Partida Rol por web

Dynah se lanzó sobre la mujer inmediatamente para estudiarla y determinar con precisión ver cual era su estado.

-Menos mal que no le hemos pegado fuego! Tenías razón, Alyssa.

Con mirada preocupada pero experta, Druul se acerca y se arrodilla junto a la mujer, buscando sus constantes vitales y los síntomas que la aquejan, tratando de completar el diagnóstico de Dynah.

-¿Que?- Aquellas ruinas guardaban una sorpresa tras otra. "¿Como habrá llegado aquí?". La Elfa parecía a punto de morir. Sin duda llevaba allí metida muchio tiempo. Sacó su pellejo de agua y se lo ofreció. -Ehm...- Sus compañeros atenbdían a la joven. Las arañas guardaban su alimento en capullos como ese, sería su despensa y podrían venir. -Yo vigilo.- Puso a punto su ballesta y permaneció atento. -Si está tan mal como parece ¿No sería mejor sacarla de este nivel?-

[color=#00AA00](Sanación)[/color] El cuerpo de la mujer está cubierto de marcas de mordeduras, lo que os lleva a pensar que las arañas se han estado alimentado a costa de los fluidos corporales de la joven. Una mordedura más reciente parece ser la causa de que la ponzoña arácnida aún recorra sus venas...

Mientras la atendéis, os permitís el lujo de inspeccionar los pasillos colindantes. Parece que sólo os queda una puerta al sur por explorar... 

Dynah examinó las mordeduras, preocupada. Por supuesto, podía curarla un poco con su magia pero no serviría de nada si no le curaban el veneno que la debilitaba.

-Abroshtor, tu sabes algo de venenos y antídotos? Juntaos, voy a usar una curación en grupo para ayudarla en lo posible.

-Se algo de venenos...- Dijo algo abochornado. -Se crearlos, no curarlos...- Sacó Su libro de fórmulas y lo ojeó rápido. -Podría hacer una antitoxina a base de carbón molido, pero requiere mucho tiempo y no siempre es efectiva.- Reflexionó. -Una pobre solución.-
 

-Pues me temo que esa va a ser la única solución; cargarla en Beth e ir curándola con magia hasta llegar para tratar de mantenerla con vida. ¿Os parece bien a todos?

Sí, qué remedio, responde Druul con aire ausente, observando a la mujer. No parece responder a la descripción de los magos, murmura. Quién será? Yo creo que deberíamos averiguarlo. No me suena de la ciudad. No es que conozca a todo el mundo de Fuerte Inevitable, especialmente teniendo en cuenta que ha pasado una temporada encerrado, pero desde luego el aspecto élfico es muy particular.

-Si su vida peligra volvamos a la ciudad.- Habían encontrado a la mujer con vida y lo menos que podían hacer es mantenerla así. -Una noche de descanso y una cerveza y quedará como nueva...- No le cabía duda.

Drabeorn recoge a la mujer del suelo y la coloca con suavidad a horcajadas sobre el lomo de Bethany, apoyando su cabeza sobre las crines del animal. Tras varios empujones de Dynah sobre las cuartos traseros del asno, deshacéis el camino hasta alcanzar las escaleras que ascienden al piso superior y de allí al exterior del Capitel.

Cruzáis en silencio los 500 metros de claro que rodean la estructura hasta alcanzar los primeros árboles del Bosque de Ecos. De nuevo, el extraño ambiente del lugar os mantienen en tensión, pero el ojo experto de Drabeorn os guía a través de las cañadas, con rumbo a Fuerte Inevitable.

Llegáis algo antes del anochecer, cuando los Caballeros Infernales aún no han cerrado las puertas de la ciudad...

Por poco, dice Druul una vez el grupo ha sobrepasado el puesto de guardia de la puerta de la ciudad. Es extraño volver a estar en un lugar tan poblado, y civilizado -mayormente-, después del agobio de las ruinas.

Creo que deberíamos dividirnos para hacer varias cosas antes de ir a descansar. Rebusca en su mochila, y saca un papiro algo arrugado. Voy a llevarle esto a Royst. Todavía falta para completar el mapeado, pero seguramente tener todo el segundo nivel sea algo valiosísimo para él. Sugiero que nos veamos después en la posada.

El viaje fue tranquilo y el aire fresco refrescante. Estuvo pendiente de la Elfa todo el camino. "¿Que haría allí abajo?" Todo un milagro que siguiera viva.

-Está bien...- Al separarse tardarían menos tiempo en hacer la tareas. -Dynah ¿Puedes llevar a la enferma al Templo?- Preguntó a la Oráculo. -Si os parece intentaré sacar el mejor precio a todos estos trastos antes de que cierren los comercios.- Había un montón de armas, armaduras, gemas. Sacarían un pellizco por todo ello.

Yo me encargo de la elfa, no os preocupeis. Donde nos ncontramos al acabar?

Nos veremos en el Blasón de Juliver, es la posada donde dormimos ayer.

Levantó la poción para estudiarla al contraluz. "Un poco turbia, con abundantes posos". Destapó el frasco y olisqueó el contenido. "Olor chispeante!". Introdujo el dedo meñique y se llevó un par de gotas a la lengua. "Sabe a rayos!" Balbuceó unas palabras que nadie entendió, su lengua estuvo completamente dormida unos segundos. -Ya lo tengo!- Anunció, triunfal. -Es una poción de...-

Al llegar al templo, cargo a la elfa sobre mis hombros hasta encontrar ayuda que me permita meterla en el templo, acostarla y que recibe las atenciones adecuadas. Entonces me dirijo a buscar a la Alta Madre para informarle de lo sucedido.

El gnomo pasó unos instantes escudriñando las auras mágicas que desprendía aquel líquido. Destapó el corcho que lo mantenía cerrado y dejó que su aroma saturara sus narinas. Luego vertió un par de gotas sobre sus mano para notar su temperatura y finalmente las lamió con la punta de su lengua.

Lo tenía claro... Era un remedio mágico para restañar las heridas, pero a diferencia de las que él solía fabricar, ésta tenía mayor potencial.  

-...curación!- Concluyó. -De las buenas!- Dijo sonriendo. -Bueno... las hay mejores... pero... mejor que las que yo puedo crear y mejor que las que hemos visto hasta ahora...- Se la ofreció a sus compañeros.