Partida Rol por web

Noté su mano pero rápidamente la solté, antes de salir a plena luz en el pasillo, por si alguien nos veía. Me mantuve detrás de él, atenta a cualquier movimiento con la esperanza de salir de allí. 

Mis pensamientos se fueron hacia Nene, la cual había dejado atrás, y hacia Chikazumi, el cual se había lanzado a la batalla y no habíamos vuelto a ver.

Recé mientras andábamos para que ambos estuviesen bien.

Cubierto por su armadura de guerra y seguido por su guardia personal Yabu-dono entra en el pasillo con la espada desenvainada.

Hija ¿Qué está ocurriendo aquí? dijo entre molesto e incredulo mientras avanzaba hacia los dos. Con paso firme

Al salir fuera observas como Yabu-dono entra al castillo acompañado por su guardia personal.

Yasuhide no se esperaba encontrar a su señor allí, por lo que se arrodilló ante él y esperó a que Yabu-hime se lo contara todo.

- Padre... - dije mientras instintivamente realizaba una reverencia ante el guerrero - la boda era una trampa, mi prometido mandó un asesino durante nuestro viaje, y luego aquí ha intentando matarme él mismo. Si no fuese por la gran habilidad de Kotaru, ahora mismo no estaría hablando con vos. - mientras recitaba todo esto, miraba hacia el suelo, con las manos juntas, en posición de sumisión.

- Han utilizado a nuestra familia para sus propósitos. Ahora todos han roto su máscara y se ha podido averiguar la verdad. - le dije a mi padre de nuevo - Padre, Chikazumi es en realidad del clan Takeda, pero me ha protegido fielmente al igual que Kotaru. Si no fuese por ellos, yo no habría sobrevivido al viaje.

Cuando terminé de hablar, me arrodillé al igual que Kotaru, junté mis manos en el suelo y me mantuve así un rato, hasta que mi padre me diese permiso para levantarme.

Yabu-dono escucha atentamente y asiente

He hablado con Chosokabe-dono tras la batalla comenzó a decir Yukinai Ito se había vendido al Clan Akechi con la promesa de ser nombrado gobernador mientras que los Tokugawa movían otra pieza para enfrentarnos a Chosokabe-dono. ... La guerra ha estallado cruelmente y lo de esta noche ha sido solo un aperitivo ofrecido por los piratas mercenarios de esa basura que yace en el suelo

Unas breves lágrimas recorrieron mis mejillas mientras recordaba todo lo que habíamos pasado. Seguí arrodillada y con la cara escondida, en posición totalmente reverencial. 

Levanté la cabeza un poco para hablar

- Padre, estoy a su disposición para hacer lo que me ordene

Volví a bajar la cabeza, en gesto de sumisión, esperando las órdenes de mi padre

- Intento salir del castillo para ver dónde están los demás, pues sería el lugar más lógico para proteger a mi señora

Al Salir ves a Yabu-dono entrando en una habitación. Gran parte del ejercito del padre de tu señora está en la plaza de armas del castillo. Chikazumi está allí

Desde el castillo aparece Nene. Sale de la zona del servicio.

Yabu-dono observa a su hija con interes, pensativo. Miró a ambos jovenes y sonreía con paternalidad.

Hija, volveras a casa y te repondrás de tus males... Ya hablaremos de planes de boda, mas adelante. miró a Kotaru Kotaru-san, en agradecimiento por lo que has hecho partiras hacía Miyako donde entrarás al servicio de la corte imperial. Estarás allí cuatro años guardando el Castillo del Emperador y luego volverás ante mi para ocupar el puesto de tu maestro... Me precipito diciendo esto, pero sospecho que Takeda-dono deseará recuperar sus tierras o al menos aspirará a una posición de mayor prestigio

Se encaminó hacía el patio de armas del Castillo

Volvamos al patio, allí las tropas nos esperan... Hemos de volver pronto a casa.

- Acabo de salir del castillo, todo dentro es un caos! Además en mi camino he visto a Yabu-domo, así que voy dentro otra vez, no quiero que le suceda nada - Y salgo corriendo hacia donde vi que iba

Chikazumi-sama hace un gesto a Nene como indicándole que le siga, aunque la criada iba directa hacia el castillo, después corre hacia Yabu-dono.

- ¡Yabu-dono! Su hija esta bajo la custodia de Kotaru-kun, me dirigía al lugar donde se quedaron pero le vi y decidí acercarme - Chikazumi-sama tomó algo de aliento - Oda Nobunaga ha sido asesinado - Seguramente lo sabría pero quería decirlo de todas formas - No se que ha ocurrido aquí, han atacado el castillo, y... - Debía encontrar a Chosokabe-dono para explicarle lo sucedido, pero también a Kotaru-kun y Yabu-hime Kotaru-kun se hab´ra encargado de protegerlos, debo darle las malas nuevas a Chosokabe-dono - ¿Sabe dónde se encuentra Chosokabe-dono? He de darle malas y duras noticias - Esto último se lo dijo al oído para no alertar al resto de guardias.

El joven samurái no se esperaba aquel honor, era lo que siempre había querido, ser reconocido con el rango de maestro ante todos, pero al saber lo que ello implicaba no pudo evitar sentirse triste. Estar cuatro años alejado de Yabu-hime era como una condena para él, además puede que cuando retornara, ella ya estuviera en las manos de otro; ciertamente la noticia no era la que esperaba, y pese a que lo intentó no pudo intentar mostrarse alegre, por lo que para justificarse, antes de levantar alguna sospecha dijo:

- Es todo un honor para mí Yabu-dono, pero si mi rostro no muestra la satisfacción debida es porque me preocupa la protección de vuestra hija, en caso de que no estemos ni Chikazumi-senpai ni yo. Sé que quizás me exceda en mis labores, pero dados los peligros a los que me he enfrentado durante el viaje, temo constantemente por el bienestar de vuestra hija - dijo mientras seguía con la cabeza agachada y esperando que sus palabras sonaran agradables y no haber cometido ningún exceso en su comentario - no obstante, cumpliré gustoso con vuestras esperanzas puestas en mí y partiré hacia Miyako en cuanto lo dispongáis, en el caso de que nadie más me necesite por aquí - dijo esto último dirigiendo una leve mirada a Yabu-hime, que para alguien ajeno a ellos no significaba nada, pero para él lo significaba todo ...

- ¡Por los kamis! - Digo sorprendida y continúo en voz baja - Eso propiciará una guerra con el clan Mori, algo de lo que el Almirante dudaba, así que creo que lo han forzado a ello de esta manera... - Haciendo una pausa - Vi, en mi salida del castillo a un chino tirado en el suelo de la biblioteca y muchos papeles y libros tirados por el suelo. Tenemos que ir a buscarla y después al señor Yukinai Ito, pues siendo el señor de la fortaleza y ella su prometida tal vez serán sus objetivos principales a partir de ahora

Apenas terminaba de hablar Kotaru cuando Chikazumi y Nene irrumpían en el pasillo. Yabu-hime y Kotaru estaban arrodillandos ante Yabu-dono.

Chosokabe-dono ha partido hacía el norte de Awa con los ejercitos para expulsar a los ejercitos de Akechi que permanecen allí, Takeda-dono dijo con respeto Yabu-dono Es voluntad mía que partáis allí con el, al mando de mi caballería. Cuando se recupere esa zona, Chosokabe-dono ha sugerido que quede bajo tu gobierno y que edifiques un castillo en ese extremo y seas su señor por pleno derecho

Uetsugi Takeda miró a Yabu-dono mientras este hablaba, en ese transcurso coloco la katana que llevaba en la mano en su cinto, al lado de la suya.

- Gracias, mi señor, es una muestra de confianza de la que no se arrepentirá - Le hizo una reverencia a Yabu-dono. Su señor sabía su verdadera identidad, habría tiempo de disculparse, pero ahora era tiempo de guerra y el resurgir del clan Takeda estaba más próximo que nunca.

- Kotaru-kun... - se dirigió al joven samurai - Kotaru-san, mejor dicho. Eres un valiente samurai que ha cumplido bien su deber, Yabu-dono tiene suerte de contar con tus servicios, serás bien recibido en Awa, y espero que algún día lo hagas, el destino nos junto, pero ahora nos separa, he de seguir mi camino, perdóname Kotaru-kun - Miró a Yabu-hime - La dejo bajo la protección de Kotaru-san - Le hizo una leve reverencia de cabeza.

- Ahora debo marchar, con la caída del gran Oda - Pese a ser mi enemigo estuvo a punto de conseguir el Shogunato. Y eso es algo que respetar - se cierne nueva guerra para todos nosotros, espero que sea de breve duración y nuestras tierras prosperen y se mantengan en paz durante generaciones - Takeda-done espero a las palabras de los demás.

Yabu-dono niega con la cabeza.

-Kotaru, marchará a Miyako. Allí pasara al servicio del Emperador enviado por Chosokabe-dono y con mi bendición- dijo mirando al viejo samurai- Ahora, antes de partir ¿Alguien quiere pedir alguna dadiva? Todos los presentes habeis hecho grandes sacrificios y esfuerzos ¿Alguien quiere pedirme algo?

Yasuhide no pudo evitar alegrarse ante las palabras del veterano samurái, y agradecido por sus palabras le dijo:

- Muchas gracias Takeda-dono, si he podido cumplir con mi deber es porque he tenido la suerte de aprender del mejor - dijo sonriéndole - y por mi parte no tengo nada que perdonar, en cuanto mis obligaciones me lo permitan iré a visitaros, espero que esto no sea un adiós, sino un hasta pronto - dijo despidiéndose del que fue su maestro y que ahora lo contaba entre sus amigos.

Luego dirigiéndose hacia Yabu-dono y la pregunta que este realizó, se armó de valor y haciendo la más servil de sus reverencias, tocando con la frente el suelo, dijo:

- Mi señor, el presente que me otorgáis permitiéndome seguir mi instrucción es más de lo que jamás soñé, pero si me lo permitís, me gustaría pedir algo más - en este momento notó como los nervios lo embargaban y costándole articular cada una de las palabras dijo - Yabu-dono, ¿me ... me permitís, pedi... pediros la mano ... de vuestra hija? - el final consiguió decirlo casi de carrerilla, pero ya lo había dicho, ya no había vuelta atrás, la verdad es que no le importara que le castigaran con el seppuku tras su osadía, pero si había luchado tanto por ella y de verdad los Kami los protegían se sentía en la obligación de intentarlo.

El joven Kotaru-san se armo de valor y pidió la mano de Yabu-hime. La valentía nunca le abandona. Espero a que la conversación terminará y hablo.

- Mi señor, si de una cosa me arrepiento ahora mismo, es el haberle ocultado mi identidad durante este tiempo. Supuse que con el transcurso de los días, podría descubrirme. He vivido sirviéndole lo mejor que he podido, relajando mi conciencia al pensar que así sería menos desleal el ocultar mi identidad. Ahora, y aunque usted lo sabe, quiero decirle personalmente que no soy Mitsue Chikazumi, que soy Uetsugi Takeda, el último de los Takeda que yo sepa. Fue una falta de confianza y honor total, pero debía ser así para la preervación de mi clan - El samurai tomó algo de aire para continuar con su discurso - No solo me alimentó y dio cobijo cuando me presente en su corte, si no que confió en mi hasta tal punto de confiar la vida de su hija en mi, y en el joven Kotaru-san - Que también se debería sentir alagado - Sin saber siquiera que Mitsue Chikazumi era alguien que no existía. Lamento haber mantenido mi historia en secreto, ante todos vosotros - miró a su antiguo señor, a la hija de este y al samurai de la naginata.

- Marcharía con más tranquilidad sabiendo que usted comprende mis acciones y recibo su perdón, Yabu-dono, es lo único que le pediría - Era la última cadena que le ataba a su oscuro pasado, y deseaba cortarla. Antes, vivía como un renegado, oculto, bajo la protección de otro más fuerte en el momento... Ahora podía devolver la gloria al clan Takeda, el galope de los caballos Takeda volvería a hacer temblar el suelo.