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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

16. Y Después de la Tempestad...

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09/02/2013, 13:13
Balaena

Balaena esbozó una sonrisa tenue cuando te hiciste el lío con el pañuelo. Debía ser la primera vez que la veías sonreír porque algo le había resultado "gracioso" desde que la conocías, normalmente era como si hubiera olvidado cómo hacerlo. O como si directamente no le quedasen razones para ello.

—Es lo único que nos trajo la Ruina—dijo en referencia a que le pasaran cosas malas a personas buenas. Volvió a ponerse seria y aflojó un poco las manos, soltándotelas con algo de torpeza para juguetear con un largo mechó de cabello trigueño que se le había soltado y le caía por la oreja—. Pero escudarse en eso para soltar cosas en plan "alguien tenía que hacerlo" para mí son... excusas.

Sacudió la cabeza y apretó los dientes. De nuevo volvías a sentir que le costaba un poco expresar lo que pensaba, como si tuviera miedo de hacerse daño por mostrar demasiado de lo que había debajo de aquella coraza que normalmente llevaba puesta. Aunque ahora al menos sabías por qué la llevaba puesta.

Duele... pero yo quiero volver recordar lo que es ser una persona—masculló—. Olvidar nuestra humanidad ahora no nos hace actuar mejor que un engendro tenebroso.

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09/02/2013, 13:35
Nolan

¿Sólo "alguna" complicación?Nolan arqueó una ceja con incredulidad mirándoos de arriba abajo—. Por lo que a mí respecta, como no os cambiéis de ropa y os quitéis toda esa sangre de encima, os confundan con zombis.

El orlesiano observó entre desconcertado y preocupado cómo se iba Gabrielle. Luego suspiró y volvió a mirar a Dreren

No me importa que traigáis un perro o que queráis ir a la capilla pero... ¿Qué es eso de que "perdísteis al niño"? Creía que la granja estaba abandonada.

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09/02/2013, 13:44
Kando

El mabari soltó un largo gañido y se acercó a Sion con patas temblorosas, agarrando directamente con la boca uno de los jamones que el pícaro traía en las manos. Luego empezó a dar pequeños tirones de él para apropiárselo.

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09/02/2013, 17:24
Sion

Sion le dejó el jamón al mabari para que comiera tranquilo. El animal realmente disfrutaría de esa comida tras varios dias sin llevarse un bocado. Luego rebuscó entre sus utensilios de cocina algun cuenco que llenó de agua y dejó al lado del animal para saciara la sed entre tanto mordisco hambriento.

- Calma amiguito, te los has ganado. -

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09/02/2013, 17:39
Kando

Kando se limitó a apoderarse del jamón que tenía cogido. Se tumbó con las patas delanteras sobre él en un ademán de "que nadie me lo quite" y empezó a mordisquearlo con un ansia que ilustraba perfectamente lo famélico que se encontraba el animal.

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09/02/2013, 17:55
Dreren

- El muchacho fue a buscar al mabari.

 Explicó de forma sencilla, como si hubiese sido una casualidad que acaba en un drama como es la muerte de un niño. No obstante, Dreren no parecía darse demasiada cuenta de la importancia que podía tener que perdiesen al muchacho, parecía convencido de que todo estaba en orden, que no tenían que preocuparse más por aquel asunto, que podrían encontrar la paz.

 - Pero la granja era un punto débil entre el velo y nuestro lado. - trataba de ser conciso, Nolan no tenía porque estar familiarizado con asuntos como aquellos...aunque todos más que menos habían oído cosas horribles al respecto.

 - Una entidad maligna se apoderó del muchacho y no pudimos rescatarlo a tiempo. El muchacho no pudo resistirse a la posesión y uno de nosotros tuvo que tomar una decisión dificil para salvar nuestras vidas y para subsanar el daño del desgarrón en el velo.

 Es poco probable que la línea que separa ambos mundos se quiebre de nuevo. - No era un consuelo, sólo información. Dreren opinaba que con Johanna más tranquila no tenían porqué temer el regreso de esos horrores en Lothering.

 Las llemas de mis dedos acariciaron la manga de la túnica con cariño.

 - Es una de mis prioridades. No quiero que la guardia piense que he asesinado a alguien. Aunque pueda parecerlo. - No era una broma, y no se trataba de la sangre, para Dreren lo ocurrido allí no era un asesinato. Era un mal menor para un bien mayor.

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09/02/2013, 19:21
Gabrielle

Gabby se reprendió a si misma, recordando las palabras de la Hermana Bethel: "Si juzgas a la gente no te da tiempo a amarla". Decidió cambiar el rumbo de la conversación para desviarlo de Sion.

—Háblame de tu padre. ¿Qué clase de hombre fue en vida?

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09/02/2013, 21:45
Balaena

Balaena jugueteaba con el mechón de cabello, alisándolo suavemente con una mano y volviéndolo a rizar con la otra.

Un buen hombre que quería a su esposa y a su hija por encima de todo. Y que no merecía lo que le pasó—suspiró finalmente deteniéndose un momento—. Se llamaba Vartan, él me enseñó todo lo que sé. Era el mejor herrero de Ferelden, no había nada que no supiera forjar.

Hizo una pausa y sopló ligeramente por la nariz como si hubiera recordado un buen momento.

—Y le encantaba pescar.

Volvió a reanudar el movimiento de manos y entonces te miró.

No te preocupes por eso. Estoy bien, es decir... estoy mejor—añadió. Luego cogió aire—. Quien está mal ahora eres tú, no yo. No quiero que te culpes por algo que no ha terminado bien, especialmente cuando lo has dado todo para intentar que terminase bien.

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09/02/2013, 22:23
Gabrielle

—Si dices eso es que no me conoces bien aún —dijo Gabby soltando una risita y depositando una mano suavemente sobre la de Balaena en un gesto cariñoso—. Soy un poco tonta. No puedo evitar preocuparme por todo y por todos.

La sonrisa se marchitó.

—Pero esto es distinto. He visto... cosas... que hubiera deseado no ver. He tenido la mejor maestra que nadie merece, y aún así nada ha podido prepararme para ver las cosas que he visto —se frotó los brazos como si tuviera frío. Clavó sus ojos en los ojos de Balaena—. Y siempre te queda la impresión de que podrías haber hecho algo más. Que el Hacedor te dio tus poderes por algo, y que tu destino era salvar a ese niño, y que lo has defraudado.

Se encogió de hombros, sorbió por la nariz y se recogió un mechón tras la oreja.

—Pero como he dicho antes, me preocupo demasiado.

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10/02/2013, 00:05
Balaena

Lo digo precisamente porque sé que lo haces.

Balaena suspiró y terminó por echarse atrás el mechón de pelo.

No sé si he sido de mucha ayuda pero... puedes contar conmigo siempre que quieras—confesó. Luego te posó una mano sobre el hombro y frotó un poco como intentando infundir algo de ánimo—. Por lo pronto me parece que un buen baño, un cambio de ropa y un plato caliente te ayudarían a sentirte algo mejor. No debe haber sido fácil ni poco agotador enfrentarse a todo eso.

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10/02/2013, 00:56
Gabrielle

Sí... —suspiró Gabrielle, mirando la túnica llena de mugre y sangre—. ¿Sabes? Hubo un momento en el que toda mi vida giraba en torno a esta túnica. Conseguirla era lo más importante del mundo, e imaginaba que la tendría siempre limpia e impoluta, honrándola siempre. Ahora me doy cuenta que no hay mejor forma de honrarla que sudarla y sangrarla. Y que, al fin y al cabo, la túnica no hace al mago.

Sonrió.

—Le daré un buen lavado y le coseré los rotos. Y mientras tanto seré Gabby. La Gabby que salió de una granja cualquiera del Bannorn, y no una "maga del Círculo de Ferelden" —dijo con voz grave, como si fuera un hombre—. Si dices en serio lo de contar contigo, ¿podrías acompañarme a darme un baño? Creo que Lynn no tiene muchos ánimos tampoco y no me gustaría molestarla.

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10/02/2013, 03:01
Balaena

Balaena miró por reflejo la carreta cuando mencionaste a Lynn, al parecer la había visto ir hacia allá. Luego te miró y volvió a sonreír tan tenuemente como la forma que tiene de iluminar el sol en un nuboso día de invierno.

Claro.

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10/02/2013, 03:05
Narrador

La charca estaba hecha para que los animales abrevaran así que tuviste que alejarte un poco hasta el río, descubriendo en el proceso que el motivo de que hubiesen hecho aquella charca artificial era porque la orilla no era plana, sino ligeramente pendiente y resultaba imposible estacionar allí las carretas. Con lo que abrevar a los animales se convertía en una molestia al tener que andar llevándolos hasta allí.

Balaena te ayudó a lavarte la espalda allá donde no llegabas y a enjuagarte el pelo con lo que tras secarte y ponerte una muda limpia te sentiste una persona nueva. Volvísteis al campamento y tomaste un poco de lo que había estado preparando. No sabías lo que era (y tampoco quiso decírtelo alegando que se trataba de una receta secreta y si no la envolvía el misterio no tenía gracia) pero identificaste al menos que lo que flotaba en medio de la salsa marrón en la que consistía eran trocitos de patata. Estaba para chuparse los dedos.

Una vez con el estómago lleno, el cansancio se hizo notar más y te acurrucaste en tu petate junto al fuego mientras Balaena aun comenzaba en ese momento a cenar algo. Cerraste los ojos durante un tiempo que no supiste determinar pero justo cuando empezabas a pensar que el sueño te estaba esquivando, los abriste y caiste en la cuenta de que el ambiente se encontraba silencioso... y teñido de aquel familiar, suave y onírico tono sepia.

Te levantaste hasta sentarte sólo para darte cuenta de dos cosas: la primera, que te encontrabas en medio de un prado inmenso y no junto a la hoguera. La segunda, que un lúcilo pasó flotando. Estabas en el Velo. De hecho... aquel sitio te resultaba tremendamente familiar. ¿No habías estado ya antes allí? Sí. Era de nuevo aquel hermoso prado al que Astucia te había llevado la última vez, aquel que había dicho que era "su favorito", pero había algo diferente... Corría una fresca brisa racheada a ratos. Y el cielo no era de un radiante color azul ni brillaba el sol; se encontraba encapotado por nubes blancas de las que se filtraba algún que otro rayo. Te recordaba vagmente a la calma que suele reinar tanto antes como después de una tormenta.

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10/02/2013, 14:16
Gabrielle

Gabby se levantó del suelo, desperezándose instintivamente aunque sabía que en el fondo seguía durmiendo. Echó un vistazo en derredor y, como no vio a Astucia, puso las manos a modo de bocina y gritó:

—¿Astucia? ¡Astuciaaaaa...!

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10/02/2013, 14:27
Narrador

No conseguiste entender cómo era posible que en un espacio tan abierto se generase eco, pero el caso es que escuchaste el eco de tu propia voz.

En un principio sólo sopló de nuevo la brisa y otro lúcilo llegó con ella aunque éste no pasó de largo; se quedó flotando cerca de ti perezosamente... hasta que empezó a cambiar de forma y adoptó la de un pequeño ciervo luminoso en miniatura (te cabía en una mano) que brincó en círculos a tu alrededor, suspendido en el aire. En una de las vueltas, el ciervo pareció "tropezar" y rodó aunque al terminar de rodar se había transformado en la silueta de un conejo que continuó dando vueltas hasta que se detuvo delante de ti, se frotó la cabeza con las patitas y se inclinó hacia adelante como si te olfateara.

Tras tres segundos así, sentiste la necesidad de mirarlo de tú también acercando el rostro, pero la fantasmal figura se escapó dando dos brincos y en el tercero volvió a mutar para pasar de ser un conejo a ser un pajarillo, también en miniatura, que echó a volar aleteando hasta una gran piedra plana en medio de la hierba alta. Aquella piedra también te resultaba familiar. De hecho fue entonces cuando pudiste ver a Astucia sentado encima.

Estaba de espaldas pero el brillo dorado del espíritu resaltaba ahora mucho en medio del valle sumido en tonos tan grisáceos y encapotados. Levantó una mano estirando el brazo hacia arriba y el pajarillo se le fue a posar en la punta del índice. Bajó el brazo y aunque no se levantó, giró la cabeza para mirarte. Seguramente ya era capaz de sentirte en el Velo incluso antes de que lo llamaras.

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10/02/2013, 15:38
Nolan

Nolan se quedó (literalmente) boquiabierto y durante los siguientes cinco segundos perdió toda capacidad de respuesta. Luego se llevó las manos a la cabeza y miró al cielo.

¡Por la dulce sangre de Andraste!—suspiró—. ¡Un puñetero demonio!

Dejó caer los brazos, desolado, y negó con la cabeza.

Pobre crío... —mascullo—. Es como si la maldita Ruina y su miseria se negara a dejarnos en paz, ¡joder!

Pateó el suelo con frustración. Por algún motivo no parecía querer indagar más sobre quien había tenido que ensuciarse las manos. No iba a cambiar nada saberlo o no.

Lo siento... debéis estar hechos polvo, lo último que necesitáis oír son mis reniegos. Al menos podemos dar gracias de que, dentro de lo trágico, seguís de una pieza—resopló y señaló con el pulgar hacia la hoguera en la que burbujeaba un puchero—. Podéis tomar un plato caliente cuando queráis, Balaena ha estado preparando algo comestible. Dad gracias a que se me adelantó o si no os tocaría cenar conejo chamuscado. Ah, y si no sois muy frioleros, podéis daros un baño en el río.

Miró a Dreren levantando un índice a modo de sugerencia.

Cosa que aconsejo antes de ir a la capilla de esa guisa.

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10/02/2013, 15:53
Gabrielle

Gabby enlazó las manos tras el cuerpo y fue andando despacio al encuentro de Astucia.

—Hola, mi caballero de brillante armadura. He venido a hacerte compañía.

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10/02/2013, 16:21
Astucia

En principio Astucia carecía de la perenne expresión pícara que siempre mostraba, parecía algo serio, aunque cuando hiciste el comentario, ésta volvió a aflorar un poco. El espíritu brincó de la roca y voló por encima de ti hasta detenerse flotando a tu espalda.

Entonces algo estamos haciendo mal—dijo—. Normalmente es el caballero quien viene en busca de la damisela.

Te agarró por los costados y te "aupó" medio por el impulso medio volando suavemente hasta la roca, luego te soltó y volvió a posarse él, sentándose delante de ti con las piernas cruzadas. Esperó de hecho a que te sentaras tú para seguir hablando.

Siento haberme ido antes... —murmuró como un niño que estuviese admitiendo una travesura o algo así mientras sacudía la superficie de piedra con una mano. Viste que lo que estaba sacudiendo eran restos de hollín; La roca estaba un poco cubierta en algún punto— . Tenía que irme.

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10/02/2013, 16:49
Gabrielle

Gabby soltó una risita y se sentó. Cuando el espíritu se disculpó esbozó un gesto comprensivo y le acarició la mejilla con la mano.

—No tienes que disculparte conmigo. Te quedaste a mi lado cuando más lo necesitaba, es todo lo que me importa. Y ahora estoy yo aquí para lo que tú necesites. ¿Cómo te encuentras, Astucia? ¿Estás bien? ¿Más tranquilo?

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10/02/2013, 16:57
Astucia

A Astucia seguía sorprendiéndolo el contacto físico. Aunque ahora al menos no brincaba un metro hacia atrás, sólo hizo ademán de apartar un poco la cara aunque cuando vio que no querías tirarle de la oreja ni nada por el estilo, la volvió a acercar.

¿Para lo que necesite? Bueno, ahora concretamente no me vendría nada mal un masaje de espalda, el estrés no me sienta bien—respondió mientras se señalaba la parte de atrás del cuello con un pulgar, aunque al siguiente segundo soltó una risita pícara: se lo habías puesto en bandeja—. ¡Es broma! No me mates.

Volvió a hablar dejando las bromas a un lado.

Estoy... bien. Pero hay una cosa que me gustaría preguntarte. No paro de darle vueltas—se cruzó de brazos pellizcándose la barbilla con una mano pensativamente—. Es sobre algo que dijo el fantasma de Joanna.