Asiento con la cabeza y me pongo a buscar una forma de entrar a la olvidada capilla, mientras hablo con Lucius.
- Tiene sentido, toda el área ha sido abandonada, y culparán al emperador en vez de a sí mismos. La excusa de los débiles- me enciendo un cigarro- No oigo a nadie dentro, y si hay alguién se le desolajará rápidamente.
También saber si las iglesias de barrio pueden tener salidas secundarias, sótanos y esas cosas, por lo de vivir en el 40K
Claro, puede haberlas. Viendo el exterior no parece que haya puertas secundarias, pero lo del sótano con túnel de escape podría ser posible. Tenéis que ver las ciudades colmena como algo mas tridimensional que lineal. Debajo de vuestros pies puede haber túneles e incluso construcciones antiguas derruidas.
Culpar al Emperador por esto era una blasfemia, una herejía. Más que eso, era miserable en su pereza, lo que lo hacía extra herético. Quizás no hasta el punto de quemar a los infieles, pero si un sacerdote decidiera empezar predicaciones con un cilicio estaría dispuesto a comprarle el mejor posible para que no se hiriese las manos con aquellos indignos patanes.
-Examinemos otras entradas a la capilla, con todo. No sería muy bueno que nos encontrásemos con muchos "álguienes". No parece haberlas a simple vista, pero... no me sorprendería.
Los dos acólitos se afanaron en rodear el edificio, buscando posibles entradas alternativas a la capilla o potenciales amenazas en los alrededores. Revisaron cada tramo de pared incluso temiendo una puerta oculta o secreta, aunque sin éxito.
Tras un rato de inspección les quedó claro que nadie les acechaba y que no había mas puerta practicable que la principal. Lucius vio, no obstante, una luz, quizás de una vela o lumen de baja potencia a través de los cierres de una ventana. Quizás si hubiese alguien dentro después de todo, pero no notaron ningún movimiento.
Motivo: Perspicacia - Demetrius
Tirada: 1d100
Dificultad: 48-
Resultado: 11 (Exito)
Motivo: Perspicacia - Smul
Tirada: 1d100
Dificultad: 28-
Resultado: 3 (Exito)
Buenas tiradas de percepción. Sobre todo la de Lucius con 3 niveles de éxito.
Lucius, que conocía la estructura esencial de un edificio religioso urbano en sus 47 variantes según el Codex Augustineus (y 118 según el De Memorabilis), recorrió el lugar buscando puntos de fuga que pudieran indicar una salia, o el indicio de una construcción auxiliar que pudiera servir para tal. Nada de ello parecía estar presente allí, lo que era irritante, pero les sería muy conveniente cuando estuviesen dentro, menos reparaciones que hacer y menos tiempo perdido, que con la tarea que tenían no les sobraba exactamente.
Fue cuando se dirigían a la entrada para ir al interior aparentemente despejado que lo vio. Tocó el brazo masivo de su compañero para llamar la atención de éste.
-¡Ahí dentro! ¿Lo ve?
Una luz débil, apenas visible, pero una luz. Y tan discreta que no podía sino sospecharse que había alguien dentro interesado en que no se le viera.
Somos la crema
Le tiendo la mano al contacto de Markus, simple amabilidad y formalidad, y cuando se pone en marcha y se va del local me vuelvo hacia los compañeros y les pregunto: Bueno... ¿Quien llama a los otros? Si tengo que tratar una sola vez más con el cabeza-bote de Smull creo que será la última. Sería bueno preguntarles posición para reunirnos con ellos. ¿Os parece? Bueno, eso lo podemos hacer en marcha, así que viendo las distancias de este lugar, comenzaría a ponernos en marcha. Me levanto de nuestro acogedor reservado y preparo mis cosas para ponernos de nuevo en movimiento. Habíamos realizado unos progresos que vistos desde el punto de vista logístico eran unos avances bastante decentes, así que ya iba siendo hora de ver que habían sacado los demás.
Pues nada. ¿Quien llama al otro grupo? Tan solo preguntar por su localizacion y vamos. ¿No? Creo que habiamos quedado en eso. Si no es así, mil disculpas y me adapto a lo que sea.
-Yo mismo les doy un toque. Espero que sepan comportarse como es debido.-
dijo Markus. Luego se levantó y se acercó al teléfono del local para ponerse en contacto con el resto de sus compañeros. Sería bueno arrejuntarse cuanto antes.
ok, aceleramos la cuestión.
Cortez había estado dejando la escena seguir su curso un buen rato, mientras ponía su mente a vigilar que no hubiera peligros y a divagar sobre el plan para llevar a término su misión. Markus llamó al otro equipo mientras él vigilaba mentalmente la zona, abstraido de lo ocurrido en el grupo en estos instantes.
- Esto se pone en marcha muchachos... Y no te rayes por el Gorila, ha tenido la suerte de caer ante un Catachán templado, mi hermano le hubiera vaciado su recortada en la cabeza a la primera mirada.
Sorry for the delay xD
Siguiendo las indicaciones del doctor veo que hay alguien dentro y si alguien puede entrar es que hay más entradas o que tiene las llaves. Miro las paredes de la capilla tiene bastantes asideros y salientes, probaré subirme a ver si encuentro alguna manera de entrar desde arriba.
Sin decir nada busco apoyos y comienzo a subir, no parece demasiada alta...
Motivo: Trepar
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 32 (Exito)
Con una destreza impropia para su tamaño, Smul sube por la pared de piedra usando las cavidades de adoquines sobrantes y los pequeños salientes para sujetarse. En poco tiempo, su cabeza queda a la altura de la abertura de la ventana por la que salía la luz. Dentro de la estancia, un anciano sacerdote sentado en un ajado escritorio toma notas, electropluma en mano, iluminado por un pequeño lúmen de mesa. La escasa luz proyecta sombras en cada recodo de la habitación.
En caso de que pueda, ¿me quedo yo vigilando o me aúpa para que entremos los dos?
Releyendo me he dado cuenda de que efectivamente no había explicado como están las ventanas (lo pensé, pero veo que no lo escribí...XDD). La rendija por la que ves al tipo es lo que queda después de clavar tablas y otros materiales sin orden ni concierto para evitar, de hecho, que nadie se cuele por ellas. Aún así no es un trabajo muy fino que digamos, así que podrías arrancarlas para pasar. Eso sí, es imposible que lo hagas sin que el hombre lo note.
Jummm, podría romper todo esto y pasar sin problemas, sin embargo los sacerdotes tienen mis respetos y no quiero atraer la ira del emperador así que hablo a traves de las rendijas.
- Sacerdote- le llamo- aquí arriba- hago una pausa hasta que se ubique- necesito que me abras la puerta principal, tenemos que hablar contigo.
MR Sutileza 2140, ese soy yo.
El sacerdote parece confuso unos momentos cuando escucha la voz de Smul, hasta que ubica desde donde lo llaman. Al poco se levanta y se acerca a la ventana con precaución. Parece que su vista no es muy buena y entorna sus ojos para entender lo que está observando. - ¡Trono Dorado! ¿Pero que hace ahí encaramado? ¿Es que no sabe llamar a la puerta? ¿Quién es usted y que hace trepando a mi ventana como un aborigen? Su voz es la de un hombre de cierta edad, aunque firme y directa.
El pobre viejo lo flipa. XDD
Sonrio ante la recepción del sacerdote, aunque me ha hecho demasiadas preguntas para mantener una conversación desde aquí arriba. Creo que eso de aborigen es un halago, se ha dado cuenta rápidamente de mi origen de los mundos extraplanetarios, será dificil convencer a este viejo sacerdote que nos deje la capilla para la sagrada misión de la inquisición, aunque no encontraremos un lugar mejor.
- Sacerdote, necesitamos su ayuda- le señalo a la puerta- ábranos y hablemos.
Doy un salto para abajo y le cuento lo que he visto y hablado con El doctor para que esté al corriente por si no lo ha oido, auqnue mi voz grave y de volumen alto quizás no hiciera falta mi parte de la conversación.
Lucius torció la boca en un gesto incrédulo. Entendía que no quisiera perder el tiempo en la misión llamando a la puerta y que ya que estaba ahí aprovechase, ¡pero es que era absurdo! Aborigen... saborea la palabra. Un hombre lo bastante versado en el Alto Gótico como para deslizar palabras inconscientemente en su conversación es alguien agradable de tratar.
Asintió. Claro que lo había oído. Ahora sólo quedaba saber si conseguirían hacerlo sin necesidad de revelar su identidad (con lo que todo sería mcuho más fácil).
Smul baja de la ventana para acercarse a la puerta junto a Lucius. Tras unos momentos de incertidumbre, unos ruidos metálicos en el interior indican que el anciano está quitando los cerrojos y las barras que sellan la puerta. Cuando la actividad cesa, la hoja de metal se abre un poco, dejando ver al clérigo asomado con recelo. No parece muy contento de ver a un tipo con el aspecto amenazante del tanith. - ¿Quienes sois y que queréis de mi? Pregunta con tono tenso.
Bueno muchachos, entonces ya está claro. Nos ponemos en marcha ¿No? Estos viajes arriba y abajo por toda la colmena nos iban a costar bien caros, pero no se podía hacer nada, era lo que tocaba y debíamos hacerlo. Los servicios al Trono dorado eran realmente peculiares a veces. Lo que si tenía muy claro era que al próximo que dijera que los acólitos de la inquisición tenían un trabajo fácil y tirado, le iba a meter tan adentro mi puño que cada vez que pensara se acordaría de mi anillo.
Con las cosas a la espalda me puse en marcha y bajé las escaleras saliendo del local. La calle tenía un aspecto bastante pocho, como las calles de todas las zonas bajas de una colmena. Zonas bajas... Trono... suena como el inicio de un chiste verde. Pensé para mis adentros. Ahora tocaba moverse, así que me puse en marcha por el mismo camino que habíamos tomado para llegar allí, pero desaciendolo. Bueno. ¿Vosotros que pensáis? ¿Habrán sacado algo en claro los otros?
-¿Esos?-
le contestó Markus a Jarsalex mientras salían al exterior.
-Con sus métodos seguro que no, los mitades forman parte del aparato represor del Estado y no conocen más métodos que la tortura y la intimidación. Para moverse en el submundo hay que combinar la fuerza con la sutileza, y repartir el dinero necesario en las manos adecuadas. Creo que nuestros, ejem, "compañeros" tienen que aprender aún un par de cosillas.-
dijo Bromel pensando particularmente en Smul, el cazurro GI de malos modos. De todas maneras, urgía juntarse todos de nuevo para preparar el próximo paso a seguir. A saber dónde estarían ahora.
-Será mejor que pongamos rumbo a Arastus, para ver si nos reagrupamos.-
propuso el de Nora Rosa.