Partida Rol por web

Me acerco al kender mientras Selt dice de salir a por el otro hombre...
Que dicen aquellos enanos sobre viajar al sur...? Trato de ocultar el interes y emocion en mis palabras al preguntarle sobre ese tema.

Selt sale de la taberna decidido a hacer pasar al enano.

La tormenta parece enfurecerse por momentos, la lluvia cae incesantemente y parece que no tiene intención de parar. Rayos y truenos retumban por doquier y, ¡oh por las barbas del Cronista!, una descarga eléctrica cae en la misma entrada de la taberna.

Malon decide pasar a la acción y, tras arrastrar al bandido frente a la chimenea, le despierta poco ceremoniosamente vertiéndole en la cara parte del cubo de agua sucia de fregar el suelo de la taberna.

¡Buenos días!, dice alegremente. Te daría la mano pero las tienes atadas, así que sería inútil. ¿Serás bueno y nos dirás qué pretendíais tus amigos y tú?

Freya se acerca silenciosa al bandido tras Malon, se pone de cunclillas a su lado y espera sonriente pero dedicándole una fría mirada al bandido...

Suspiro resignada, mirndo hacia el suelo algo triste y encamino mispasos tras Freya, callada una vez mas, pero esperando a oir algo del asesino estoe o a que Selt entre en la Taberna...

Selt tarda ya bastante en entrar a la taberna. Mientras, Malon hace fútiles esfuerzos en despertar al maltrecho bandido de su inconsciencia derramándole el malholiente agua.
Por su parte Kirir, el anciano, no deja de reirse ante las ocurrencias del kender, alegando que si sigue así no tardará en despertarlo.

alegando que si sigue así no tardará en despertarlo.

¡Pero si es precisamente lo que quiero!, proclama indignado el kender. Seguro que en su guarida deben tener multitud de tesoros.

¡Sólo te animaba!- se queja el anciano cuyo comportamiento, por momentos, se parece más a los de un infantil kender que a los de un hombre de su edad; aunque, siendo claros, durante el viaje nunca se ha comportado como un hombre de su edad excepto cuando dormía.

Freya reprime una risa al oír la discusion entre Kirir y el kender Malon... estrañada por la tardanza de Selt, se pone en pie y sale de la taberna por si ha pasado algo...

Espero en mi lugar a que el hombre inconsciente reaccione pero a diferencia de mi hermana, no me rio; solo observo la escena y mi atencion se centra en Freya cuando esta se aleja en direccion a la salida...

Freya conduce a Selt a la taberna, dejándole en la puerta para volver segundos más tarde con el prisionero. El maestro intérprete parece bastante impactado por algo y se limita a acercarse a sus compañeros y tomar asiento frente a Kirir, sin decir una palabra.

El sacerdotisa vuelve a salir de la taberna para entrar un par de minutos más tarde completamente empapada, con barro hasta las rodillas y con semblante serio.

Freya va hacia sus compañeros... mirando al suelo... Atad a ese también, aunque no creo que le apetezca mucho salir... Señalando al bandido que yace aterrado en el suelo.

Y... necesitamos... algún sitio para.... Las lágrimas vuelven a acudir a sus ojos, pero su voz no tiembla mientras sigue hablando... Para... Suspira cerrando los ojos... vuelve a abrirlos unos instantes después... aún inundados de lágrimas... Magnir... ya no volverá con nosotros... Dicho esto baja la mirada al suelo y cubre su rostro con sus manos sin poder aguantar más la presión...

Mis almendrados ojos se abren de par en par al oir las ultimas palabras de Freya. Perro bastardo humano, sucio rastrero... Mi voz, aun melodiosa, susurra sas palabras en un acentuado silvanesti que denota rabia en el acento, mientras saco la espada larga y me acerco al asesino que acaba de entrar en la posada...

Freya ve lo que hace Silva y rapidamente se interpone en su camino...

No! No... no ha sido él.... ha sido.... ha sido... Cuando parece que no puede acabar la frase, continúa... un golpe de mala suerte....

Miro a Freya confuso.. C.. como..? Es lo unico que sale de mis finos labios, en noble elfico, en silvanesti....

Freya señala la puerta e invita a Silva a ir a mirarlo ella misma....

Entrecerrando los ojos, raspiro hondo y echo a cainar hacia la entrada. Cubriendome con la capucha, parece como si em hundiese mas en mi msima, ocultando mi cara a cada paso que doy, mas aun...