Partida Rol por web

Me acerco con el grupo. El plan era sencillo, descubrir donde se escondían los nuevos habitantes del templo, sorprenderlos y volver a la taberna para disfrutar de la compañía de las mozas. ¿Qué podía ir mal?

La sanadora se limitó a esperar a ver que sucedía. Ni era escaladora, ni se podía arriesgar a ese sigilo, del cual no era capaz de mantener. Lo mejor era no moverse. Estando quietita reducía las posibilidades de que los detectaran por su culpa, así que mejor esperar a que hubiera que actuar.

Junto a Ashter, Skaoi y Shatar avanzo sigiloso hacia la entrada, mirando por si veo algún movimiento.

- Espero que la suerte nos sonría a todos Ashter.

Ashter fue cuidadosamente andando, pero pisó algo que no era hierba, y cuando se dio cuenta estaba colgado boca abajo en frente de la puerta de entrada ¡Había trampas! 

De la puerta salieron en seguida dos goblins con arcos y otros dos goblins con espadas cortas, corriendo a toda velocidad. Los Goblins con arcos se quedaron apuntando desde la entrada, a una distancia prudencial, mientras que los goblins con espadas se dirigieron corriendo, uno hacia Shatar y otro hacia Skaoi.

El enano estaba en un lado del edificio, de tal forma que no fue percibido aún por los goblins, al igual que Inomagata, que estaba observando desde la maleza.

Los goblins arqueros comenzaron a tensar los arcos y tiraron dos flechas, una dirigida hacia Shatar y otra hacia Skaoi, mientras que los guerreros goblin intentaron lanzar una estocada a cada uno de ellos, con un gruñido un tanto ridículo.

Habían pasado de vuestro compañero colgado, ya que éste no era un peligro en ese momento.

Cuando me doy cuenta estoy boca abajo, colgado con una especie de liana a un árbol.- Maldición.- Digo, mientras veo cómo cuatro goblins salen dispuestos a hacernos papilla. Comienzo a agitarme para ver si me puedo soltar con mis propias manos, aunque los nudos parecen demasiado fuertes.

Me había quedado paralizada tras la emboscada, pues no sabía bien qué estaba pasando... de repente el bandido estaba del revés, y cuando me giro tengo a un goblin en frente con una espada corta intentando golpearme... intento dar un paso atrás pero me caigo con la propia vegetación, recibiendo un corte en el brazo que no tenía ninguna buena pinta. Al intentar quitarme el goblin de encima y levantarme recibo un impacto de una flecha en el hombro, que hace que grite de dolor.- AAARGH.- Aún así me intento levantar, pero el goblin de la espada salta literalmente encima mía para intentar propinarme otro golpe.- ¡Ayuda!

Estaban todos concentrados en el misterio del combate. Rodeó para poder pillar a los arqueros de alguna manera, para sorprenderlos por un lateral y poder ayudar a los compañeros, que se enfrentaban a los espaderos goblinoides.

Sabía que el idiota nos daría más problemas que soluciones. Apenas habíamos empezado y tras intentar llevar la iniciativa termina colgado como un conejo. Nuestro acercamiento con sigilo no había dado resultado y debíamos de terminar esta escaramuza antes de que otra patrulla goblin se uniese a la fiesta.

Los goblins parecían un poco desequilibrados, apenas había tenido que moverme para evitar sus ataques. ¿Estarán borrachos? Alzo mi mano y apunto con el dedo al goblin que me amenazaba con un sable. 

Brego se sorprende un instante al comprobar que en apenas 5 segundos han pasado de intentar entrar sigilosamente a estar bien jodidos bajo el ataque de una horda de asquerosos goblins.

De un vistazo mira el campo de batalla y decide ir a ayudar a sus 2 compañeros atacados (Skaoi y Shatar) aunque pierda su cobertura.

Salta sobre el goblin que ataca a Skaoi, dándole un mazazo y gritando a Skaoi:

- Libera a Ashter, necesitamos cuantas más espadas disponibles mejor!!!

Shatar recibe un corte muy superficial por parte del goblin que está frente a él. No es nada del otro mundo, así que el mago no se tiene por qué preocupar, ha sido un pequeño descuido al intentar esquivar la estocada de pequeño diablo, por lo que su magia falló, ya que en el momento oportuno fue desconcentrado.

Skaoi sin embargo no corre la misma suerte, pues es derribada por el goblin tras un feroz movimiento de su pequeña espada y herida de gravedad por una flecha directa a su hombro. Queda en el suelo sangrando y gritando del dolor, mientras que el goblin se le tira encima para darle una estocada final, ella comienza a forcejear entre gemidos... pero en el momento oportuno aparece Bregonthall, que golpea al goblin de un mazazo y lo batea hacia la maleza, haciéndole crujir cada uno de sus huesos y liberando así a Skaoi, que no podía moverse por la cantidad de impacto sufrida. Estaba malherida, si no hacían algo pronto podría morir del impacto más leve.

Inomagata mientras pelean va sigilosamente hacia el otro lado del bosque, para poder ayudar a sus compañeros en la batalla, aunque desde una distancia más prudente que el resto.

Cuando miro a Skaoi veo que se ha quedado inconsciente, y el inconveniente que representa.
Así que decido tomar la iniciativa e intentar inclinar la balanza a nuestro favor.

Corro a machacar al goblin que ataca a Shatar porque es el más cercano que veo.

El otro goblin de la espada vuelve a atacar a Shatar, sin darse cuenta de que Bregonthall había machacado hace unos momentos a su compañero, pues estaba de espaldas a él. Esta vez la estocada va directa a su cuerpo, si no hace nada por desviarla...

Uno de los arqueros se fija en el enano y le lanza una flecha, pero passa muy lejos, debido a la mala puntería de esas bestias inmundas.

La flecha que se dirige hacia Shatar sin embargo parece ir directa a su blanco, así que no solo tenía que esquivar una estocada, sino un proyectil...

Skaoi se encontraba malherida en el suelo, con una flecha clavada y sangrando a borbotones, así que no estaba en condiciones de reincorporarse en ese momento.

Inomagata descubre que ya no es momento de pelear, sino de parchear.

Le grita, desmoronando el sigilo y el intentó de ayudar por otro lado: - Skoi no te muevas. Y corre hacia ella a socorrerla.

Definitivamente no me gustaba estar en primera línea de batalla. Todo sería mucho más cómodo guardándole la espalda al enano acorazado. Nota mental: la próxima vez que necesitemos una vanguardia de exploración recordar esta situación. 

El acero volaba por el aire, ya fuese en la forma de espada corta o punzantes flechas y por algún motivo estaban obcecados en llenarme de agujeros. Vuelvo a concentrarme y tratar de lanzar un rayo a mi agresor más cercano, necesitábamos imperiosamente reducir el número de enemigos.

Enlace de PYROMANCER.

Nada, no sale, ni saldrá (capado por política de red)