Partida Rol por web

Después de volver con Garret, Lavanda se informó del nuevo plan de partida. Sacó la comida de la mochila para repartirla con Nube y Shaonn, preparó su pipa, empezó a fumar, y dijo:

Pos qué? Nos vamos ya?

-Finalmente partieron todos juntos a Aubis. Anduvieron por el bosque durante un rato y todo parecía tranquilo. Pero de pronto oyeron un ruido proveniente de los matorrales. Cuando se voltearon a mirar, tres feroces y hambrientos lobos salieron de la espesura del bosque listos para hacerse un festín con ellos.

Perfecto, había llegado el momento de luchar. No eran inquisidores, pero al menos podría derramar algo de sangre. Escudo en mano, y con el hacha en la otra. Miraba fijamente a los ojos de los lobos, esperando que alguno atacase para contraatacar. Se dirigió al grupo.

- Cuidado, las bestias trataran de rodearnos y separarnos. Debemos permanecer juntos. Aquellos que no puedan defenderse bien que permanezcan en segunda línea.- Siempre manteniendo un tono tranquilo para no alterar a sus compañeros y que las bestias no oliesen su miedo.

Cuando Lavanda miró los lobos, tan flaquitos, pensó que no traían maldad. Así que en vez sacar las armas, sacó comida, y respondió a Halsten

Míralos, solo quieren comer pobrecitos... Y si los sobornamos?

-Uno de los lobos se abalanzó sobre Nube, pero ésta lo esquivó evitando su mordisco. Los otros dos atacan a Halsten, pero el enano es demasiado pequeño y apenas pueden seguir sus movimientos.

Los dos lobos intentaron atacarme, pero no es la primera vez que me enfrento a una bestia. El comentario de Lavanda tenía sentido, pero no iba a pararse a adivinar si era cierto. Tampoco respondió, pues necesitaba las fuerzas para luchar. Así, elevó su hacha para atacar al lobo más cercano.

Garret se movió desde su posición actual hacia uno de los lobos que intentaban morder a Halstar. Estaba detrás de Shaon, que con su ropa ocultaba al pequeño Garret de la vista de los lobos.

El mediano caminó sin hacer ruido y atacó al lobo mientras estaba distraído con Halstar, asestándole una puñalada precisa en sus órganos vitales.

Nube escapó del ataque de esos lobos por los pelos, hizo un salto hacía atrás para poder quedar detrás del grupo, pues, siendo una arquera, la ventaja la tenía en la distancia, al notar mejor a sus atacantes y siguiendo sus costumbres trata de calmarles - tranquilos, no venimos a robar su alimento, queremos pasar hacia el próximo pueblo, no somos enemigos, somos aliados - bajó su arco para demostrarle a aquellas criaturas que venían en paz - como ven, somos aliados, jamas le haría daño a un aliado, por favor, os suplico que nos dejen pasar - hace una reverencia ante aquellos lobos esperando que estos decidan retractarse, con un ligero movimiento podría tomar su arco e incrustarles una flecha, pero no quería hacerlo, su padre le enseño que la violencia no ayuda a nadie y que cazar solo es para alimentarse, una vida era muy valiosa y nadie sabe quienes pueden estar esperándole en casa.

Lavanda cogió unos chorizos y algo de pan, arrancó un pedazo de cada cosa para ella, y echó al resto a los lobos. No sé si son muy de pan con chorizo los lobos, pero bueno.

Ale, pan con chorizo pa vosotros. Y se quedó mirándolos mientras comía lo mismo que les daba, pa que vean que es comestible, a ver si se fían.

Con el hacha elevada para atacar al animal, quedé congelado. Dos de mis compañeros habían tirado las armas, esperando poder convencer a los lobos. Si acababa con alguno de ellos, ¿sería un monstruo?. Era supervivencia, pero parecía haber una forma de acabar. Bajó lentamente el hacha e intentó calmar al monstruo.

-Vamos cachorro, no me falles ahora.-

Si sus compañeras se equivocaban, estarían en problemas, pero merecía la pena intentarlo.

-Los lobos parecían preferir la carne humana, ya que el chorizo de Lavanda no les provocó ningún interés. El intento de Halsten por calmarlos tampoco estaba dando frutos.

Hm, no. Esto no tiene pinta de ir bien, es hora de retirarse alegremente.

Shaonn se apartó varios metros, rodeando el árbol que tenía próximo a ella, hasta que tuvo una línea más o menos clara  hacia las bestias minimizando el riesgo de herir a sus compañeros.

-Ha sido el pan-afirmó sin ninguna duda mientras se descolgaba el arco y tensaba la cuerda con una de las flechas que llenaban el carcaj que colgaba a un lado de su cadera. En cuanto vio la oportunidad disparó al lobo al que Garret había atacado

Vaya estupidez, pensé mientras mantenía una posición estúpida ante el lobo al que intentaba apaciguar. 

-¡Qué le den!- Grité mientras atizaba con el hacha, esta vez sin pensármelo al lobo que tenía delante.