Partida Rol por web

El draconiano golpeó con todas sus fuerzas al guerrero Que-Shu que, aunque habia recibido un doloroso golpe, aun conseguia mantenerse en pie, aunque a duras penas.

Retrocedo a 6E para coger ángulo y disparo contra el Bárbaro 9.

- Gusanos. - Digo con desprecio mientras suelto la descarga mortal.

Desvie el ataque de uno de los barbaros con algo de facilidad pues este tenia más de rabia que de tecnica mientras miraba a un lado y a otro del campo de batalla intentando pensar friamente pese a la carga suicida del minotauro dioses lo que daria por una buen puñado de mis camaradas. Kitana seguia sin dar ordenes por lo que decidi intentar agrupar y dirigir lo mejor que pudiera a los que quedaban conmigo. Como si usaran la razón alguno de ellos...

- ¡Concentrar el fuego sobre su conjurador! Grite mientras otra flecha salia del arco del explorador hacia el grupo de barbaros, quizas las siguiente... un conjuro largo es un conjuro poderoso...

Uno de los barbaros paso a mi lado y ataco al enano, pero mi espada estaba ocupada desviando el ataque del que tenia enfrente. El otro barbaro que me flanqueaba ignorandome no tubo tanta suerte y recibio un ataque cuando paso a mi lado. Seguidamente ataque a mi oponente para tener libertad de acción a la hora de cubrir a los conjuradores "aliados".

el 11 no puede estar cegado, esta en la otra punta, asigna a otro la ceguera.

Los bárbaros habían rodeado a Kromm atacándole con sus espadas. El jefe también le había atacado y causado heridas de gran consideración. Pero haría falta algo más para hacer caer al aguerrido minotauro. Asió con firmeza el gran hacha y le lanzó dos furibundos ataques que buscaban hacerle saltar la cabeza por los aires.

Ummmmmmmmm

De nuevo, la embestida del minotauro fue brutal pero, a pesar de la vejez, Arrowthorn aun era bastante ágil y logró evitar los ataques de la bestia girando sobre sus propios pies y volviéndose a encarar Kromm para atacarlo de nuevo. Las espadas del líder de los Que-Shu volaban sin que el monotauro pudiera hacer nada y le propinaron tres tremendos tajos que hicieron tambalearse a Kromm.

Uno de los dos guerreros que flanqueaban al minotauro consiguió golpearle, igualando la gesta de su líder, haciendo que Kromm cayera en el suelo. El minotauro había sido muy osado al adelantarse tanto y alejarse del resto de sus compañeros.

Más adelante en el campo de batalla, los guerreros Que-Shu avanzaban contra los invasores.

Veo como cae el enorme minotauro al suelo y los guerreros empiezan a rodearnos. Si tan solo me hubiera hecho caso... Pero no hay tiempo para arrepentiminetos, uno de los que me intentan flanquear se acerca demasiado y estiro el brazo para lanzarle un golpe con mi espada.

El acero penetra en la carne y una sonrisa se dibuja en mi cara al ver brotar la sangre, pero el combate solo ha comenzado y ya hemos perdido a uno.

Kitana vio como los bárbaros de las llanuras seguían llegando hacia ellos. El enano mago parecía ser uno de los objetivos más claros, así que procuró estar cerca de él para intentar ayudarlo en el cuerpo a cuerpo. En una de esas vio como uno de los barbaros pasaba cerca suya y le clavó el cuchillo en el costado, no acabó con él pero si lo dejó tocado.

Los guerrreros continuaron su avance hasta llegar a sus adversarios. La rabia que se podía vislumbrar en sus ojos era inmensa. El primero en recibir su furia fue Ant. El guerrero logró pasar a través de Damon, no sin recibir un buen golpe, para intentar acabar con el sacerdote. El ataque fue certero y la espada larga logró abrir hueco en la armadura del draconiano y hacerle un tajo en el abdomen.

Damon era el que más enemigos tenía. Dos eran los guerreros que intentaban acabar con su vida. El guerrero humano intentó hacer un hábil movimiento para evitar los dos ataques, pero tan solo logró esquivar uno, ya que el otro lo abrió un tajo en el brazo.

Raven no corrió tan mala suerte. El guerrero que lo amenazaba, tras recibir el ataque de Kitana, no logró su objetivo, ya que la espada pasó a escasos centímetros del mago.

Y por último, dos de los guerreros atacaron a la asesina que, con un ágil movimiento, consiguió zafarse de ambos ataques.

Fue justo en ese momento cuando todos pudieron observar la figura del minotauro volviendo a levantarse. Por lo visto no habían logrado acabar aun con él, ya que seguía aguantando en pie y con el arma en la mano.

La asesina logró evitar a duras penas los ataques de sus oponentes. – KROMM, SAL DE AHÍ JODER! Y RAVEN… HAZ ALGUNO DE ESAS COSAS POR LAS QUE TE CONTRATAMOS!! – Gritó a la desesperada al ver que la amenaza era mayor de lo que preveía. Acto seguido, volvió a la carga contra sus adversarios concentrando ataques sobre el guerrero que atacaba a Raven. Pero estaba demasiado cansada tras los ataques de sus oponentes que erró sus dos ataques.

La anciana mujer que se encontraba al fondo de la batalla, aun continuaba concentrándose con las manos en alto, mientras que el cielo poco a poco se iba oscureciendo. Una gran nube de tormenta cubrió por completo el campo de batalla y todos pudieron observar como una multitud de relámpagos se iluminaban en ella. Uno de esos relámpagos bajó del cielo como u n resorte hacia Raven impactando en el lugar donde se encontraba el enano.

Tengo 16 de CA, armadura de mago ejem.

Bueno, con esa tirada creo que salvo ;)

-No ataquéis!! Si queréis matarlos dejad que os acelere primero!!

Es como si el rayo que le había caido encima le hubiese despejado las ideas. Algo estaba pasando por la cabezota de ese enano, pero parece que todavía no era el momento.

El ataque del bárbaro del consigue penetrar mi defensa. La sangre corre por mi escamada piel y una mirada de odio se dibuja en mi rostro.

Manteniendo la guardia con el escudo busco un instante en el que golpear al enemigo. Mi maza encuentra el espacio y
haciendo un movimiento pendular, baja para luego elevarse y golpear el rostro del guerrero.

Al verlo caer, avanzo mi posición buscando el flanco del enemigo.

El ataque del Draconiano fue certero e hizo caer conmocionado al guerrero Que-Shu. La batalla estaba siendo encarnizada. Por otros lados del campo de batalla, los ejércitos de Takhisis y los supervivientes de la tribu, luchaban hasta su último aliento.