Partida Rol por web

Ashter no tenía más que un moratón de la caída, había salido bien parado. La sala a la que daba la gran puerta parecía ser una sala cerrada, con una destrozada alfombra roja que la dividía en dos. Los muros de piedra no parecían dar a ningún sitio aparentemente. Era extraño, pues unos goblins no podían estar custodiando "nada", debía de haber algún acceso al interior del templo que desconocíais.

La sala estaba desierta, tan solo tenía en el rincón de la izquierda unas ropas viejas que seguramente utilizaban los goblins para dormir. Extrañas formas se tallaban en la piedra, como salientes que no conformaban ningún dibujo o imagen. De hecho el techo se había derrumbado, dejando ver el cielo incluso desde dentro de la sala.

La sanadora miró, mientras trataba el moratón del hombre, con mirada asesina al mago, por sus buenas artes y malos modos. Sus ojos chillaban: - Esto se podía haber evitado. Y como regañina, incluso en enano, con la fama que arrastran de insensibles y apáticos, lo notó.

Luego, al pobre y avergonzado enano, le hizo venir, y mientras se acercaba para ser tratado, vigilaba a la otra mujer, a ver como estaba.

Brego se deja atender por la sanadora, y baja la cabeza avergonzado al darse cuenta de toda la brabuconería que hemos soltado últimamente.

- Si queremos seguir vivos deberemos actuar como un grupo y apoyarnos entre todos, o algún peligro de los que acechan acabará con nuestras vidas. Quizás tenga que ser un poco más amable con este Ashter.

De los dos ha quedado uno, al que le estoy haciendo una aventura para subir de nivel al 2 y que se pueda unir a vosotros. Si volvéis a subir le subiré automáticamente

O que se una, así como esté y listo. Una aventura para conocer el sistema es bueno, y luego, quede como quede, que se una y listo. Ya irá subiendo con nosotros. (O nosotros con él... o todos juntos o lo que sea).

Noto la mirada de Inomagata, sonrío y la saludo con la mano. Había miradas que mataban y esta dejaba notar mucha pasión por mi persona. Mientras que descansan curioseo por la sala, registro las pertenencias desperdigadas y miro las paredes en busca de algún tipo de mecanismo oculto. No me tragaba que tan solo hubiese una sala en una estructura tan trabajada.

Lo ideal sería dejarle a Skaoi mirar los rastros por si alguno se desvanecía súbitamente en alguna pared, pero ahora estaba demasiado ocupada por los cuidados de la sanadora.

-¿Donde estarán las personas secuestradas...? Esto tiene que tener una solución...

Pese a que hablo en voz alta no me dirijo a nadie en particular, simplemente estoy demasiado distraído con lo que estoy haciendo para desconectar mi mente y mi boca.

Me acerco a las ropas tiradas en el suelo y miro por allí, apartándolas con mi maza porque no quiero tocarlas.

Bregonthall llevado por el instinto de la curiosidad goblin tira de los harapos y descubre que hay una trampilla de madera debajo, en buen estado pero no hay ninguna llave que la cierre, por lo que al tirar se abre sin mucho esfuerzo.

Unas escalerillas de caracol pequeñas se pierden en la más absoluta oscuridad. 

- ¿Tenéis algo para iluminar? Me da a mí que ahí abajo lo vamos a necesitar... Buen trabajo enano.- Dice, aún bastante fastidiada con sus heridas.

- Nos estamos adentrando en un infierno, ahí abajo los que tienen infravisión tienen más ventaja, es decir, los goblins y tú, guerrero enano.- Tenía razón que era uno de los pocos que podía ver bajo la oscuridad.- Por ello sugiero que bajes primero.

- Creo que hemos encontrado algo, parece el camino hacia nuestros secuestrados.

Brego asoma la cabeza a la escalera de caracol y huele el ambiente.

- Sí, iré primero. Ashter tiene razón, veo mejor en la oscuridad. Quizás podamos hacer unas antorchas con estos harapos.

Brego señala la ropa del suelo.

Lo máximo que puede ver Bregonthall es eso, una escalera de caracol pero debido a que la bajada parece ser empinada y el pasadizo estrecho no es posible observar nada más desde ahí, así que los aventureros tendrían que bajar si querían descubrir lo que aguardaba allí dentro.

- No se ve gran cosa. Habrá que bajar con mucha precaución.

Me dispongo a iniciar la bajada en cuanto tengamos hecha alguna antorcha.

Ya me diréis donde voy.