Partida Rol por web

-Vengo del Oeste. Busco trabajo como explorador. Y el minotauro no es mal guerrero.- Observó con atención al guerrero, buscando la verdad entre sus palabras. No se fiaba de las gentes civilizadas. Tendían a retorcer la verdad. -¿Es posible que hayas oido hablar de la caza de lagartos?. ¿Conoces ese tipo de criaturas?. No parecían draconianos.-

- ¿Lagartos? ¿Qué lagartos?- pregunta el guerrero después de pedir una nueva cerveza-. No ha habido draconianos por esta zona desde hace años... No sé a qué te refieres. ¿Cómo son?

Damrath le explicó a groso modo, como eran los lagartos que se encontraron en el camino. En apariencia, parecían distintos a los draconianos. Y tambien le contó lo que hacían allí. Además, le dijo, que se había puesto precio a sus cabezas, y según decian, otros guerreros tambien se habían puesto a cazarlos.

-¿Conoces a alguno de estos grupos?-

-Ah! ¡Los sligs!- exclama el guerrero una vez Damrath le explica cómo son-. Dicen que están emparentados con los hobgoblins, por eso no entendía que dijeras draconianos, aunque es cierto que tienen algún parecido.

-Pues no conozco a nadie, aunque si es cierto que pagan lo que he oído que pagan por sus cabezas me parece que vas a tener mucha competencia- comenta-. Supongo que si alguien va en su búsqueda habrá salido ya de la ciudad, ¿no creerás que lo ibas a encontrar en una taberna mientras puede ganarse el sueldo de todo un año con un certero espadazo?

Gracias por la información, compañero. Que los dioses te sean propicios. Damrath se retiró de su lado y se volvió hacia Zenram.
-Si de verdad queremos esos aceros. No deberiamos tardar en marchar. ¿Mañana al despuntar el alba?.-

El minotauro entrega tres piezas de acero mas a la camarera al tiempo que dice...

Esa ultima ser para ti... Atender bien y otra mas de donde salio esa, solo querer comida caliente arriba en habitación, ahora llevarme a ella, o si tener mejor habitación yo poder pagar...

El minotauro no es muy ducho en sonrisas y tratos sociales, pero sabe que el dinero compra todo, por lo que es dadivoso...

Cita:

Muy bien, yo también tener prisa, yo bañarme e ir a tienda a vender cosas, querer tener acero, no estorbos, ademas ver si encontrar algo interesante para comprar, si querer ir conmigo esperar a que bañe y coma, si querer tu...

Damrath asintió ante los planes de Zenram. Y se fué al exterior a bucar un armero, herrero. Esperando poder comprar algunas armas, y quizas algun material necesario.

Que los dioses te sean propicios.

- Ningún dios guía mi vida, y me gusta que así sea.- se despide el guerrero o al menos él lo ha tomado por una frase de despedida.

Ya se te había pasado por la cabeza pues era bastante obvio... en la zona enana de la ciudad había varias herrerías y distintos trabajadores del metal y la forja. Mientras que en la zona gnoma sonaba un ruido constante compuesto por chirridos en su mayoría, en la enana sobresalía el repiquetear de los martillos contra el yunque. Así pues, no te fue difícil encontrar una herrería.

- ¿Qué puedo ofrecerle?- preguntó el enano herrero al ver como el semielfo se acercaba con curiosidad a su tienda, en la que la luz del sol se reflejaba en las espadas del mostrador aunque, un gran almacén junto a la forja dejaban claro que tanto él como sus dos ayudantes tenían mucho que ofrecer.

Cuando al minotauro le abrieron la puerta de la habitación fue como si el mismo seno de Reorx se abriera ante él. Después de meses durmiendo al raso, bajo la lluvia incluso, y pasando un frío de mil demonios por fin una cama caliente en una habitación espaciosa cuya comodidad sobrepasaba en mucho a la mejor de las tabernas en las que Zenram se había alojado.

La joven muchacha le indicó cómo usar la gran pila para darse un baño, advirtiéndole de que cerrara el grifo cuando la mecánica de debajo de la bañera empezase a hacer demasiado ruido (es un invento gnomo- le señaló- así que siga bien las instrucciones). Le señaló también que para que el agua estuviese caliente tendría que encender unos minutos la chimenea (¡Una habitación con chimenea propia, quién lo iba a pensar!) para que se llevase a cabo un proceso demasiado complejo para una mente no gnoma.

Por último, la camarera preguntó si quería la comida ahora (es decir, en unos minutos) o después de cenar. Era caro, es cierto, pero es servicio era magnífico y con razón los aventureros con dinero venían a esta posada a desprenderse del polvo del camino.

Damrath observó los trabajos de los herreros enanos, observando con buen ojo. Piezas de alta calidad de la forja.
-Se que no es vuestra especialidad. Pero estaba buscando un arco de gran calidad. El mio esta algo viejo. Lo fabriqué yo.- Despacio, sacó de sus alforjas la gema violacea y se la mostró.
-Pero antes, ¿no sabrias, quiza, quien me podría tasar esto. Y quiza cambiarmelo?.-

El minotauro pide la comida de inmediato, sin embargo no queriendo perder el tiempo realiza el proceso sugerido por la camarera y enciende la chimenea mientras se desnuda y aprovecha el agua, fría aún, para limpiar su equipo... Cuando la camarera sube le encuentra desnudo limpiando su equipo, pero el hace poco caso limitándose a continuar su labor... En cuanto la camarera deja el plato y se retira Zenram saca el jabón que siempre lleva consigo y comienza a asearse... Luego de un par de horas dedicadas a su aseo y el de su equipo y una vez que ambos están secos el minotauro deciende a la taberna nuevamente esperando ver allí al humano Lucius...

- Por supuesto que tenemos arcos- contesta casi ofendido el enano-, aunque has estado acertado con eso de que no es mi especialidad- comenta mientras saca todo un cajón lleno de arcos descordados que ofrece al semielfo quien nota el buen hacer de muchos de ellos, perfectos para su cometido. ¿No preferirías una buena ballesta?

- Vaya, qué interesante- comenta cuando se la muestras-. Yo mismo podría tasártela, he de poder hacerlo para este trabajo. ¿Me dejas ver?- pregunta sacando una pequeña lupa multilente del bolsillo de su delantal de cuero.

Satisfecho con la comida y el aseo, Zenram desciende a la taberna y no trata en observar como la joven camarera que le subiera la pitanza aparta los ojos del minotauro, al parecer avergonzada por lo que viera ahí arriba. Tras buscar con la mirada entre el gentío (que ahora llena la taberna y mantiene en movimiento a prácticamente todos los camareros) Zenram no encuentra a Lucius y eso que ya hace horas que él y el semielfo llegaran a la taberna y, por lo que se podía ver del camino, el humano debería haber llegado o estar llegando en estos momentos, se ha debido entretener con algo o alguien.

-La verdad es que en los bosques, el arco ha demostrado su superioridad. Prefiero los arcos, gracias.-

Desconfiado por naturaleza del mundo civilizado, Damrath le entregó la gema dubitativo. Esperando que el enano tuviera siempre a la vista la gema, intentó observar su propia apreciacion de la gema y valorar la que le ofreciera el enano.

Humano debil, esperar que no pasar nada...El minotauro sonríe... En verdad no importar...

Algo contrariado por no encontrar en el lugar al bárbaro, el minotauro hace un segundo esfuerzo y recuerda que le hablo de adelantarse a la herrería, por lo que el minotauro comienza a andar en busca de los mismo...

Yo no querer carga, querer armamento, mejor vender cosas y comprar útiles cosas!!!

Una vez fuera el minotauro observa sus alrededores en busca de algo que le indique donde encontrar una herrería o algún muchacho que le pueda guiar...

- ¡Vaya! De dónde lo habéis sacado- pregunta después de mirar la gema con detenimiento-. Es un granate violáceo. Te puedo dar hasta 500 piezas por él si me das un día o dos, sé muy bien a quién le puede interesar esta gema. ¡Y más en esta ciudad! ¿Qué dices? Si me la dejas ten a buen seguro que mañana tendrás el dinero.

El enano agacha un poco la cabeza mientras espera respuesta: Es más, si quieres puedes llevarte un arco como muestra de mi buena fe y me pagas cuando tengas el dinero.

Damrath observó al enano, y no teniendo muchas mas soluciones le dijo:
-Podría tener ese arco compuesto y reforzado (+1). Arreglamos los costes cuando me des su precio. ¿Te parece?.-

El enano empieza a calcular con una hoja de papel: 50 dos veces más 80 multiplicado por dos... hasta un total de ¡500 piezas de acero!

El precio es alto para un arco, a fuer de ser sinceros, pero es básicamente lo que te esperabas viendo la calidad del producto y los refuerzos que lleva para permitirte estirarlo sin temor a que se rompa. Creo que eso saldaría el asunto.

-No es un mal trueque. Acepto.- Dijo dejando la gema en la mesa y cogiendo el nuevo arco. Despues salio del establecimiento viendo un poco el pueblo y quizá relajarse bajo algun arbol y descansar...

El minotauro, después de asustar a varios viandantes al acercarse bruscamente para preguntar por una forja, no tarda en dar con ella una vez ha llegado a la zona enana y, al mismo tiempo, en dar con Damrath que se haya recostado junto a un grupo de árboles en un parque a escasas yardas.