Partida Rol por web

El Advenimiento

Capitulo IV

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25/10/2012, 21:29
Aeryn

Siguió comiendo sin prestar atención a las miradas cada vez más descaradas que le lanzaban, estaba tan acostumbrada a sentirse observada que ya no le daba la más mínima importancia. Se sentía tan reconfortaba por la comida caliente que de pronto se dio cuenta lo cansada que estaba.

Enarcó una ceja ante la justificación del sacerdote para ir a ver a Hanne y dejó su cuchara en el plato antes de hablar.

- ¿Y crees que la sacerdotisa te recibiría con los brazos abiertos a estas horas? ¿Que tenías pensado quedarte toda la noche para que no estuviera sola? -Le miró fijamente intentando disimular la sonrisa que asomaba a sus labios.- Esa mujer nos ha demostrado que no es tan mosquita muerta como aparenta. Seguro que se encuentra perfectamente y estará descansando... lo que deberíamos hacer nosotros. Mañana le haremos una visita y de paso intentaremos sacar a Voki de donde sea que le tengan encerrado.

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25/10/2012, 22:31
Pazzo-Bialy Stehlen

Pazzo sonríe al ver la reacción exagerada del sastre. Intenta disimular para no enfadar más al hombrecillo.
Les cuenta a los pelirrojos lo que el otro le dijo, omitiendo las palabras que podrían molestarles.
Ver los cuerpos casi desnudos de sus acompañantes la obliga instintivamente a darse la vuelta. Así tuvo la oportunidad de mirar el sitio cargado de telas. Empieza a dar un corto paseo por el salón. No debe de haber nada útil para ella. Nada que robar. El espacio cargado le limita mucho los movimientos.

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26/10/2012, 01:33

Notas de juego

Lo estas haciendo muy bien, aunque yo si fuese tu, cuando mencionase algo de robar o demas, lo haría en un post aparte, marcandome solo a mi, para que tus compañeros no sepan de que pie cojeas.

Lo cierto es que es un sitio donde hay algunas telas bastante bonitas.. por ejemplo, algun pañuelo de seda... no muy util aqui, pero bueno

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26/10/2012, 08:55
Udokal

Tras oír al humano y escuchar las palabras de Pazzo, Udokal obedeció y se quitó la ropa para que el hombre con cristales en la cara pudiera repararla. Aunque Pazzo no había dicho nada, aquel hombre parecía molesto por algo, peor Udokal no terminaba de averiguar porqué. Se quedó casi desnudo sin ningún pudor mientras el sastre miraba sus ropas una y otra vez. No le sorprendió mucho que les dijera que le sería difícil elaborar algo parecido, pues sabía que las pieles de su tribu eran de una gran calidad y que los pequeños humanos no podían competir con las lanceras O'Shar en lo que a cazar animales se trataba.

Tan solo pueden cazar animales pequeños, por eso no tienen pieles tan grandes.

Al final parecía que juntando varias podría hacer algo semejante para Keloa, aunque no entendió para que necesitaba desnudarla. Para él Keloa iba ya casi desnuda con aquellas mínimas ropas que Aeryn le había dejado y le quedaban tan pequeñas que marcaban todo el cuerpo de la lancera.

-Parece que al final podrás vestirte en condiciones.

Dijo sonriendo a su compañera.

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26/10/2012, 12:39
Phey Stern

¡¿Qué insinúas?! Yo...-Phey se puso colorado-yo solo lo decía por pasar a saludar... darle las referencias de la posada en la que nos alojamos. Lo típico. No me iba a quedar a dormir en su casa, ni nada de eso. Pfff... A ver si te crees que todos esos cantares de bardo sobre amoríos pasan también en la realidad. Pero puede esperar...

Mañana le haremos una visita...-adueñándose de la propuesta de Aeryn-Hoy dormiremos.

Volvió a prestar su atención a la comida.

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29/10/2012, 08:27
Keloa

Keloa observa al extraño hombrecillo en cada uno de sus movimientos, sin decir ni una sola palabra. Asiente cuando Pazzo traduce y una vez más, mirando a Udokal tras su afirmación, con una pequeña sonrisa de medio lado.

Eso parece.

Poco a poco empieza a quitarse las vestimentas que la mujer de cabellos de sol le había prestado, dejando la camisa y los pantalones en el suelo y quedándose semi desnuda, tal y como la encontraron los del otro grupo. No tiene ningún tipo de pudor a la hora de desnudarse, pues, para ellos, la ropa tenía la función de protegerlos del frío y de minimizar el daño recibido por un ataque. Nada más y nada menos. Tampoco acaba de comprender al hombre de la colónica cuando dice que "parecerá una mendiga", pues ni conocía lo que era un mendigo, ni el concepto de vestir bien, pero no hace ningún comentario al respecto. Si podía conseguirle ropa parecida, con eso bastaba.

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29/10/2012, 20:10

El sastre comienza con una cinta numerada (con simbolos para los O´shar) comienza a moverse alrededor de Keloa, murmurando para si, al tiempo que apunta los resultados en una pequeña hoja de papel, para las partes mas altas usa un taburete para llegar, y aun asi tiene que ponerse de puntillas.

Durante todo el proceso, las manos de este no dejan te tocar el cuerpo de la Lancera (algo no muy habitual en vuestra sociedad pues se suelen mantener las distancias, el contacto queda reservado para las noches, en las que se desea tener un descendiente o disfrutar del sexo)

- Bien, todo listo - Comenta despues de 10 minutos (si es que no lo habéis interrumpido antes) - Volver dentro de 3 días y todo estara listo. Y ahora abandonar mi casa, no son horas...

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29/10/2012, 20:14

Notas de juego

Poco puedo agregar yo a vuestra conversación... de momento o seguís hablando entre vosotros o bien me indicáis otra cosa. Por supuesto, también podéis optar por decir que seguís allí un buen rato mas, esperando, entonces es posible que haya novedades
Los O´Shar igual tardan un poco, debido a que se han "ido de compras"

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30/10/2012, 03:04
Pazzo-Bialy Stehlen

El sastre acabó de tomar las medidas para las ropas de Keloa. Pazzo ya tenía sueño. Suele ser amiga de la noche, pero tanto andar de un lado para otro, tener que prestar atención a todas las palabras, tener que hablar para que se haga entender, todo eso la deja agotada.
Les comunicó a los O'shar lo que el sastre dijo. Sin esperar que estos comenten nada, le da las gracias al sastre y se disculpa por las molestias provocadas. Indica a sus acompañantes el camino y salen de ese sitio.
-Yo creo que es demasiado tarde para seguir con lo que nos queda pendiente, deberíamos volver a la posada y descansar. Como la ropa tardara tres días en estar lista tenemos tiempo mañana para ir a hablar sobre las armas.
Sin esperar más se dio la vuelta y cogió el camino de vuelta.

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30/10/2012, 05:24
Udokal

Udokal tensó todo su cuerpo al ver al pequeño humano tocar a Keloa una y otra vez.

¿Se puede saber que hace?

Keloa no debía sentirse nada cómoda y él no tenía derecho a tocarla tanto. ¿Acaso no sabe que las O\'Shar escogen con quien compartir su cuerpo? Preparó su brazo para soltarlo en dirección del sastre, que sin lugar a dudas saldría volando y se estrellaría contra algún mueble de la habitación. Pero el hombre no parecía interesado en la lancera y tan solo se dedicaba a anotar algo después de pasar alrededor de Keloa una especie de cinta llena de símbolos. Lo hacía una y otra vez recorriendo todo el cuerpo de la lancera.
Parecía que el hombre no estaba interesado en hacer nada a su compañera sino que era la forma que tenía de fabricar la ropa. La indignación de Udokal poco a poco se fue convirtiendo en una sonrisa socarrona ya que la situación había comenzado a divertirle. Se dio cuenta que hacía mucho que no se reía, tampoco había tenido motivos para ello.

-Parece que le gustas.
Dejó escapar en un susurro a Keloa.

Cuando el sastre terminó Pazzo decidió que era demasiado tarde para seguir con las pesquisas y que sería mejor que regresaran al lugar donde se habían encontrado. Udokal no puso ninguna objeción en ello, la humana conocía mejor las costumbres de la colonia y parecía que el sastre se había molestado bastante por la hora a la que lo habían ido a ver. Decidió seguir a Pazzo. Aquel hombre había arreglado sus ropas con bastante maestría, así que confiaba en que las ropas que le fabricara a Keloa serían tan buenas como las otras, al menos con los materiales de los que disponía.

-No trabaja mal este humano. Me ha dejado la ropa en perfecto estado.

Udokal enseñó a Keloa y Pazzo las zonas arregladas por el sastre para que comprobaran lo bien que lo había hecho.

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30/10/2012, 22:48
Phey Stern

Phey terminó la cena. El silencio que acabó con la conversación daba tiempo para comer deprisa. Aeryn se había opuesto a pedir por la liberación de Voki y a visitar esta noche a Hanne, pero no se puede decir que sus razones fuesen pobres. Ni era conveniente ir a ver al dirigente local oliendo a cabras ni era necesario molestar a la sacerdotisa a estas horas.

Ejem... yo ya me retiro, Aeryn. Ha sido un día lleno de preocupaciones y planes frustrados, tras un mes de un duro viaje. Confío en que Ivhist me devuelva mi buen juicio tras unas horas de sueño.

Se levantó de la silla y al hacerlo la viana de su espada dió un golpecito sordo contra la pared que tenía a su espalda. Sujetó la empuñadura para que el arma en su cinto guardara cierta verticalidad...

Buenas noches.

...pero al hacer una reverencia de despedida, su espada dió un segundo golpe hacia atrás. La falta de espacio le contrariaba, pero fue él mismo quién escogió una mesa en la esquina.

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30/10/2012, 23:38
Aeryn

Una vez terminaron de cenar poco más quedaba por hacer.

- Yo también me voy a retirar. Nos conviene descansar y mañana tendré que ir a interceder por Voki y, si todavía quieres, entonces podemos ir a visitar a Hanne. Buenas noches...

Aeryn salió de la zona del comedor en dirección a las habitaciones bajo la atenta mirada de la mayoría de los presentes, miradas a las que ella no les prestó ni la más mínima atención. Una vez en su cuarto, cerró la puerta para sentirse más segura y, sentándose en la cama, su mente repasó todo lo que había sucedido desde aquel lejano día en que había salido de su hogar.

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30/10/2012, 23:42
Aeryn
Sólo para el director

Allí sentada en la cama, pasó la vista por todo el cuarto, posando su mirada en la bolsa donde llevaba sus pertenencias. Hacía ya tiempo que no utlizaba la brújula así que sacó la caja con cuidado y, sentándose de nuevo en la cama, la abrió con delicadeza, buscando una respuesta a su muda pregunta. Y ahora ¿hacia dónde encaminaré mis pasos?

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31/10/2012, 02:20

La musica comienza a sonar y con ella el baile de la figura de la danzarina. Hace tiempo que no la usas, quien sabe si ya habrás llegado por fin a tu destino, después de todos estos meses. Pero a medida que la música sigue y sigue, tus esperanzas desaparecen, pues sabes que cuanto mas tiempo sigue sonando mas lejos se encuentra el objeto buscado.

Al final y despues de unos minutos se detiene apuntando a una de las paredes sin ventada de la habitación (tras salir de esta y comprobar, ves que sigue indicando el Norte)

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31/10/2012, 02:24

Notas de juego

Bien, os vais a la cama, si hay alguna novedad antes de que amanezca que os incumba os avisaría. Ahora a esperar por los Oshar y Pazzo que acaben sus acciones.

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31/10/2012, 20:14
Keloa

A puntito está Keloa de plantarle un buen guantazo a aquel hombre cuando irrumpe en su espacio vital. Luego observa cómo lo que recorre su cuerpo no son exactamente sus manos, sino la extraña cinta con dibujos que sostiene entre ellas. Sólo por eso, la pelirroja decide darle un boto de confianza. Eso y que el comportamiento de Pazzo parece de lo más natural... y el hombre no parece tener malas intenciones.

Sin embargo, que logre controlar sus instintos y mantenerse quieta, no significa que esté en una situación precisamente cómoda. De hecho, sus brazos y sus piernas, así como su abdomen, se mantienen en tensión, marcando los límites de todos y cada uno de sus músculos y definiendo sus curvas femeninas más de lo habitual... La falta de ropa también ayuda a este segundo efecto, por supuesto.

Así que el comentario "gracioso" de Udokal, no es tan agradable para la lancera que, sin llegar a moverse, lanza una gélida mirada a su compañero. Mirada que podría haber dejado clavado en el sitio a cualquiera... pero que precisamente a él, podría acabar resultando en una situación más cómica todavía.

- Ni se te ocurra decir una palabra más sobre esto. -Le responde en su lengua natal, apretando la mandíbula.

Cuando por fin termina la tortura, durante la que Keloa aguanta estóica sin que siquiera un poco de rubor acuda a sus mejillas, la lancera se coloca la ropa prestada como bien puede, con torpeza, deseando más que nunca que el sastre trabajara tan rápido como parecía.

- Tres días... Tendremos tiempo de prepararnos bien antes de la partida. ¿Dónde dormiremos? -Pregunta ya con más naturalidad y de forma más abierta. Parece que gracias a la costumbre, no le parece tan humillante el hecho de no conocer todo lo que les rodea- ¿Posada?

Luego mira los lugares señalados por Udokal y, asintiendo con la cabeza, tras una mirada crítica, da el visto bueno al trabajo del sastre. Con suerte lograría un buen resultado, aunque ya había entendido que no sería exactamente igual...

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31/10/2012, 20:38

Notas de juego

Confirmarme si regresáis a la Posada (segun Elmekia y Pazzo parece que si)

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31/10/2012, 20:57

Cuando regresáis a la Posada, os encontráis esta mucho mas concurrida, en su mayoría por ruidosos mineros que vienen a beber y a comer algo tras un duro día de trabajo, y no todos son Humanos Osth, pues también veis un pequeño grupo de enanos.

El ruido de la posada va disminuyendo hasta quedar sumido en un profundo silencio cuando todos los presentes reparan en vosotros, casi un centenar de ojos mirandoos con curiosidad.

De la mujer que antes parecía estar al cargo de la posada no hay rastro (Pazzo sabe que es una camarera con alguna que otra responsabilidad, no mas). En vez de a esta veis a un orondo hombre de unos 50 años tras la barra impecablemente vestido, así como dos nuevas camareras, bastante jóvenes.

Notas de juego

Pazzo: Como ya llevas unas semanas aquí, identificas al orondo hombre como Maese Linos, el dueño del local.

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01/11/2012, 18:52
Pazzo-Bialy Stehlen

Por el camino de vuelta, Udokal enseñó a las dos chicas lo bien que el sastre le ha dejado la ropa. Pazzo miró con curiosidad pero le costó mucho alcanzar con la vista los sitios más altos. Se levantó de puntilla y como seguía sin poder ver, agarró al hombre por la manga para que se agache un poco. La oscuridad dificultaba el proceso.

-Tienes razón, Udokal, ha quedado genial. Solo queda esperar por la ropa de tu hermana y ver si queda igual de bien. Con la cabeza mirando hacia arriba, le sonrío al gigante y luego miró a la chica.
-Posada, el sitio donde nos encontramos, de donde hemos salido hacia aquí. Si no lo entiendes ya lo veras en cuanto lleguemos
Durante el trayecto que quedaba, Pazzo hizo grandes esfuerzos para evitar que su pequeño cuerpo se quedara congelado. Hacia mucho frío esa noche.

Antes de llegar a la posada se dio cuenta de que estaba más llena de gente que hace unas horas. Se podía oír desde fuera como estaban hablando, seguramente mineros y otros trabajadores del lugar.
Pazzo entró por la puerta, seguida por la pelirroja y Udokal. En unos momentos el sitio se quedó en silencio y todo el mundo miraba con curiosidad hacia ellos.
-Maese Linos, buenas tardes, dijo mientras avanzaba hacia el hombre que reconoció como dueño del local. Acabo de hacerle una visita al Lord Heinnvart y tengo algo que transmitirle. Se paró enfrente de la barra y se dio la vuelta para ver si sus acompañantes la seguían. Estaba esperando a que la sala volviera a su ritmo normal para poder seguir con su conversación.

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02/11/2012, 06:09
Udokal

A Keloa no pareció hacerle ninguna gracia su comentario, aunque era de esperar. La situación, lejos de dejar de divertirle lo hacía aún más pero se esforzó por permanecer serio y callado pues sabía que su compañera no estaba nada cómoda y la respetaba demasiado como para seguir burlándose de ella.
Al salir volvieron a dirigirse al edificio donde habían encontrado a la pequeña humana y las dos mujeres dieron su aprobación al trabajo que había hecho el sastre con las ropas de Udokal, aunque a la pequeña Pazzo le costaba ver las costuras de la parte superior, lo que le hizo inclinarse un poco ante la insistencia de esta al tirar de su manga, lo que a Udokal le divirtió.
Cuando volvieron a entrar el sitio estaba mucho más lleno que antes.

Parece que aquí dentro vive mucha gente.

Udokal se paró en la puerta tras Pazzo y observó como todo el bullicio de la posada disminuía hasta quedar completamente en silencio. Todos habían centrado sus miradas en él y en Keloa. A diferencia de otros humanos parecía que la mayoría no había visto a un O'shar en su vida y la situación se le antojó un poco incómoda. También divisó a un pequeño grupo de humanos más pequeños aún como el que habían visto en la casa del jefe de la colonia. Como era costumbre entre su pueblo Udokal saludó con un gesto inclinando ligeramente la cabeza. Si se hubiera tratado de un encuentro con otros O'Shar lo habría hecho sonriendo, pero con la mirada de tanta gente clavada en ellos su rostro permaneció serio.

-Creo que nunca han visto a un O'Shar.
Dijo en voz baja a Keloa.

Se abstuvo de añadir que quizá lo que les llamaba la atención era como iba vestida ella, al menos si hubieran entrado en un lugar lleno de O'Shars también hubieran mirado con atención a Keloa, pero en este caso eso no parecía llamarles mucho más la atención eso que el aspecto del propio Udokal, así que llegó a la conclusión que ropas a parte, lo que les llamaba la atención eran ellos mismos.
Cuando Pazzo continuó avanzando hacia un humano de aspecto bastante descuidado físicamente (entre los O'Shar era difícil encontrar gente oronda) Udokal la siguió aunque sin dejar de mirar a su alrededor pues no se sentía nada cómodo.