Partida Rol por web

¡Casi me quemo! Me despojo rápidamente de la camiseta y me aparto del círculo. No puedo contener gemidos de dolor mientras me horroriza pensar si esta herida llegará a curarse, o incluso si me matará. ¿Acaso no es sangre o ácido de un demonio, no será venenosa? Aplico unos precarios primeros auxilios (pues no dispongo de materiales) intentando no despistar a mis compañeros aún más.

Mientras lucho por recuperarme ya de vuelta en el círculo, oigo a la mujer: ¡realmente la secuestrada tenía que ver con el monstruo! Hago un amago de salir, pero intento concentrarme: mi misión es continuar con el cántico, para lo demás está Harry y en todo caso Scott. Sin embargo, por muy mal que parezca la situación fuera, no podría ignorar a esa mujer si nadie acude en su ayuda...

La materia viscosa era un tipo de ácido que se llevaba por delante todo lo que tocaba. Walter sufrió las consecuencias. Al rato se escuchó desde afuera la voz de una mujer pidiendo socorro. ¿Era la mujer desparecida que nos comentaron?. Harry no sabía qué hacer, si ir en su ayuda y dejar al grupo sin protección o que fuese otro compañero. - Walter, ve tú, no quiero salir y que esa bestia aparezca aquí abajo y eche al traste todo el trabajo que llevamos. Es mejor que deje uno de cantar a dejar sin protección al grupo. Además, el que mejor sabe utilizar esto... Dijo levantando la escopeta. Soy yo.

El incidente de Walter casi me hacer perder la concentración por mucha voluntad que tengamos si comienza a llover acido no podremo terminar el ritual pero por suerte todo se calma rapidamente y vuelve al circulo para terminar el cántico, pero una sorpresa aún peor estaba por venir. Cuando oí a la mujer pedir auxilio casi me desespero, acaso seria una ilusión del monstruo que estaban enfrentando. A punto de perder los nerviós, Harry encentra la solucion Buena elección, espero que el pequeño pueda con ello.

Estaba deseando escuchar eso: aunque lo que se mueve ahí fuera parece peligroso, me parece más seguro que mantener el cántico.

- ¡Está bien, iré! ¡Pero llamadme de vuelta si el cántico corre peligro!

Me levanto y después de mirarme la herida, salgo corriendo por la puerta en busca de la mujer.

Walter sale al exterior con la lámpara de carburo de Harry en la mano y se acerca hacia el origen de los gritos. Efectivamente es una mujer y tiene la cara cubierta de sangre.

-Ayuda... -murmura mientras se pone en pie.

Cuando Walter llega a su altura y la luz ilumina a la mujer el joven siente como una oleada de frío terror le recorre las venas y la columna vertebral. Ante sí ve un cuerpo hinchado, grotesco, que parece que lleva muerto unas 24 horas. Un agujero en el pecho, hecho a mordiscos, revela que su corazón ha sido arrancado. No está ante un ser vivo. El cadáver andante se abalanza sobre él intentando estrangularle.

Hemos llegado tarde, la mujer está muerta... o no.

De todas formas no pienso en ello ahora: solo corro, alejándome de la casa, haciendo una carrera de unos dos cientos metros. No lo tengo en mente (porque simplemente estoy muy, muy asustado ante lo que acabo de ver), pero tal vez esté haciendo algo bien: si el monstruo se centra en mí y deja la casa, todo acabará bien.

Espero que para mí también.

Harry está atento a todo lo que sucede dentro de la casa para que nada moleste a sus compañeros con el cántico. Y de reojo también mira al exterior para saber que está haciendo Walter con la mujer que pide socorro cuando ve que la mujer se abalanza sobre él, cayendo al suelo, y Walter sale corriendo. - Qué raro. Algo ha debido de pasar.

Walter sale huyendo, pero el cadáver andante que una vez fuera una mujer no sigue sus pasos. En vez de eso, se dirige tambaleándose hacia la casa. Cuando se acerca lo suficiente, Harry puede ver su terrible aspecto. El vagabundo, que sigue atado en el exterior, empieza a chillar aterrorizado cuando la zombie dirige sus hinchados brazos hacia su garganta.

La mujer no sigue a Walter y se dirige hacia la casa. Su aspecto se va definiendo a la vez que se acerca y eso no es una mujer. ¡Es un zombie!, había oido hablar de ellos pero no creía que existiesen y allí, casi en la entrada de la casa, había uno que intentaba ahogar al pobre vagabundo que tenían atado. El pobre intentaba zafarse de las ataduras para poder huir de aquel ser del demonio pero sus intentos fueron fallidos.

Harry, desde el interior de la vivienda, apuntó con su rifle a la mujer convertida en muerto viviente. No permitiría que el vagabundo muriese por su culpa. Disparó y le alcanzó en pleno cuerpo.

- Vosotros continuad con el cántico, no os paréis. Les dijo para que no se distrajesen.

Un pequeña gota, trémula, insegura sobre dónde posarse, recorre mi rostro. Fría, pegajosa, atraviesa el costado de mi ojo derecho y, movilizándose cerca de mis labios, termina por lanzarse a la nada desde mi mentón. Es lo único que prácticamente siento, mis sentidos se han perdido, tan sólo percibo el miedo que nos invade y el cántico que resuena constantemente en mi mente.

El pegajoso líquido que casi nos carcome, ese icor demoníaco, es lo único que me saca momentáneamente de mi sopor. Giro mi rostro hacia a Walter y reparo en que se ha alejado... me percato que ha ido afuera y yo también siento el grito de la mujer. Luego me vuelvo hacia Scott y me conforta saber que me acompaña.

El tiempo ha pasado y tal vez es lo único en la que guardo prácticamente certeza. Falta muy poco, tan sólo un poco más, estamos por terminar esta pesadilla.

Un ruido ensordecedor se cuela penetrante por mis oídos hasta mi sien. La escopeta de Harry acompaña disonante el cantar que con mi compañero continuamos. Quiero mirar atrás pero mi digo a mi mismo que lo correcto es continuar. Sólo un poco más, debemos aguantar un momento más.

Cuando recobro el control de mí mismo, no puedo más que decepcionarme de nuevo con mi actitud: ya había fallado en la casa del señor Corbitt, y ahora voy por el mismo camino. Tengo que volver, y primero lo hago paso a paso, para después correr deshaciendo mi camino de huida hasta volver a la casa y su interior, mientras intento mentalizarme de que no debo tener miedo.

No es que la situación esté para no tenerlo, es que no hay que pensar en ello.

Estaba intentando mantener la calma y evitar salir como un loco contra el monstruo para enfrentarlo con artes non sactas, con fuego, polvora y otras cosas que eran de su ambito el doc tendría que estar aquí, el sabe mas de estas cosas El grito de la mujer y la suerte de Walter me tenían preocupado, las cosas no parecían ir por buen camino fuera de la casa  Mi lugar esta con Harry, empuñando un arma y no aqui recitando de un libro. En ese preciso momento el escopetazo de este casi me hace dar un salto y hacerme perder en el ritual maldita sea podría haber avisado, maldito cabron, menudo susto!

Harry no se lo piensa dos veces y echa mano de su fiel arma. Saliendo al porche, apunta a la cabeza de la criatura que intenta estrangular al vagabundo. El disparo es ensordecedor y está a punto de romper la concentración de los que cantan. Sin embargo, es efectivo, la cabeza de la mujer muerta casi se desintegra del disparo y el cadáver cae al suelo junto al vagabundo, manchándolo de sangre y fluidos cerebrales. La pobre mujer muere por segunda vez.

El tiro fue certero, acabando de nuevo con la vida de la mujer sin que tocase un sólo pelo del vagabundo. Harry volvió a entrar al salón donde sus compañeros seguían con el cántico, vigilando hacia todos lados. Visto lo visto no se fiaba de nada. - Seguid a lo vuestro, que por el momento está todo controlado.

Estaba seguro que la baba y la chiquilla fueron solo el principio esto se pondra feo pensaba mientras continuaba la salmodia. Si logramos salir vivos de esto tendremos que hablar y organizarnos mejor.

Parecía que el ataque del cadáver reanimado había sido un último y fútil intento por parte del monstruo del desván para romper vuestra concentración, ya que el ritual sigue sin interrupciones hasta casi el final. Walter ya ha regresado de nuevo a la casa y reincorporado al círculo mientras que Harry sigue vigilando el exterior atento a cualquier otra amenaza.

Por eso Harry no ve que en los cinco últimos minutos de ritual, la criatura hace su aparición. Una voluta de humo comienza a descender formando una espiral desde el desván, girando en dirección al centro de la estrella de cinco puntas que hay dibujada en el suelo. La criatura se manifiesta finalmente. Solamente quedan cuatro minutos más de cánticos para poder devolverla a su lugar de origen. A medida que se condensa dentro de la estrella, se va haciendo visible su horrible y retorcida masa de garras, fauces y largos apéndices.

La imagen del ser se graba en mi mente, intentando retorcerla, pero el cántico parece ser más fuerte, más aún que la cosa. Sin embargo, un pavor como jamás sentí me invade, más aún que al ver el cadáver reanimado de Corbitt, más aún que aquella noche.

Es una imagen sin forma, un horror sin nombre, no para nosotros, no para los que nos antecedieron. Continúo el ritual pero siento cómo mi respiración se acelera y se entrecorta y vuelve a acelerarse. Es el temor a lo desconocido y eso mismo tengo ante mis ojos... la nada, la muerte.

Atravieso la puerta mientras veo el cadáver de la pobre mujer, o lo que queda de ella. No pierdo tiempo en preguntar si se ha intentado hacer algo por ella: Harry, que parece manejar el arma, ha hecho lo correcto, por mucho que se tratara de una víctima inocente, y probablemente no podía salvarse.

Ya en el círculo y a pocos minutos del final, la figura del monstruo empieza a materializarse, volviéndome el maldito estado de pánico. Demasiado tarde para descubrir que enfrentarme a lo sobrenatural no es algo que pueda controlar. Cierro los ojos y entono el cántico de forma más brusca y sonora, intentando por todos los medios no destruir lo que estamos llevando a cabo.

No pensaba que con el zombie todo estuviera acabado pero tampoco pensaba que la criatura fuera tan monstruosa. Debía de tener un gran poder para hacer lo que había hecho, materializarse de la nada. Su escopeta no tendría nada que hacer pues podría atravesar a la bestia sin hacerle ninguna herida, aunque para cerciorase de ello lo intentaría. La única forma de acabar con ella era que sus compañeros acabasen con el ritual y faltaba poco para llegar a su fin. Harry comenzó a gritar a la criatura para que se fijase en él y no en sus compañeros. - ¡Maldito demonio, ven para aquí!

Una maza informe, cuya carnes estaban hechas de mis pesadillas mas profundas comienza a materializarse enfrente mio, a pesar del coraje que aparentaba o el valor que podría haber demostrado hasta entonces, mis dedos comienzan a agarrar el libro con mas fuerza y los dedos comienzan a aterirse, mi gestos toman un rictus y las palabras del rito salen cada vez mas lentamente...

La mirada se torna levemente vidriosa, y a pesar de que no doy gestos de dolor o miedo, al menos exteriormente, algunas lagrimas cominezan a caer de mis ojos.