Partida Rol por web

Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

24. El Paso de Brecilia

Cargando editor
18/12/2015, 20:06
Gabrielle

«Ocúltate lo mejor que puedas, de momento.»

Gabby dedicó una sonrisa tensa a Allura.

—Oh. Discúlpame. No pretendía ser grosera. Pero aún estoy un poco sobresaltada. ¿Qué hacías en esa piedra? ¿Y cuál es tu relación con Dreren?

Cargando editor
18/12/2015, 20:52
Allure

Allure pareció encantada con ser de nuevo el centro de atención.

—Estar encerrada—respondió torciendo el gesto como quien habla de algo tremendamente aburrido—. Uh... "ligada" más bien. Porque técnicamente puedo salir. Y en cuanto a mi relación con Dreren: Una bipolar. Tan pronto necesita mil cosas como se olvida de mí. Igual que ahora, ¿ves? ¿Dónde se ha metido ahora?

Como ilustrando aquello, hizo visera con una mano y miró a ambos lados (en ese momento te diste cuenta de que tenía cola)

Cargando editor
18/12/2015, 21:27
Lynn

—Tu voz... —dijo de pronto Lynn que había conseguido tras el pasmo inicial que la suya propia le saliera de la garganta. Señaló a Allure con una mano y una expresión que no sabías si era de espanto o de cabreo monumental—. ¡Yo conozco tu voz! ¡Estabas con Dreren en Denerim!

Cargando editor
18/12/2015, 21:30
Allure

Allure miró a Lynn como si la viera por primera vez. Hasta que varios segundos después pareció caer en la cuenta de algo y esbozó una melosa sonrisa de oreja a oreja.

—¡Ah! ya decía yo que tu cara me sonaba de algo...

De no ser porque la conocías, habrías jurado de que tu amiga iba a meterle un mordisco en la cabeza de un momento a otro.

Cargando editor
19/12/2015, 13:35
Gabrielle

Gabrielle ya se había figurado que Allure era la mujer misteriosa que no había terminado de encajar en el puzzle que había montado en su cabeza. Si era ella quien había lanzado magia de sangre sobre Lynn, o si Dreren lo había aprendido de ella estaba por ver. Aunque para Gabrielle no había gran diferencia.

—La ligadura de espíritus a objetos está fuera del alcance de los conocimientos, y del poder, de un mago como Dreren. ¿Quién te ligó al objeto y cómo llegó la piedra a sus manos?

«¿Piensas que podemos inclinar la balanza hacia el lado "espiritual" de Allure? ¿Cómo deberíamos proceder?»

Cargando editor
19/12/2015, 14:09
Asthan

«¿Inclinar? Es la primera vez que veo algo como esto» respondió Asthan, confuso por aquella incongruencia «No sé por qué un demonio se siente también como un espíritu, pero no me fio de ella hasta que sepa por qué»

Cargando editor
19/12/2015, 15:06
Allure

A Allure parecía gustarle más obtener respuestas que darlas, o al menos cuando quería algo lo quería sin mucha demora. De hecho, el modo en que torció el gesto te recordó a una niña a la que le dicen que tiene que comerse las fastidiosas verduras antes de poder tener el bizcocho de chocolate que quiere de postre.

Uhg, Dreren no hacía tantas preguntas—resopló con fastidio. Aunque cuando le preguntaste por su encierro, enseguida pareció ponerse a la defensiva—. Ocurrió hace mucho tiempo. ¡Y no me gusta hablar de eso!

Se cruzó de brazos y añadió con desgana:

Dreren sólo se encontró la gema. Y si no quería que se lo dijese a nadie, no haberme dejado por ahí tirada.

Cargando editor
19/12/2015, 15:45
Lynn

Lynn cogió el granate y lo lanzó todo lo lejos que pudo con un gruñido de frustración.

—¡Dreren está muerto!—respondió ásperamente—. Me regaló la gema, ¡me dió una gema que sabía que tenía un demonio dentro! ¡No quiero tener nada que ver contigo! ¡Lárgate!

Cargando editor
19/12/2015, 15:45
Allure

Vaya—se sorprendió Allure, aunque la noticia de la muerte del mago no parecía lo que se dice darle ganas de llorar. Se llevó un dedo a la barbilla y proyectó el labio inferior hacia delante—. Qué fastidio, era muy divertido cuando creía que podía darme órdenes.

En ese momento pasó una cosa muy curiosa... y es que, en cuanto llegó a cierta cantidad de metros, el granate se frenó en el aire y volvió disparado por donde había venido. Lynn soltó un quejido cuando se le estrelló en la frente y volvió a caer al suelo a sus pies.

A Allure le entró la risa.

—No, cariño, ¡no funciona así!—dijo con aquella meliflua sonrisa—. La gema está maldita, quien la encuentra se convierte en su dueño; no puede librarse de mí ni yo de él a menos que se muera. Supongo que eso significa que ahora eres tú la nueva dueña.

Cargando editor
20/12/2015, 00:04
Cedric

Cedric se quedó mirando a Lynn por un instante, como habiendo olvidado lo que quería decir. Hoy todos habían estado muy centrados en sí mismos y en sus disputas con los demás como para hacer demasiado caso a la clériga. Y sin embargo quizá fuera la que peor lo hubiera pasado sin merecerlo.

Cedric carraspeó, cortando su propio hilo de pensamiento. Lo último que quería era volver a colarse en silencio hasta dos palmos de Lynn y darle un susto. Ya había habido bastante de eso.

—Esto te pertenece.

Dijo, mientras con su mano izquierda le tendía una bolsa de cuero abultado con monedas de oro. No era la misma que había robado del carro, pero una bolsa de oro era una bolsa de oro.

—Nunca conté las monedas. Si faltan te las devolveré cuando vayamos a Nordale.

Cargando editor
20/12/2015, 17:25
Gabrielle

«Interesante.»

Gabby tuvo que reprimir una sonrisa cuando la gema le atizó en toda la frente a Lynn. Si la situación fuera otra, se plantearía volver a tirar la piedra para gastarle una broma a su amiga.

—Dreren tenía la creencia de que podía utilizar a todo el mundo para sus intereses —dijo en cambio, más seria—, y no sólo a los habitantes del Velo.

Maldito fuera el mago de los tatuajes. ¿Por qué había regalado a Lynn una gema maldita en vez de estarse quietecito? 

La maga recogió la gema del suelo y la estudió, como si fuera a obtener una respuesta en su interior. Viendo que se había topado con las reservas de Allure en su anterior pregunta cambió el enfoque. Levantó la mirada hacia la de ella y le arrojó la gema.

—¿Qué ocurriría con la maldición si consiguiéramos romper el conjuro que te ata a la piedra?

Le interesaba tanto la respuesta como la reacción de Allure a la mención de dicha posibilidad. Cuando uno trataba con demonios -o con espíritus-, los sentimientos eran lo más importante.

Cargando editor
21/12/2015, 13:46
Lynn

Lynn giró tan rápido la cabeza en tu dirección cuando te escuchó que dedujiste que por más que se esforzase todavía le daba "cosa" que te acercaras a ella.

Aun así, no corrió a acurrucarse en una esquina haciendo aspavientos ni nada de eso, simplemente se colgó el pequeño disco del cuello por la cadenita y se lo metió por dentro de la túnica antes de mirar lo que le dabas.

Al descubrir lo que era, parpadeó visiblemente sorprendida. De hecho se te quedó mirando unos segundos con aquellos grandes ojos violetas antes de atinar a reaccionar.

G... Gracias. Es decir, en realidad es de Balaena, no mío, pero se lo daré después—respondió. Luego se puso a darle vueltas al saquito entre las manos como si no supiera qué decir, aunque terminó preguntando con cautela:—. ¿Y ese... cambio de parecer?

Cargando editor
21/12/2015, 19:51
Cedric

—No he cambiado de parecer. Hice lo que hice, pero no quiero deber nada a nadie...

Se interrumpió. Lo estaba haciendo otra vez. Al venir aquí no había sido su intención disculparse, pero había reaccionado al agradecimiento de Lynn defendiéndose, casi como si fuera una ofensa. La Madre Bethel le habría dicho que no hay nada malo en cambiar, que no tenía que llevar su máscara de matón siempre. Claro, que Bethel no estaba ahí.

Cedric no tenía la sabiduría de Bethel, pero sí era suficientemente listo como para saber cuándo callarse. Tomó aire y habló más suave, como quien empieza de nuevo.

—Solo os escogí como objetivo porque la alternativa era... peor. Querían robar la capilla, quitando de en medio a Bethel si hacía falta. Estaba desesperado.

No se había disculpado porque lo haría otra vez si se viera en la misma situación. Pero eso no quería decir que le gustara.  

Cargando editor
21/12/2015, 22:53
Allure

Allure se apartó de la trayectoria de la gema, observó como el granate rodaba un poco por el suelo y luego te miró frunciendo el ceño como si le hubieses lanzado un leño ardiendo o algo así.

Pues no lo sé.—refunfuñó, aunque la expresión le duró poco—. Quizá se rompería. O quizá sólo la pueda romper quien la creó. O quizá es imposible. 

Soltó un resoplido por la nariz.

—De hecho, como si lo fuera. Así que ya os podeis ir acostumbrando a mí—puso las manos en las rodillas y se inclinó hacia delante mirando a Lynn, como quien habla con un cachorrito o algo así, con una sonrisa que no sabías si era cómica, burlona o forzada—. No te enfades, um... ¿cómo decías que te llamabas? Si te sirve de algo: a mí tampoco me hace ninguna gracia.

Cuando la clériga dejó de frotarse la frente con la mano y la miró con el espanto de alguien que acaba de enterarse de que para cenar hay sopa de ojos de tritón, a Allure le volvió a entrar la risa.

—Al menos eres más mona que Dreren.

Cargando editor
22/12/2015, 12:46
Gabrielle

Gabrielle tomó nota de que Allure ni siquiera quería tocar la gema y llamó a Asthan.

«Ven.»

Cargando editor
22/12/2015, 17:15
Allure

Asthan no parecía muy convecido de interactuar con otra entidad del Velo estando Lynn (o quien fuera) presente pero aun así te hizo caso y se aupó para subir a la carreta.

Y justo en el momento en que puso un pie en ella, la expresión de Allure cambió por completo. Quedó bastante claro que fué capaz de sentirlo llegar cuando borró su encantadora sonrisa y se giró rápidamente.

—¡TÚ!—exclamó con una mezcla de algo que no sabías si era miedo o ira—. ¡¿Qué estás haciendo aquí?!

Cargando editor
23/12/2015, 17:32
Asthan

Asthan pareció más confuso por lo que dijo que por lo que hizo la otra entidad. Lo de que sintiera su presencia debía tenerlo ya asumido pero la acusación lo indignó.

—Eso tendría que preguntarlo yo en todo caso, ¿no?

Cargando editor
23/12/2015, 18:01
Gabrielle

Gabrielle parpadeó. 

—¿Os conocéis? —preguntó retóricamente, esperando que alguno de los dos le aclarara de qué.

Cargando editor
23/12/2015, 18:28
Lynn

—Lo dices como si sólo hubiese una salida posible—respondió Lynn arqueando una ceja—. Estar al borde del barranco siempre da miedo, pero a veces no queda otra que saltar al agua para que algo indeseable deje de perseguirte.

Soltó un hondo suspiro.

—No, no te preocupes, no voy a darte sermones. Odio lo sermones.

Viniendo de un clérigo, el apostillamiento final resultaba gracioso pese a que no estuviera precisamente riéndose a carcajadas. De hecho, le costó varios segundos de incómodo silencio sacar iniciativa para decirte algo más. Y era algo en lo que se había fijado por alguna razón.

—Ayla lo está pasando mal—dijo—. Ya sé que no lo parece pero la conozco: le pesan todas y cada una de las muerts que han ocurrido a su costa... y el único modo que tiene de defenderse de eso es no compartirlo con nadie. Por eso se pone a la defensiva con todo el mundo.

»Siempre le ha costado mucho confiar en la gente, y tiene buenos motivos. Por favor, no pienses que no le importa la Madre Bethel, ni dejes de tratarla como hasta ahora, eres de los pocos que la han defendido alguna vez.

Cargando editor
23/12/2015, 18:34
Allure

—¡ÉL me encerró!