Partida Rol por web

El tipo camina hacia donde esta Darren mientras habla:

No… me da igual… no me sirves… uno de los nuestros… jajaja, estúpido, te crees que mereces ser de los nuestros… no eres más que un saco de comida

Con velocidad comienza a correr hacia Darren, con una sonrisa de suficiencia, Darren puede notar el miedo, como este le invade y prácticamente le impide moverse, aquel tipo se movía a una velocidad endiablada y de pronto algo pasa. Algo atraviesa al tipo a la altura del corazón, Darren no está seguro pero puede ver que es algo de madera, como si fuera una estaca o algo similar.

El tipo cae al suelo totalmente inmóvil, como si le hubieran paralizado, aunque aquello debería haberle matado sin duda, detrás de él hay una mujer asiática rubia con adornos en su cabeza, en su mano tiene una pequeña ballesta, y mira a Darren, en un tono frio dice:

Explícame que ha pasado aquí… tienes poco… muy poco tiempo

Dice mientras camina hacia donde esta Sulli, parecía realmente enfadada

- ¡SANTO DIOS! ¡Le explicaré todo, pero por favor, ¡sálvela! - Le digo, apuntando hacia Sulli. - Ese monstruo le hizo eso, salió de la nada cuando pasábamos por aquí para ir a comer a un restaurante, dijo algunas cosas que no entendí como que Sulli "era una de las hermanas" y que no podía estar aquí, y nos atacó. -

Miro hacia donde está el tipo tirado en el piso. - ¿Sigue vivo, verdad? ¿Qué demonios es? Le tiré casi a quemarropa y tú le atravesaste el corazón y sigue vivo. No pude hacer nada... -

La mujer se queda unos momentos en silencio mirando a Darren mientras guarda la pequeña ballesta colgándosela en su cinturón, casi con cada movimiento que hacia los adornos de su cabeza tintineaban y se movían. Se acerca a la chica y se inclina como para examinarla, después se pone de pie y dice:

Si… ella es de las hermanas… aunque aun no está iniciada… suerte para ella

La mujer se acerca al tipo que estaba paralizado en el suelo mientras va hablando:

Es un vampiro… concretamente uno no demasiado poderoso, pero es peligroso… y esas hermanas… son un clan de vampiros que digamos no cae muy bien a los vampiros que viven en este parque.

La mujer llega a la altura del atacante y comienza a trastear en sus bolsillos, saca una botellita con un líquido que empieza a verter sobre el tipo, el líquido huele fuerte, después con habilidad saca un mechero y tras prenderlo lo deja caer sobre el tipo que empieza a arder:

La estaca le paraliza, el fuego le destruye… bien… ahora veamos, ¿Por qué has traído a una de las aprendices de las hermanas a un sitio donde no puede estar?... No serás un asqueroso adepto ¿verdad?

Decia mientras se iba acercando amenazadoramente

La vampiresa asiente a las palabras de Jeremy y se queda unos momentos en silencio, como pensando, entonces se pone de pie, la mujer era bastante baja por lo que apenas tenia la altura de Jeremy sentado:

Básicamente me pides que te ayude a acabar con mi enemigo…

Dice mirando fijamente a los ojos a Jeremy, la mirada de la mujer era realmente como la de un animal, se notaba que estaba cautelosa, pero al mismo tiempo expectante a una posible respuesta. La mujer saca algo de su bolsillo, se trata de una pequeña cruz hecha de alambre dorado, se la lanza a Jeremy y dice:

Como muestra de buena fe te contare algo… no solo se produjo ese ataque que sabes… el ataque lo detuvo alguien que dejo esto… es un cazavampiros… nadie sabe cómo es realmente pero si sabemos que es peligrosa… es la primera vez que llega a la ciudad, solo lo sabemos nosotros… y seguramente Kraine

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- ¿Un... qué? - Digo retrocediendo, atemorizado. - No sabría decir de qué está hablando, de hecho, si no fuera porque ese tipo no moría y esas extrañas garras, la hubiera tomado por loca. Santo dios, santo dios... ¿En que lío nos metímos? Solo queríamos ir a comer algo, nada más. ¿Ella va a estar bien? - Me tomo la cabeza, super consternado.

Aunque aquellas palabras en concreto no habían sido dirigidas hacia mi, sino hacia Nelyan, las grabé a fondo en mi mente. Había dicho que podían escuchar los pensamientos de mi compañera, ¿pero seguramente los míos también? No estaba de más tener cuidado.

Mientras la señorita Kurt se fue en busca del Príncipe yo me dediqué a merodear por la sala sin acercarme más de la cuenta a ninguno de los presentes. No quería provocar ninguna conversación con ellos, pero si alguno iniciaba el acercamiento, yo no me echaría atrás.

Las noticias últimamente no eran buenas. Primero lo de su banda, ahora acababa de enterarse que los cazavampiros no eran un mito. Por suerte Kim parecía estar de acuerdo con lo de aliarse en contra de un enemigo común.

- Básicamente te pido que nos unamos contra nuestro enemigo, que no es lo mismo y que si el resultado te es favorable nos aliemos en futuras ocasiones. - Dijo extendiendole la mano - Nunca está de más tener en otros clanes contactos y ¿amistades?. -

Después de esperar la respuesta de Kim reanudó la conversación. - Entiendo que estés preocupada y algo distraida. Por el tema de la cazavampiros me refiero. Pensaba que los cazavampiros serían un mito para que el "mal" de todas esas historias tuviese un modo de ser vencido. No sabía que existian, cosa que no me ha agradado descubrir, aunque tampoco sabía lo de los vampiros y aquí me tienes - Dijo dando una vuelta sobre sí. - ¿Hay alguna manera de saber si és cazavampiros? Evidentemente antes de que te empiece a dar caza. ¿Y como sabeis que es mujer y no hombre? -

-Jo, mamá, que aún estás de muy buen ver... te lo he dicho miles de veces

Nora suspiró y se sentó también en otra de las sillas de la cocina, quitándose los zapatos y dándose un pequeño masaje en los pies mientra su madre le contaba su parte. Cuando terminó, Nora estaba con el ceño fruncido y no había abierto la boca en ningún momento para interrumpir a su madre.

-Esa misma sensación es la que tengo yo ahora-estaba pensativa, intentando reconocer las sensaciones que había tenido ante la doctora Ga hacia solo menos de una hora-Ante ella me sentí como que era posible que todo lo que me decía se fuera a convertir en realidad. Es como si hablando con ella no existiera ningún problema, ninguna opción a no conseguir lo que dijo. Creo que ambas hemos sentido algo similar entonces, ¿no?-seguía pensativa, aquello era muy extraño. Tras unos segundos, siguió hablando-Estoy pensando en alguna sustancia que haga ese efecto, algo que nos echaran en nuestra bebida en el local en el que tocaste, pero no localizo nada conocido que tenga ese efecto realmente. ¿Una secta? ¿Los Masones? Mamá... lo que nos faltaba... no creo que...-¿o sí? aquello era extraño, pero tan estupendo que no tenía explicación si no se salian de los límites, si no pensaban más allá-Ufff, ¿qué probabilidad hay de que a dos personas tan diferentes les interesen casualmente madre e hija? Vale que las dos somos buenas, porque a ver, no lo vamos a negar, tú más que yo, para eso tienes más años de experiencia-bromeó con su madre-Pero yo diría que solo hay una forma de comprobar si todo esto es verdad o mentira. Vale, a ver, ese hombre te prometió todo lo que siempre has soñado pero, ¿te dijo qué pasaría si después de un tiempo con él decides que no te interesa? ¿Habrá un contrato firmado con alguna cláusula de esas que impiden que trabajes en lo tuyo con la competencia o algo que te impida seguir tocando o creando? Eso es importante saberlo. Realmente, la doctora Ga no me comentó nada parecido. Entiendo que como mucho, me echará del hospital si dentro de unos meses o algo así le digo que lo de trabajar de noche no va conmigo y decido dejarlo. Pero hay muchos más hospitales en el mundo... ¿no?-se encogió de hombros y miró a su madre con la duda en la mirada.

Neylan continuó observando todo con suma atención tratando de memorizar la información ofrecida, al igual que los rostros y nombres de los que se fueron señalados como los más importantes y sintiendo toda esa especie de tensión que embargaba el sitio. Si ahí se reunían los más importantes y ellas estaban ahí... ¿Existía la posibilidad de ser como ellos algún día? ¿Habría otros... recién convertidos como ellas?

Asintió al saber que podrían leer la mente, sabiendo que debía ser cuidadosa si quería seguir sobreviviendo. No quería imaginar lo que pasaría si ofendía a alguien con tales habilidades o capacidades, así que debía concentrarse en ser... ¿Respetuosa? ¿Elegante? Pero a ella no le gustaba socializar, así que buscó algún sitio donde pudiese esperar mientras Alexandra volvía, no quería ser el centro de atención aunque así lo sería junto a Ada. Ella no era un ente social.

Antes de que Kurt se fuera, del bolso pequeño que llevaba sacó una pequeña libretita para escribir algo rápido y mostrarlo, pues no tenía caso intentar lenguaje de señas.

"¿Cómo me podré presentar? ¿Con escribir será suficiente?".

Dudaba que alguien supiese el lenguaje, pues no era un idioma que cualquiera quisiese aprender a interpretar.

La mujer mira a Darren unos momentos su reacción y después dice:

Claro… estabais por aquí porque ibais a cenar algo…

La mujer llega a la altura de Darren y se queda mirándole fijamente a los ojos para añadir:

Vale… ahora vamos a ver si eres un adepto o no… si lo eres tendré que matarte, si no lo eres, te dejare marcharte y que te ocupes tu de ella… porque comprenderás no pienso salvar a una iniciada…, bien, déjame ver si tienes marcas en tu cuerpo

Dice bastante seria mientras emplea un tono amenazador, entonces mira directamente a los ojos de Darren y dice:

Desnúdate

Puedo caminar.

Le digo de mala gana sacando el mas puro espiritu Marine.

No diré que he salido de situaciones peores pero al menos mas rocambolescas que esta no lo creo, por cierto sin dobles verdades ni cosas raras me gustaría saber de que va todo esto, solo soy un enfermero en el hospital,cuando serví en el ejercito no era nada importante solo un sanitario,seguro que esto va conmigo? ademas quien es Kraine?

La chica empieza a caminar mientras habla:

Va contigo desde que te enfrentaste a ese tipo grande en el hospital… ¿no has visto las noticias?... el médico que estaba contigo ha muerto y seguramente la enfermera también… tu ibas a morir aquí… pero no sé porque Kraine te quiere vivo… a saber

Decía mientras seguía caminando, parecía que no le importaba demasiado la condición de “su protegido” y si que quería alejarse del lugar.

Generalmente me hubiera reído de una petición semejante, pero teniendo en cuenta que la peticionante era la misma mujer que había estacado y prendido fuego a un hombre, no tenía muchas ganas de discutir. Comencé a desvestirme, sin demasiado pudor, para demostrárle lo que sea que quería saber. Estaba seguro que no era (lo que sea que sea un "adepto"), pero mejor era asegurarse que ella también.

- Yo me encargaré entonces de ella. - Dije, sacándo mi celular del pantalón tirado a un costado, y esperando su aprobación para marcar a los números de emergencia.

-No lo sé. Realmente, no sé qué pasaría si renunciáramos, o si aceptáramos y luego quisiéramos bajarnos del carro. Sólo me ha dado la posibilidad, me lo ha puesto delante de las narices en bandeja de plata. Sin ocultarme, además, que no fui su primera elección. -Sarah miró a su hija sin saber del todo si le había dicho algo de eso antes.- ¿Te lo he comentado? Al parecer la primera elección le decepcionó. No llegué a saber, aunque se lo he preguntado y no me lo ha negado explícitamente, si se trataba de la bailarina accidentada. Lo que sí me dijo que es que no se decepcionó por ella en concreto, sino por su conformismo, por el hecho de no luchar por seguir adelante, por remontar. Bueno, eso es algo que tanto tú como yo llevamos en la sangre. No nos derrotan fácilmente. 

Se levantó y se dirigió al frigorífico.

-¿Quieres picar algo? Voy a hacerme un tentempié. Algo de jamón... ¿Tenemos queso? Oh, sí...

Puso en un momento la tabla con queso, y unas cuantas lonchas de jamón en un plato. Cogió pan y lo rebanó, y puso las rebanadas en la tostadora. Mientras, pareció que el nerviosismo remitía un poquito. 

-Dioses, estar quieta me pone enferma... y más teniendo que tomar una decisión tan importante. Me ha dado una semana para pensar, pero no creo que la necesite. Lo que hablemos esta noche es lo mismo que podemos estar barajando días y días, sin llegar a otra conclusión, una distinta a la que llegaremos ahora.

Miró a Nora con los ojos entrecerrados, pensativa. El rimmel, a pesar de ser a prueba de bomba, empezaba a ablandarse, lo que hacía que sus ojos, rodeados de un halo negro, resaltaran incluso semicerrados.

-¿Tú qué crees? ¿Realmente estamos ante una telaraña de extensión enorme, con las arañas agazapadas y vigilándonos, a punto de zamparse a su presa inocente? ¿Harías caso del tipo del callejón? No te negaré que me dejó preocupada... pero me da rabia obviar una oportunidad como esta sólo por miedo. Puro e irracional miedo. Porque lo que está claro, y más sabiendo que soy segundo plato, es que no habrá una nueva oferta si la rechazo...

Vale. Todo esto era realmente extraño. Esa mujer me daba una carta, un as de corazones. Le doy la vuelta, la miro sin comprender cómo podría ser posible que aquella carta me diera una especie de acreditación.

-¿Me podría explicar qué es esto exactamente?-pregunto mientras se la muestro.

Había oído hablar de las armas y los diferentes usos que les daban a diversas armas y venenos. Miro el tarrito con curiosidad y me lo guardo en el bolsillo del pantalón.

-Claro que quiero un arma, pero estando suspendida no puedo usarla. Podrían despedirme para siempre-le digo sabiendo que todo aquello era raro, que las posibilidades de que me echaran eran más que probable desde el momento en que acepte trabajar para aquella mujer. 

La miro más rato del que me gustaría mientras sigo manteniendo la carta en mi mano.

-No se sienta ofendida, pero... ¿esto es la carta de una baraja naipes?-le digo explicando lo obvio.

Luego mi cabeza intenta guardar toda la información. Ese tarrito si estoy en verdadero peligro, si necesito venir pedir cita.

-¿Cómo puedo pedir cita si necesito verla?-añado sabiendo que he hecho demasiadas preguntas y sintiéndome completamente obnubilada por aquella mujer a la par que intimidada.

A Mikael le daba vuelta la cabeza. De pronto todo su mundo habia desaparecido o, mejor dicho, había tambaleado hasta casi desmoronarse. Ya no podía tomar a la ligera la existencia de vampiros, no después de lo que había visto y presenciado personalmente.

También era claro que no solo existían. Existían y tenían algún tipo de organización. ''Es lógico. Al fin y al cabo, si tienen problemas o intereses comunes, necesitan coordinar entre sí cualquier acción para resolverlos o alcanzarlos. Y nunca jamás todos estarán de acuerdo con un curso determinado de acción ... incluso, algunos querrán impedirlo'' La política, en definitiva, no era un asunto humano exclusivamente.

Había indicios de consejos, facciones, conflictos internos. Pero también de poder e influencia, no solo al interior de esa sociedad, sino también vinculados al resto, a la sociedad humana. Y, en esas aguas turbulentas, dos nombres parecían resaltar: Jason Mc Berthey y la Condesa.

''Esta información no es suficiente'' los datos que había descargado, los datos sobre ESE tema, ya no parecían proporcionar más información. ''¿Y si voy al Eliseè? Es meterme en la boca del lobo, pero supongo que estoy protegido: Kraine es conocido''. Observó la hora: parecía ser tarde, pero tal vez aún tuviera tres o cuatro horas para explorar.

De manera que se puso una chaqueta sobre su remera y llamó un taxi. No tardaría mucho en llegar a la disco.