Partida Rol por web

Conteniendo una mueca de dolor, tensa el arco de nuevo y vuelve a disparar al Errante esta vez tratando de alcanzarle en las piernas, pues su velocidad es, ahora mismo, su mejor arma.

Toma, bastardo. Susurra entre dientes.

El Errante esquiva con facilidad dicho disparo, observando a Noah, como si esperar algo de el.

Caes en la cuenta de que de alguna manera al cortarte con ese cuchillo que debe de llevar su sangre en el interior -es un cuchillo realmente extraño- pues te sientes diferente. Notas que te estas convirtiendo en vampiro aunque muy lentamente. Así pues caes en la cuenta de que seguramente no ha transformado a todos esos vampiros mediante el mordisco, sino a través de la magia de aquel cuchillo. Seguramente si consiguierais romperlo... liberariais a todos los vampiros de su enfermedad.

Noah sigue lanzando sus flechas contra Errante que cada vez le costaba más trabajo esquivarlas a la vez que esquivaba los ataques de Eodriel y la lanza de El Gris. Todos ellos protegidos por un encantamiento de Tara que intentaba guardar los escudos activados.

La pelea avanzaba favorablemente para vosotros, una pelea realmente dura en la que vuestros brazos y vuestros reflejos trabajaban a cada segundo para alcanzar y a la vez esquivar a el Errante.

Apenas os quedaban ya fuerzas cuando la noche parecía tomar el firmamento. Fué en aquel momento cuanto los vampiros empezaron a volar y salir de sus agujeros dirigiendose hacia vosotros. Estabais rodeados de aquellos seres que volaban hacia vosotros, casi tapaban las estrellas por su cercanía.

Fué en aquel momento cuando a vuestra espalda hubo una explosión de fuego que parecía proceder de debajo de la torre y que había atravesado el suelo de la misma. Del fuego que brotó a vuestras espaldas aparecieron unas manos que atraparon a Gris, dos brazos de fuego cruzados como una X sobre el pecho del Rey. El rostro de fuego de un ser cuasi primigenio cuyos ojos para nada eran los que recordaban. Incluso rodeados de fuego siempre habían tenido la inocencia de la camarera que habiais conocido -salvo Noah- en vuestro mundo. Parecía que la aunténtica elemental se había aletargado dando el control a la agradable joven para seguiros hasta allí y una vez dentro de aquella ciudad hacer lo que debía hacer.

Apenas os dió tiempo de cerrar los ojos ante un destello de luz de sol tan brutal que se hizo completamente de día en toda le región, todos los vampiros estallaron en fuego salvo Errante que cayó envuelto en fuego mientras su cuchillo parecía evaporar su contenido, pues un humo rojizo salía de el.

El conjuro de Tara y vuestros propios reflejos para apartaros de aquella zona fueron lo que os salvó de arder como cerillas. Cuando Ahrn abrió sus brazos Gris se quedó de pié, su armadura de metal fundida sobre su cuerpo, su rostro una calavera que goteaba grasa.

El rey había caido, y también la mayoría de sus ciudadanos que ahora eran cenizas tras la exposición al sol. Errante estaba moribundo al borde de aquella torre, envejecía por momentos y con solo un empujón acará con el.

Ahrn estaba de pie, flotando a varios centimetros del suelo, al lado de la organica estatua que ahora era el propio Gris. Sonrió de una manera que os heló la sangre pero que a la vez era complicada de descifrar. Luego se marchó dejandoos allí, en medio de la noche.

Todo parecía perdido, si seguían así no iban a resistir mucho más, lástima, al final se iba a perder todo, la gente, el bosque… pero como si hubiese sido una película, o un libro, cuando menos se lo piensa llega la ayuda, aunque en este caso casi se lleve a los protagonistas con ella.

Fuego a raudales, siempre le tuvo miedo al fuego, al fuego sin control que a veces tuvo que enfrentar para evitar daños mayores en el bosque, contaba com medios y ayuda para enfrentarlo ahí, pero ahora era un fuego con vida y pensamiento propios, era el turno de la jugada de Ann, o mejor dicho Ahrn.

No vio demasiado, sólo apretó con fuerzas sus ojos y se redujo lo más que pudo cerca de Tara y el maltrecho Noah, a esperar que todo pasara, y ver si la pesadilla terminaba  con eso.

Se escuchaba como el fuego iba engullendo todo, el chisporrotear de los seres que eran consumidos por el fuego, tal vez aun quedaban seres que luchaban para proteger el reino y las gentes que aun no habían sido convertidas,  rogaba que hubiesen encontrado algún escondrijo donde guarecerse.

Tras unos minutos eternos, silencio, calma, se atrevió a abrir los ojos, Tara estaba agotada,  había hecho un esfuerzo supremo al mantener el escudo,  se volvió y lo que vio casi la hizo vomitar, Gris había sido consumido por el fuego, otra mirada y vio al Errante, agónico, se volvió a sus compañeros, al parecer por esas extrañas cosas del destino era quien menos daños tenía, como siempre, había tenido demasiada suerte, siempre se pregunto el por qué siempre que habían batallas terribles en el bosque, salía casi sin daños, se consideraba una pésima luchadora, de hecho prefería evitar los enfrentamientos, pero aún así, se veía inevitablemente envuelta en ellos, y salía indemne.

Se tomó unos minutos para evaluar la situación, sus compañeros heridos, Errante agónico… se levantó con toda la determinación que pudo reunir en ese momento, tomó con amabilidad la mano que tenía el cuchillo del Errante, trató de buscar su mirada, para al menos darle una sonrisa amable de despedida, después de todo él había sido su amigo y siempre tuvo el consejo preciso para ella en el momento oportuno

       Todo acabó amigo- le sonrió- Gris… tu hijo – dirigió la mirada hacia la estatua- ya no está, el lazo está roto, puedes descansar…

** Y no pudiendo evitar derramar lágrimas terminó con el sufrimiento del Errante

Luego se regresó con sus compañeros, trato de contener las heridas y la sangre  que hicieron los cortes del  cuchillo del Errante,  durante la noche buscó entre lo que quedaba de la ciudad si había algún superviviente.  Luego… había que regresar al bosque, había que ver si la teoría del Errante estaba en lo cierto.. y ver la manera de regresar a casa

Tara y Eodriel emprendel el viaje de vuelta, más solas y cavilando sobre lo ocurrido. Sin Ahrn a su lado ni todos los otros que llegaron de los estudios, seguramente se han buscado su propio destino en ese mundo.

Solo encuentran por el camino a Garrot, que parecía haberse detenido a comerse unos cuantos arboles y se había dormido en medio del camino. No es un gran conservador pero al menos os lleva con la carreta, tras unos días llegais todos al bosque, el suelo está lleno de un líquido negro, como de pintura, que parece haberse desprendido de los arboles que tienen su color natural.

En medio del lago hay una muchedumbre de gente de todas razas confundida, como si hubiera despertado de un letargo... sentis como vuestro cuerpo pareciese flotar y veis como en tercera persona como vuestros cuerpos se separa de vuestra conciencia y van corriendo a abrazarse con aquellos que acaban de despertar.

Todo se va oscureciendo hasta que despertais en medio de la cafetería de los estudios. Todo está deshecho y sucio, lleno de botellas y de vasos. Parece que la fiesta de despedida se alargó mucho más de lo planeado... por el suelo y durmiendo la mona está casi todo el reparto además de la gente que ha trabajado en los estudios en cualquier tarea.

Alguien entra corriendo, la joven Ann con una enorme sonrisa, saltando por encima de los dormidos y resacosos sube encima de la barra tras la que siempre ha trabajado.

¡¡Han comprado los derechos para hacer una película sobre El Bosque!!! y... y.... han pagado mucho por los derechos. ¡¡No cierran los Estudios!!

El Errante era demasiado rápido y poderoso. Apenas podía esquivar con éxito sus ataques, y eso ocupaba todas sus habilidades en ese momento. No tenía ni oportunidad de responder a los ataques. Aun así, trató de poner en práctica una idea y, en el siguiente ataque, cuando su adversario se acercó lo suficiente, intentó hacer invisible su daga con un sortilegio para así desconcertarlo durante unos instantes y darles a los demás una oportunidad de ataque. Pero falló. No porque el hechizo no funcionase, sino porque el objeto era demasiado poderoso como para ser afectado.
Por otro lado, Noah sentía como la inhumanidad trataba de apoderarse de él. Se alejó como pudo del centro de la batalla y comenzó una lucha más personal, dentro de sí mismo. Primero mediante la mera fuerza de voluntad, después haciendo uso de sus hechizos curativos, pero nada parecía surtir efecto. Y él estaba cada vez más débil.
Entonces ocurrió. El ser de fuego surgió y atrapó al rey entre sus brazos. Noah quiso gritar, para avisarle, pero ya apenas la voz salía de su garganta. Y luego el dolor.
De repente un fogonazo de luz entró por sus desprevenidos ojos y pareció atravesarlo por dentro. Y todo se volvió negro.

La luz de una brillante mañana te despertó, junto al habitual sonido de la naturaleza. No sabías cuantos días habías pasado inconsciente pero te notabas en perfecta forma. Tenías las heridas vendadas, cortesía seguramente de Eodriel o Tara, allí en aquella torre solo quedaba la "estatua" de gris y un cuerpo reseco con una daga clavada. Al final parecía que gris había tenido razón, muerto el perro muerta la rabia.

En tus ojos aún quedaban rastros luminosos de aquella potente luz que aquel ser primigenio había escupido cual sol furioso sobre aquella tierra.

Observas desde las alturas la ciudad, abajo los pocos supervivientes se afanan en ayudar a los más heridos, en intentar reconstruir lo que pueden. Todos son campesinos humanos, los nobles y las razas que poblaban el lugar fueron los principales objetivos.

Aquellas pobres gentes alzan la vista hacia lo alto y se quedan mirandote, durante un momento todo se detiene, luego empiezan a gritar ¡¡Viva el rey, viva el rey!!!

La gente sencilla siempre ha necesitado alguien que les dirija, alguien a quien seguir, y en estos momentos eres todo lo que tienen.

Que quieras soportar ese peso, marchar a buscar a tus compañeras de viaje a aquel extraño lago o simplemente ver que te deparan los caminos, es tu elección. Solo tuya.

Lo hiciste público para todos, me esperé a que la pagina me indicar que todos lo habian leido para hacerlo privado y no confundir. Asi cada cual responderá a su final.

A parte de eso me interesaba que Eodriel ya que habia estado en la pela supiese que habia ocurrido ;)

Asi que ahora cada cual ya responde a lo suyo :)

Al despertarse se sorprende de sentirse bien, aunque muy hambriento. Tarda un rato en procesar toda la información que le rodea, pues los ojos los tiene todavía demasiado sensibles a la luz del sol. Un efecto secundario de las heridas, quizá...
Cuando se pone de pie puede apreciar la magnitud de los destrozos en la ciudadela. Y entonces ve la estatua... y comprende al instante que es su rey. Le invade cierto sentimiento de pesar, pues no está seguro de si se ha vencido o no. Aunque los demás rastros que descubre le indican lo primero, pero a un precio demasiado grande.
Puede ver, también los rastros de allá abajo y a la gente, que al verle, aclaman al rey. Todavía se aferran a una esperanza. Se queda pensando.