Partida Rol por web

El cerezo con forma de dragón

Capítulo 3. El Agua Contaminada.

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15/09/2020, 14:31
Tatomo

- ¡Aaah! - Gritó de dolor tras recibir la lanzada. 

Miró a un lado y a otro. Estaba rodeado y empezaba a ver la realidad. Salir de ahí mediante la fuerza no iba a ser fácil pero no sé rendiría tan fácilmente.

¡Pagareis por ésto! - Volvió a amenazar. - ¡Os arrepentiréis de haberos metido en mi camino!

Notas de juego

Ataques de Takeshi: arco (INT+DES-2), daño (DES). Daga (DES+INT+1), daño (INT-1+1).

Ataques de Minako: lanza (FUE+DES), daño (FUE+1+1)
Ataques de Yoshitomo:Daga (DES+INT+1), daño (INT-1).

Orden de combate:

Yoshitomo (4/8) Defensa 11 te toca!

Tatomo (-10 heridas) Defensa 7 

Takeshi (18/18) Defensa 6 

Minako (11/20) Defensa 3, ataca a Tatomo y le causa 4 heridas

 

Yutake (4/12) Conmocionado no combate.

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17/09/2020, 14:22
Yoshitomo Michi

"No eres más que una rata"

Aquello resonó en su cabeza como un gong.

Una rata. 

¿Acaso soy sucio? ¿Soy ignorante? ¡No! Soy cobarde y puede que no sea fuerte pero merezco...
Yoshi sentía la sangre palpitar en sus venas. Vio las heridas de Minako y vio su plan de intentar acabar con aquella estupidez de manera no violenta. Se le nubló la visión y no recordó como su brazo saltó como un resorte al costado de Tatomo. La daga de su padre, burda, sin adornos, negra, pero afilada como la lengua de un senescal, se abrió camino por la axila de Tatomo...

- ¡¡No soy ninguna RATA!! ¡¡Yo soy Yoshitomo Michi!!

- Tiradas (2)

Motivo: DES ataque

Tirada: 1d4

Resultado: 4 [4]

Motivo: INT ataque

Tirada: 1d8

Resultado: 5 [5]

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17/09/2020, 14:41
Tatomo

La daga de Yoshi se clavó muy profundamente por debajo de la axila de Tatomo. De la herida empezó a mandar sangre a borbotones. Sin duda había alcanzado bien a Tatomo, quien rápidamente acabaría desangrándose si nadie ponía remedio.

El joven se dio media vuelta y miró a Yoshitomo. En su mirada se dibujó la irá de que nada tiene que perder. Dolorido como estaba y ante sentenciado, lanzó un nuevo golpe con su lanza contra aquel cartero que se consideraba a si mismo un cobarde, pero que había demostrado un gran valor. 

La lanzada alcanzó a Yoshitomo y perforó su piel y su carne a la altura del estómago. El dolor fue horrible, muy intenso y totalmente incapacitante. Yoshitomo cayó al suelo herido y con las manos en la perforación de su cuerpo. Pronto se tiñeron de rojo carmesí y el joven comenzó a perder la consciencia.

Ahí tienes tu... - Tatomo cerró los ojos en un gesto de dolor y dejó caer la lanza. Justo después volvió a abrirlos para mirar directamente a Yoshitomo. - ...tu merecido... - Concluyó la frase.

- Tiradas (4)

Motivo: Daño Yoshi

Tirada: 1d8

Resultado: 8(-1)=7 [8]

Motivo: FUE

Tirada: 1d8

Resultado: 7 [7]

Motivo: DES

Tirada: 1d8

Resultado: 7 [7]

Motivo: Daño Tatomo

Tirada: 1d8

Resultado: 5(+1)=6 [5]

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17/09/2020, 14:59
Yutake

Yutake fue testigo de todo lo sucedido. Él no era un guerrero. Ninguno de los allí presentes lo era, pero de los cuatro, él fue el único al que paralizó el miedo. Sin embargo, el chico, el ver cómo Yoshitomo caía, reaccionó al fin acercándose hasta donde él se encontraba. 

- Te pondrás bien, ¿vale? - Le dijo tratando de infundirle ánimos. - Es una herida muy aparatosa, pero es menos de lo que parece. Saldrás de ésta. 

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17/09/2020, 15:03
Narrador

Tatomo estaba herido y aunque sus heridas podrían haber sido curadas, sabía que no saldría de aquella cueva con vida. Su honor había sido mancillado, no había podido vencer a un atajo de críos y no había podido completar su tarea. Su deuda con el Imperio no quedaría saldada y si era hecho prisionero sería ejecutado en la plaza de Sakuraio. Si lograba escapar, puede que el propio Imperio le diera caza y sería torturado o en el mejor de los casos, también ejecutado por su fracaso. 

Tatomo era consciente de ello. Sabía que podía suceder aquello y que la victoria no estaba asegurada. Se lo había jugado todo a una carta y... había perdido. ¿Qué opciones tenía ahora? Pelear hasta la muerte, ser capturado o... Tatomo tragó saliva y entonces se dio media vuelta y salió corriendo hacia el interior de la cueva. 

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17/09/2020, 15:08
Yutake

- Me quedo con Yoshi... - Les dijo a sus compañeros. - ¡Debéis impedir que complete su plan! - Les instó a sus compañeros. 

Notas de juego

Combate finalizado. 

Yoshitomo está a -2 heridas. Eso no quiere decir que vaya a morir, pero tendría que caer inconsciente. 

No obstante, gracias a su gran tirada el combate ha concluido y ahora solo Minako y Takeshi pueden impedir que Tatomo escape o cumpla su objetivo. 

Ya queda poco chicos!

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17/09/2020, 15:29
Takeshi Kazuki

Takeshi supo que Yutake tenía razón, no debían permitir que Tatomo vertiera el resto del veneno en el estanque, y dejando atrás toda precaución se lanzó detras del traidor. - Vuelve aquí bastardo - intentaría apresarlo de ser posible pero si debía poner fin a la vida de Tatomo para salvar al pueblo  lo haría.

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21/09/2020, 11:01
Yoshitomo Michi

Le sorprendió, sobre todo, que el dolor fuese tan fácil de tolerar. Había esperado una hecatombe de sufrimiento, pero no, apenas le pareció un empujón. Luego sintió el liquido caer a sus pies y por un momento le aterró que su hubiese orinado por el miedo. El tirón del asta, saliendo de sus intestinos le hizo caer sobre sus rodillas y por fin llegó el dolor. Se agarró el vientre y vio la sangre. Espesa, roja, encendida. Sonrió con alivio. No se había orinado, al fin y al cabo.

Después todo se fue haciendo más confuso. Los sonidos le llegaban como amortiguados. Estaba seguro de que vio correr a Tatomo. Y de nuevo sintió alivio. No lo había matado, lo había puesto en fuga. Alguien le cogió e impidió que diese con el suelo. Escuchó a Takeshi decir algo. No estaba seguro de que. Como si estuviese detrás de una pared.

Tosió y sintió que la saliva era muy espesa y salada. Todo se volvió negro.

Su historia estaba terminando. 

- Que pena... tan corta -musitó. Y todo se volvió negro.

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22/09/2020, 00:42
Minako

- Yoshi! ...YOSHI!

Minako grita el nombre del joven cartero mientras ignora por completo al hombre que los ha herido, que aprovechando su distracción se escapa sin muchos problemas. A pesar de su entrenamiento, no es una guerrera. No está acostumbrada a ver que la gente de su alrededor es herida... o algo peor. Le gustaría cambiar su situación con la de el... se suponía que ella era la encargada de protegerlos, pero está claro que todavía le queda mucho por aprender.

Pero si como guerrera necesita mejorar, como sanadora no sabe absolutamente nada. Ni siquiera sabe por donde empezar. Cuando Yutake se ofrece a cuidar de su compañero, su mente práctica se sobrepone. Tiene razón, ella no sirve de nada aquí. Es mejor que acompañe a Takeshi, que ahora va sólo y corre peligro de ser también herido. Asintiendo, deja a Yoshi a su cargo mientras se apresura a alcanzar a Takeshi. Acelera el paso y nota cómo su mente se despeja un poco. Al echar a correr, se seca instintivamente las lágrimas con una manga.

Vaya. Hacía mucho tiempo que no lloraba, piensa para sí.

Oyendo los pasos de su compañero, le llama desde una cierta distancia.

- Takeshi! espera! dice recuperando la compostura. Yo también voy.

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22/09/2020, 08:04
Tatomo

Takeshi y Minako siguieron el reguero de sangre que Tatomo fue dejando en el firme de la cueva. Corrieron tras él poco menos de cien metros hasta que llegaron a una zona de la caverna, en la que una enorme cueva se abría paso. Al fondo de ésta se encontraba una cascada que se internaba en la tierra y que retumbaba con la enorme fuerza del agua. Tatomo se colocó allí, de espadas a la cascada y al borde de la misma.

Habéis vencido... - Les dijo con lágrimas en los ojos. - Pero volveré a por vosotros. Tenedlo en cuenta...

Tatomo extendió los brazos en cruz, volvió a cerrar los ojos y se dejó caer hacia atrás. Cayó lentamente, mientras Minako y Takeshi observaban la escena sin poder hacer nada. En un abrir y cerrar de ojos, Tatomo cayó al agua y desapareció por el orificio por donde caía la cascada. 

Al acercarse hasta el borde y mirar hacia las profundidades de aquella cascada solo pudieron observar oscuridad. Aquella cascada se adentraba muchos metros, sino kilómetros hacia el interior de la tierra antes de volver a salir a la luz y alimentar el río. Posiblemente nunca volverían a ver a Tatomo y si su cuerpo sin vida lograba salir a la superficie, posiblemente fuera remontado río abajo hasta llegar al mar, muchos kilómetros alejado de aquel manantial o del propio Sakuraio.

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22/09/2020, 08:09
Narrador

Tatomo había desaparecido hacia el interior de la tierra. No era una buena noticia, no podría ser juzgado y se había perdido una vida. Tatomo era alguien brillante, pero sus celos y sus ansias de poder y de dinero acabaron con un futuro prometedor. Fuera como fuera, ya no estaban en peligro y habían impedido que la mayor parte del veneno que el propio Tatomo había preparado, fuera derramado en el manantial.

En el interior de aquella cueva, se podía percibir un olor extraño, como dulzón, pero a la vez agrio. Pronto descubrieron que procedía de una ingente cantidad de marmitas dispuestas junto a la cascada. En aquella cueva, se encontraban un total de veinte marmitas enormes, en cuyo interior se hallaba preparado el veneno que debía llegar a través del río a Sakuraio. Sin duda, aquello le había llevado meses de preparación, pues no podría haber llevado todo aquello hasta el manantial en unos pocos viajes. La questión en esos momentos era como tratar aquel veneno. Si lo volcaban sobre la roca, posiblemente se acabara filtrando y serían ellos mismos los que concluirían el trabajo de Tatomo. Pero tampoco lo podían dejar allí sin más.

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22/09/2020, 08:11
Yutake

Momentos después apareció en aquella segunda cueva Yutake, quien ayudaba a caminar a Yoshitomo apoyado en su hombro. 

No podemos dejar ésto aquí... - Dijo. - Hay que avisar a las autoridades de Sakuraio. Necesitamos que vengan hombres con carros. Cargar las marmitas y... - Resopló, aquel sería un trabajo titánico. - Debe ser la alcaldesa, el herbolario o el propio Sushi los que decidan que hacer con el veneno... - Determinó finalmente. - ¿Iréis vosotros? - Les preguntó a Takeshi y Minako. - Yoshi no puede andar demasiado y yo... Tampoco estoy muy bien. Os esperaremos aquí m ¿De acuerdo?

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22/09/2020, 08:17
Director

Notas de juego

Ahora si estamos casi al final. Necesito un post de reacción sobre lo pasado y que me confirméis que seguís las instrucciones de Yutake o bien proponéis otra cosa. 

Luego ya pasaremos al epílogo. Un post de conclusión y fin!

Enhorabuena, estamos a punto de conseguirlo!!

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22/09/2020, 12:53
Takeshi Kazuki

Takeshi no pudo hacer nada más que observar como Tatomo caia al vacío y luego de ello el contenido de la habitación, macabro recordatorio de lo que podía suceder cuando una mente enferma se enfrenta al rechazo. Cuando Minako llegó a su lado tomó su mano y retrocedió, no quería que nadie más siguiera ese camino y la manera de cojear de la chica no auguraba nada bueno si se acercaba al borde.

- Vamos Minako, no hay nada que podamos hacer por él - dijo pasando un brazo por su cintura y pasándose el brazo de ella sobre el hombro - Deja que te ayude - su mano se apoyó en la cadera herida con suavidad, intentando ejercer la presion justa para apaciguar el dolor.

Cuando apareció Yutake y propuso el plan asintió, conocía el camino y podría guiar a las autoridades hasta allí - ¿Minako, crees que puedes acompañarme o prefieres quedarte? ¿Como estás del golpe? - él iría, sólo o acompañado, y se aseguraría de que Shiso y el herbolario lo acompañaran.

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24/09/2020, 09:11
Yoshitomo Michi

El Dragón le pidió que volviera y Yoshi volvió.

Había entrado a tientas en un lugar muy oscuro. Escuchaba el gotear en pequeños pozales y el olor a condensación le dijeron que se encontraba en una cueva, tan oscura como la pez. No sentía miedo, de ningún tipo. El ambiente era cálido, pero en su nariz sentía algo de frío. Avanzaba a tientas pero el camino estaba libre de obstáculos, liso y limpio. Y un rumor venía del frente. Algo familiar y tranquilizador. El rasguear de un pincel de escritura sobre un papel. Los golpecitos contra el tintero para eliminar el exceso de tinta. Y una respiración pesada y grave.

Al principio pensó que se imaginaba la luz. Luego se dio cuenta de que la luz en verdad estaba allí, y su caminar se hizo más raudo y decidido. Terminó por entrar a una caverna donde un dragón, tendido sobre el liso y limpio suelo, escribía con delicadeza y precisión un texto que Yoshi no podía ver desde la entrada. Solo que sus letras eran hermosas y la decoración de las paginas bellas y muy elaboradas. La estancia estaba iluminada por un globo luminoso, como un pequeño sol en miniatura, que brillaba con luz cálida y anaranjada en el techo de la caverna. 

El dragón era de color verde y no era más grande que un caballo. Al principio no reaccionó. Yoshi, sin saber muy bien que hacer, terminó por toser con nerviosismo, a lo que el dragón reaccionó levantando una mano, pidiendo paciencia y siguiendo su escritura. La hoja llegó a su fin, el dragón puso en su sitio el pincel, derramó fina y limpia arena sobre la pagina para absorber el exceso de tinta y finalmente, usó un secante. Luego enrollo el papel y lo hizo a un lado, se acomodó sobre sus patas delanteras, como si fuese una esfinge y le miró con seriedad y la impresión de una sonrisa escondida en la comisura de los labios.

Hola Yoshimoto. No te asustes, soy un amigo. Aquí no hay nada que temer.

- ¿Quien... donde estoy?

- No es importante. Ahora no lo es. Lo será un día, pero aun no. No he terminado tu historia. Has venido demasiado pronto.

- Mi historia... -afirmó Yoshi, aunque sonó como una pregunta porque no entendía nada.

- Aun tengo más planes para ti. No es el momento. Pero incluso a mi se me escapan cosas. Aunque en tu caso aun puedo corregirlo.

- ¿Corregir? -el dragón asintió. Sus ojos eran dorados y luminosos. Tomó el rollo que había estado escribiendo y lo extendió ante si. Tomó una cuchilla para rascar y lo miró fijamente.

- Esto te dolerá, lo siento mucho.

- ¿Que va a doler? -pero Yoshi se retorció de dolor inmediatamente, justo después de terminar su pregunta. El dragón empezó a rascar unas palabras en el texto y cada rascadura la sentía como una puñalada en el pecho - ¿Que... que está pa...?

- Lo siento Yoshi, será solo un momento... aguanta.

El dragón no mintió. Terminó, pero el dolor no desaparecía. Yoshi se encontraba de rodillas, agarrándose el vientre, a la entrada de la cueva. El dragón tomó el pincel de nuevo y volvió a escribir sobre la parte que había rascado. Y el dolor de Yoshi se fue haciendo más concreto, localizándose a un lado del vientre, a su izquierda, donde todas las chispas de dolor se juntaron en una sola casi insoportable.

- Pasará pronto. Y ahora has de volver. Aun has de escribir más historias.

- No entiendo nada. ¿Que quieres de mi? ¿Quien eres?

- Algún día, Yoshi. Algún día te diré mi nombre. Pero hoy no es el día. Vuelve...

Y Yoshi volvió.

Yoshi no recordó gran cosa. Cuando despertó, Yutake le ayudaba a andar y cada paso era un suplicio, pero era un suplicio de dolor que le decía que no había muerto. Se sentó donde Yutake le ayudó a hacerlo, escuchó las voces de los demás sin de veras entenderlas y, poco a poco, se quedó completamente dormido.

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25/09/2020, 13:13
Minako

Minako se dejó llevar durante las próximas horas, sin ser muy consciente de lo que estaba pasando a su alrededor.

Cuando fue consciente de que el peligro había pasado, y sobre todo, de que Yoshi se iba a poner bien, todo el dolor, el cansancio y la tensión le cayeron encima de golpe. Ayudó en las tareas de recolección del veneno, se dejó curar las heridas, viajó de vuelta a la ciudad... pero si la preguntaran a ella, poco podría decir de lo que realmente había pasado. Al llegar la noche tomó una ligera cena y cayó en su cama antes de darse cuenta de que se estaba quedando dormida. Si soñó algo, tampoco lo llegó a recordar.

La mañana, como de costumbre, le trajo una claridad que ponía los eventos del día anterior en una mejor perspectiva. Se levantó temprano y se dedicó a sus tareas cotidianas, a cuidar de Hai-iro y a controlar los suministros, no sin antes hablar con Shiso para preguntarle cómo había pasado Yoshi la noche.

Takeshi la encontró como siempre, cuidando del burrito y contando provisiones, como si nada hubiera pasado. Seguía estando dolorida de las heridas y los golpes, así que lo hacía con mayor lentitud, pero esa era la única diferencia. La rutina era relajante para la chica, que habiéndose criado como granjera encontraba relajantes las acciones repetitivas y tranquilas. El muchacho pelirrojo se ofreció a ayudarla, viendo que efectivamente no se había recuperado todavía, pero ella le detuvo, de manera firme pero amable.

Hacía un tiempo que Minako llevaba pensando en ello, pero los acontecimientos de la noche anterior se lo habían dejado del todo claro. El propósito de su viaje. Mientras viajaba con su familia tenía un montón de gente detrás de ella, que la apoyaba y la protegía en todo momento. Mientras estuvo con ellos, incluso con todo su entrenamiento y sus escaramuzas con bandidos y bestias del bosque, seguía siendo una niña. Al entrar en el camino por sí misma y juntarse con desconocidos, estaba empezando a entender lo que era ser un adulto.

Y a veces los adultos no pueden permitirse el lujo de quejarse.

Minako se llevó a Takeshi a un lado y tuvo con él la que posiblemente fuese la conversación más larga e íntima que había tenido con nadie hasta el momento. Fue una conversación alegre, en la que le dejó claro que estaba muy agradecida de su ayuda, y de su compañía, pero lo que le había pasado a Yoshi no podía repetirse. Él era diestro con el arco, ella con la lanza. Era su responsabilidad. Ahora no importaba la diferencia de edad con Shiso, con Yoshi o con cualquiera que se les uniese en el futuro. Ahora todos eran adultos, cada uno a su manera, y debían comportarse como tal. Daría cualquier cosa por cambiar de lugar con Yoshi y ser ella la que estuviera convaleciente, luchando por su vida, porque eso significaría que al menos hizo bien su trabajo. Ahora entendía un poco más a sus mayores, y por qué se comportaban como lo hacían. Le llevaría tiempo aprender, pero lo acabaría haciendo. No era la mujer más lista del mundo, pero sí era muy tenaz, y compensaría cualquier falta de aptitud con un extra de esfuerzo. Agradeció al muchacho pelirrojo que la hubiese escuchado con un beso en la mejilla y volvió a sus quehaceres con más ganas si cabe que antes.

Cuando Yoshi despertó por fin y todos vieron que aunque débil, estaba fuera de peligro, Minako se acercó y abrazó al chico. Tuvo cuidado de no hacerle daño, pero no podía evitarlo de lo alegre que estaba al verlo bien otra vez. Sabía que se encontraba incómodo ante ella, algo había pasado en la vida de Yoshitomo Michi que hacía que se tensase cuando Minako se le acercaba, pero ahora le daba igual, sólo sentía alegría por verlo bien de nuevo. Quizás en el futuro pudiese tener otra conversación con él, como las que ha tenido con Takeshi, y logre que se sienta cómodo con ella. Tiempo tienen de sobra.

Ahora, estas personas son su nueva familia, y es con ellos con quien debe estar.