Partida Rol por web

lo siento pero me he perdiro un poco el hilo

-Gracias, Cuppertino, así que tendremos que ser nosotros los que encontremos a los traidores. Una tarea difícil y que puede desembocar en una guerra.

Pero era necesario hacerlo, al menos después de curar a los heridos.

-¿Alguien necesita ayuda?

Sonrío levemente al ver al dragón de Fuego ayudar a los demás.

Veo cómo el dragón Rojo ayuda al Púpura consolándola y niego con la cabeza. Vaya... Parece que no me equivoqué.*

Así que visiones sobre el pasado... Espero que no os hayan afectado...

Cierro los ojos con mi rostro hacia el cielo. El viento mece mis cabellos mientras hablo pensativo.

Lo peor de esta espera... Es saber que ellos darán el primer paso, y no podemos adelantar nada hasta entonces. Salvo, sigo pensándolo, estar todos unidos...

Una idea se está tramando en mi mente, puede notarse a simple vista, pero por ahora parece estar sólo en sus comienzos.

Muchos dragones están aún heridos... Y todos vamos a necesitar tu ayuda para salir, dragón de Latón.

Me acerco a Murmur y le doy un bofetón y después un beso muuuy largo mientras lo abrazo. No seas tonto, yo soy dragona de un solo macho, no tienes nada que temer Murmurcito, por cierto te has dado cuenta de que después de la pelea con Draënathor mi ropa esta rota y voy casi desnudita?????

Cuando me golpea me quedo mirándola con cara sin comprender, pero cuando además me besa abro los ojos como platos, como si me pillasen desprevenido por primera vez en más de cien años. Entreabro la boca mientras la miro y niego con la cabeza.

Esto...

Comienzo a decir. No obstante, en vez de terminar la frase, rápidamente me quito la camiseta y se la tiendo para que se la ponga.

Está sudada y ensangrentada, pero te servirá.

Bajo mi ropa ya no puedo ocultar las severas heridas casi abiertas y moratones que visten mi cuerpo. Aunque no parece importarme.

Lamo la sangre de las heridas de Murmur y me pongo su camiseta. Gracias Murmurcito, la guardaré para siempre.

Después me pongo a su altura y continuo hablando mientras lo abrazo. Prométeme que me protegeras de los que quieren hacerme daño en el concilio Murmur..., no me fío de ellos nada!!!

Sonrío y continuo ayudando a los heridos y resto de dragones.

A pesar de sus cuidados Kurtakis seguía sin despertarse. Su fuerza vital cada vez era mas débil. 

Algunos de sus hermanos empleaban todas sus fuerzas en recuperarse o ayudar al resto. Sin embargo los había que seguían pensando mas en si mismos.

Fue entonces cuando se produjo la escenita entre Crysophilax y Murmur. 

Sin duda una escena entrañable. Estoy seguro que si Kurtakis sobrevive a sus heridas se emocionaría. Al igual que Kaerie, Mecanix o el dragón blanco. Los cuales, por si no os habíais dado cuenta, aún no han conseguido despertar tras la batalla. Y tal vez no lo hagan... ​ Dijo Tyrillax con tristeza.

No sois capaces de dejar a un lado vuestros propios intereses para ayudar a vuestros hermanos. Incluso cuando os decidís a ayudar, lo hacéis para ganar puntos en vuestra lucha por el poder. No cesáis en vuestras intrigas aunque vuestros hermanos se estén muriendo o sufriendo dolor. Os preocupáis mas en empezar un nueva lucha antes que en recuperarse de la que hemos perdido. A medida que el anciano dragón de hueso hablaba, el enfado, mezclado con la decepción, se hacían mas fuertes en su voz, relegando la tristeza a un segundo plano.

Tras el ataque de Draënathor muchas cosas han cambiado. Por no decir todas. El motivo de nuestra convocatoria aquí no estaba claro. Al menos no hasta ahora. Pues me inclino a pensar que fue el propio dragón negro quien nos convocó en Austrión con el único fin de arrebatarnos nuestro poder y así poder escapar de su confinamiento en esta ciudad. Confinamiento que el dragón dorado mantenía a costa de su propia vida.

Ahora, mas que nunca, necesitamos un líder que nos GUÍE, no que nos mande. Necesitamos un líder que piense antes en los demás que en si mismo. Yo abandono mi figura como moderador, pues considero que ya no es necesaria. Es mas, sería contraproducente. Pues parece que pocos aquí os paráis a pensar, y los que lo hacéis, es en vuestro beneficio. Al menos en su mayoría.

Crysophylax, eres caótica y tan solo te preocupas de ti misma, salvo cuando te conviene a ti y solo a ti. Un líder debe ser calmado, reflexivo, estable y preocuparse por el bien común antes que del suyo propio.

Nihilus, aunque bravo y fuerte estas buscando conflictos continuamente, deseoso de probar tu fuerza. Un líder debe ser conciliador y no debe buscar el conflicto jamás, aunque tampoco lo rehuye si este le planta cara.

Dragón Etéreo, eres conocedor de nuestras tradiciones y honorable, pero al igual que yo, seriamos mas valiosos dando nuestras opiniones a aquellos que estén dispuestos a escucharlas, que como líderes, pues nuestro tiempo de gloría ya ha pasado.

Murmur, sin duda algunas posees muchas de las cualidades dignas de un líder, pero en estos tiempos que corren, "muchas" no son suficientes. Aún eres demasiado ingenuo e impetuoso. Un líder debe ser firme y tener claras sus convicciones. 

Es por ello que no os considero a ninguno de vosotros, candidatos, dignos de ocupar tal puesto de honor. 

Solo uno entre todos vosotros, hermanos, ha demostrado ser digno de tal puesto, no con palabras ni intrigas. Sino con sus actos.

Es por ello que si he de seguir a alguien en este concilio, seguiré a Kallendre, el dragón azul. Pues a mis ojos, ha demostrado ser el único que reúne las cualidades necesarias

Y ahora, por favor os lo pido. ¡¡¡TODOS LOS QUE PUEDAN MOVERSE, AYUDAD A LOS INCONSCIENTES!!!

Tirillax se olvida que todos estamos ayudando, le gusta llamar la atención y dejar claro siempre qué es el más noble de nosotros, no puedo dejar de pensar en que tiene algún falso interés en parecer el más noble y puro de nosotros, solo puede tener interés en eso alguien que tenga algo que ocultar, habla de trabajar y de ayudar, pero realmente lo único que hace es fijarse en lo que hacen los demás para poder criticar, y criticar no es de ninguna ayuda para nadie.

Guárdala lo que quieras, está hecha de sombras y...

Y ella me lame las heridas. Levanto una ceja un segundo pero rápidamente cierro los ojos por el dolor de las propias heridas. Su lengua es cálida. Nunca antes nadie había lamido mis heridas, ni siquiera mi madre. La sensación es, cuanto menos, peculiar, pero consigo reponerme apenas ha terminado. Entonces me abraza. Es demasiado impetuosa y un crack suena, aunque no hago amago alguno del dolor, mi mano se coloca en su espalda y hablo conciliador.

Tranquila... Defenderé a todos aquellos contra los que no encontremos pruebas... Y eso te incluye a tí.

Trato de sonreírle, pero no lo consigo, en su lugar una extraña mueca, mezcla de mi falta de costumbre de sonreír y de mi propio dolor. Entonces el dragón de Hueso habla y clavo mis ojos en él, niego con la cabeza.

He negado que me sanasen en pos de sanar a los que aún no se han levantado.

Respondo con un tono neutro. Dejo que el resto de sus palabras continúen y le dejo terminar. Pienso en mil y una réplicas a sus palabras, pero mis ganas de comenzar otra batalla sencillamente son nulas, y menos en mi estado.

Sigue tu sabiduría, es lo correcto. Es lo que pedí. Más para que el dragón Azul posea mi apoyo antes ha de conseguir el de aquellos a los que insultó y menospreció. Los rencores son un mal cimiento para un liderazgo.

Sonrío voraz al dragón de Hueso, está claro que algo en mí no ha cambiado en absoluto.

Recobro el conocimiento, escucho unas voces, una me llama por mi nombre…una nueva misión que forjara mi destino en este nueva batalla, siento el cuerpo adolorido, entonces despierto, mi corazón late lentamente, mis pulmones se llena de aire, lanzo un rugido resuena en todo el lugar, el dolor de mis heridas parecen millones de cuchillos clavándose en mi piel, me yergo en mis patas y soportando mis heridas vuelvo a rugir, el dolor se vuelve mas intenso, desplomo el peso de mi cuerpo sobre el suelo.

- Que paso……quien nos atacó?...- pregunto al ver a otros de mis hermanos heridos…

El dragón Negro, antiguo traidor al cónclave, al parecer, atrapado por el dragón Dorado en Austrión hasta que lo liberamos... Por fortuna también liberamos al dragón Dorado y ahora nos hemos visto atrapados en su batalla eterna en busca de darles un final. Ah, hola.

Respondo desde mi posición.

Voy corriendo hacía ella y la ayudo a ir con Argenta.

Rápido Argenta, Kaerie se ha despertado y necesita que le curen las heridas. Apóyate en mi Kaerie, te ayudaré a ir con los sanadores

-Ya voy yo- dijo el dragón de latón acercándose a Kaerie, dispuesto a curar sus heridas.

Las palabras de Tyrillax eran claras y directas

Cada vez me gusta más este dragón- pensé para mí- es el único que hasta ahora ha mantenido la compostura, a pesar de su cambio tras la batalla, firme y directo, cosa que no se puede decir de Murmur y Crisophylax que han cambiado su interés de ser líderes a frotarse el uno al otro...

- Tienes razón Tyrillax, tras este último acontecimiento, los que perseguían el papel de líder  lo han dejado de lado y se han dedicado a otros menesteres muy distantes a los intereses de este cónclave.

- Respeto tus palabras y quizás otros sean más merecedores de tal rango. Kallendre debería dar su postura y convencernos de que él es el dragón que necesitamos al frente de esta batalla- dije mirando a Kallendre-.

Seguidamente me dirigí de nuevo a Tyrillax:

- Ya sé que has dejado tu papel de moderador, pero pienso que una vez que todos estén atendidos y sanados, volvamos a establecer los votos, tus argumentos acerca de los líderes y su actuación ha podido dar lugar a un cambio respecto a su elección  ¿estáis de acuerdo? -dije mirando ya a todos-. No deberíamos tener tantas dudas como al principio, nos hemos observado todos,  antes, durante y tras lo acontecido, tenemos un perfil más claro de cada uno. El tiempo apremia y los traidores se pueden adelantar. - dije finalmente-.

Me acerco al Dragón Blanco para ver como está e intentar reanimarlo, ignorando, como hasta ahora, todas las discusiones que se producen a mi alrededor y todas las excentricidades que realizan algunos de los dragones.

- ¿Hola?, ¿estás con nosotros? - Pregunto al Dragón Blanco mientras lo toco con cuidado.

Cuando Tyrillax suelta su discurso, lo miro curiosidad, dado que ya no ejerce como moderador, ahora no se corta en decir en voz alta su opinión sobre los candidatos a ser líderes, escucho con atención lo que dice y murmuro:

- "En el monte grita y en la casa, mejor mudita." - Suspiro antes de continuar: - Estoy de acuerdo con casi todo lo que ha dicho, pero no con todo.

Asi que un lider para el conclave... A decir verdad, ninguno de vosotros me parece idoneo para tal postura. Algunos de vosotros ocultais informacion que nos podria ser de ayuda, otros simplemente os dedicais a preocuparos por vuestros propios deseos, y otros solo buscais una forma de obtener poder. No hay ni un atisbo de preocupacion por parte de nadie hacia otros dragones. Quizas sea la menos indicada para hablar porque no se me considera digna de nombrarme dragon quizas. Pero viendo el poco espiritu que deslumbrais algunos, considero que ninguno de nosotros es digno de llamarse asi. Coincido con Tyrillax. Si hay alguien que debe ocupar el cargo, no es ninguno de vosotros. Por ahora, confiare en el dragon azul...

Tyrillax abandona su imparcialidad, Kallendre parece ganar peso con el apoyo de Tyrllax y eso no me gusta. Tyrllax ya se que lo has dicho pero no me interpretes mal, ¿tan mal lo ves para abandonar tu imparcialidad?.Digo mientras atiendo a los dragones que aun puedo ayudar. A los dragones que aun se están recuperando bienvenidos al mundo de los vivos y a los que ayudáis me alegro de que por fin actuemos unidos por un rato, felicidades.Miro a Tyrllax, puesto que ya no eres imparcial quiero expresar mi deseo que te plantees eso de ser líder, una experiencia como la tuya seria de gran ayuda a la hora de juzgar, guiar y aconsejar.Termino observando a todos mis compañeros detenidamente admirando la escena.

Aguardo cayado mientras miro las reacciones de varios de los presentes, era fácil descubrir que algunos de ellos se tramaban algo, pero esperaría a que dieran otro paso más para demostrar mis pruebas a los demás.

Wyver tiene razon en lo que respecta al liderazgo. Yo me presente comi alternativa a tanta desonrosa candidaturas, pero fui ignorado como tantas otras veces. No importa, aun si los demas opinan favorablemente hacia mi, no les fallare.