Partida Rol por web

El minotauro se da cuenta que su compañero no ha caído ya que al final a logrado aguantar el golpe del trasgo... Grrrrr, yo terminar vidas suyas!!!!. Aprovechando el impulso ganado en su golpe anterior el minotauro termina de cerrar el circulo con un nuevo golpe a su enemigo, esta vez de abajo a arriba, separando dividiendo el cuerpo por la columna...

Damrath sacó rapidamente una flecha de su aljaba, y con el mismo movimiento, tenso y soltó la cuerda del arco. LA flecha voló rauda por el aire hacía su enemigo. El último trasgo.

La rapidez y precisión del grupo acaba con los dós últimos trasgos sin que éstos puedan siquiera reaccionar. Hay que reconocer que minotauro y explorador se las arreglan muy bien, aunque este último tiene un buen golpe.

Después de aplastar con premura a los trasgos camináis casi otra hora siguiendo las huellas sin encontrar novedad alguna. Cuando parecía que esto se iba a alagar por mucho tiempo encontráis que las pequeñas huellas se unen con un par más grande salido de un pequeño risco montañoso situado al sureste del camino.

Ahí es donde todas las habilidades de Damrath entran en juego. Tras un par de minutos de inspección, el explorador descubre por la distinta profundidad de las huellas que los seres pequeños llevaban un peso que después pasó a llevar el grande. Las huellas pequeñas se dirigen ahora hacia el risco, separándose de las grandes que, ahora, toman el camino. No tienen más de medio día.

-Maldita sea. Algun tipo de gigante. O quizá un ogro. Cogió al humano y se lo llevó él. Un nuevo enemigo, quiza mas peligroso que los anteriores.- Despues observó la reacción del minotauro.

El minotauro hace resaltar sus músculos y asegura...

Endebluchos todos, yo atar a quien raptar a Lucius, malditos monstruos...

Y sigue adelante...

Tras repartirse el material de los trasgos. Siguieron sus huellas, esta vez con mucho mas cuidado por parte del rastreador. Esta vez, no irian por el camino. No los sorprenderian de nuevo.

Tras avanzar un pequeño trecho, menos de una hora para ser más exactos, las grandes huellas se bifurcan para entrar a una pequeña arboleda. Sin embargo, hasta Zenram puede detectar un nuevo par de huellas que venía en sentido contrario y que se ha unido a las grandes: muy similares a las que deja el minotauro en el barro. Para él no hay duda. Es uno de sus congéneres.

Mas, antes de poder comentar nada os dáis cuenta de que, junto a las huellas del minotauro vienen otros tres pares. Al levantar la vista descubrís a sus propietarios un centenar de pies internos en la arboleda: una elfa bien armada, un humano de ropas vistosas, un anciano ¡y un kender!. Estos os miran intensamente.

- ¡Alto! ¿Quiénes sois y qué hacéis aquí?- grita el humano desde la lejanía, mientras a su lado la elfa sonríe plácidamente.

El minotauro lleva la mano a la empuñadura del hacha en un acto reflejo, mas al ver que se encuentran rodeados hace un rápido análisis de la situación, luego del cual al parecer mas tranquilo deja la empuñadura... Yo andar por donde darseme gana, quien se atreve a detenerme?

Evidentemente para el minotauro el pequeño kender, el anciano, el humano y la elfa representan la misma amenaza que podría representar una hormiga para un elefante...