Partida Rol por web

El asunto Arastus (Bis)

Capitulo I

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12/05/2012, 09:49
Smul

Resoplo, porque se que tienen razón, no hay nada que pueda hacer por ahora. Pero me enteraré quien ha ordenado separarnos, y tendremos una conversación.

Le paso una mano por el hombro a Uriel en el gesto más cariñoso que me he permitido en mucho tiempo, acariciando levemente su figura.

- Perdona Uriel- me disculpo- estaremos con contacto, te llamo en dos días para que me cuentes como ha ido todo, cuídate- miro hacia Hezabel y le digo adiós con la cabeza.

Me doy la vuelta hacia el doctor y empiezo a caminar a su lado.

-Lucius, estoy de bastante mal humor, vamos a ver que quieren los Chapuceros- me enciendo un cigarro disgustado, la reunión no va a ir nada bien...

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12/05/2012, 23:26
Lucius Demetrius

Asintió y murmuró un muy agradecido mientras Smul realizaba una proeza de fuerza física contra el servocráneo. No le había gustado tampoco eso, pero si se ponía en el lugar del enorme tipo no le resultaba difícil entender por qué lo había hecho. Era jugar demasiado con ellos y exponerles demasiado también. Si hubieran logrado avanzar más estarían de mierda hasta el cuello.

-"Bendito el que sólo tiene la obediencia para entregársela al Trono" -citó mientras se ajustaba las gafas con la palma junto a la muñeca, un gesto de muchos de los que estaban acostumbrados a entintarse las manos, muy distintivo- Ha sido un placer, señoras. Lamentaré no poder trabajar con ustedes.

Después de las despedidas, frunció el ceño. Era mucho menos expresivo que Smul en ese sentido, pero a él también le disgustaban esa clase de improvisaciones. Si algo había aprendido desde niño era la organización necesaria.

-Creo que será mejor que nos calmemos -apuntó- No queremos que nuestra actitud haga este nuevo inicio peor, si cabe.

Pero era cierto... a ninguno de los cuatro les había gustado o convencido siquiera, cada uno con sus propios matices. necesitarían centrarse.

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13/05/2012, 07:04
Uriel Kolev

      - Saldremos adelante. Siempre lo hemos hecho.  Le dijo la arbite al hombretón con una leve sonrisa en los labios. Luego le dio un cálido abrazo. - Da lo mejor de ti. Le susurró. 

     Tras aquel breve instante de calor humano, la cruda realidad se impuso de nuevo, y la mujer se separó de su compañero para iniciar la marcha. - Cuídese usted también, doctor. Dijo antes de volverse y comenzar a caminar.

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13/05/2012, 07:11
Director

    La hora de la despedida había llegado y nada podía hacerse al respecto, excepto mirar hacia adelante. Las dos mujeres comenzaron a caminar en una dirección, mientras los hombres lo hacían en otra. Ninguno de los dos grupos miró hacia atrás, ya que las despedidas nunca eran agradables y hacerlo no ayudaría a mitigar la sensación que a todos les había quedado.

     Sus destino se separaron. Si momentánea o definitivamente, solo el tiempo podría decirlo.

Notas de juego

FIN DEL CAPITULO I