Partida Rol por web

El cambio no se hizo esperar en el espantapájaros. El golem cruzó el espacio que antes no podía atravesar de un par de zancadas y le segó la cabeza a uno de los niños zombies con la enorme guadaña.

Ajenos al ataque del espantapájaros, los esqueletos os siguieron atacaron. Durravin pagó caro el haber destruido el orbe, pues dejó un hueco en sus defensas que el esqueleto aprovechó para clavarle el rastrillo en el costado.

—¡Babamushka, sal de ahí! ¡Corremos peligro! —le dijo Yorick.

El diablillo soltó un bufido de rabia y se esfumó en el aire, delante de las narices de Tokk.

Babamushka se vuelve invisible.

Los niños zombies perdieron el interés en vosotros y se abalanzaron sobre el espantapájaros, pero el golem esquivo sus torpes ataques. Lena, sin embargo, no tuvo tanta suerte. Sintió de nuevo el cruel acero de la hoz del zombi y sintió una arcada cuando la sangre le llenó la boca.

Yorick explotó en una nube de cuervos que empezaron a escapar por todas las ventanas del granero.

Tokk maldijo en su idioma natural y cargó sobre los zombies que atacaban a Lena, propinando a uno de ellos un poderoso golpe de arriba abajo.

Eldar se retiró a un lugar seguro.

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Orden de Iniciativas

Eldar (armadura de mago, envenenado, a la defensiva, canción de bardo)
Lena (canción de bardo)
Ivalice (canción de bardo)
Durravin (canción de bardo)
Espantapájaros
Esqueletos
Babamushka (invisible)
Zombies
Yorick (escudo, huyendo)
Tokk (canción de bardo)

Tomando el ejemplo del mago, Lena huyó hacia la pared izquierda intentando evadirse de los esqueletos.

Ivalice sonrió con gesto cansado cuando el orbe se rompió y vio que aquello provocaba lo que provocaba en Yorick. Pero entonces aquella cosa explotó y la arrojó hacia atrás en medio de una desagradable blofetada de calor, chocó contra el esqueleto que tenía a su espalda y se giró dándole un involuntario escudazo en el proceso para recuperar el equilibrio todo lo rápido que pudo.

Yorick tendría que esperar, estuviera donde estuviera, aun tenían problemas allí...

—Vamos a hacer astillas a estas cosas, Durravin—jadeó con los dientes apretados al ver por el rabillo del ojo la desesperada huida de la bardo que parecía herida de verdad.

—¡Eso es, pequeña! ¡Enseñémosles nuestros corazones y después enseñémosles...!

Durravin saltó junto a la thaele propinó un puñetazo terrible al esqueleto que Ivalice había decapitado rompiéndole la caja torácica en pedazos. No contento con eso, asestó otro terrible golpe al otro esqueleto, y estuve apunto de derribarlo también.

—Bueno, supongo que ellos no tienen corazones para arrancárselos y enseñárselos, ¿no? —dijo, riendo de su propia ocurrencia.

El Espantapájaros, silencioso, rebanó al siguiente niño zombie por la mitad.

La carga impetuosa de Tokk le pasó factura y el esqueleto encontró un hueco en sus defensas. No obstante, sólo le provocó una herida superficial.

—¿Eso es todo lo que puedes hacer? —se mofó el golaunt.

Los zombies se lanzaron en masa sobre Tokk, pero el golaunt rechazó sus ataques con insultante facilidad.

Fuera del granero, el último niño zombie que quedaba en pie se arrancó un brazo y lo usó a modo de garrote contra el Espantapájaros, pero el golem lo esquivó y se dispuso a contraatacar.

Embravecido por el combate desigual, Tokk lanzó golpe brutal contra la caja torácica de uno los zombies, matándolo en el acto.

Eldar descolgó la ballesta y le disparó un virote al zombie que Lena había herido. El virote le atravesó el ojo y el zombie se desmoronó.

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"¿Pequeña?"

Ivalice sonrió para sus adentros, teniendo en cuenta de que Durravin le llegaba por debajo del pecho, aquello le había hecho gracia.

—No, supongo que no tienen—respondió dándole un sonoro escudazo al esqueleto restante, cosa que le hizo saltar la calavera—. Pero siempre puedes probar con el cráneo y hacer ventriloquía.

Remató con una patada que le destrozó la caja torácica y rompió la columna. El engendro cayó al suelo partido en dos mitades sin emitir más ruido que el de huesos entrechocar. La thaele suspiró hondo y aun jadeando echó a correr hacia donde la bardo se encontraba mientras una parte de su subconsciente miraba de reojo el espantapájaros sin saber muy bien cómo sentirse.

—¡Lena! ¿Estás bien?

La bardo respiraba entre jadeos mientras se apoyaba en las rodillas, inclinada hacia delante. Le levantó un pulgar en señal de que estaba bien.

-Me duelen un poco todos los músculos de mi cuerpo y parte de los tuyos, pero estoy... bien...

Todavía no se creía que todo hubiese acabado. En cualquier momento se levantarían más zombis y les morderían los tobillos. Al menos tenía toda la pinta.

El espantapájaros rebanó la cabeza del último zombie que quedaba en pie y empezó a merodear por el granero, como un cuervo que se asegurara de que sus alimentos estuvieran realmente muertos.

De Yorick y su infernal compañero no había ni rastro.

—Parece que... sus órdenes es de atacar sólo a los muertos vivientes —observó Eldar—. ¡El Espantapájaros estaba tratando de proteger la aldea!

Ivalice se detuvo a varios pasos de Lena al parecer conforme con la respuesta de la bardo, Permaneció de pie, jadeando y siguiendo con la vista al siniestro espantapájaros que merodeaba por el granero.

—Sí—dijo tras unos segundos de silencio—. Lo que yo me pregunto es de dónde ha salido.

No había envainado la espada si quiera y continuaba con el escudo en el brazo pero tenía ambos en posición baja.

—Es extraño... según el granjero no parecía que lo hubiesen visto antes por aquí. Es como si "algo" lo hubiera hecho aparecer.

Y ese algo fuese Yorick... ¿pero qué relación había?