Partida Rol por web

Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

10. La Comunidad del... Círculo

Cargando editor
18/01/2012, 23:53
Señor Keefles

He aquí el valiente templario —suspiró el Señor Keefles—. No, no puedes tocarme. Ahora no me apetecen los mimos. Quizá te deje más tarde. Ya veremos.

Cargando editor
19/01/2012, 00:08
Lynn

¡Señor Keefles!

Lynn no pudo evitar que lo que se suponía que debía haber sido un tono de reprimenda se diluyera por completo al escapársele una risita. Le había hecho demasiada gracia la reacción de los tres hombres a la vez pero tampoco era plan de estallar en carcajadas allí mismo... así que se llevó una mano al rostro para taparse la sonrisa que se le estiraba sin poder evitarlo.

Cargando editor
19/01/2012, 00:12
Nolan

Que me rapen al cero y me llamen Hurlock... —Nolan no podía evitar mirar al gato con los ojos como platos mientras sustituía poco a poco el estupor por la curiosidad. Se había apoyado con las manos en la mesa de hecho, inclinado ligeramente hacia adelante—. Tengo la impresión de que con vosotros no va a haber quien se aburra.

Cargando editor
19/01/2012, 00:16
Astucia

«Gabrielle» escuchaste en ese momento la voz tensa de Astucia de forma bastante tenue, y también de forma tenue captaste otra vez que se sentía incómodo «¿Te importa si me... eh... »

 No parecía saber cómo decirlo sin que sonase hosco o algo así porque le llevó varios segundos terminar la frase.

«...doy un "respiro"?»

- Tiradas (1)
Cargando editor
19/01/2012, 00:25
Dreren

 La sonrisa de Dreren era tan reservada que no se tomó el respiro de mostrarla, era la costumbre del dolor en el rostro debido al lirio, aunque ahora que lo recordaba, prácticamente era sólo un espejismo de lo que había sido, algo reflejo que si lo pensaba, nisiquiera estaba allí. Tampoco hubiese cambiado nada, la capucha aún cubría su cabeza.

 - ¿Hurlock?

 Preguntó como un recién nacido que no sabe nada del mundo.

 No evitó mirar a Keefles con cierta prudencia. Aquello podía ser el gesto más inocente de un familiar, hablar, pero hacerlo en el lugar equivocado traería consecuencias.

 Dreren se giró algo más brusco para observar la reacción de Derek.

 ¿Es menos agradable cuando genera impacto, verdad? ¿Qué llegarían a pensar si Gabrielle conjurase una bola de fuego, o algo más destructivo? No iba con ella, quizás con parte de su caracter...si habían curado a la muchacha las habilidades de Lynn y Gabrielle se descubrían. Eran útiles...serían útiles. Más de lo que se podía decir de Dreren por el momento.

 - Yo no me fiaría - Bromeó con el templario.

Cargando editor
19/01/2012, 16:28
Gabrielle

Gabby se sintió pesarosa porque Astucia no pudiera compartir su vida. Había tantas cosas que le gustaría enseñarle, tantos momentos maravillosos que surgían sobre la marcha y que no quería que él se perdiera que... ¿que le había pedido más de lo que podía darle?

«Tranquilo, no te preocupes, te comprendo. Quería compartir tantas cosas contigo que me he dejado llevar. Siento si te he forzado a estar más rodeado de gente de lo que gusta.»

Cargando editor
19/01/2012, 16:33
Astucia

Astucia parecía ser capaz de percibir de alguna manera cómo te sentías. Antes había descrito a la perfección tus sensaciones tras haber curado a Balaena in extremis, y ahora el espíritu se había quedado silencioso, como si estuviera pensando en algo.

Tras varios segundos de duda, a alguna conclusión debió llegar porque rápidamente su presencia se esfumó.

Cargando editor
22/01/2012, 13:25
Derek

-Maldito gato -respondió Derek con una sonrisa tensa. Animales que hablaban. Pensaba que lo había visto todo, pero no. Eso le hacía darse cuenta de que quizá Gabrielle había cambiado. Nunca había dejado de verla como a una niña necesitada de protección. Siempre había sido así, ¿por qué después de ingresar en la Torre iba a ser de otro modo? Pero no. Su hermana era una maga y, al igual que a él le habían enseñado a cercenar cabezas y a atravesar corazones, a ella le habrían enseñado a hacer cosas que desafiaban a la lógica. Sabía que ella se inclinaría por la curación, pero... ¿acaso no habría aprendido a hacer daño también?

Con aquella duda (una más que no se atrevería a pronunciar en público) se echó hacia atrás sin dejar de mirar al Señor Keefles. Condenado animal...

Cargando editor
22/01/2012, 14:37
Nolan

Nolan se quedó unos segundos rascándose el cogote mientras miraba al gato con gesto jeroglífico, luego pareció darse cuenta de que Dreren le había preguntado algo.

Sí, un tipo de engendro tenebroso. No has visto ninguno, ¿no?—preguntó suponiendo tal vez que era uno de los magos que por lo que fuera no habían salido de la torre en la marcha hacia Denerim cuando el Archidemonio atacó—. Altos como una persona, pelados como si los hubiesen hervido, sádicos como ellos solos y con una boca llena de dientes tan afilados que parecen rapes. Bueno, qué coño, los rapes son menos repugnantes de ver.

Concluyó con un resoplido y una mueca de asco, sacudiendo un brazo como quien deja el asunto.

Volviendo al tema. Si entonces estáis de acuerdo, os lo agradezco. Y sois bienvenidos. Dadnos unos diez minutos para preparar los caballos y estaremos en marcha antes de que podáis decir "¿ya?"se volvió hacia Sion mientras echaba a andar hacia la puerta. Échame una mano con esto, amigo.

Habéis desbloqueado una nueva entrada de Códice: Los Hurlocks.

Cargando editor
22/01/2012, 14:51
Narrador

Todos pudísteis terminar lo que habíais pedido al posadero mientras la carreta se ponía a punto. Lynn había palidecido ligeramente con la descripción del Hurlock pero se había cuidado de preguntar nada más, en lugar de ello le había sugerido a Gabrielle que lavase un poco las mangas de su túnica en el lago ya que no era plan de ir por ahí manchada de sangre.

Tras los diez minutos, la caravana se encontraba en medio del claro con los caballos enganchados y husmeando ociosamente el suelo con los hocicos mientras esperaban a ponerse en marcha. Nolan había subido al piso de arriba y a los pocos minutos había bajado junto a una chica rubia de aspecto algo cansado que tanto Dreren como Derek supusieron que debía ser la mentada Balaena.

Gabrielle por su parte comprobó que ahora la muchacha caminaba sin caerse pero que lo hacía despacio y apoyándose en el hombro del orlesiano. Cuando vió a tanta gente pareció entre confusa y sorprendida, de hecho le dirigió una mirada interrogante al guerrero pero no dijo nada. Éste la ayudó a subir a la carreta en cuyo interior, vacío exceptuando por un cuarteto de sacos de arpillera que debían ser el forraje de los caballos, sólo había una ordenada pila de mantas dobladas que debían ser los petates para el camino y una lona que cubría lo que parecía ser algún tipo de equipo de herrería. Era holgadamente espacioso para hasta diez personas incluso.

Mientras Dreren husmeaba el mapa y Lynn se ofrecía a echar una mano a Nolan, Gabrielle fue un momento a la posada en busca de algo con lo que secarse que no fuera su propia túnica.

Cargando editor
22/01/2012, 15:01
"Fritz"

Te encontrabas en ese momento saliendo de la posada para ir a reunirte con los demás cuando escuchaste algo.

¡Psst!—llamó una vocecita susurrante e inquieta. Cuando miraste en todas direcciones añadió:—. Gabrielle, a-aquí. Estoy aquí.

Tras unos segundos, atisbaste una cabeza con orejas picudas que se asomaba desde detrás de una de las esquinas del edificio.

Cargando editor
22/01/2012, 15:07
Gabrielle

Gabby había apurado el té, había limpiado su túnica como buenamente había podido y había salido al exterior con la intención de pedir a Nolan que le dejase almohazar los caballos. Pero la familiar voz de Fritz la detuvo. Sorprendida, Gabby se giró sobre sus talones para dirigirse, alarmada, al semielfo.

¿Qué haces aquí? le preguntó.

¿Realmente se había escapado como parecía?

Cargando editor
22/01/2012, 15:12
"Fritz"

¡Shhh!—chistó el semielfo llevándose cómicamente un dedo a los labios y abriendo mucho los ojos—. No te quedes ahí parada, ven.

Se parapetó de nuevo tras la pared de la posada y suspiró aliviado. Aunque esperó a que estuvieses con él para hablar.

He... he salido un momento—respondió—. Me enteré de que os íbais y le d-dije al Caballero Comandante que si podía despedirme, ¡sólo un momento! Soy un aprendiz y no es fácil que me dejen salir de la torre pero hoy debía estar de buen humor porque ni puso el grito en el cielo ni nada, ni... bueno, la verdad es que estaba más ocupado escribiendo no se qué informe que escuchándome. Tengo que volver rápido o me la gano...

Tragó saliva y soltó el aire ya que parecía haberlo estado aguantando todo el tiempo.

Es verdad entonces que os vais, ¿no?—preguntó torciendo el gesto con fastidio—. Es que... no quería que te fueras sin desearte suerte y darte las gracias por haber sido buena conmigo. Y por ayudarme en lugar de dejar que me las apañara para salir de debajo de la pila de libros y... y eso—soltó una risita nerviosa—. Es que la gente no suele hacerme mucho caso.

Cargando editor
22/01/2012, 15:27
Gabrielle

Gabby parpadeó, confusa, según Fritz iba desgranado su historia. Cuando llegó a la última parte, sintió como le empezaban a arder las mejillas.

¿Has pedido permiso al Caballero Comandante sólo para darme las gracias? le preguntó, como si no diera crédito a lo que acababa de oír.

Cargando editor
22/01/2012, 15:32
"Fritz"

Fritzen no parecía tener muy claro si le iban a dar un grito o las gracias.

Uh... sí—respondió, y entonces añadió rápidamente:—. ¡Pe-Pero sólo las gracias y me voy! No quiero molestar, eso seguro.

Cargando editor
22/01/2012, 15:35
Gabrielle

No molestas, Fritz —dijo Gabby ofreciéndole una sonrisa—. Ha sido un detalle muy bonito. Gracias.

Gabrielle recordó la presencia que había sentido acechando a Fritz y no pudo evitar sentir un escalofrío.

Cuídate dijo con gravedad.

Cargando editor
22/01/2012, 15:42
"Fritz"

Fritz pareció aliviado al descubrir que no se había ganado un alarido y te devolvió una sonrisita nerviosa.

¡Ah, qué bien! Digoooo... gracias—respondió. Entonces miró a ambos lados—. Bueno pues entonces me vuelvo a la torre corriendo antes de que me meta en un lío.

Saludó con una mano a modo de despedida y rápidamente echó a correr por el borde del claro, como si fuera a dar un rodeo para alcanzar la barca. No parecía querer que los demás lo viesen por si lo retrasaban o algo así.

Cargando editor
22/01/2012, 15:45
Lynn

Balaena había decidido recostarse sobre las mantas en el interior de la carreta, Nolan andaba sentado en el pescante esperando a otro que se subiera junto a él y en el interior del vehículo quedaba sitio para el resto. Lynn (que se había entretenido acariciando a los caballos mientras cada uno elegía dónde subirse) se volvió al percatarse de que Gabrielle andaba deambulando por la entrada de la posada.

¡Gabby!—llamó—. Venga, muévete. ¿Has terminado ya?

Cargando editor
22/01/2012, 15:51
Gabrielle

¡Sí, ya voy! —le contestó Gabby desde la entrada de la posada.

La maga bisoña se arremangó las faldas y echó un trote ligero en dirección al carromato. El Señor Keefles, por su parte, se había atrincherado en el rincón más cómodo y calentito del vehículo y retaba con la mirada a cualquiera que se atreviera a desalojarlo de allí.

¿Soy la última? Es que le había pedido al tabernero un poco de jabón para quitar esa sangre —contestó a su amiga, pasando la mano por el costado de los caballos. Le parecían unos animales muy hermosos, pero le intimidaba el enorme tamaño que tenían—. Que caballos más bonitos tienes, Nolan.

Sonrió al orlesiano antes de dirigirse al interior del carromato. Quería comprobar qué tal seguía Balaena antes de poder, por fin, charlar con su hermano.

Cargando editor
22/01/2012, 15:58
Nolan

Nolan sonrió sentado en el pescante, observando como las dos se entretenían con los caballos.

Gracias, aunque en realidad no son míos—respondió—. Ahora técnicamente son de Balaena...