Partida Rol por web

[DW] Final Sanction

III. Sueños de Muerte, Ecos de Gloria

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07/10/2013, 16:29
Director

Un vistazo rápido parecía confirmar que no quedaban Genestealers al acecho. Sin embargo más adelante, en el segundo pasillo que giraba a la izquierda y a cierta distancia sonaron dos disparos apagados. Los civiles, que habían contenido la respiración por unos instantes y que parecían empezar a calmarse, volvieron a revolotear por la sala. Muchos habían huido y algunos de los que quedaban intentaron hacer lo mismo. El resto se acercaba a los Marines Espaciales temerosos. Sabían que podían ser tanto su condena como su salvación, pues ambas cosas habían contemplado hacía solo unos instantes, y no acababan de confiar en aquellas bestias inhumanas, en aquellas máquinas de destrucción inclemente.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sepheran, Lucian: está herido ligeramente, puesto que el total de heridas no supera el doble de su BR (Bonificador de Resistencia)

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07/10/2013, 16:50
Skold

Skold recibió de buena gana las órdenes del capitán Astarte - Protocolo de actuación 2H-34. ¡Tírense al suelo! ¡Vayan gateando hasta el centro de la sala! ¡Cálmense, no griten! - Skold vocifera las órdenes a medida que camina entre los civiles, empujando a unos cuantos debido a su avance y a otros pocos a conciencia para provocar que caigan al suelo - ¡No se levanten! ¡Sigan mis instrucciones, al suelo! - No pretendía intimidarles, simplemente hacerse oír y respetar. Lo primero era tarea complicada, lo segundo se presuponía.

De repente más disparos... - ¡Calma, calma! ¡Al suelo! ¡Quédense en la sala! - Necesitaban encontrar a alguna autoridad - Tú, escucha. ¿Dónde se encuentra el gobernador? Habla - Para dar más énfasis a su pregunta Skold sujeta el hombro del civil mientras sigue caminando.

Conocía la respuesta antes de que aquel hombre contestase - Vamos hermanos, continuemos, ¡deprisa!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro carisma para que obedezcan y para que me digan donde se encuentra el gobernador.

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08/10/2013, 03:32
Director

A los civiles les costó Emperador y ayuda entender las órdenes de ese gigante violento embutido en servoarmadura. Su acento, su aspecto intimidante y lo desesperada de la situación complicó algo que debería haber sido sencillo. Sin embargo, tras respuestas contradictorias y balbuceos ininteligibles, Skold pudo entender grosso modo a dónde le indicaban esas manos tentadoras. Al oeste, claro. Pasillo adelante (cualquiera de ellos).

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08/10/2013, 03:45
Hermano Lucian

Saco el Narthecium del Hermano Sepheran y le doy unas pequeñas indicaciones acerca de lo que he hecho:

- "Tu heridas han sido sanadas, Hermano. Podrás seguir luchando por la gloria del Emperador."

Luego veo que los otros puntos están cubiertos, por lo que sigo a las direcciones obtenidas por el Hermano Skold mientras repito las indicaciones de este a los civiles:

- "Quédense en el suelo. Todos calmados. Hemos venido a liberar este mundo, manténganse en el suelo hasta entonces."

Avanzo hacía el oeste con mi bolter en la izquierda y la espada de sierra en la derecha, con los ojos abiertos de par en par mirando por si se esconde otro genestealer en la dirección donde vamos.

Notas de juego

El Narthecium aumenta el límite de Heridas Ligeras en 3 puntos creo. XD

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08/10/2013, 10:15
Sepheran

Poniéndose en pie, el gigante guerrero se alzó cual titan de la antigüedad entre humanos temblorosos.

Gracias, hermano fueron las únicas palabras que surgieron del comunicador de su casco, audible solo para los otros dos astartes que lo portaban puesto como él.

Sepheran recogió su bólter pesado, que había caido sobre una pila de restos sanguinolentos de varios de los humanos que se habían interpuesto en la trayectoria de las balas. Era como si el propio arma apreciara aquel detalle irónico, pues brillaba reflejando la luz del sol que entraba tímidamente a través de la balconada.

El Angel Sangriento asintió al hermano apotecario, y acto seguido comenzó a caminar junto a él, en dirección a las puertas del final del pasillo...

Notas de juego

Thanx!

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08/10/2013, 11:44
Hermano Elyas

Una vez terminada la inspección de la sala, Elyas volvió junto a sus compañeros. Era curioso el instinto de manada que el Lobo Espacial parecía desperatar, porque en aquella situación era difícil imaginar que algo pudiera calmar a esos humanos después de haber sido atacados por alienígenas y reventados por los disparos del arma de uno de los mismos hombres que ahora intentaban tranquilizarlos. Sin añadir nada más, se dirigió a las puertas junto a Sepheram.

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08/10/2013, 20:30
Director

El pasillo se encontraba en la penumbra, pues la iluminación eléctrica había fallado por alguna razón o, tal vez, sencillamente las bombillas estaban reventadas. Así pues, solo la luz de la luna que, transgresora, seguía luchando por abrirse paso entre el aire enrarizado de la atmósfera de Avalos y, como desafío adicional, a través del humo de los diferentes incendios de la ciudad y el fino polvo de la pólvora de las posiciones de artillería. Cuando los Adeptus Astartes entraron en él sus gruesos cuerpos obstruyeron los rayos lunares y el pasillo se ahogó en tinieblas... por poco tiempo. Más adelante, a unos 30 metros de allí, ya salvados varias desviaciones secundarias, alguien encendió una lámpara auxiliar de gas con un elegante mechero nacarado. Era una figura alta, desgarbada de gestos estilizados y armónicos. Destacaba su dorada cabellera peinada con esmero raya en medio, que se permitía el lujo de dejar caer dos mechones más largos a ambos lados de la cara, como si la protegiesen. Tenía la nariz pequeña y delgada, el gesto ceñudo pero no acobardado y los labios, también pequeños, paralizados en un rictus serio, severo. La mano, que bien podía haber pertenecido a un pianista, guardó el valioso mechero en uno de los bolsillos de un gabán profusamente decorado con insignias doradas, medallas y otros reconocimientos, que estaba rematado por dos hombreras de un rojo apagado con flecos. La otra mano, inmóvil, no había dejado de apuntar al pasillo, revolver en mano, y no fue hasta que el mechero estuvo a salvo como, a la vista de los Ángeles del Emperador, Perian Thorsholt, Lord Gobernador Planetario (porque no podía tratarse de otro) hizo descansar su brazo izquierdo.

Entre vosotros y el, como señalando el territorio neutral, la tierra de nadie, el purgatorio, los cadáveres de dos Genestealers, uno de ellos con un claro impacto de revólver en la cabeza, y los de dos soldados imperiales, probablemente de alguna clase de Guardia Personal, parecían haber firmado una tregua a pesar de que las salpicaduras de sangre y las tripas desparramadas parecieran hacerlo imposible.

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08/10/2013, 21:33
Skold

Skold avanza por el pasillo junto a sus hermanos cuando vislumbra la escena. Lejos de quedar impresionado, avanza con mayor rapidez y sin soltar el bólter. Relajarse era un error que no esperaba cometer.

Al llegar a la altura de los cuerpos de los xenos procede a patearlos, muertos sin duda, finalmente baja el arma. El humano que se encuentra ante ellos es sin dudarlo el Lord Gobernador, su porte lo deja claro.

Era posible que no le correspondiese hablar en primer lugar, pero eso era ahora lo que menos importaba, por lo que se dirigió al personaje - Supongo que es usted el Lord Gobernador. Permita que le presente al capitán de nuestra escuadra, el hermano Lucian - señala al Ultramarine - Necesitamos de su colaboración para salvar la ciudad, aún no es tarde pero debemos actuar con decisión y premura.

Quizá, además de proporcionarnos un transporte, pueda ayudarnos a resolver el acertijo de la astrópata, quién sabe... ("Bajo el hijo del sol, allá donde el aire invisible arde, el amo de Sombras duerme en la muerte") Pero también puede que su mente se encuentre gobernada por esos xenos...

Dejando paso a sus compañeros, en especial a Lucian, Skold retrocede hasta los cuerpos de los hombres tendidos en el suelo y los inspecciona detenidamente aunque con aire despreocupado. Al acercarse al gobernador ha tomado los detalles más básicos de su revolver y conoce el tipo de herida que causa. Al examinar los cuerpos pretende encontrar signos de bala... No todo es lo que parece a simple vista...

- Tiradas (2)
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08/10/2013, 21:57
Hermano Elyas

Elyas miró a Skold arqueando la ceja derecha

¿¿Permita que le presente al capitán de nuestra escuadra, el hermano Lucian??

¿¿Pero en que cojones pensaba el lobo?? ¿¿Desde cuando un subordinado presentaba a un superior??

Desde luego, si estuvieran en la Guardia Imperial, Skold ya habría recibido la "reprimenda" del Comisario, lo que usualmente era un tiro en la cabeza

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08/10/2013, 22:32
Skold

Agachado rebuscando entre los cuerpos de los hombres Skold cae en la cuenta de que ha presentado exclusivamente a un miembro de la escuadra... Inmediatamente gira el cuello, y aún en cuclillas añade - Ah... se me olvidó presentarle a mi compañero, el tenaz Sepheran, un auténtico devastador con su bólter pesado - Skold hace una pausa y vuelve su mirada a los cadáveres. Cuando la pausa es lo suficientemente larga, el lobo añade - Y ese otro es Elyas.

Notas de juego

:D

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08/10/2013, 22:59
Hermano Elyas

- Y el bocazas que habla es Skold, que creo que se ha pasado con el hidromiel en su desayuno... -respondió Elyas. Total, puestos a hacer una escena, que más daba ya...

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09/10/2013, 15:38
Sepheran

Sepheran estaba a punto de responder mucho mas acidamente al lobo espacial, pero por fortuna para todos, el otro astartes se le adelanto.

El angel sangriento meneo la cabeza, pero decidio aguardar a que fuera el propio Lucian quien decidiera que hacer.
No obstante, solo por si acaso, en ningun komento relajo la guardia, acariciando el gatillo del bolter pesado con su mano enfundada en el guantelete de ceramita

Notas de juego

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10/10/2013, 02:30
Hermano Lucian

Avanzo detrás de mis compañeros mientras dejamos atrás los restos del combate anterior. A medida que avanzamos, comienzo a notar los cadáveres de soldados y al xeno eliminado de un disparo certero, uno muy difícil de darles a esos bichos asquerosos.

Escucho las palabras que mis Hermanos de Batalla le dan a una figura que no alcanzo a ver detrás de mis compañeros. Logro abrirme paso entre ellos y veo a quien no puede ser nadie más que el Lord Gobernador. Les hablo a mis hombres y luego al caballero que tenemos delante:

- "Suficiente Hermanos. No olvidemos la disciplina. Lo que han dicho mis hermanos es correcto. Somos la Deathwatch y estamos aquí para liberar a este planeta del ataque extraterrestre. Usted debe ser el Lord Gobernador Perian Thorsholt. Buscamos un medio veloz de llegar al Distrito Fabrica e información de la Inquisidora Kalistradi. ¿Puede usted ayudarnos con ello?"

Me quedo esperando sus respuestas, con mi bolter y mi espada de sierra aun empuñadas en mis manos, sin relajarme ni bajar la guardia. No sé si el hombre es dueño de sus actos o si está dominado de alguna manera por los tiránidos, en cuyo caso es un peligro para todos.

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12/10/2013, 17:02
Perian Thorsholt

El hombre, bastante más joven de lo que imaginábais, desplazó uno de los mechones de cabello que le estorbaban a la vista con un gesto fugaz de su mano enguantada. Guardó su revolver en su funda de cuero que llevaba a la cintura, se colocó la capa y comprobó si el estado de su atundo, fundamentalmente el del pecho, antes de continuar con la conversación:

Ah, así que finalmente han llegado —dijo. Su tono era altivo aunque no soberbio, el de que bien sabe qué lugar ocupa. En contrapartida, era dulce y melodioso. No había asperezas en su voz (que parecía el guante de seda sobre la mano de hierro) ni en sus gestos y parecía un orador de lo más competente. Pronto descubrísteis que las manos enguantadas también saben dar bofetadas—. Un poco tarde ¿no creen? —¿se refiere al palacio? ¿al distrito? ¿al planeta? ¿a sí mismo?—. Suerte que mi fiel compañero —comentó, al tiempo que palmeaba la funda de su revolver— ha demostrado sus capacidades. Vengan, pasen a mi despacho. Me incomoda hablar aquí como los bárbaros... lamentablemente he tenido que salir porque me incomodaba más que uno de esos bichos lo pusiera todo perdido —se sacudió las manos como aquel que ha realizado un largo y duro trabajo... sucio al tiempo en que se encaminaba a la sala que había al fondo del pasillo—. Descuiden, tengo un montón de hombres repartidos por todo el perímetro. Estaba tratando de proteger a los pobres diablos de ahí afuera. Sin embargo ha sido una tremenda estupidez que casi me cuesta el pescuezo... algo que, permitidme que les diga, sería un golpe fatal para este planeta. Enseguida volverán aquí, que es su sitio, y más ahora que Mikael y Jacob están indispuestos para continuar su labor.

Sus pasos le llevaron hasta un escritorio de madera oscura. La sala no era tan grande como podíais imaginar, y aunque contaba con los lujos propios de un Lord Gobernador, eran en su mayoría funcionales. Sorprendentemente, aquello que había costado fondos no eran la decoración y ese conjunto de objetos absurdos propios de coleccionistas que tan comunes eran en los altos despachos planetarios. No. La mesa era de buena madera, así como las estanterías. Una silla cómoda, con brazos, reclinable y giratoria. Y una buena biblioteca, todo libros conocidos y justificadamente reconocidos. Nada para fumar, aunque sí una botella de amasec casi sin empezar, a la que Perian Thorsholt dirigió una mirada fugaz.

Antes de comenzar, no olvidemos las formas. No ha llegado el día en que una revuelta coarte la educación de Perian Thorsholt. ¿Querrán una copita de amasec, tal vez? —os miró extrañado. Probablemente desconocía si existían normas Astartes al respecto, o si era cortesía habitual también entre esos gigantes dstructores—. Nunca bebo, aunque lo cierto es que la situación me está provocando... una ligera ansiedad —Cambió de idea, se dirigió al mueble y se sirvió la mitad de una copa diminuta. Su mano temblaba muy ligeramente, pero de algún modo no aparentaba ser nerviosismo o, desde luego, no temor—. Ahhh... —exhaló con fuerza después de que el líquido de color meloso se deslizase por su gaznate, y retomó el hilo de su monólogo— ...de lo más incómodo, por cierto. Bien, expongan lo que deseen.

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14/10/2013, 03:25
Hermano Lucian

Entro en la habitación y escucho las palabras del Lord Gobernador. Es un hombre fuerte, se nota en su temperamento y su voluntad pues otros humanos en su posición estarían ahogándose en su orina mientras los tiránidos asaltan su ciudad. Él en cambio, mantiene su control como puede y mueve a sus tropas como mejor le parece, la cual quizás no sea la mejor forma, pero si es mejor que nada.

Me mantengo de pie y me saco el casco para mostrarle mi rostro mientras niego con la cabeza a su ofrecimiento de licor. El alcohol como tal no nos hace nada a los Space Marines pues somos inmunes a muchos venenos más poderosos que el etanol. Cuando me da la palabra, le contesto con un tono respetuoso pero a la vez imperante:

- "Lord Gobernador Perian Thorsholt, agradezco su amabilidad y sus modales. Lamentablemente debo declinar a ellos en virtud de las circunstancias y la presura de la situación. Como de seguro ya debe saber, el planeta está en la fase final de la avanzadilla xeno, el paso previo a la invasión planetaria total. Avalos completa está condenada si no cumplimos nuestra misión, una para la cual tenemos el tiempo contado. Es por eso que necesitamos su preciada ayuda. Estamos aquí para evitar que eso ocurra y si el Emperador nos lo permite, no nos detendremos hasta que este planeta esté libre de la amenaza tiránida, pero no podemos hacerlo solos."

Hago una pequeña pausa a medida que me acerco a él y le hablo, mirando de frente sus ojos:

- "Debemos eliminar al líder de los tiránidos para poder pedir los refuerzos del Adeptus Astartes. Tenemos serias sospechas de que se esconde en el Distrito Fabrica, pero no tenemos demasiado tiempo, por lo que necesitamos un vehículo que nos lleve allá."

Me acerco aun más al él, no a modo amenazante, sino a modo confraterno, antes de terminar mis palabras:

- "Usted es el hombre más poderoso de este planeta, tiene los soldados que ha mencionado y de seguro tendrá vehículos. Nosotros, la Deathwatch, pedimos su ayuda para salvar este planeta. Tenemos el poder de ordenarlo, pero usted parece un hombre fuerte y valiente. Estoy seguro de que no necesitamos obligarlo y que usted estará encantado de aportar a la salvación de Avalos, como el buen líder que es. ¿Me equivoco?"

Muchas veces me dijeron en Macragge que mi problema era que tenía demasiada Fe en el hombre, a pesar de sus debilidades. Que nunca me ha gustado sacrificar vidas inocentes para cumplir las misiones, así como siempre he respetado los cargos de las instituciones Imperiales, pues creo que el orden es la base de nuestra sociedad y estabilidad. Creo que este hombre puede ayudarnos y que tiene buena disposición para ello, por lo que siempre prefiero hacer una aproximación diplomática antes que hostil.

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14/10/2013, 19:15
Sepheran

Sepheran se cuidó muy mucho de abrir la boca, habida cuenta del rídiculo que acababan de presenciar en las presentaciones. Sin embargo, si no llevase puesto el casoc de su armadura de combate, todos hubieran podido ver la mueca de desagrado que torcía su boca en dos.

¿A qué tanta deferencia? Si tenemos tanta prisa, dejémonos de cortesías y chorradas. Ese tipo debería estar temblando delante nuestro. ¿y tengo que creerme que ha matado a un par de genestealers él solito?  los ojos de Sepheran se entrecerraron antes de hablar por fin por el canal privado de la unidad.

¿A nadie más le extraña la calma de este tipo? preguntó muy escamado, en voz queda, aunque sabía que no podían orisele fuera de los sistemas de comunicación de la escuadra ¿Y si es otro truco?

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15/10/2013, 18:35
Perian Thorsholt

El hombre escuchó atentamente el discurso de Lucian mientras jugueteaba con los flecos de una de sus hombreras, pero sin dejar de prestarle una cierta atención educada.

Oh, entiendo, entiendo. El guante de seda bajo el puño de combate, claro —sonrió—. ¡Qué de seda tienen que gastar ustedes!. No se preocupen, no hará falta nada de eso, les daré lo mejor. En la parte trasera del edificio dispongo de un vehículo todoterreno blindado, lo suficientemente grande como para que quepan los cuatro. Claro que sería un fallo terrible por mi parte dárselo y quedarme yo sin él...

Dejo que las palabras se disipasen por la sala. Unos segundos...

...y otros...

Una provocación

... pero lo cierto es que para casos como éste encargué otro vehículo idéntico, así que se lo pueden llevar. Pero —levantó el índice de la mano derecha, un dedo fino y excepcionalmente largo, digno de un virtuoso del piano— espero que me lo devuelvan en buen estado. No saben lo que cuesta un trasto de esos. La población montaría una rebelión verdaderamente seria si se enterase de que el fruto de su esfuerzo ha sido regalado a unos Astartes extramundanos para que lo hicieran pedazos.

Se rascó el pelo bajo la coronilla un momento y siguió hablando, como si tal cosa:

Si, yo también sospecho que el foco está ahí. Los sublevados parecen bastante empeñados en defenderlo, incluso antes de que empezaran a aparecer bichos de esos —señaló la puerta por la que habíais entrado—. Pensé que querrían apoderarse de los medios de producción, así que se los dejé para ellos. Es una zona muy fácil de bombardear con artillería. Y sin embargo ahí siguen los malditos. La inquisidora se empeñó en meterse allí con su séquito por mucho que le advertí. Una mujer tremendamente cabezona y maleducada... —agitó la cabeza, desaprobador—. Dudo que vuelva, y es una lástima, porque una mujer de su carácter es imposible de encontrar en Avalos. ¡Qué genio! En fin, hablando serio, se encontrarán el mismo problema que ella: solo hay un acceso, el Puente de Prometio, y me puedo jugar el cargo a que estará bien defendido. No puedo bombardearlo por razones obvias, pero estando tan mal de la chaveta permítanme el uso del término, no encuentro uno mejor— como se empeñan en demostrar, no me extrañaría que esos rebeldes intentaran volarlo si se ven derrotados... Si supieran las horas de su mísero trabajo que costó hacerlo, se lo pensarían dos veces, pero están enardecidos...

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15/10/2013, 19:17
Sepheran

Mpppf

El Angel Sangriento estaba a punto de acercarse al noble y darle una buena bofetada a ver si así despertaba y continuaba con su ofrecimiento del vehículo, pero cuando su cerebro ya daba la órden, el alfeñique siguió parloteando.

Será lo que tenga que ser. respondió ya cansado de juegos La población no montará ninguna rebelión si mueren arrasados por hordas tiránidas o bajo un edicto de purga imperial. Así que dejémonos de dilaciones, vamos al sector industrial, y hagamos nuestro trabajo de una vez.

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15/10/2013, 23:09
Skold

Skold no tenía palabras, el bastardo Lord Gobernador era sin lugar a dudas el más hijo de puta del lugar. Podía permitirse el lujo de ofrecer un amasec añejo mientras Lordsholm* se consumía. Era el fiel reflejo de la diversidad social del imperio, unos sufren y otros disfrutan, y son estas últimas las que poseen el poder de proteger a las que sufren - Debería meterle munición kraken entre sus cejas depiladas, y hundir sus pinturreados pómulos con un par de certeros golpes - Para evitar hacer cualquier barbaridad, pues se había arrepentido (aunque solamente sea mentalmente) de la escena anterior, Skold se dispone a abandonar la sala - Estaré... esto, esperando fuera. Si, vigilando - Hijo de la gran puta, si tuviese un puño de combate ibas a pasar el resto de tu vida tumbado boca arriba, cabrón arrogante.

Notas de juego

*Corregido

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16/10/2013, 03:03
Hermano Elyas

Bla bla bla.... Cháchara y más cháchara... El Lord Gobernador tenía que aparentar que todavía ostentaba un resquicio de poder en un planeta que en dos horas podría estar infestado de tiránidos, y en unas pocas más, ardiendo bajo el fuego del Exterminatus. Afortunadamente no era Elyas el que tenía que encargarse de tratar con el noble imperial y sus estúpidos chascarillos que pretendían ser graciosos en una situación límite. Simplemente esperó en silencio a que Lucian terminase la "negociación"