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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

30. En tu Corazón Arderán

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16/09/2020, 12:36
Gabrielle

¡Deseo!

Gabrielle se había enfrentado a ella hacía lo que creía una eternidad, cuando había llegado al Velo, antes de reunirse con los demás y enfrentarse a Adrath. La había derrotado en combate, gracias a la intervención de Astucia, y había sido entonces cuando habían sentido la explosión sorda de los sellos al romperse. En vez de intentar liquidar a Deseo, pese a que tenía motivos de sobra para hacerlo, le había dicho que quizá necesitaran su ayuda para evitar que se abrieran las puertas de la Ciudad Negra. Ella había estado de acuerdo en que había cosas que permanecieran cerradas.

Gabrielle se alegraba de no haberse dejado llevar por la venganza. De lo contrario, Deseo no podría haberles ayudado y Allure podría necesitar autoinmolarse para triunfar. Eso si su aura era lo suficientemente poderosa, cosa que, por los comentarios de Astucia y Deseo, era cuestionable.

El caso es que todo estaba yendo todo lo bien que podía ir, dentro de lo que cabía. Gabrielle echó a correr hacia la puerta en cuanto se lo pidió Astucia.

—¡Alexei, tírame el bastón! —le urgió al rubio.

De todos los presentes, Alexei era el único que había recibido un entrenamiento marcial digno de tal nombre (o eso pensaba Gabrielle, que ignoraba que Alexei había aprendido todo lo que sabía en un libro de alfanjones). Si en alguien podía confiar para que le lanzara el bastón, era en él.

Gabrielle apretó el paso y miró hacia atrás, lista para recoger el bastón cuando se lo tiraran.

 

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16/09/2020, 13:08
Alexei

¿El libro de pelear con alfanjones? Un narrador que se precie nunca debería tomar muy en serio lo que se dice cuando hay alcohol y bromas de por medio. La formación de Alexei no había sido especialmente ortodoxa, pero el joven guerrero sabía manejarse tan bien como cualquier guerrero. Y el viaje vivido sin duda alguna había mejorado sus dotes.

El rubio, sin entender qué demonios hacía Deseo ahí pero sin cuestionárselo tampoco (pues confiaba ciegamente Gabby), corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a Glandivalis y lo recogió del suelo.

Agarrándolo como una jabalina, Alexei le pasó el bastón a su amiga con las pocas fuerzas que le quedaban.

¡Acaba con esto de una vez!—le pidió mientras se desplomaba contra el suelo.

El esfuerzo tanto mental como físico había acabado por extenuarle. Sólo esperaba que ya no hubiera más sorpresas, pues no había palabra en la lengua de los humanos, los elfos, los enanos o los qunaris para expresar lo cansado que estaba Alexei.

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16/09/2020, 13:34
Gabrielle

Había dos tipos de narradores omniscientes. Aquellos que gozaban de las delicadezas de una continuidad narrativa, y aquellos que recurrían a parches y retcons para emponderar y mimar a sus personajes favoritos. El narrador que escribía estas líneas era de los primeros, y miraba con gesto de infinito desprecio al segundo grupo.

Gabrielle agarró al bastón al vuelo, viendo como Alexei se derrumbaba, agotado en el suelo. Se le ocurrían varios términos en la lengua del rey, en la de los elfos, en la de los enanos y en qunlat para describir su cansancio, pero no lo hizo porque no tenía tiempo de hacerlo.

Dio dos o tres zancadas más y clavó profundamente Glandivallis para cerrar el sello.

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16/09/2020, 14:35
Narrador

La cuchilla del bastón se encajó entre las dos jambas y el resultado fué una pulsación sorda que recorrió la puerta entera como si se trataran de las ondas brillantes creadas por una piedra tras ser arrojada a un estanque. Por un instante el vendaval de energía menguó bruscamente. Y Astucia se cayó de bruces al suelo soltando algo a medio camino entre un gruñido y un jadeo sofocado.

Pero al momento el cristal de la cabeza del bastón comenzó a brillar... y en apenas segundos vuestro campo de visión se tornó totalmente blanco. Lo siguiente fué parecido a sentir y oir una explosión de viento. Os sentisteis violentamente arrojados hacia atrás mientras una lluvia de piedrecillas os acribillaba por todas partes y el contundente aterrizaje contra el suelo.

Luego nada.

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16/09/2020, 14:35
Narrador

Habías perdido el agarre en el bastón impélida por un empuje colosal y algo había chocado contra ti en medio de todo el caos. O te había arrollado, no tenías ni idea... pero como todo salió volando por los aires en realidad dió igual una cosa que otra.

Algo amortiguó también el batacazo contra el suelo, pero como rodaste junto a ese algo varias veces perdiste la noción de dónde estaba cada punto cardinal. Y para colmo, al detenerte no pudiste evitar tragarte un puñado de tierra con lo que las toses te sacudieron como si fueras un pez fuera del agua luchando por respirar. Había nubes de polvo flotando en suspensión por todas partes y podías oir aún piedrecillas y polvo asentándose.

Pero el vendaval había cesado.

Ni escuchabas ni sentías ningún torrente de energía desatado por ninguna parte.

¿Dónde estaba todo el mundo? ¿Estábas viva?

Te atreviste a abrir los ojos, aún había manchas negras flotando frente a tu visión debido al intenso fogonazo, miraste en derredor como buenamente pudiste y viste que había montones de lúcilos flotando perezosamente por la zona. Si estaban dispersándose o si estaban allí por alguna otra razón no lo sabías pero por algún motivo el hecho de que no estuvieran revolucionados y fueran de color normal en lugar de oscuros te transmitió algo de tranquilidad. También viste un bulto a un buen puñado de metros de ti, ¿alguno de los presentes que probablemente había también aterrizado en plancha? entre las nubes de polvo era difícil de distinguir.

Estabas aguzando la vista para identificar mejor aquello cuando algo gruñó cerca de ti y el mero hecho de que se rompiera el silencio te hizo dar un respingo. Tu corazón no estaba para más sobresaltos...

Al girarte viste que Astucia parecía haber experimentado el mismo recorrido que tú pues había terminado también dando de bruces contra el suelo, de hecho te preguntaste si en algún momento lo habías chafado en medio de tanta vuelta de campana. El espíritu llamaba mucho la atención en medio de la polvareda debido a que brillaba, pero desprendía humo como si se hubiera abrasado con las descargas de rayos. Y algún que otro lúcilo suelto.

El contraste del silencio con lo que acababas de vivir era tal que no sabías si resultaba intimidante o un alivio.

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16/09/2020, 14:35
Narrador

Perdiste la noción de dónde estaban los puntos cardinales tras la cuarta vuelta de campana. No obstante, algo pareció amortiguar los golpes contra el suelo en determinado momento, y también oscurecerlo todo pero como de todos modos habías cerrado los ojos instintivamente te dió igual.

Cuando finalmente te detuviste, plano como un lenguado panza abajo, abriste la boca para tomar aire pero fué peor el remedio que la enfermedad.  Al hacerlo se te metió algo en la boca que pese a ser suave tenía una especie de centro más sólido y como que no te lo esperabas por lo que lo escupiste entre toses. Había nubes de polvo flotando en suspensión por todas partes y podías oir aún piedrecillas y polvo asentándose.

Pero el vendaval había cesado.

Ni escuchabas ni sentías ningún torrente de energía desatado por ninguna parte.

¿Dónde estaba todo el mundo? ¿Estabas vivo?

Te atreviste a abrir los ojos, aún había manchas negras flotando frente a tu visión debido al intenso fogonazo... o eso intuías en medio de la penumbra porque no tenías muy claro dónde narices habías ido a parar que estabas cubierto por algo. Como si te hubiesen tirado una manta encima solo que esta tenía un tacto extraño, no era tela, era mucho más suave.

Algo gruñó cerca de ti y el mero hecho de que se rompiera el silencio te hizo dar un respingo. Tu corazón no estaba para más sobresaltos...

Y en ese instante se hizo la luz.

Literalmente lo que había sobre ti desapareció en medio de una pequeña explosión de volutas de humo violáceo, y viste en el suelo que lo que antes te habías casi tragado sin querer era una pluma. Giraste la cabeza en busca del origen del sonido y viste que Allure había aterrizado de algún modo cerca de ti, y pese a estar chafada boca abajo en el suelo se cubría la cabeza con ambas manos como si esperara que no fuera a caerle un pedrusaco encima o algo por el estilo. Te hizo cierta gracia que tuviera hasta los ojos cerrados como si no quisiera verlo si llegaba a pasar y advertiste de hecho que le quedaba el otro ala aún, medio estirada medio encogida sobre el suelo a su izquierda.

Viste en ese instante que había montones de lúcilos flotando perezosamente por la zona. Si estaban dispersándose o si estaban allí por alguna otra razón no lo sabías pero por algún motivo el hecho de que no estuvieran revolucionados y fueran de color normal en lugar de oscuros te transmitió algo de tranquilidad. También viste algo brillante de llamativo color dorado a un buen puñado de metros de ti, junto a otro bulto que las nubes de polvo no te dejaban distinguir bien.

El contraste de silencio con lo que acababas de vivir era tal que no sabías si resultaba intimidante o un alivio.

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16/09/2020, 17:01
Gabrielle

Gabrielle se levantó trabajosamente, preguntándose cuántas veces en las últimas horas había salido volando por los aires. 

Astucia, ¿estás bien? —le preguntó—. ¿Ha... acabado todo?

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16/09/2020, 17:46
Astucia

Astucia emitió un quejido al intentar rodar a un lado. Logró darse la vuelta hacia arriba tortuosamente pero se cubrió los ojos con un brazo entre agónicos resuellos.

El gesto pareció dramático hasta que los jadeos empezaron a intercalarse con risitas doloridas.

—Lo conseguimos—respondió con voz rasposa. Separó el brazo para poder mirarte—. Está sellada.

Intentó reirse de puro alivio pero se le cortó el sonido como si le hubiera dado una punzada de dolor o algo así. De echo se agarró los costados y se volvió a encoger sobre si mismo.

Y me duelen hasta las cejas—masculló con un hilillo de voz en un intento por quitarle algo de hierro al asunto—. Pero creo que prefiero eso al fin del mundo...

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16/09/2020, 21:23
Alexei
Sólo para el director

Alexei intentó levantarse pero no pudo. Su cuerpo no daba ya mucho más de sí. Peleas, heridas, luchas sobrenaturales, explosiones... era literalmente un milagro que alguien como él siguiera vivo. Un auténtico milagro. Finalmente al quinto intento consiguió incorporarse. Allure estaba ahí, lo cual era un alivio pues significaba que de alguna manera la explosión no había acabado con ellos.

¿Hola?—dijo con voz débil para luego levanarla un poco—¿Hay alguien aquí?

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16/09/2020, 22:02
Gabrielle

Gabrielle no compartía el alivio de Astucia. No aún. No mientras Glandivallis siguiera siendo su responsabilidad.

La maga tocó su maná y lo tranformó en un hehizo curativo para aliviar los dolores de Astucia.

—¿Sabes dónde está el bastón? —le preguntó con un deje de ansiedad—. Lo perdí cuando salí despedida y no lo veo con todo este polvo. Debemos ponerlo a buen recaudo. No hemos llegado hasta aquí para que caiga en malas manos.

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16/09/2020, 22:13
Ayla

—¡Sí! Solo que no tengo ni idea de dónde demonios es "aquí".

La voz de Ayla sonó amortiguada pero tan cerca que brincaste en el sitio. La cuestión era que no veías a Ayla por ninguna parte.

Aunque en ese momento Allure soltó un gruñido y viste que el ala restante desaparecía también en medio de una voluta de humo. Aquello te permitió resolver enseguida el enigma sobre dónde estaba la apóstata. De hecho, Lynn yambién estaba chafada en el suelo cerca de ella; la entidad de la gema debía haberos arramplado a los tres de golpe.

—Hacedor... —gruñó Ayla sacudiendo los brazos para disipar el humo que no paraba de hacerla toser. Entre aquello y los jadeos por el esfuerzo la voz le salía rasposa—. ¡¿C-Cuántas veces voy a saltar hoy por los aires?!

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16/09/2020, 22:13
Astucia

Astucia dejó ir un disimulado suspiro de alivio cuando lo curaste. Resultaba curioso como cada vez que hacías eso con un espíritu era como si "absorbiera" la energía curativa y se vigorizara con ella o algo así. Pero a fin de cuentas no es como si se les vieran heridas cuando algo los lastimaba.

Te tranquilizó un poco comprobar que tras aquello dejaba de soltar lúcilos solitarios de vez en cuando.

Graciasgruñó enderezándose trabajosamente sobre un brazo. No debió apetecerle hacer más esfuerzo físico porque en lugar de levantarse simplemente flotó hasta poder quedar suspendido en el aire y luego volvió a bajar para quedar de pie—. No, pero puedo saberlo. Dame un momento.

Miró en derredor con gesto ligeramente concentrado, como si más que usar la vista intentara sentir algo.

—Oye—dijo con un carraspeo incómodo mientras lo hacía—. Creo que dijiste una vez que la historia de vuestra Capilla decía otra cosa sobre Glandivalis, ¿verdad? Lo que creíais hasta ahora era diferente...

Te miró un instante aunque siguió buscando.

—¿Te decepciona eso? Es decir, sé que otros se rasgarían las vestiduras...

Astucia: Astucia está atento a tu respuesta.

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16/09/2020, 22:13
Allure

Allure refunfuñó algo ininteligible y se apoyó sobre las palmas para sentarse a lo fakir sacudiéndose los brazos. De algún modo te recordó a un gato indignado que estuviera intentando acicalarse toda aquella suciedad de encima.

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16/09/2020, 22:14
Ayla

Lynn emitió un sollozo apagado en aquel momento y rebulló trabajosamente hasta que consiguió sentarse, trataba de amortiguar los suspiros al cubrirse media cara con una mano pero como el silencio era simplemente abrumador, resultaba imposible.

—Por amor de... —Ayla lanzó un resoplido—. Evelynn, por favor, ¡no soporto las lágrimas!

Ante la falta de desdén, dedujiste que la apóstata simplemente era de ese tipo de persona que no sabe qué hacer cuando alguien llora. Aunque a despecho de aquello, inclinó la cabeza para mirar si realmente se había hecho daño con el batacazo o algo así.

Lynn no respondió. Sólo gateó en tu dirección y le dió un repentino abrazo a Allure, la cual emitió un sonido agudo que resultó de lo más cómico. Alzando los brazos y mirándola con los ojos como platos incluso, como quien observa una araña que se le acaba de adherir a la ropa.

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16/09/2020, 22:14
Allure

—¡Se ha enganchado ella!alegó sin bajarlos, como si la estuvieran apuntando con una ballesta—. ¡No he hecho nada! ¿Por qué llora ahora?

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16/09/2020, 22:14
Ayla

Ayla se encogió de hombros como toda respuesta.

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18/09/2020, 00:42
Gabrielle

Gabrielle se quedó seria.

—¿Te refieres a que si me afecta que todo lo que me han contado es mentira? ¿Que Glandivallis no era una espada sino un bastón porque Andraste no era una guerrera sino una maga? ¿Que, el enemigo, el Divino Negro, tenía razón y nuestra Divina no? ¿Que todo lo que me han contado personas que tenía por más sabias que yo no eran verdades sino que han resultado ser frases que repetían por tradición?

Parpadeó rápidamente. Hinchó el pecho y lo hundió, en una respiración profunda.

—No te puedo decir si eso me entristece más de lo que me enorgullece saber que Andraste era una maga como yo. Lo que sí sé es que mi fe es ahora más fuerte que antes. Y que no es fe si no se pone a prueba.

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18/09/2020, 13:21
Allure

La entidad de la gema parpadeó confusamente. Por supuesto aquello tampoco es que le aclarase el misterio.

Aun de aquella guisa con los brazos en alto, te miró de reojo e inclinó ligeramente la cabeza en tu dirección como un actor que buscase al apuntador para que le chivase algo.

—¿Qué se supone que se hace cuando ocurre esto?—susurró.

Allure: Allure está atenta a tu respuesta.

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18/09/2020, 13:21
Astucia

No hizo ningún gesto en especial pero gracias al vínculo supiste que a Astucia lo había alegrado bastante oir especialmente lo último. Aunque en ese momento volvió a girar la cabeza para mirarte.

¿Y si te digo que lo que creías... es verdad pero no es verdad?—dijo de nuevo con aquella sonrisa pícara de siempre.

Sin esperar respuesta, levantó una mano  hacia adelante, como si le estuviera dando el alto a una entidad invisible

Ella era como tú, una maga que podía curar—dijo. Y Glandivalis era el bastón de Andraste. El bastón místico que le regaló a Shartan...

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18/09/2020, 13:21
Narrador

Empezaste a oir un sonido silbante y grave al mismo tiempo, un sonido que aumentó de cercanía rápidamente hasta que de pronto una de las nubes de polvo escupió el bastón, el cual apareció girando en el aire como si alguien lo hubiera arrojado hacia vosotros. Astucia lo agarró al vuelo con la mano que había levantado.

Sabías no obstante que en realidad había sido él quen lo había atraído, no era la primera vez que lo veías mover cosas sin tocarlas. Lo miró y se volvió hacia ti como si te lo mostrara.