Tras abrazarse al cuello de Aurora, Aidix vuelve a desaparecer a la espera del mágico viaje.
-No te preocupes. -Responde con su voz aguda.
-Si encontramos algo peligroso, yo lo dormiré con mis flechitas! -Afirma muy confiado el pequeño pixie.
Lord Khaes asintió desde su trono de piedra:
- Buena suerte. Espero que vuestro segundo encuentro con el Caído os sea más propicio.
Dicho lo cual las puertas del salón se abrieron para dejar salir a los aventureros con su nueva guía.