Partida Rol por web

La mujer que os espera se acerca a vosotros, mientras el carromato se dirige hacia las caballerizas y el portón se cierra.

- Me llamo Annabelle. Soy la ayudante personal del Gran Marcus. Se que tendréis ganas de hablar con el gran hombre, pero por motivos de salud es mejor que os habléis primero conmigo.
>> Os aseguro que siempre que le sea posible, él os atenderá. Pero os ruego que no vayáis a la torre sin que reclame vuestras presencia, así no perturbaremos el descanso que necesita.
>> Si sois tan amables de acompañarme, os mostraré vuestras habitaciones.

La mujer os hace un gesto para que la acompañéis y comienza a caminar. Mientras avanzáis veis varias personas de la villa trabajando en el lugar. Camináis junto a un palomar y a la torre del maestro - un edificio de cuatro plantas con un hall alargado tras su puerta principal - después giráis a la derecha. Continuáis avanzando por una zona donde hay algunos animales del granja y llegáis a un edificio donde Annabelle se detiene.

Estos son vuestros aposentos. Cada uno tendrá una habitación. - Señala una pequeña puerta en el muro exterior situada junto a vuestras habitaciones - Esto es una puerta secundaria y no se suele usar. El maestro os pide que os ciñáis a los horarios de la academia. Tenéis libre acceso a todas las zonas de la academia, salvo los aposentos del maestro, los míos y los del guarda.
>> Si salís al exterior por cualquiera de las dos puertas, os ruego que las dejéis cerradas.

- El horario de la academia es el siguiente. A las 8 de la mañana os levantareis y tendréis una hora para desayunar y asearos. A las 9 empezarán las clases practicas en el patio y durarán hasta la 1 de la tarde.
>> desde la 1 a las 2 se harán ejercicios de meditación. De 2 a 3 se hará una pausa para comer. De 3 a 5 de la tarde son las horas de estudio en la biblioteca y a partir de esa hora tendréis el resto del día libre.

- ¿Alguna duda?

Corven es el primero en bajar, por su cercania a la puerta. Tarde se da cuenta de que debería haber sido mas caballero, como le habia dicho su madre, y ofrece la mano a las chicas cuando estas bajan. Al elfo, le dedica una sonrisa un poco sarcástica, y un encogimiendo de hombros, no creía que necesitaran ayuda para bajar.

Aparece una mujer que no dedica mucho tiempo a su cuidado capilar, y el se queda callado, y escuchando. La siguió prestando atención a lo que decía, y cuidando de recordar los detalles, derecho, derecha, y luego sus habitaciones. Donde poder entrar y donde no hacerlo sin permiso. No es que fuera bueno obedeciendo reglas, pero era importante saber que reglas romper y cuando hacerlas.

Cuando llego el momento delas dudas, negó con la cabeza. Era bastante sencillo.

Mientras se adentraban en el espacio que se convertiría en su hogar, la semielfa no dejaba de soltar exclamaciones de sorpresa y reír nerviosamente, aunque no era de forma escandalosa ni interrumpía las instrucciones que recibían. A veces miraba a sus compañeros y moviendo sólo los labios decía cosas como "¿Han visto eso?","¡Esto está increíble!" y frases del mismo estilo. Cuando por fin se detuvieron, le costaba mantenerse quieta en el mismo sitio. Quería ver su habitación, conocer que tenía cada una de las construcciones alrededor. Quizás si se sentía más familiar con el entorno, le sería más fácil no pensar en casa.

Con la pregunta de la mujer, May alzó la mano. -Si, hola. Soy May.- Dijo. -¿La puerta pequeña tiene llave? Me refiero, a que al menos por la puerta principal está el guardia que nos dejaría entrar si salimos, pero ¿quién cierra la puerta pequeña? ¿O si salimos por esa puerta no podríamos entrar de nuevo por allí? Aunque claro, supongo que no tendríamos realmente necesidad de salir, pero si lo ha dicho es porque es posible que pase... ¿no?- Como siempre, no podía reducir sus dudas a sólo una pregunta corta. -¿Empezaríamos mañana? ¿Hay alguna cosa que debamos hacer hoy o somos libres de conocer el lugar? ¿Hay forma de enviar mensajes a nuestros padres para avisarles que hemos sido aceptados?-

- May, si sales por la puerta pequeña alguien deberá abrirte desde el interior. No tiene llave y cuando la cierres se quedará cerrada.
>> Hoy tenéis todo el día libre para instalaros y visitar las áreas comunes de la academia. Mañana comenzaremos las clases, y espero que sean de vuestro agrado.
>> Respecto a vuestras familias, serán informadas de vuestro ingreso. Aunque nadie os prohíbe enviarles un mensajero.
>> ¿Alguien desea preguntar algo más?

-Hm...- May pensó si alguna nueva duda le asaltaba en ese momento, pero no había nada que considerara preguntar. -No, eso sería tod-- ¡Ah, si! ¿Veríamos al mago hoy? ¿En la cena, quizás?- Preguntó, casi segura que la respuesta iba a ser no.

-Y ahora sí, eso sería todo.- Terminó por decir, impaciente por empezar a conocer el lugar.

Corven sonrio, se moria de curiosidad por saber que pasaba en ese castillo, y por probarse frente al delicado pero gran Mago. ¿Seria tan grande como decían? ¿Dominaria la magia? Sus compañeros parecían agradables. Sin embargo, el estomago le crujió. No habia comido nada y requería alimentos.

Podemos ir a desayunar?-

- Aún no sé si el maestro cenará con nosotros.
>> Tenéis todo el día libre para hacer lo que queráis.

Yo si quiero cenar He estado muy callado este tiempo, mi nueva vida a comenzado esoty ansioso no haog preguntas referentes a la posible aparicion del mago.

¿Podre practicar con mi arpa?  es algo que siempre he tenido ahi conmigo espero no molestar a nadie cuando la toque.

- Opino que a nadie le molestará es sonido de un arpa.
>> Si me disculpáis, debo atender otros asuntos. Sed bienvenidos a esta academia.

La mujer hace una leve inclinación de cabeza y se retira.

Con las manos cruzadas a la espalda, vio a Annabelle alejarse, pasando el peso de un pie al otro. Finalmente, se giró divertida hacia el resto. -Bueno, no se ustedes pero yo quiero elegir mi habitación.- Les dijo, e hizo ademán de empezar a moverse en dirección al edificio. Sin embargo los esperó para saber que acciones realizarían ellos.

-De allí podríamos intentar encontrar la cocina y comer algo. Y luego darnos una vuelta por todo el lugar. ¡No creo que podamos verlo todo en sólo un día!- Parecía realmente emocionada por la idea. Con curiosidad, miró a Casey. -¿Eres músico?-

Me parece una excelente idea. Dejar las cosas y luego ir a comer. Realmente tengo hambre.

El Muchacho se corrio el pelo de los ojos, y miro a la faltante.

Y tu Teela? de donde vienes? Cuentanos mientras vamos a elegir cuarto.

Se encamino hacia la sala de los estudiantes.

- Mi familia vive en la aldea de Byka, bastante cerca de Wandart. Es un lugar rodeado por un bosque y cercano a un lago. Somos conocidos por nuestros remedios naturales, así como por la venta de semillas de una gran variedad de plantas.
>> Algunas personas que viven allí, entre las que me incluyo, tenemos una relación con la naturaleza más allá de lo habitual. Podemos sentir la magia del mundo natural.

Teela sonríe.

El edificio destinado al alojamiento de aprendices es sencillo. Al abrir su puerta se puede ver un pasillo y puertas a ambos lados. Tras la puerta principal hay un mapa con la distribución de la academia.

Cada habitación tiene la misma distribución: Una cama con un baúl a sus pies, un armario, una mesita y una silla. Hay una ventana con contraventana, para evitar que entre la luz. La puerta de la habitación tiene un pestillo para cerrar por dentro y una cerradura con su llave (ahora mismo todas las llaves están puestas en las cerraduras) para cerrar por fuera.

Las letrinas están fuera del edificio de alojamiento y se trata de un pequeño lugar con cuatro puertas. Cada una da lugar a un excusado.

Mientras habláis y os instaláis llega la hora de comer.

Asi es May, toco el arpa desde pequeño, si quieren luego puedo tocar algo sonrio mientras sigo a los chicos para decidir las habitaciones y de ahi buscar la cocina, en verdad tengo hambre.

Por fin ya vamos a comer, llego muy emocionado, mi estomago gruñe parece un orco roncando 

Tras instalaros os encamináis al comedor. Allí os recibe una mujer, que no es vieja aunque ya ha dejado atrás la juventud, con un delantal sobre su vestido largo. Su pelo está recogido bajo una cofia y su sincera sonrisa hace destacar aún más sus rosadas mejillas.

- Es un placer tener de nuevo estudiantes entre estos muros. Mi nombre es Helen y he preparado un delicioso manjar de bienvenida para unos jóvenes como vosotros. Seguro que estaréis hambrientos. Podéis repetir tantas veces como queráis, aunque espero que no enferméis de tanto comer - ríe su propia broma y comienza a poneros platos y cubiertos en la mesa larga donde os habéis sentado.

Abandona la estancia y se dirige a la cocina. Hace varios viajes. Trae jarras de agua y de cerveza, cestos llenos de pan, además de una fuente con carne guisada acompañada de guisantes, zanahorias y patatas.

- Si alguien quiere otra cosa o si desea postre, que me llame. Estaré en la cocina.

La mujer se retira tarareando una canción.

Que agradable mujer digo mientras helen se retira tras dejar el ultimo plato aparte la comida se ve deliciosa, me trae un recuerdo de mi madre mientras digo esto doy un hondo respiro el olor me trae calma y me recuerda a mi hogar bien gracias por la comida digo antes de empezar a servirme algo de carne y guisantes 

Al escuchar de donde provenía Teela, May sonrió más ampliamente. -¡Así que somos vecinas! Soy de Wandart, pero la verdad es que no salíamos mucho, excepto para jugar en el bosque con mis hermanos. Nos gustaba meternos en problemas.- Les dijo. Miró entonces a Casey. -Sería agradable escucharte tocar, me gusta mucho la música.-

Tomó la llave de su puerta con una sonrisa irónica. -Esto será algo nuevo, en casa tenemos siempre las puertas abiertas.- Les mostró la llave. -Esto hubiera sido muuuuuuy útil para evitar que mis hermanos entraran a mi cuarto.- Dijo riendo, aunque sospechaba que una puerta cerrada no hubiera podido detenerlos, al igual que a ella. No se entretuvo más de lo necesario en dejar sus cosas, excepto en sorprenderse agradablemente. Ya tendría tiempo de revisar mejor su habitación. Se encaminaron a la cocina y en seguida se sintió a gusto con Helen. La comida, además, era casera y deliciosa. -¡Muchas gracias Helen!- Dijo ella también mientras la mujer se retiraba. -Bueno, ¿y ustedes de donde son?- Preguntó con interés a los dos varones.

Mis padres me criaron en las cercanias de waldart, asi que al parecer tambien somos vecinos esto comienza a ser mucha coincidencia si nuestro compañero corven es de la misma ciudad ya sabremos un vinculo que posiblemente nos trajo a esta escuela.... le quito importancia mientras muerdo un poco de la comida y pregunto si quieren puedo tocar algo despues de la cena 

Yo también naci por allí, en el pueblo de Sundar, a dos días de Walmart.

Dijo, mientras se servia un poco de todo, y luego empezaba a comer con la cuchara aquel rico potaje. La llave desaparecio en su manga luego de un segundo y siguió comiendo.

No me extraña que seamos todos de las cercanías. Después de todo, no tiene sentido buscar algo mas lejos si ya consigues lo que tienes estando cerca.

Ante la propuesta del medio elfo, Corven asintió. – Seria algo estupendo.