Partida Rol por web

La enfermera mira al chico y sonríe para decir:

- Cierto, porque tu pagas, o bueno, tus tutores pagan por tenerte aquí encerrado, bueno, date prisa y ve a ver a la sicóloga

La mujer se dispone a hacer la revisión rutinaria de la habitación en busca de cosas que no debería de haber, aunque oficialmente lo que hacía era dejar la habitación lista y preparada, era la forma de decir de forma políticamente correcta que les registraban la habitación todas las mañanas

La clase se detuvo, la situación se tenso enormemente, algunos alumnos prefirieron apartarse mientras que otros se acercaron, el profesor corriendo se acerca ya que por suerte no era uno de esos doctores acomodados en sus puestos de profesor en la universidad que no eran capaces de actuar, sino todo lo contrario. Mientras llamaban a emergencias, el hombre examinaba a la chica.

- Pero... es imposible como...

El hombre examinaba a la hacía, pero parecía realmente sorprendido por algo, fue cuando comenzó a practicarle la maniobra de reanimación que todos se preocuparon de verdad, la chica no respiraba y aparentemente no corazón había dejado de latir.

Un equipo de emergencias llego en ese momento y fueron corriendo hacia el lugar, la enfermera aparta a los alumnos y el médico y el profesor se encargan de la chica, sin embargo, pese a todos los esfuerzos el profesor finalmente dice:

- Ella... ha .... muerto

Uno de los miembros del equipo de emergencias tapa con una manta a la chica mientras algunas de las personas que están allí se quedan con cara de sorpresa, miedo y algunos de ellos preguntándose que era lo que realmente había pasado

La chica seguía mirando a Benjamín, parecía un poco extrañada y entonces se anima a hablar:

- Perdón pero yo... nos hemos visto antes? me resultas realmente familiar... no sé, como si te hubiera conocido antes en alguna parte

Benjamín en cierta forma podía notar que la chica le es vagamente familiar, estaba seguro de que no la conocía personalmente, pero le resultaba familiar

Al llegar al trabajo todo era normal, los buenos días de algunos compañeros, el café, el molesto ruido de una obra cercana que aún le quedaba casi una semana para terminar... era definitivamente un día normal. Al mirar su correo puede ver un mensaje:

 Buenos días, actualmente los miembros del equipo están en diferentes lugares, pero el doctor Schintt se encuentra esta tarde en su despacho de la universidad por lo que si le es posible puede acudir allí a hablar con él. Muchas gracias

Mientras tanto en su lugar de trabajo todo parecía realmente normal y el tiempo pasaba con tranquilidad.

El extraño candado pudo ser roto con facilidad, el oxido de haber estado en el mar tanto tiempo hizo que apenas tuviese resistencia a la palanca usada por el hombre. Ya con el estuche en las manos pudo notar que era de madera de calidad, era una caja bastante pesada y bien hecha, además de que no parecía especialmente deteriorado. Cuando lo abrió pudo ver en el interior que había un sable en perfecto estado.

El arma parecía hecha de plata y tenía un brillo realmente atrayente, en la hoja podía verse una inscripción

Modestiae sumuntur duae facies hominis et electus gerent

Cayendo en su asiento al lado de su difunta compañera, intentando aceptar algo tan surrealista, Luna a pesar de contenerse con todas sus fuerzas para no dejar que las emociones le controlaran, derramó unas lágrimas que brotaron sin permiso, cayendo justo sobre la sabana que cubría a su amiga. Sin dejar de mirar la forma cubierta del cuerpo se llevo las manos en forma de cuenco hasta la cara, tapando su nariz y su boca, y respirando a través de ellas, pensando, intentando decidir con coherencia.

- ¿podría ir con ella? - acertó a decir, dando la hora exacta de la muerte de su amiga, para que lo anotaran, para pedir después algo un poco más extraño, pero que con suerte obtendría permiso para ello - y a ser posible,... ¿podría estar presente en la autopsia?

Quería ver con sus propios ojos que le había pasado, las autopsias no eran parte de sus especializaciones, pero las entendía. Si nunca se le pasó por la cabeza especializarse en ello, no era por temor a los muertos, si no por el intenso olor a veces nauseabundo, al cual, pese a que afirmaban que acababas acostumbrándote, prefería no llegar a ello.

No pasaban ideas por su cabeza, el ruido ambiente era sordo para ella, y bastante tenía con escuchar lo que decían los presentes. Pausando su respiración, procurando recobrar la capacidad de atención global, pero sus sentidos estaban concentrados en "entender", "saber", nada que no tuviera que ver con el caso le importaba demasiado. Su cabeza hacía una lista de posibilidades, y le desconcentraba saber que hacía poco, veía su sonrisa mientras hablaban en la cafetería.

Se incorporó y se preparó para cargar las cosas de su compañera y las suyas propias, su familia querría aquello quizás, otra parte de lo que creía tener que hacer, disculparse a su debido momento con la familia de ella, por no haber podido hacer nada por salvarla.

Escuché atento las palablas del inspector. ¿Se refiere a un Ictus Hemorrágico? Fascinante Tiene razón, ese hombre no da el perfil físico para sufrir un ataque de ese tipo, salvo que sufriese del corazón, fumase o un colesterol muy alto... Lástima que mi hermano no este hoy, podría darle más datos al respecto.

Aunque, bueno.. ahí tiene a esos jovenes deportistas que salen al campo a jugar y caen fulminados como si algo invisible les golpease.

Observo sus gestos al hablar, veo sus dudas, hasta que pregunta por mi incidente.

Bueno, mi primera clase de yoga y creo que útima, sobre todo si acabas como el profesor. En cuanto a mi caso, pues nos relajamos y se ve que me quedé dormido en el ejercicio. Debí soñar con algo.... hago que intento recordarlo.. pero... no recuerdo nada. Lo siguiente que veo es al profesor despertándome y al resto de alumnos mirándome dar la nota. Acabó la clase y me volví a casa haciendo jogging. No puedo decirle más. Sonreí al inspector. ¿Alguna otra pregunta?

-No creo que frecuentemos los mismos lugares- dijo Ben un tanto avergonzado. -¿Pero tú me has visto?¿Y te has visto a tí?- pensó, pero contestó algo muy diferente. -Además, no creo que olvidase fácilmente a alguien como tú-.

¿Por qué no? Al fin y al cabo era ella la que le estaba hablando. Se ajustó las gafas y volvió a desviar la vista. Era una situación realmente poco usual en su vida, pero no quería pasarse su parada. No creia que su jefe compartiera su entusiamo actual.

Solté un suspiro mientras miraba el paquete y barajaba las posibilidades. Podría ser una espada enviada por mi padre (aunque poco probable, lo habría enviado a casa), podría ser un regalo de Shiro que lo dejo sin que nadie se diera cuenta, podría ser una broma de algun alumno (pobre del idiota que lo intentara)... Pero solo había una manera de saberlo 

Lo abrí sin demasiados miramientos, rompiendo el papel que lo envolvía. No le gustaba demasiado las sorpresas, era alguien que le gustaba ir sobre seguro. Mientras lo hacía le dedico unas últimas palabras a su compañera.

-Bueno, ¿necesita algo mas sensei? Sino me gustaría ir a prepararme para dar la clase.

Aquella noche no había sido fructífera en términos de descanso, pero ya no se podía hacer más, había que levantarse e ir al instituto.

Con gesto cansado salió de la cama, estremeciéndose levemente al notar la habitación destemplada. Cogió unos leotardos negros y su vestido con cuello redondo, de color marino; los mocasines estaban debajo de la cama.

Aileen sabía que no vestía precisamente igual al resto del colegio, no iba precisamente a la moda. O más bien, no iba  lo que se consideraría normal en una adolescente. Pero hacía mucho tiempo que ya no le afectaban las burlas de sus compañeros por su indumentaria, la mayoría de la cual era de segunda mano. De vez en cuando fantaseaba con tener dinero y poder ir de compras, ponerse algo  nuevo y que ella misma hubiese elegido. Pero era algo que pasaba en muy contadas ocasiones.

Desayunó solo un vaso de leche caliente: por las mañanas era incapaz de digerir nada más. Pero metió unas galletas en la mochila, ya que solía tener hambre pasadas unas horas. 

Unas cepilladas rápidas a su pelo bastaron para que se mostrara presentable y se encaminó hacia el instituto tras coger el abrigo y todos sus demás enseres. Tardaba unos 45 minutos en llegar a clase, puesto que no vivía cerca del centro, y la caminata era algo tediosa. Alguna vez había cogido el autobús para ir, pero solo en muy contadas ocasiones de pésimo clima o mala salud, no podía permitírselo.

Al llegar a la oficina cuelgo el abrigo en el ropero y me dispongo a revisar los diferentes asuntos referentes al trabajo diario (revisión de quejas de los usuarios, análisis de la seguridad del sistema, desarrollo de softweare de seguridad, entre otros), al revisar el correo electrónico me encuentro con la respuesta de los chicos del grupo científico, la noticia me viene de maravilla pues las malas noches estaban haciendo mella en mí. Tras actualizar toda la información y responder todos los correos (que en esta mañana habían sido pocos), hago una llamada al gerente de seguridad interna de la corporación (mi jefe) con el objetivo de pedirle permiso para asuntos médicos que he de ir a resolver en horas de la tarde a Berlín.

Tras recibir su aprobación me doy a la tarea de responderle el correo a los científicos, indicándoles que en horas de la tarde tomaré un tren rápido hacia Berlín en la estación de trenes de Nuremberg, para así lograr ver al doctor Schintt. Luego de comprobar que el correo fue enviado con éxito me traslado un rato a uno de mis mundos virtuales favoritos el "World of Warcraft", aquí con uno de mis chamanes de restauración logro que el tiempo hasta la hora del almuerzo me pase de manera fugaz.

Luego de almorzar de doy la despedida a los otros administradores que trabajan conmigo, recojo mi abrigo y me dirijo hacia la estación de trenes a tomar un tren rápido hacia Berlín, no más de una hora se ha de demorar el viaje por lo que debo estar en la capital a eso de las tres pasado meridiano. Esperemos que el doctor Schintt me esté esperando.
 

Noto como el candado está bastante oxidado y no opone resistencia cuando lo rompo con la palanca. La madera es de calidad, se nota porque apenas está deteriorado por el agua. Se ha conservado bien porque parece que lleva mucho tiempo en el agua, es lo que se deduce por el mal estado del candado.

Vamos a ver que esconde en su interior. Lo abro con sumo cuidado y lo inspecciono con asombro. Uohhh…una espada, o algo similar. Se nota que no es una baratija, podría ser plata? O algún tipo de acero noble? Hombre, plata no creo. Quien fabricaría una espada de plata. Un rey o un príncipe de la antigüedad quizás. Lo cierto es que lo parece y hay que ver como brilla. Pero si, podría ser de plata, está en perfecto estado. Si fuera hierro o acero se notarían los efectos del agua. Pues si es plata debe costar una fortuna, no?

Espera, tiene una inscripción en la hoja. A ver…cuesta un poco de leer, pone:

“Modestiae sumuntur duae facies hominis et electus gerent”

Pufff…ni idea del idioma. Parece muy antiguo, a saber. Donde podría averiguar que pone y de que esta hecho? Ya sé. Mañana es mi día libre. Me ire a  Tórshavn y buscare un anticuario, seguro que me puede indicar lo que necesito saber.

- Chicos , esto parece muy antiguo y podría tener algún valor. Os parece bien que me lo lleve mañana a un anticuario de Tórshavn para que nos diga lo que es y lo que vale?

El profesor empezó a dispersar a los alumnos mientras el médico de emergencias dice:

- Tenemos que esperar a que llegue la policía y se dé la orden del juez para poder levantar el cadáver... en cuanto a lo de la autopsia no creo que el inspector a cargo le permita aunque si que querrá hacerte unas preguntas ya que tú estabas ahí no?

El hombre se pone en pie y mira a Luna y pregunta serio:

- Que es lo que paso justo antes de que se desplomara?

En ese momento Luna siente un pequeño dolor en el lugar donde tenía la cicatriz y siente como se marea y pierde el conocimiento. Cuando abre los ojos ve ante ella la chica del sueño que estaba de espaldas, la chica esta con la cabeza agachada, cuando Luna se empieza a acercar escucha como la chica está llorando y dice con desesperación en su voz:

- No... no quiero morir... tengo mucho miedo... por favor no me mates... no quiero morir, yo no soy eso... no quiero serlo, solo soy una chica normal... solo soy...

Es entonces cuando Luna ve como le clava una espada en la garganta, la chica se agita unos segundos para expulsar sangre por la herida y la boca, se desploma y ella se coloca al lado, con el pie la empieza a girar y cuando está a punto de ver el rostro de la chica despierta y ve una habitación de hospital, ella está en la cama y a su lado hay varios aparatos médicos para controlar su estado

El policía tomaba algunas notas y finalmente dice:

- No, es suficiente, muchas gracias por su colaboración, si necesito mas información le llamare y le recomiendo que se haga algún análisis ya que nunca se sabe

El hombre se marcha del lugar el cual queda bastante tranquilo, aparentemente iba a ser una mañana bastante tranquila hasta que una noticia que le llama la atención, al parecer en la facultad de medicina de Barcelona había pasado algo parecido, una alumna perfectamente sana de repente se había desmayado y tras los análisis de los doctores vieron que le había pasado lo que los reporteros habían llamado hemorragia masiva cerebral.

La chica se queda un poco extrañada y dice:

- Disculpa entonces, serian imaginaciones mías, pero no sé, es como que te hubiera visto en algún momento... a lo mejor sería en un sueño de esos raros que se tienen a veces que ves a una persona que no conoces y después la ves no? y como llevo un tiempo teniendo sueños así donde sale gente que no conozco a lo mejor es de ahí.

En ese momento el autobús se detiene en la parada de Benjamín, la chica se pone de pie y dice:

- Bueno, disculpa esta es mi parada y siento haberte molestado, por cierto mi nombre es Laura, un placer

La chica se encamina hacia la puerta del autobús para salir

El hombre definitivamente no sabe que es lo que pone en el arma, ni sabe qué idioma es el que está escrito, si se da cuenta de algo y es que es exactamente igual al sable que en alguna ocasión ah llevado en ese extraño sueño, los marineros miraban un uno de ellos dice:

- Claro, no creo que sea mucho problema, pero si tiene bastante valor no te olvides eh...

Decía el hombre con cierto tono bromista, sin duda la espada podria tener cierto valor, aunque el hombre no sabía porque le atraía aun más de lo que pensaba y estaba totalmente seguro de ello, la había visto en su sueño y con ese arma había asesinado a esa chica.

Cuando el profesor abre el paquete puede ver que dentro hay una katana que parece bastante antigua, el arma sin embargo está en perfectas condiciones e incluso parece que brilla de forma atrayente, en su hoja hay una inscripción en japonés antiguo:

 La paciencia y la ira son dos rostros del hombre, solo aquel cuyo destino sea ella podrá poseerla

Es en ese momento que se da cuenta de algo, la katana es la misma que la que ha usado en varias ocasiones en su sueño para matar aquella chica, la voz de la profesora le saca de sus pensamientos:

- Vaya... tenia razón, es una Katana y la verdad es que es muy bonita, quien se la ha enviado?

El camino para la chica fue como otro día mas, las aun medio dormidas calles de la ciudad, como la chica salía bastante temprano parecía que salía mas a la hora de los trabajadores que de los estudiantes. Hacia algo de frio aunque era soportable.

Cerca del colegio noto las miradas y las risitas de algunos, era en cierta forma algo a lo que estaba acostumbrada y realmente no le importaba demasiado, había llegado algo pronto y seguramente la clase estaría vacía, cuando llega a su pupitre puede ver que hay una nota:

-Ailien, me gustaría hablar contigo, tengo entendido que no tienes una buena situación económica y un conocido necesita personal para un trabajo de media jornada, no paga mal , guárdalo en secreto porque sino cualquiera de las otras chicas de la clase van a quererlo y a ti te hace mas falta seguro

La nota estaba firmada por el delegado del curso, un chico que no había visto mucho pero que según tenía entendido era de una buena familia y un gran estudiante, el chico perfecto le decían, preocupado por el colegio y sus compañeros y muy responsable en sus obligaciones. La nota decía que se verían en una cafetería cercana al colegio después de las clases.

El chico no tuvo problemas y llego con facilidad a Berlín, y gracias a las buenas indicaciones y el transporte público llego rápidamente a la universidad. En ella una amable chica, sin duda una alumna colaboradora le llevo al despacho del doctor.

Se trataba de un lugar no demasiado grande, con una mesa llena de libros y papeles con anotaciones, el lugar olía a libros y café, el ordenador estaba encendido y el doctor un hombre de aspecto amable que vestía con ropas sencillas le mira y sonríe ofreciéndole la mano

- Buenas tardes, usted debe ser la persona que me han dicho llegaría esta tarde... gracias por traerle Anke, eres muy amable, por favor tome asiente y dígame en que puedo ayudarle.

La chica se marcha, en ese momento y el hombre indica que tome asiento en una silla que hay allí mientras ofrece café