Partida Rol por web

- ¡Maldición!

Al llegar a la planta en la que empieza a resultar ciertamente desgradable tanto humo, Günther sale de las escaleras y recorre la planta entera buscando todas y cada una de las escaleras existentes, para tratar de localizar aquellas menos afectadas por el humo. Cuando las localice, se irá al lavabo más próximo, mojará un pañuelo o trozo de tela similar y se lo pondrá frente a la cara para tratar de cruzar a través de aquellas escaleras menos afectadas por el incendio.

Veo como algunas personas empiezan a bajar por las escaleras... no es una mala opción, aunque arriesgada. Aunque no haya fuego el humo podría asfixiarlos y luego está el problema de que puedan estar bloqueadas, eso haría necesario volver a subir casi 40 pisos... Así que decido descartar la opción de las escaleras, al menos por el momento. Doug empieza a organiza los descensos en el ascensor panorámico... agarro a Patty del brazo y me dirijo a él....

Hola Doug, viejo amigo... ya veo que estás organizando el descenso de la gente en el ascensor panorámico, veo que has metido a Susan en el primer viaje... no esperaba menos de tí... espero que Patty pueda bajar en el segundo viaje... dejár a las amigas de tu esposa que mueran no es muy caballeroso.... dejo caer el comentario con toda la intención del mundo.

Me doy la vuelta y vuelvo a donde está O'Hallorhan.... Hola Jefe, no nos han presentado... soy Roger Simmons. ¿me puede decir que otras formas de evacuación han pensado aparte de que la gente se churrusque en el ascensor, o en las escaleras...? ¿No me dirá que nuestras vías de escape son exclusivamente las que nosotros mismos nos podamos proporcionar...? Tenemos un helipuerto justo encima de nuestras cabezas....

El capitán de bomberos parecía ignorar a Harlee y mientras tanto el ricachón de James Duncan lo había aconsejado tomarse una copa. Harlee estaba en el centro del salón cuando apareció el hombre en llamas. Alrededor caos y confusión. Se tranquilizó y despidió a su esposa-objeto con la mirada.

Mientras el resto de la gente corría despavorida, caminó con calma hacia el balcón con la copa en la mano. Se apoyó en el alfeizar y miró las estrellas. Bajo él cientos de metros de caída y llamas que prometían devorar cada metro cuadrado de este siniestro edificio. Por encima de los demás, no había manera de llegar al resto de tejados de manera fácil.

Prendió un cigarrillo y fumó con calma mientras en el salón todo se descontrolaba.

Qué curiosa es la vida. Por la mañana eres la chispa que mueve el mundo y por la noche un cadáver calcinado.

Miró de nuevo a los edificios de enfrente. Él se había criado como una rata callejera, saltando de tejado en tejado. Y la chispa volvió a él.

Corrió hacia James Duncan y lo agarró por los hombros.

James muchacho, tienes que escucharme. ¿Existe alguna manera de llegar a los edificios que tenemos alrededor? Puede convertirse en una vía de escape.

-Bien, mande 4 hombres a la 43, otros 4 a la 49 y otros a la 55. 4 que se queden en la 92 y otros 4 en el piso inmediatamente más bajo a ese que esté en llamas. Además, cuatro hombres que sigan en el 81 y cuatro en el 82. De esos 9 que queden, tres al 83, otros 3 al 84 y el resto al 90 si está en llamas.

Se frotó la frente. Había mucho trabajo allí.

Cuando colgó el teléfono se acercó al arquitecto aunque primer se dirigió a dos de sus hombres. 

-Vamos a tener más refuerzos en esta sala para ayudar a la evacuación de los invitados y ayudar a hacerlo con calma. Ustedes vayan por las escaleras y ayuden al grupo que ha bajado por allí por si necesitan de vuestra ayuda.

Duncan daba órdenes de no subir en más de 12 personas cada vez, todas ellas mujeres gracias a Doug.

-Sigan haciéndolo así, con calma, no podemos abarrotar los ascensores. Y ahora- dijo finalmente dirigiéndose a Doug- debemos planear otra vía de escape por si no nos da tiempo a evacuar a todos por el ascensor exterior.

El hombre enfermo sugirió si había forma de ir al edificio adyacente. No parecía mala idea, aunque a eso debía responder el arquitecto.

¿Se encuentra mejor?- le dijo a Harlee- si se encuentra mal debería usted bajar en el ascensor exterior junto con las mujeres en el próximo trayecto. La salud es lo primero, y no creo que nadie se escandalice si se salva un hombre con problemas del corazón que necesita sus medicinas. Debemos garantizar el bienestar de todos.

Y priorizar a la gente a la que salvar los primeros, centrándose en los enfermos y en los más débiles*.

La salud es lo primero, y no creo que nadie se escandalice si se salva un hombre con problemas del corazón que necesita sus medicinas. Debemos garantizar el bienestar de todos.

Y priorizar a la gente a la que salvar los primeros, centrándose en los enfermos y en los más débiles*.

Y un jamón..!!! Dijo Simmons con rotundidad.... El señor enfermo que hasta hace media hora estaba bailando como un mono con sobredosis de cafeina ahora resulta que está malito.... Yo me escandalizo, listillo.!

¿Además de donde se ha sacado usted esa norma de supervivencia... los enfermitos y los debiluchos los primeros?, .... preguntele usted a darwin sobre la selección natural, alma de cántaro! Continuó cláramente ofendido...

Si alguien tiene que palmar que sean los debiluchos, así los sanotes repoblaremos el mundo con hijos mucho más saludables... Y las mujeres se salvan porque...tampoco tengo yo muy claro el porqué, habíendo 7 mujeres por cada hombre.... pero supongo que será por galantería que si no las salvamos no nos dejarían ni acercarnos a ellas...

Pero aquí el amigo, se coge su boleto y se espera a ver que es lo que le ha tocado, o eso o que se baje por las escaleras... Era lo que nos faltaba... ¿lo siguiente que será... los políticos republicanos y los dueños de edificios primero?....

El senador Parker había escuchado lo que había dicho Simmons sobre los republicanos con evidente desagrado. Pero es verdad que tenía razón en una cosa.

-El señor Simmons tiene razón en algo. Ese hombre que supuestamente está enfermo del corazón no ha parado de pasearse por la sala bebiendo alcohol y bailando. Me da que nos está mintiendo a todos. Capitán ¿Qué hay de la azotea, como ha dicho el señor Simmons? ¿Podría sacarnos por allí?

Al escuchar a su marido defenderla ante Doug, Patricia le estrecha el brazo con cariño.

-Roger, no quiero dejarte aquí. Bajaremos juntos.

El arquitecto le había advertido sobre Duncan. Pero sin duda el verdadero elemento era el "yerno". Debía ser, o creerselo al menos, el jefe de todos los presentes. Pero desde luego el suyo no lo era. Dejar que mueran los débiles.

-¿Los débiles dice? ¿y qué debería hacerse con las ratas?- dijo, acercándose para coger a aquel desgraciado por la solapa de la camisa. No era un hombre dado a la violencia, su trabajo consistía en salvar vidas, no ponerlas en peligro. Pero le habían tocado la fibra, gente que se preocupa más por sus intereses que por la vida de otras personas- quizá si sigue así podrá discutir con Darwin su teoría en persona.

Pero el senador le sacó de su furia, y de lo que podría haberse lamentado el resto de su vida. Miró al que decía estar enfermo.

-Mentir al cuerpo de bomberos es una cosa grave, aunque sea para salvar su vida. Si nos está mintiendo será mejor que confiese ahora. Si no lo hace, sí que opino que sacarle de aquí es una prioridad- Se dirigió al groso de los invitados- ¿Alguien conoce a éste y sabe si tiene problemas cardíacos? ¿Lo había mencionado alguna vez antes?

Le preguntaron si podían salir por la azotea. Desconocía si había en el edificio algún sistema de escape por allí, aunque con suerte llegaría ayuda aérea.

-Solicitaré un helicóptero para que nos saquen de aquí y de ser así la azotea es la mejor opción. Pero estas cosas suelen tardar. Y para qué engañarnos, no creo que puedan enviar un helicóptero en el que quepamos todos los presentes.

Cogió el teléfono de nuevo. Esta vez tenía una petición que hacerle a la marina. Esperaba que el oficial al mando no tuviera el sentido del "ahorro" como lo tenían Duncan y su sombra.

-Al habla el jefe de bomberos O'Hallorhan. Se ha producido un incendio en la Torre de Empresas Duncan. El incendio se extiende como la pólvora, y es posible que no dé tiempo a evacuar a todo el mundo de la manera tradicional. Se estaba celebrando una fiesta con un número elevado de civiles. Es posible que necesitemos evacuar a varias personas por la azotea. Necesitaríamos helicópteros para evacuarlos a todos. El fuego crece muy deprisa. Mis hombres hacen cuanto pueden, pero podría no ser suficiente.

El comentario del Jefe sobre las ratas fué realmente irónico....¿las ratas dice usted? Las ratas son siempre las primeras que abandonan el barco, pero aquí por lo visto nos obligan a sacar boletos de lotería... ¿por cierto quiere usted un pinchito de camenbert?... Le respondió al alterado jefe con una sonrisa burlona... El Jefe fuera de sí le cogío de la solapa y ya se imaginaba lo que vendría luego pero el Senador interrumpió la demostración de testosterona irlandesa...

El jefe centró su atención en Harlee, no lo conocía de nada pero ese ático estaba lleno de caraduras y ese tal Harlee tenía toda la pinta de ser de los peores...

Me dirigí nuevamente a la barra a esperar a que se hiciera el sorteo... aproveché para refrescar nuevamente el gaznate con un escoces... y pude escuchar el comentario del Jefe sobre los helicopteros... me iba a ganar un puñetazo pero no me podía contener... aquel hombre sería el jefe de bomberos pero me daba la impresión de que estaba más perdido que James Brown en una fiesta del Clan del Cuscús...

Solicitaré un helicóptero para que nos saquen de aquí y de ser así la azotea es la mejor opción. Pero estas cosas suelen tardar. Y para qué engañarnos, no creo que puedan enviar un helicóptero en el que quepamos todos los presentes.

Pues pide dos lumbrera, o sino tres....!!! Estamos en America y tiene aquí a un senador... será por helicopteros... Desde luego no sé quien le ha dado el puesto de Jefe... pero se nos ahoga usted en un vasito de agua...  Ya está!, de esta me zurra seguro...

Al escuchar a su marido defenderla ante Doug, Patricia le estrecha el brazo con cariño.

-Roger, no quiero dejarte aquí. Bajaremos juntos.

Patty, dejate de tonterías y baja en el puñetero ascensor... tu tranquila yo estoy opositando a bajar de los primeros...por el método más rápido...

Afortunadamente el oficial al mando era consecuente con sus responsabilidades y no dudó ni un momento.

-No se preocupe jefe. Le enviamos los helicópteros. Aunque está haciendo bastante viento y puede que tarden un poco.

El imbécil le trataba como si él fuera de su misma condición. Por supuesto pensaba pedir varios helicópteros, pero antes de dar esperanzas a los demás debía estar seguro y ponerse en la peor situación por si  le enviaban finalmente solo uno. Afortunadamente, el general de la marina no era tan rácano como el propietario de la Torre y su lacayo.

Ignorando los esfuerzos de Simmons para ganar protagonismo y sacarle de los nervios, se dirigió a todos. Sin saber demasiado muy bien qué ganaba un tipejo enfrentándose con el hombre que podía salvarle la vida en una situación crítica. Afortunadamente para él, el jefe valoraba igual todas las vidas, aunque no olvidaría la hostilidad del hombre al que su propio suegro parecía no aguantar.

-He llamado a la marina, nos traerán helicópteros. Pero no todo son buenas noticias. El viento esta noche es especialmente fuerte, y no los enviarán hasta que se haya calmado. Como dije antes, los helicópteros podrían llegar demasiado tarde, y supongo que para evitar tráfico aéreo y colisiones aterrizarán de uno en uno, lo que llevaría aún más tiempo en llevar a todos los invitados. Por si acaso debemos crear otro plan de emergencia. Y espero que usted nos ayude en eso.

Miró al arquitecto.

Ya tenía el rostro desfigurado por los comentarios de mi yerno, sentía vergüenza ajena y alucinaba en colores con tal de no darle un puñetazo para callarlo definitivamente.
-Veamos, Roger te sugiero que cierres esa bocaza y dejes a la gente trabajar. Si no puedes hacer algo útil al menos guarda silencio. - le digo en un tono bastante serio y con prepotencia.
Ahora ya con Harlee a mi lado y el jefe de bomberos que está decidiendo prosigo. - Tenemos la opción de Harlee pero hay que ver si el cuerpo de bomberos o la policía puede ayudarnos en el traslado. En cuanto a las escaleras no las recomiendo, si un hombre en ascensor apareció prendido fuego debe ser que los pisos de abajo están que arden. Una sola cosa Sr. - hago una breve pausa y me acerco al jefe de bomberos. -No sería recomendable que esté presente en el incendio y observando lo que hacen sus compañeros en vez de seguirle la perorata a mi yerno que solo dice tonterías. Vamos hombre, somos grande y este es un poco venenoso cuando quiere. - dicho todo esto colaboro con las mujeres del primer grupo para que bajen por el ascensor externo.

Las palabras de Roger son la gota que rebalsa el vaso. Luego de su comentario socarrón le respondo sujetándolo del brazo para luego dejarlo ir a hablar con el jefe de bomberos. – Gracias a tu fraude millonario tu esposa podría morir. Ahora mira a tu esposa a los ojos y dile que no morirá por tu avaricia. – Lo dejo ir mientras escolto a Patty a las puertas del ascensor pero ella no desea separarse de él. Entonces opto por dejarlos a solas hasta que decidan algo. Tengo mejores cosas que hacer…

Luego O´Hallorhan me pregunta por vías de escape alternativas, a lo cual respondo. – Si, las hay. Por ejemplo existe un helipuerto en la azotea. Desde allí podrían evacuarnos a todos, aunque la idea del señor  Clairborne también es factible pero necesitaremos de la ayuda de un helicóptero para tender un cable con algún aparejo para descender. Creo que en eso usted tendrá más ideas de cómo implementar el aparejo. – pero aquello quedara suspendido de momento por la discusión con el culpable del asunto, Roger Simmons. Luego de algunos minutos de rigor finalmente el jefe de bomberos opta por llamar al helicóptero… - la marina tiene helicópteros de transporte de tropas. En esos trastos pueden llevar hasta veinte hombres pero lo que pueda utilizar será mejor que nada. - 

Por si acaso debemos crear otro plan de emergencia. Y espero que usted nos ayude en eso.

Miró al arquitecto.

 Creo que tengo una idea de emergencia pero no puedo asegurar nada. – respondo a O´Hallorhan no muy convencido sobre mis palabras. Luego permanezco un momento abstraído en mis pensamientos para finalmente hablar de cerca con el jefe de bomberos.

 Luego permanezco un momento abstraído en mis pensamientos para finalmente hablar de cerca con el jefe de bomberos.

En la azotea se encuentra la maquinaria de los elevadores, la calefacción y lo más importante: Los tanques de agua que alimentan el edificio. El agua es llevada hasta los enormes tanques mediante electrobombas. Allí hay miles de litros pero no veo como utilizar el agua ya que no hay grifos para extraer semejante cantidad. – en definitiva es una idea a medias porque el problema consiste en extraer el agua en tiempo y forma. 

Doug suelta delante de todo el mundo que ha habido un fraude con el dinero de la construcción del edificio. Al instante se alzan voces de asombro, gritos de sorpresa y gente enfurecida. Todos podrían morir por culpa de ahorrar unos dólares. El senador Parker se dirige con furia a Duncan.

-¿Qué es esto, James? ¿Ahorraste dinero del presupuesto? ¿Es que has construido este edificio con los materiales más baratos que pudiste encontrar?