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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

10. La Comunidad del... Círculo

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14/01/2012, 14:39
Lynn

Lynn sonrió y le secó la mejilla a Gabrielle con la manga de su túnica.

Que me parece una gran idea. A la orilla del lago hace frío a estas horas—respondió—. Y no estaría bien rechazar la invitación de... uh...

Torció un segundo el gesto como si se hubiera olvidado de algo y lo quisiera recordar, aunque enseguida cayó en la cuenta que no era eso, si no que directamente no lo sabía.

¿De?—miró a Sion con una sonrisita de disculpa.

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14/01/2012, 17:03
Sion

- Sion, sin formalismos por favor, somos simples viajeros de paso. -

Se giró hacia la posada haciendo un gesto con la mano cediendo el paso a las dos mujeres. Para luego volverse ayudando a Nolan paraa incorporar a Balaena.

- Ha sido un buen susto, y por fortuna solo eso, un susto. -

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14/01/2012, 17:17
Lynn

Gracias, Sion—respondió ayudando a la maga a levantarse—. Yo soy Lynn, de la Capilla. Ella es Gabrielle.

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14/01/2012, 17:29
Nolan

Sion ayudó a Nolan a incorporar a Balaena pero ésta parecía demasiado cansada por el enorme esfuerzo que había estado haciendo ya desde el día anterior y se le doblaban las piernas. El orlesiano terminó optando por cogerla en brazos.

Yo soy Nolan—se presentó, luego miró a Sion y señaló la posada con la cabeza—. Id pasando dentro, voy a subirla a la habitación para que descanse un rato. Enseguida me reúno con vosotros.

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14/01/2012, 17:32
Dreren

- ¿Recuerdas si comentó algo? Quizás a dónde se dirigía o simplemente cual sería su próxima parada.

 Tampoco estaría mal saber hacia donde fue después de cruzar el lago. - explicaba como si se tratase de algo normal, no una persecución. Quizás Dreren sólo fuera un poco curioso. - Salimos pocos magos de la torre, no es productivo que nos dirijamos al mismo lugar dentro de nuestros cometidos.

 Explicó.

 Y con aquello, cerraría el tema. Debían de estar próximos a la orilla, aunque Dreren no miró hacia allí, no quería mostrar apremio, ni en su charla, ni en sus gestos.

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14/01/2012, 17:40
Narrador

Os encontrásteis en una estancia cuadrada y amplia, llena de mesas redondas colocadas de tal modo que no daba sensación de abigarramiento al cruzal el umbral. La posada estaba iluminada por la agradable luz de la mañana.

En el fondo, en la barra, el posadero saludó levantando una mano. Luego siguió limpiando con un paño la jarra de cerveza que tenía entre las manos y sobre la que (para alivio de Gabrielle) no escupió.

Nolan se dirigió a la escalera con destino al segundo piso que era donde se encontraban las habitaciones (después de que un par de parroquianos que bajaban a tomar algo le cedieran cortesmente el paso) Vosotros os sentásteis en una de las mesas redondas y el posadero se acercó a preguntaros qué ibais a tomar.

Tras un par de minutos, se abrió la puerta: más gente entraba.

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14/01/2012, 17:59
Barquero Jhonas

No—respondió Jhonas encogiéndose de hombros—. Más que nada porque no tomó la barca... se dirigió a la parte trasera de la torre y no la volví a ver.

La orilla se aproximaba, ya podíais ver el embarcadero de madera. Ni Gabrielle ni Lynn estaban esperando en él... La barca continuó su viaje hasta la orilla que consistía en una pequeña explanada cubierta de césped. Al fondo una suave cuesta subía hasta el camino de arena que transcurría bajo los restos de un enorme y antiguo puente entre cuyos arcos de piedra se había construido una posada de madera de aspecto bastante decente. En la entrada, flanqueada por dos antorchas ahora apagadas al ser de día, colgaba un cartel con letras desvaídas en el que podía leerse "La Doncella Mimada".

En ese momento, el barquero añadió algo.

Ah, por cierto, vuestra amiga la maga de los rizos mencionó que os dijera que tenía que sanar a no-se-quién en la orilla. Y que estarían esperándoos en la posada.

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15/01/2012, 21:28
Dreren

- Gracias Jhonas, me has sido de gran ayuda.

 Le sonrió preparandose para saltar de la barca y poner de nuevo los pies en tierra firme. El viaje había estado bien, pero lo había sido porque la mente de Dreren estaba ocupada. No le agradaba la idea de pasar mucho más tiempo sobre la inmensidad del lago, no era un lugar seguro, lleno de frentes descubiertos. Nisiquiera podrían defenderse allí...

 Un momento... se dijo, preguntandose, tal vez, cual era el motivo por el que le abordaba aquella paranoia. No estaba huyendo del círculo. Le habían dejado salir. ¿No era así?

 - Y gracias también por traernos hasta aquí. Espero que volvarnos a vernos. - hubiese añadido un pronto, mas no lo hizo, porque en su corazón no tenía deseos de regresar por el momento...era un sentimiento contradictorio que le inhundaba con cada nuevo hálito.

 Ya con los pies sobre seguro, esperería a Derek sin decir nada. Era un hombre silencioso, tal vez tuviese mucho que ocultar...

 La idea de que sus otras dos acompañantes se hubiesen ido a la posada con un desconocido no era muy alentadora pero Dreren no dijo nada. Era una de aquellas cosas que debería recordar en el futuro, cuando sus vidas si que puedan correr un mayor peligro en el camino. No les falta iniciativa y bondad, pero quizás sean demasiado ingenuas para este mundo...

  Aunque quizás, el ingenuo o el monstruo seas tu. ¿Acaso sabes algo de este mundo que ellas desconozcan?

 Encerrado entre unos barrotes hasta que la edad y la costumbre los acepten...

 Se reprochó mientras esperaba.

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16/01/2012, 16:45
Derek

Derek no dijo nada, sólo escuchó. No le importaba quedar bien con el barquero ni charlar con Dreren sobre el tiempo. Aquel viaje en barco debía de haber sido suyo y de Gabrielle, pero se lo habían robado. Tenía un humor algo turbio aquella mañana, por todo. El sueño, la ilusión apagada... Bajar del barco fue aún peor. Derek cada vez se sentía más rechazado. Había esperado que Gabrielle le abrazara una vez más allí y le tocara con sus dedos cálidos, como intentando medir lo que había crecido mientras habían estado separados. Pero se había ido. Otra vez.

La Gabrielle que él dejó marchar hacia la Torre no era tan dolorosamente independiente. Le había necesitado como él a ella. Habían sido inseparables.

Sin decir nada echó a andar hacia la posada. Iba algo cabizbajo.

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16/01/2012, 18:04
Narrador

Te sentías inquieta y algo incómoda en aquél sitio... bueno, no, no eras tú quien tenía esa sensación. Era otro. Era un sentimiento ajeno.

Caiste en la cuenta de que, tal y como te había dicho, Astucia no se había "ido" pues ahora que empezabas a entrar en calor y a dejar de pensar en el frío fuiste consciente de que la presencia del espíritu seguía ahí, solo que silenciosa.

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16/01/2012, 21:53
Narrador

Cuando cruzásteis el umbral de la posada, os encontrásteis en una estancia cuadrada y amplia, llena de mesas redondas colocadas de tal modo que no daba sensación de abigarramiento. Aquél sitio estaba iluminado por la agradable luz de la mañana.

Había un par de parroquianos desperdigados tomando algo y en una de las mesas del fondo localizásteis a Gabrielle y a Lynn sentadas junto a un tipo con aspecto de viajero curtido que no habíais visto en vuestra vida. Lynn sostenía al gato de Gabrielle en el regazo el cual se había hecho una ronroneante bola y Gabrielle tenía las mangas de su recién estrenada túnica de maga salpicadas de sangre.

El posadero parecía estar tomándoles nota de qué iban a tomar.

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16/01/2012, 22:32
Derek

Derek y Dreren entraron en la posada y el templario se acercó rápidamente al grupo de las chicas. Le puso una mano en el hombro a Gabrielle y no dijo nada más, sólo inspeccionó al extraño con curiosidad.

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16/01/2012, 22:40
Gabrielle

Gabby tenía las manos enlazas sobre una humeante taza de te. La manga de su túnica estaba salpicada de sangre y la joven estaba más pálida que hace unos momentos. 

¡Ay! —se sobresaltó cuando Derek le puso la mano—. Uf, no andes así a hurtadillas. Menudo susto.

Esbozó una sonrisilla nerviosa.

Sion, este son Dreren y mi hermano Derek.

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17/01/2012, 00:15
Sion

Por el aspecto de esa armadura y su símbolo podía tratarse de un templario, el grabado era algo distinto al que estaba acostumbrado a ver, pero salvo por algunos detalles era fácil de reconocer. Siendo una orden de corte militar no le resultaba raro imaginar que tal vez las diferencias pudieran significar rangos o cargos. De todas formas poco importaba, era irónico ver dos hermanos en posiciones tan distintas. Aunque hay lazos que van más allá de cualquier afiliación.

- Un honor conocerlos. - Respondió Sion mientras se levantaba y extendía la mano a los dos recién llegados. -

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17/01/2012, 00:57
Narrador

Sentiste que aquella sensación de inquietud crecía de golpe en cuanto Derek te tocó. Al parecer Astucia no se había quejado porque le habías pedido que se quedase pero su naturaleza esquiva de espíritu pareció ser más fuerte que él en aquél momento y no aguantó tanta proximidad, ni tanto humano extraño cerca. El caso era que su presencia se atenuó como si hubiese brincado hacia atrás de la silla "del sobresalto".

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17/01/2012, 12:10
Derek

-Lo mismo digo -respondió Derek sin sonreír. Se volvió de inmediato hacia su hermana-. Me han dicho que habéis venido a curar a alguien. ¿De quién es esa sangre?

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17/01/2012, 12:13
Gabrielle

Gabby sonrió, radiante, sin reparar en el semblante serio de su hermano. Había salvado una vida. Estaba segura de que su hermano estaría orgulloso de ella.

¡De Balaena! —dijo—. Es la compañera de viaje de Sion, aquí presente, y de Nolan, que la ha subido a la planta de arriba. Los atacaron los engendros tenebrosos y estaba muy grave cuando la encontramos. Pero se recuperará. Está descansando ahora mismo.

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17/01/2012, 12:17
Gabrielle

«¡Tranquilo! Es a mi a quien tocan. Ellos ni siquiera son conscientes de tu presencia.»

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17/01/2012, 13:15
Lynn

Podéis sentaros—recordó Lynn carraspeando diplomáticamente, había tres sillas libres después de todo—. Si queréis...

El gato que estaba hecho una bola en su regazo, levantó la cabeza para mirar a los recién llegados con  la absoluta indiferencia gatuna de quien mira a alguien que le parece idiota. Luego se volvió a enroscar.

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17/01/2012, 13:47
Nolan

Se escucharon unos pasos bajando la escalera en ese momento y un tipo de pelo corto y tan rubio que parecía blanco apareció bajando desde el piso de arriba. Cuando vio a Derek y a Dreren enarcó ambas cejas.

Vaya—dijo con un acento que ahogaba ligeramente las erres, inequívocamente orlesiano—. Ayer no encontrábamos un solo mago y hoy se nos materializan de la nada.

Se acercó a la mesa levantando una mano para saludar.

Bienhallados. ¿Me equivoco mucho si asumo que sois el resto del grupo de estas dos muchachas tan simpáticas?