Partida Rol por web

Egipto Oscuro

A Través del Largo Nilo

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13/03/2008, 09:13
Director

El Nilo, río y inmenso y en cierta manera aterrador. Su gran caudal, longitud, anchura, fertilidad... todo hace que uno se sienta pequeño cuando se encuentra a su lado. Sostiene la vida que Egipto necesita para sobrevivir, aportando año tras año el fértil limo que permite tener unas cosechas tan abundantes como para sostener su siempre creciente población de pueblos y ciudades, creando la civilización más populosa conocida en estos tiempos. Pero también esconde cosas terribles: hipopótamos, cocodrilos, remolinos y crecidas catastróficas (tanto por exceso como por defecto) que se cobran su impuesto vital entre aquellos que necesitan del río para sobrevivir.

El Nilo marca su influencia: 5 kilómetros más allá de sus riberas todo es arena y el sol, soportable gracias a sus refrescantes aguas, se convierte en un asesino despiadado para aquellos que viajan más allá sin la debida preparación...

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13/03/2008, 09:18
Director

Comenzáis a seguir el Nilo curso hacia abajo. Es evidente la alegría que desborda a Walidah por poder estar a tu lado y guiarte, aunque los primeros días serán fáciles, ya conoces el camino. No obstante, en tan sólo tres días de viaje habréis entrado en la zona de influencia de Menfis...

Notas de juego

Necesitaría que me describieras cómo váis a viajar.

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13/03/2008, 09:23
Kemet
Sólo para el director

El camino es largo, aunque mis piés ya no notan el cansancio como cuando era humano. No obstante, desansaremos todo lo que Walidah necesite. Viajo arrastrando mi ataud. Y Walidah aprende a cuidar de las escasas cabezas de ganado que tenemos.
No obstante, hemos llevado carne de la última matanza para que ella también se alimente. El agua se la proporciona el Río sagrado. La recojo yo, a pesar de mi miedo a los cocodrilos. Pues pasar una eternidad sin Walidah sería la verdadera condena. Esto me hace reflexionar. Ella es humana, no vivirá para siempre...

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14/03/2008, 09:20
Director

Eludís, por la ribera contraria, la gran capital, pasando de largo y dirigiéndoos al norte, hacia el Delta. Walidah te ayuda en todo lo que puede y se siente profundamente feliz por poder hacerlo y seguir a tu lado. El problema surge cuando debes alimentarte, pues aunque los iniciados en la via de Osiris pueden alimentarse de los animales sin mayor problema, los animales para ti suponen una pobre alimentación y el sacrificio de animales puede ser muy grande durante el viaje, lo que os dejaría sin medios de vida. Walidah, con una seguridad inusual en ella, deseosa de ser aceptada, se ofrece para que te alimentes de ella -sin vaciarla por completo, claro-. Es una muchacha fuerte y sana y, en cierta forma, es una forma de pagar su inmortalidad inducida por la ingestión de sangre de vástago, ingestión que ahora debe hacer de ti...

Notas de juego

Lo del ataud es altamente inviable. Es transportar a peso un objeto tan grande como tú (de hecho un poco más) y tú no tienes ni atributos ni disciplinas sobrehumanas al respecto... Así que, sin que entrañe mayor problema (excepto por el tema de sentirse indefenso) vas buscando y encontrando refugios a lo largo del Nilo en los que meterte para eludir la luz del sol. Una opción, descubrirías, es enterrarse profundamente en la arena. Teniendo una vara y a Walidah al otro lado para ayudarte a salir, el sistema daría buenos resultados.

Walidah es una ghoul. Mientras se alimente de sangre de vampiro cada luna (aproximadamente) seguirá manteniendo las ventajas de ser ghoul, entre las que se incluyen una semi-inmortalidad. Y, ahora que habláis, y habláis con franqueza, descubrirías que la "muchacha" te más que dobla la edad...

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14/03/2008, 09:31
Misrak

Misrak, incansable y decidido, comienza a trotar hacia el sur. Al ver que no puedes seguirle, exhausto como estás por el esfuerzo que te ha supuesto atravesar el río, te espera un poco, pero a la vez te azuza con convincentes palabras:

- Pronto buscarán barcas con las que atravesar el río. Nos conviene estar todo lo alejados que podamos de aquí. Pero la fortuna nos sonríe, ascendemos el río, en vez de descenderlo, así que les llevamos ventaja. No dejemos que la recorten.

Notas de juego

A continuación, si no tienes nada que añadir (preguntas, objeciones, maniobras tácticas en las que ahora mismo no reparo), seguirá una huída por la ribera del Nilo hacia el Sur, el hogar de Misrak en el lejano Kush...

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14/03/2008, 10:07
Kemet
Sólo para el director

Notas de juego

Pero no era una joven? Ay madre que me has encajao a la viejuca del pueblo. Seré vampiro pero no tonto. Si es el doble de mi edad me habría dado cuen no?

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15/03/2008, 10:45
Director

Prosigue un largo trayecto hacia el Delta, esquivando primero Menfis y luego encontrando una larga lista de poblaciones de mayor o menor calibre. La suerte parece sonreiros, nadie os asalta u os daña. Walidah, pese a la revelación sobre su verdadera edad, sigue comportándose como la chiquilla que en realidad es ¿o no?. Pese a tus nuevos reparos, su actitud, su forma de moverse... todo indica una gran inocencia y dependencia de ti. Inconscientemente reclama tu protección, tu respaldo y es difícil negárselo. Una nueva prueba de voluntad llega cuando, sabiéndote necesitado de sangre, se te ofrece, estirando su delicado cuello, para que sacies tu sed...

Notas de juego

Por supuesto, ha esperado hasta un momento del viaje en el que tu reserva de sangre ha disminuido y, a pesar de lo desagradable del tema, sabes que es preciso saciar tu sed inhumana, que sientes la necesidad de saciar tu sed inhumana...

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15/03/2008, 11:45
Kemet
Sólo para el director

El momento que temía parece estar llegando. Mi cuerpo necesita de la sangre para poder seguir moviéndose. Walidah consciente de ello, se ofrece para alimentarme. La idea de sucumbir a la bestia y matarla me horroriza. Debo buscar otra fuente de alimento. Observo la rica fauna del Nilo. Tengo cierta soltura con el arco, Quizá pueda cazar varias garzas o alguna presa mayor. Walidah podría comerse la pieza desangrada.

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15/03/2008, 20:12
Aen-ka-Beles

Misrak, compañero, no se cómo lo has hecho, pero nunca he estado más feliz de ver a nadie en mi vida. Pero dame unos instantes para recuperarme, estoy exausto. ¿Sabes lo que pasó?

Es una pregunta casi retórica y sin embargo no estoy seguro de cual va a ser su respuesta. Dioses, ahora que estoy tomando aliento me doy cuenta de lo que ha pasado. He perdido mi empleo, mi cargo, mis contactos, mi posición como guardian del templo, y a mi familia. Ni siquiera me he despedido de mis padres y ya no soy bienvenido en Menfis. Es increible como puede cambiar una vida en una noche.

Vámonos rápido Misrak. No quiero volver a luchar hasta que Ra vuelva a darse un paseo por los cielos...

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15/03/2008, 22:17
Misrak

- Los setitas han descubierto tu posición, pero tu información es valiosísima para mi señor. Acompáñame y serás justamente recompensado.

Y con estas comienza a caminar a buen paso hacia el sur, Nilo arriba.

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15/03/2008, 22:19
Director

Tu cuerpo necesita sangre, ciertamente, pero los animales que conducís os servirán como medio de sustento, al menos para Walidah, allí donde estéis, y los cocodrilos te aterran. No puedes acercarte al río sin que tus nervios se crispen. Hipopótamos, fuera del abasto, demasiado grandes y peligrosos. Cocodrilos, ni hablar... Las aves podrían ser una solución, pero sólo se refugian en lugares seguros y resulta difícil alcanzarlas, especialmente sin arco; de todas maneras conseguirías alguna pieza que tú vacías -apenas alimentándote- y que Walidah come. Siempre podrías atacar el ganado de otros pastores, aunque esto te crearía cargo de conciencia. Y finalmente están los humanos. A los humanos, según te lo explicaron, aunque no sea lo más recomendable, se les puede sorber parte de su sangre sin matarlos, alimentándote sin dañarlos permanentemente. Les debilita, cierto, pero no les mata. Sólo los monstruos vacían a los mortales. Y Walidah ofrece gustosa su cuello para facilitarte las cosas. Casi se diría que desea que le muerdas...

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16/03/2008, 11:44
Kemet

La alimentación no es suficiente para mantener mi cuerpo animado. Walidah se ofrece insistentemente. Tengo miedo de no poder frenarme y matarla. Nunca me he alimentado de un humano. Aguantaré hasta que no tenga más remedio. Cuando realmente necesite entonces aceptaré la oferta de la "joven".

- Espero que sepas lo que ofreces Walidah. Si acabase contigo mi condena sería peor aún -

Podría alimentarme de un humano, tal y como me han explicado en el Templo, pero sin su consentimiento no sería muy distinto a un Setita. Nosotros nos somos así, al menos intentamos no serlo.

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16/03/2008, 16:51
Aen-ka-Beles

Asiento con la cabeza y continuo a buen paso detras de él. El dolor hace patente el cansancio en forma de pinchazos en los musculos; pero ya solo puedo seguir hacia delante o morir en el desierto. O a manos de los Setitas. Este último pensamiento hace que me acelere y me ponga al lado de Misrak mientras camino con una expresión seria. Mezcla de ira, miedo y determinación.

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17/03/2008, 08:52
Walidah

- Confío en ti, Kemet, si en alguien quiero confiar mi vida, ese eres tú -dice la muchacha mirándote fíjamente a los ojos. Luego, la respiración un tanto alterada, su pulso más acelerado de lo normal, tuerce el cuello facilitándote "el beso"...

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17/03/2008, 09:28
Kemet

Por un instante, ya no controlo mis impulsos y la carne que no quisiera dañar es atravesada por mis colmillos con suma facilidad. Noto un pequeño gemido de dolor de Walidah pero al poco ya parece no importarle. Lucho con todas mis fuerzas por no dejarme llevar por la bestia. Su sangre sabe a algo indescriptible pero indispensable. Intento detenerme cuando considero que no debo beber mas de ella.

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17/03/2008, 09:19
Director

El comienzo del viaje resulta traumático, siempre con la duda de si os están siguiendo, con el temor a que os hayan podido adelantar de alguna manera y os esperen tras la siguiente duna... También están los peligros propios del Nilo, del que dependéis para el agua y el sustento, plagado de animales a los que hay que esquivar: especialmente cocodrilos e hipopótamos. Pero os las ingeniáis bien y seguís avanzando. Misrak siempre encabeza la marcha, incansable y seguro de lo que se encontrará a continuación. Tal vez haya hecho este camino en más de una ocasión.

Las ciudades se suceden lentamente: Tinis, Abidos, Naqada, Hieracómpolis... Así como las cataratas, pues sorteáis una, dos y hasta tres de ellas. Desde la primera catarata el paisaje cambia lentamente hasta que llega el momento en a vuestro alrededor, en vez de cruel desierto, aparece la sabana, inmensas llanuras sin árboles, pero con pastos de los que se alimentan los animales. Pero, sobre todo, cambian las gentes. Los habitantes del sur son más oscuros que los egipcios. Algunos incluso completamente negros, como Misrak. Sus casas también están construidas de diferente manera, con menos adobe y más madera y cañas, en esta zona materiales más disponibles que en Egipto. La lengua, por supuesto, también cambia.

Lentamente os acercáis a Kerma, la capital.

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17/03/2008, 09:43
Misrak

- ¿Imaginas que va a pasar cuando lleguemos a la capital? -pregunta el musculoso hombre oscuro con su voz grave pero de tono neutro.

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17/03/2008, 15:24
Aen-ka-Beles

- La verdad, compañero, es que ni siquiera sé que es lo que me espera detras de las murallas de Kerma. No conozco sus costumbres y supongo que tendré dificultades por el idioma. ¿Te importaría quedarte conmigo para que no meta la pata?

Aunque ya estoy acostumbrado, siempre he sido el extranjero.

- Bien, ¿donde está nuestro Señor? Supongo que querrá oir toda la información que tenemos para él...

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18/03/2008, 09:21
Misrak

- Nuestro señor nos aguarda en palacio. Aunque él no es el rey para no infundir el temor a los inmortales, dirige la nación con mano firme. Cada sombra del reino le pertenece. Ahora iremos a su refugio -dice tu acompañante con su habitual falta de tono.