces, perro te gusta vaguear, y hacerr cosas de elfos. Pasearr por la hierba húmeda en la temprana mañana, dar saltitos porr las calles de Nesmé entrre marrriposas...¡y tocar la flauta! Brrrfff

 No todo aquello tenía porqué ser cierto, pero Ardreth....bueno, tal vez la culpa fuera de Glimgmar por no haber regresado antes con las muchachas y no del híbrido.

  Que céfirro bromease hizo que se le encendierran las mejillas de color rojo, rrojo irra. Pero durró poco pues se borró con la sorpresa de que la elfa se dirigiese a él personalmente en aquella conversación. Estaban todos justos y sentía con ellos una distancias de millas.

 - Tal vez haya algo, tened cuidado de no arrepentirros de vuestras palabras. - Refunfuñó glimgmar, perro pronto relajó el tono - La pérdida de la esperranza cuando se pierde a un serr querrrido es normal, perro es el arrrojo y el ahínco lo que conlleva el reencuentro, sanos y salvos, como hemos visto.

 El bien siemprre prevaalece sobrre la injusticia. - asintió como si realmente supiese de lo que hablaba, con cierta errudición no perseguida intencionadamente - Me alegra verros juntas.

 Muchos no esperrabamos ningún pago por nuestras acciones.

 Salvo, como Ánder dice, la satisfacción de hacer lo corrrrecto. - Asintió, no obstante apesadumbrado, con un halo de esperrranza y bien en todo cuanto decía.

 Se daba ánimos a sí mismo y se crecía ante la idea de la corrrección y la ley.

 - Un viejo amigo, de la raza de los gnomos, prrrimo lejano, dijo una vez: "No me juzgueis por mi tamaño...sino por mi arrojo"

 Sed fuertes y cuidad la una de la otrra.

 Y así, preocupado con una sonrisa forzada, los despachó avanzando hacia la posición en la que se encontraba Payne, la miró...y se preguntó:

 Brrruja...¿sabrás reconocer el sufrimiento cuando lo ves? Pues no querría parecer débil ante ella...a pesar de que cada vez que pensaba sobre ello, entendía que el sufrimiento, el dolor, sólo le estaban haciendo más fuerte...tanto, que sentía la capacidad, el....poderr....de arrrebatar la vida o algo aún más valioso a todos aquellos que se interpusierran en su camino.

 - Esperremos que esto no tarrde en empezar - farfulló entre dientes parra la señorra del látigo - segurro que no soy el único con asuntos importantes entrre manos.

 En aquella ocasión la burrrocrracia, no le complacía en absoluto...si alguna vez lo hizo.

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13/12/2012, 19:21
Payne, La Señora del Látigo

Payne miró al enano con frialdad; su mandíbula se tensó bajo la fina piel.

—Lo cierto es que ahora que Loviatar te ha otorgado sus bendiciones parece que no tengo nada mejor que hacer que servirte —respondió con un tono hastiado, quizá dolido, que contradijo enseguida con una sumisa inclinación de cabeza —. La Señora del Látigo está a vuestro servicio, Cicatriz Verdadera.

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13/12/2012, 19:41
Ánder

—¿¡Cicatriz Verdadera!? —estalló el paladín, cruzando la habitación en rápidos trancos para encararse con Glimgmar—. ¿Ahora eres el adlétere de esa diosa oscura?

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13/12/2012, 19:44
Payne, La Señora del Látigo

Payne saltó a la defensa del enano y rápida como una víbora, se interpuso entre ambos.

—No querríamos ofender a nuestra anfitriona montando un escándalo, ¿no es así? —siseó, a escasos centímetros del rostro de Ánder.

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13/12/2012, 19:57
Irulán

—Me conformaría con que me contárais qué está pasando aquí.

Había algo en Irulán que os recordaba a una espada mágica, zumbante y hambrienta de sangre, que destilaba poder aún estando envainada. Y es que era una mujer que exhibía sin tapujos su poder mágico y su señorío político. Llevaba una túnica vaporosa de seda y sin mangas, más apropiada para una recepción con un rico mercader calishita que para el clima frío del norte. Utilizaba un corpiño de piel y unas sandalias. Se adornaba la frente, dedos y cuello con joyas de oro cubiertas de inscripciones en dracónico, a todas luces mágicas. Empuñaba un bastón cubierto de runas, de madera blanca y plata, rematado en ambos extremos con un resplandeciente diamante. Aunque quizá lo que más llamaba la atención era el pseudragón rojo, que estaba encaramado a sus hombros desnudos.

Era una mujer preciosa, si a uno le gustaban las mujeres altas y morenas.
 

Para los nuevos, si no andáis muy duchos de Reinos Olvidados, Loviatar es la diosa malvada del dolor. Payne es una sacerdotisa y, actualmente, la autoridad suprema del culto en la zona gracias a las elecciones de vuestros compañeros en la aventura anterior.

En un momento dado, Glimgmar "aceptó" los dones que un avatar de la diosa les ofreció, de modo que ahora Payne "sirve" al enano. Ánder es un paladín de Torm, el dios de a lealtad, la justicia y la moralidad, de modo que sus ideales chocan frontalmente con los de un culto malvado como el de Loviatar.

Eso es lo que está pasando.

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14/12/2012, 11:36
Kayle

Algo de lo que dijo Glimgmar hizo que a Kayle se le ensombreciera un poco la expresión, aunque la genasí lo disimuló haciendo como que se apoyaba en una columna y se distraía mirando un tapiz de la pared.

"No. No siempre prevalece..."

El exabrupto de Ánder fue de nuevo suficiente para que le dieran ganas de llenar el yelmo del paladín con cubitos de hielo y calárselo hasta el cuello sólo para agitarlo después. Cada vez le costaba más entender el rígido código de conducta de los paladines.

Por una parte no podía decirse que Payne lo hubiera hecho a posta para molestarlo (era evidente que la sacerdotisa no era lo que se decía un avatar de las jocosidades) pero por otra tampoco sentía justo que trataran al enano así. Para Kayle todo aquello había sido un error, una injusta y cruel broma de mal gusto de Loviatar. De lo poco que lo conocía si algo le había quedado claro era que Glimgmar no era una persona malvada. La senda del dolor no era para él, no podía serlo.

Por suerte en ese momento apareció Irulán. Era curioso cómo el número de túnicas en la sala iba igualando al número de armas de filo.

Nuestras... disculpas, Primera Vocal. Ánder estaba a punto de demostrar que es capaz de ser un ejemplo de temple y tolerar a quienes no comparten su forma de pensar pero aun así han luchado a su lado—dijo mirando significativamente al paladín mientras rogaba para sus adentros (y con la mirada) que no montase una escena precisamente en aquel momento—. ¿Verdad?

Céfiro dejó de flotar y volvió a posarse sobre uno de los hombros de la genasí. En aquella ocasión se quedó callado en un discreto segundo plano.

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14/12/2012, 13:43
Ardreth

Ardreth notó la fría mirada de Glimgmar sobre él pero no se achantó. Desde el funesto acontecimiento en su negocio le había tratado de forma áspera y lacónica. El semielfo lo podía entender en cierta manera, pero aún así no comprendía por qué el era el objeto de la mayor parte de sus amenazadoras miradas.

Y entonces todo el mundo comenzó a alzar la voz. Ardreth miró a uno y a otro sin saber muy bien que decir o que hacer, prefiriendo quedarse cruzado de brazos detrás del enano; a esas alturas ya no se sorprendería de que alguien pensase que era mudo. De su observación sacaba en claro dos cosas: en esa sala había al menos dos grupos y no parecían muy contentos el uno con el otro. Fuera como fuese su lugar estaba con Glimgmar y haría todo lo que el le pidiera.

Cuando la Primera Vocal de Nesmé apareció la discusión no pareció cesar a pesar de la imponente presencia de aquella mujer. Su atractivo era indudable, pero lo que más hacía estremecerse a Ardreth era el poder que emanaba. Oren le había enseñado que en presencia de gente como ella debía inclinarse, así que mientras los demás discutían el semielfo agachó la cabeza esperando no romper ninguna regla de protocolo.

Aquella reunión estaba llena de gente fascinante.

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14/12/2012, 15:03
Tabin

La semielfa no había tenido ni tiempo de admirar el exótico atractivo del recién llegado. Demasiadas cosas llamaban su atención y hacían que se le retorcieran las tripas, como presencias indebidas y... bueno, la constatación de que Gilmgmar era parte del clero de Loviatar.

Abriendo la boca con evidente sorpresa miró al enano y negó con la cabeza.

-No me digas que eso es verdad, Gilmgmar.

Los ojos de Tabin se llenaron de tristeza y decepción. No iba a montar un escándalo como el paladín por más que se sintiera empujada a ello. No podía creer que el enano, que le había parecido bueno y fiable, hubiese caído tan bajo. Cruzándose de brazos volvió su cabeza hacia la Primera Vocal. Ni su belleza conseguía sosegar su espíritu. Ahora no sólo estaba obligada a viajar con una seguidora de Loviatar sino con dos. Y con Morgan. Y decirle adiós a Ulfe, al menos durante unos días. Y... Sune, ¿qué pecado había cometido para sufrir estas pruebas de paciencia?

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17/12/2012, 10:39
Aramil

-Interesante.-Pienso.-Así que parece que estan divididos por disputas religiosas... Prefiero no tomar partido. No me gusta juzgar a los demás.

En ese instante, saco dos de las piedras sin redondear de mi honda y jugueteo con ellas entre los dedos.

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17/12/2012, 13:47
Glimgmar "Tumba-birras"

 Glimgmar no parecía muy sorprendido ante la sucesión de acontecimientos aunque jamás podría haber previsto algo como aquello. Erra de esperrar que alguien como Ánder se echase sobrre el con tanto impetu, y debía reconocer que la civilizada conducta de Payne le había dejado algo estupefacto...sin embargo, jamás había dudado de los modales de aquella vil brrruja de los mil demonios...a pesar de que nunca se fio del todo de ella la considerraba una amiga verdaderra, algo que muchos allí se habían ganado combatiendo a su lado...sin embargo erra fácil perder aquel privilegio, fácil si no se actuaba adecuadamente a la infinita tolerrancia enana de Glimgmar.

 - ¿Adléterre? - se preguntó calmado, casi curioso como un muchacho barbilampiño. Se encogió de hombros, jamás había escuchado palabrra tal.

 Perro no por ello se sentía ignorrante. Erra de sabios preguntar.

 Podía imaginarse, no obstante a que se referría, aunque no entendía del todo aquella pecular situación.

 Mirré a Payne entre la sorpresa y el agrado, erra loable que actuase correctamente, con justicia y prudencia, a pesar de que sus motivaciones podían no ser tan purras (desde el punto de vista de Ánder o del propio Glimgmar). Glimgmar no se lo agradeció, pero con un gesto de su mano la incitó a que no se lo tomase tan a pecho.

 Glimgmar se carcajeó.

 Cicatriz verdaderra...- pensó - ...jajajaJAJA...

 Sonriendo con humildad frunció el ceño en una mueca de incomprensión y serenidad:

 - Soy yo, Glimgmar. ¿Por qué os empeñais en ver otrras cosas? - quiso zanjar el tema.

 Sin embargo hubo una inesperrada interrupción. La mujer con el dragón. ¡Por la forja del rio rojo! ¡Un dragón! ¿¡¡Qué clase de brrrujerrría es esta!!!?? A Glimgmar no le parrrecía parra nada atraciva, de hecho, erra todo lo contrarrrio. Destilaba magia por cada poro de su piel, cada objeto que portaba, cada hilo en sus vestimentas. En su mirrada estaba su vileza ligada a la magia, y errra delgada, mustia, fina como una espiga...no tenía constitución, estaba completamente consumida...¡además erra alta! Glimgmar preferría algo más ligado a su tamaño, Fasber erra mucho más esbelta y atrayente parra él, ¡incluso aquella maldita gnoma, refunfuñona e imposible en carracter!

 Fasber....

 El gesto de Glimgmar se ensombreció al recordarla, y olvidó lo agrradable de la compañía de una fémina y sus posibles deseos de no acabar su vida a solas por honorrable que fuera morrir en combate con el hacha en la mano y el escudo alzado en un último aliento.

 - Señorrrita... - se inclinó muy vagamente pero educado el enano ante tal personalidad.

 - Disculpenos. Crreo que eso no imporrta, hemos venido aquí por algo. Esperro que sepa disculparme, perro recientemente he sufrido una importante pérdida y no soy alguien que se de por vencido fácilmente.

 Le explicó refiriendose a la gnoma.

 Erra ua pérdida momentanea, no descansarría hasta que volviese a Nesmé y todo volvierra a la normalidad.

 - Segurro que hay asuntos más importantes que trratar que lo que pueda acarrear en sus hombros, su hacha y escudo este humilde servidor de Nesmé. - Trató de ser educado, le agradaba ser cortes, incluso cuando sabía que aquella errra una verdaderrra brrrruja.

 No obstante, inducía que erra una brrruja necesarrria parra que Nesmé siguiese segurra. No todo se podía solucionar con una espada. Supongo....

 Mirró con perspicacia y sospecha al dragón...más incluso que la demostrada reserva que demostraba por céfiro.

 Tal vez ella comprrenda...

 Se le vino a la mente, pensando en otrro dragón...

 - Disculpad mis modales. - se aclaró la garganta con el puño delante de los labios - Soy Glimgmar.

 Le parreció escesivo añadir un "a su disposición", no serría del todo cierto, no con lo apremiante de su situación.

 Las miradas de Tabin y Ánder casi lograban intimidarle, sin duda le contrariaban. Quien iba a decir que serría en las brrrujas, como kayle y Payne donde encontrarría unas mirradas algo más agradables.

 Algo debía de estar haciendo mal...muy mal, parra que aquellas dos fuerran las únicas que parrecían ver al Glimgmar de siempre y no a otrro.

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17/12/2012, 19:35
Irulán

—Ah, ya entiendo. Ánder de Torm, ¿verdad? —inquirió Irulán mientras el paladín expresaba su aquiescencia con un cabeceo—. Hakkon me ha hablado muy bien de ti. Tan bien que, conociendo al buen sargento, no estoy segura de que seas la persona más adecuada para el trabajo que voy a proponeros. A todos los demás: bienvenidos a nuestra pequeña reunión de conspiradores.

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17/12/2012, 19:37
Ánder

—¿Conspiradores? —abundó.

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17/12/2012, 19:38
Irulán

Irulán hizo caso omiso del paladín.

—Las noticias que me habéis traído son preocupantes. Si es cierto que hay una cédula de esclavistas en la ciudad ajena al clero de Loviatar sabe ocultarse muy bien. Es mejor que llevemos este asunto de la forma más discreta y extraoficial que sea posible.

Hizo una pausa, como si evaluara el efecto de sus palabras.

—Si hay alguna salvedad es mejor que sea expresada inmediatamente.

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17/12/2012, 19:43
Ánder

—No contéis conmigo para actuar en las sombras como un ladrón —se negó Ánder—. Ni para trabajar con las Loviataritas.

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17/12/2012, 20:32
Kayle

Kayle se cuidó mucho de no poner muecas ni hacer gestos, esa parte la consiguió, lo que ya no pudo evitar fue sentir un sudor frío por la espalda seguido de una oleada de calor. De hecho, conforme la Primera Vocal hablaba, la sensación se repetía lenta e intermitentemente, cosa que no la hacía sentir precisamente bien.

Ignoró el comentario de Ánder, en aquel momento le daba igual. Tenía que averiguar qué estaba pasando allí, tenía que averiguar qué hacía él tan cerca de Nesmé, no... ¡en la misma Nesmé! Se sentía como una masoquista y a la vez no podía dejar pasar aquello. Era un condenado tormento.

"Mystra... ".

¿De qué... ?—dijo con la voz algo más áspera de lo que le gustaría. De hecho tuvo que pararse a carraspear para aclararse la garganta y repetir—. ¿De qué trabajo se trata?

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17/12/2012, 22:15
Aramil

-No son los ladrones los únicos que actuan en las sombras.-Respondo comenzando a enfadarme.-Los druidas muchas veces actuamos sin ser vistos, como la mano imperceptible de la naturaleza. Tanto ella como nosotros sanamos a la tierra donde hace falta y sin llamar la atención. ¿Somos ladrones por ello, paladin?

Me paro por un instante y prosigo.

-Seguramente no hayas querido decir eso, perdon por mi salida de tono.-Añado suavizando la voz.-En fin, espero que hay más de una forma de ser discreto, Ander, y que todo depende de tus intenciones. esa es una de las enseñanzas de Mielikki.