Partida Rol por web

No me fijo cuando Ty sale del cuarto de baño, y cuando le escucho llamarme, casi me sobresalto. Le miro algo alicaído, mientras trato de mostrar una sonrisa con escaso éxito. Hace tan solo un rato, cuando Helen y yo estabamos en el parque, todo era perfecto, y ahora... amenaza tormenta, recuerdo entonces una frase de mama,todas las nubes negras, tienen los bordes plateados.

Demasiadas cosas en la cabeza, no soy capaz de ver mas allá de mi hocico, no reparo en los sentimientos de Alex tampoco, ni me fijo en como se observa preocupado... Tengo delante la comida que preparo Alex, pero he perdido el apetito, no se si seré capaz de comer.

Me levanto del sofá como impulsado por un resorte, escuchando la petición de Ty con los ojos muy abiertos y los puños crispados, no doy crédito a lo que me esta pidiendo, ¿de veras me pides ahora que le pregunte eso?, no tienes ni puta idea, puedes imaginarte acaso por lo que está pasando... y con ese último pensamiento toda mi ira se desvanece, agacho la cabeza, mientras el borde de mis orejas adquiere un color rojizo, a causa de la vergüenza, joder, que coño me está pasando, y por primera vez desde que llegué a casa, me alegro de no poder hablar, pues de haber podido... con la cabeza gacha y sin mirarle si quiera a los ojos, avergonzado, asiento con la cabeza.

Antes de que comience a subir, Ty me habla de nuevo, pero aún no soy capaz de enfrentar su mirada, y cuando termina de hablar, sus palabras me hacen sentirme aún mas miserable, alzo entonces la vista tímidamente, y trato de esbozar una sonrisa agradeciendole todo el apoyo que nos está ofreciendo. Necesito perspectiva, estoy demasiado implicado en esto para pensar con claridad, así no puedo ser de ayuda, ni a Helen, ni a mi manada, ni a mi mismo. Tengo que intentar mantener la calma. Y Alex, burlón trata de animarme, arrancandome un pequeña y fugaz sonrisa.

Comienzo a subir las escaleras, mientras trato de recomponer mi ánimo, las palabras de Madre Larissa van haciendo su efecto, te va a necesitar muchacho y las palabras de Ben, ... en el corazón de cada uno.

Se encontraba sentada sobre la cama, descalza y secando su cabello con cuidado con una toalla blanca, se había puesto otro vestido y tenía uno de tus sweaters de botones puesto encima, su rostro sin maquillaje se volvió a mirarte cuando entraste a la habitación y su rostro se iluminó con una sonrisa.

- Will... -se arrimó para que te sentaras junto a ella- la ducha me ha aliviado, me siento mejor ahora. Todos tus amigos, tu familia, han sido muy gentiles conmigo. No sé cómo pagarlo, pero de alguna manera lo haré. -se dio cuenta de tu expresión se acercó y acarició tu mejilla- ¿te... te sucede algo? -te toca la frente- ¿estarás enfermo? -se pregunta, después de todo estuviste bastante tiempo sin nada con que cubrirte.

Jane duda qué rastro seguir, decanta finalmente por ir tras Amber que ha salido a toda prisa hacia la oscuridad del camino umbral, que se tambalea ante el movimiento y llegada de cada una de las patas de la galliard en su forma hispo.

Percibieron algunos espíritus animales en algunos trayectos del camino, pero estos las rehuían y seguian su camino, cual sea que ese fuere.

Las lúnulas se detienen en algún punto y el camino termina intempestivamente cuando Amber llega a un borde, que deja ver otro oscuro precipicio debajo. Hay dos caminos de frente, pero para llegar a cualquiera de los dos debería de saltar. Un paso en falso o un mal cálculo de la distancia sin embargo...

Poco después llegó Jane, el rastro de Will era débil, como si se hubiera ido perdiendo con el transcurso del tiempo, casi terminaba ahí, donde ambas se habían quedado. En ese inestable borde que, de marcharse las lúnulas, desaparecería seguramente. ¿A dónde ir? ¿debían separarse o mantenerse juntas?

Gaia bendita, es preciosa, y por un momento, olvido todas las penas, todos los problemas. Me quedo anonadado un instante bajo el dintel de la puerta, observándola y cuando se gira me obsequia una sonrisa, y yo me siento atrapado por sus ojos y mis sentimientos hacia ella, tan solo atino a devolverle la sonrisa.

Me siento a su lado, dejando la libreta y el boligrafo al lado y con cariño, busco su mano, para de nuevo entrelazar nuestros dedos. Me veo sumido en un mar de sentimientos, por un lado de la dicha de estar enamorado y ser correspondido, por otro, el temor a perderla. Niego con la cabeza cuando habla de pagarlo, no seas tonta.

Estoy sufriendo al no poder hablarle, mi promesa está resultando mas dura de lo que imagine.

Tomo la libreta para escribir: me alegro de que te sientas mejor, tengo ganas de hablarte, pero no puedo...

No tienes que pagar nada, no te preocupes, ahora esta es tu casa... si quieres. Me detengo un instante mirándole a los ojos de nuevo. Creo que esta noche iremos al Túmulo a dormir, es un lugar importante, estaremos nosotros y dos Garous mas, no te preocupes. Pero aun no lo se seguro, si dormimos aquí, puedes dormir donde prefieras, en esta habitación o con alguna de las chicas, tu te quedarías con la cama y podemos subir un sillón para mi, a no ser que prefieras estar sola, y duermo abajo, sin problemas.

Mi intento por mostrarme bien, no tiene demasiado éxito, y su caricia me hace tanto bien, y al mismo tiempo tanto daño...

No estoy enfermo, es solo que... demasiadas cosas en un solo día y no sabemos aún el alcance y las consecuencias que pueden tener, y...

Me detengo un instante, mirando al techo, joder, no puedo preguntarle... vuelvo a escribir de nuevo, no te preocupes ahora Helen, descansa. Sonrío entonces tímidamente, sonrojándome un poco, yo tengo que salir un momento, recuerdas cuando nos vimos por primera vez, yo estaba desnudo, mir ropa se quedó en el bosque, donde pasé a la Umbra, no queda lejos de aquí, en unos 5 minutos puedo estar de vuelta.

En el exterior hay movimiento, el del búho que ha descendido planeando con sus alas hasta los pedazos de carne que Alex, ha tenido la consideración de compartir con el ave. La partida de Will hacia el segundo piso ha dejado un silencio incómodo en la sala, el único ruido existente es el de sus propios murmuros en la privacidad obsequiosa de sus mentes.

Benjamin pone una mano sobre la espalda de Tyler tratando de confortarlo y entiende el motivo por el cual el cliath le pide refugio - Porsupuesto que pueden quedarse -duda unos momentos pero finalmente se atreve a hablar- Lo haz hecho bien

Camina y mira por la ventana como el búho devora la ofrenda del philodox. Da la vuelta con las manos en los bolsillos ahora y mira a Alex- Es lo mejor tratar de reunir todo lo que sepamos, sí. Dejemos que Will se encargue de eso, ya vimos que la muchacha a pesar de todo, se mostró reticente en permitir que veamos el colgante. -se toma de la barba pensativo, mientras continúa viendo al búho.

El teléfono de Benjamin suena, toma la llamada, responde escueto y sonríe algo apenado.

- Isaac no podrá acompañarnos, ha surgido un imprevisto y ha tenido que quedarse en el túmulo. Comeremos, esperemos que Larissa traiga de vuelta a las chicas, les cuenten todo este asunto y dejemos que Will hable con Helen a solas

Se apoya contra una de las paredes y se cruza de brazos- Los espíritus sin duda están siendo bastante crípticos con nosotros, pero considero que todo esto se trata del mismo meollo. -concluye hablando más para si mismo que para ustedes.

Siento un ligero alivio al recibir el apoyo de Alex. Un apoyo inestimable, que me ayuda a soportar la primera mirada que me devuelve Will. Se que le pido mucho. A ambos. Y nada me duele más que tener que hacerlo, pero es necesario. No me concedieron el gran honor de liderarles sino para tomar decisiones difíciles como ésta. No lo asumí sino para cuidar de ellos y protegerlos. Y ahora mismo, todos necesitamos protección.

Mientras veo alejarse a mi hermano escaleras arriba, una mano se apoya en mi espalda. Es Ben, que accede a mi petición de refugio. No sólo eso, para mí sorpresa, me felicita por mí actuación.

¿Bien? ¿Qué es lo que he hecho bien? Tan sólo trato de mantenernos a flote en mitad de la tormenta, estoy muy lejos de hacer algo realmente bien...

Ben reflexiona sobre todo esto. Necesitamos toda esa información, en eso concuerda conmigo, y sólo Will puede lograrlo. A Helen le cuesta confiar ¿quién puede culparla? Todo su mundo se ha ido a la mierda en un enorme charco de sangre, y unos absolutos desconocidos somos su única esperanza. Demasiada entereza muestra, a pesar de todo lo que ha tenido que pasar.

Una entereza que la honra.

Me dejo caer sobre el sofá, llevándome las manos a la cabeza y masajeándome las sienes con los ojos cerrados. Ojalá hubiera algo que pudiera hacer ahora, cualquier cosa, lo que sea...

¿Eh? -Ben nos informa de que Isaac no podrá acompañarnos. Una lástima, quería conocer su opinión sobre todo este asunto- Sí, supongo que será lo mejor...

Pero entonces hace una reflexión en la que no había caído, una que me produce sentimientos enfrentados. Algo peligroso en mí.

Claro, cómo no, debería haberme dado cuenta antes... -Digo con un poso de amargura- Halcón no iba a aparecerse a dos miembros de la manada el mismo día por dos asuntos distintos. De modo que lo que me ha pasado no tiene nada que ver con encontrar ningún tótem para la manada, todo va sobre este rollo... -No se si sentirme aliviado o molesto. Por un lado, supondría aparcar una preocupación de las que se me están acumulando. Por otra parte...- Para ser nuestro guía no aparece nadie, pero cuando quieren ayuda bien recurren a nosotros, es la hostia. -En fin, no lo hago por ellos de todos modos. Lo hago por Will, por mi familia y porque es lo justo. Aunque de todos modos...- O puede que esto sea su prueba, aunque de ser así la ha elegido con bastante mala leche, la verdad. Debe ser el tótem más exigente del mundo, joder...

Me echo atrás en el sofá, mirando al techo. ¿Cómo le estará yendo a Will? ¿Y cuando volverán las chicas? Ufff, y yo aquí cagándome en la madre de toda la corte espiritual delante de Benjamin, que delicado.

Perdona, Ben, sólo digo gilipolleces...

Cuando buscas sus manos ella busca las tuyas también, sus ojos ahondan en ti, curiosos y preocupados por lo que sea que te da un semblante de consternación que es difícil de ocultar.

- Si, igual siento que debo corresponder tantas cortesías que han tenido conmigo. Gracias por ofrecerme un lugar aquí, sí quiero quedarme pero es porque quiero quedarme contigo... -reflejo en su faz una mueca apenada.

Termina de escuchar aquello sobre marchar a un lugar - No Will, si nos quedamos en tu casa deseo que te quedes conmigo aquí, no necesitas subir ningún mueble adicional. Si marchamos, a donde creas que deba ir, iré, mientras sea contigo sé que estará bien, confío en ti. Cuando estoy contigo no puedo explicar lo que siento, pero se que... es decir, estoy segura que no me quiero separar de ti. - no te soltó las manos en ningún momento, incluso te pareció que las apretó un levemente más.

Se acordó de cómo estabas cuando se conocieron y se echó a reir como una tonta - Es un anécdota que llevaré conmigo para toda la vida ¿cómo voy a olvidar semejante cosa?

Miró por la ventana, el búho comía carne parecía que alguno de la casa lo había alimentado con una pequeña ofrenda - Estoy cansada, pero no deseo descansar ahora mismo, tengo que pensar lo que voy a hacer también ahora. No se por dónde comenzar Will, mi familia todo se habrá quedado en espera, hay personas que deben estarse preguntando qué paso... no, deja, no quiero pensar en esto ahora, primero entrego ese colgante a los lobos y luego tendré que sentarme a pensar en algo... además necesitaría llamar a un abogado...

Cuando se da cuenta que se está preocupando con demasiadas cosas, se acerca a ti, lo más cerca que puede, te echa los brazos al cuello y sus labios se posan sobre los tuyos con la misma suavidad y cariño que poco a poco se te vuelve tan familiar. - pensaré en eso más tarde. Descansaré cuando lo hagas tú sonríe y te suelta, para que vayas a recoger tus ropas al bosque.

Un pequeño gruñido de aviso brota directamente de mi garganta al percibir la caída justo delante de nosotros. - Cuidado. - Miro hacia Jane vigilando que frene su carrera a tiempo y después vuelvo a mirar hacia delante. Dos caminos y una caída al vacío. Las aletas de mi nariz se mueven mientras olfateo un rastro demasiado débil. Casi parecería que desaparece en este lugar.

Estiro el cuello, en un intento por olfatear también más allá del vacío, en los dos caminos. Un cosquilleo en la base del estómago aviva mis nervios. Si Will se ha caído... Inclino la testuz para mirar hacia abajo, aguzando la vista, intentando percibir algo en esa oscuridad profunda. Mi cola se tensa y termino sacudiendo la cabeza. Ni siquiera quiero considerar esa opción. 

- Parece que el rastro se pierde aquí. - Busco la mirada de Jane. Estoy segura de que puedo saltar y llegar a cualquiera de los dos caminos, pero no quiero que ella se ponga en peligro innecesariamente. - ¿Por dónde crees que se fue? -pregunto, volviendo a mirar hacia los dos caminos. Mis ojos quieren mirar hacia abajo, pero no me lo permito. No se ha caído. No y punto.

Me fijo en las lúnulas y algo en mi pecho se enciende con calidez. A una de ellas le debo el don de mi tribu, mi llama ardiente. Retrocedo un poco y me inclino ante ellas en un gesto respetuoso. Ojalá pudiera preguntarles, tal vez ellas podrían decirnos hacia dónde fue Will. Me giro para mirar a Jane, mi pequeña sabia. - ¿Tú puedes hablar con ellas? Quizá sepan decirnos algo.

El silencio de la sala es agobiante. Todo parece estar ensombrecido, como si en lugar de ser mediodia, el sol estuviese oculto tras nubes de tormenta.

"Will se ha marchado como si... como si... ¡¡Maldita sea!! ¡¡¡Como si fuese a someter al tercer gardo a una chica que ha visto como masacraban a su familia, a su hermana y a su familia politica...!!!"

Me muerdo el labio inferior, conteniendo un golpe contra el respaldo de la silla y las lagrimas. Esto es una mierda.- Escupo entre dientes. En ese momento, oigo el rumor de unas alas al batir y el ruido de algo arañando un plato. La incredulidad me hace parpadear hasta que, de repente, abro los ojos al darme cuenta de lo que significa.

"¡¡El puto buho!! ¡¡Esta comiendo!!"

Ese hecho, insignificante en otrs circunstancias, me llena de alegria y de esperanza. "No todo esta perdido"

Ben, nuestro Mentor, la Zarpa-Compasiva de los Hijos de Gaia se mueve de su sitio para acercarse a Tyler y darle su permiso y su apoyo. Mi sonrisa se acentua un poco más, hasta quedarse helada al sentir la mirada escrutadora del Theurge sobre mi. No me queda más remedio que asentir en silencia a sus palabras y delegar la ingrata tarea de interrogar a Helen en manos de la única persona con derecho a hacerlo.

El telefono suena y le arranca de las ensoñaciones en que se hallaba sumido. Desde mi sitio no puedo ver que es lo que esta mirando, pero por el ruido y el angulo de su mirada, supongo que se trata del búho mascota de Helen.

La llamada me concede un minuto para centrarme en Tyler.

"Me recuerda al vikingo aquel de la peli de Banderas... ¿Como se llamaba...? ¿Rotgar? Cansado, derrotado, alicaido. Al borde de la melancolia. A punto de abrazar la derrota... Pero... Hay algo en sus ojos..."

La noticia de que mi propio Mentor no puede venir a comer es un jarro de agua fria. "Mal que me pese, la guia de Isaac en todo este asunto del Pacto nos hubiese venido muy bien..." Acto seguido me levanto para repartir la comida mientras Ben continua con sus reflexiones.

Justo en ese momento, cruzo la mirada con Tyler... Y apoyo un tembloroso plato a medio llenar de ensalda de patata sobre la mesa, sobrecogido por la intensidad de lo que veo destelleando en sus ojos. "Mierda... Esta a punto de perder el control..."

Doy un paso atras, listo para fluir hacia la forma de combate, aunque solo sea en defensa propia. He visto a mis padres llegar al Frenesí en una de sus peleas... "Y no pienso permitir que se haga daño."

Tyler se limita a reflexionar en voz baja, escupiendo bilis. Un suave suspiro de alivio escapa de mi pecho a medida que nuestro Alfa deja salir la amargura que lleva dentro mediante las palabras. "Puedo lidiar con la ira. Puedo lidiar con el resentimiento. Puedo lidiar con un jefe cabreado."

Esta vez es la sorpresa la que me impide continuar la tarea de servir la comida. La reflxión de Tyler... Toda su reflexión, incluida la parte en que se cagaba en el Mundo Espiritual en pleno tiene mucha lógica... "O ser una cabronada gordisima."

- Coño, Ty. Pues tienes razón...- Sirvo una ración menos generosa de lo que me hubiese gustado de ensalada de patatas junto a la tortilla y le acerco el plato. Come.- Le espeto, con el rostro serio y un brillo burlo en los labios.

Me acerco a la ventana, caminando como si no me importase una mierda lo que pasa fuera pero buscando por el rabillo del ojo al puñetero búho que se esta zampando parte de nuestra cena.

- Tiene que tratarse de una prueba importante. Algo tan importante, como para ponernos al limite.- Me llevo el nudillo a la boca y le doy un mordisco pequeño, lo justo para marcar mi dentadura.- Somos una Manada de juguetes rotos, Tyler. Y si algún Espiritú quiere tener tratos con nosotros, tiene que ser o muy exigente o extremadamente... extraño. No hay otra explicación de porque la busqueda espiritual de Will le ha llevado hasta la dueña de su amor y a nosotros a intermediar en un tema tan delicado.

Lentamente, una sonrisa demente florece en mis labios, mientras imito a nuestro Mentor y me meto las manos en los bolsillos.

- No me malinterpretes, Ensarta-Lobas- No puedo evitarlo, cada vez que pronuncio su nombre Garou, mi voz me traiciona y me sale un tono entre ironico y burlón.- Es una gran putada. Pero si algo queremos, algo nos ha de costar.

Sostengo su mirada un instante, antes de apartarla, apabullado por el poderio de su aura, de su linaje y de su propio poderio.

- Somos un circulo, Tyler, llamado Ensarta-Lobas. Y un circulo expone todo lo que tiene, sin ambajes o tretas. Nadie más es digno de someterse a una prueba como la que nos espera en el Norte... Y nadie más tiene la más minima posibilidad de superarla.

Un pequeño ratón se escurre por un lado y las mira curioso con aquellos ojos negros, tan oscuros como el "vacío umbral", olisquea el aire, se pone en dos patas y luego ante ustedes hace un movimiento que jurarían es una especie de saludo.

Luego percibe algo y vuelve a escurrirse en la oscuridad.

Dedica una mirada de soslayo a Tyler mientras niega rotundamente moviendo la cabeza de un lado a otro.

- No Tyler, no es así, no reniegues de tu totem. ya te lo dijo Larissa, no es como leer las noticias en el periodico... -escucha a Alex y su rostro primero gris y confuso se ilumina- ¿rotos dices? Eso podría ser lógico lex-talionis -no dijo más y se sentó acariciandose la barba.

Sienten unos pasos detrás, quizás fuera lo que espantó al espíritu.

Larissa en su forma hominida sonreía maternalmente.

- cachorras, su theurge ha vuelto
Mucho me temo que necesita de su ayuda, han de volver pronto pues su manada tiene muchas noticias que darles -apoya sus manos envejecidas en las dos- sus palabras serán inestimables, es momento de unión, la unión más fuerte que puedan brindar en cuerpo y espíritu.

Camina por donde han venido, mueve la cabeza para instarlas a avanzar.

- vuelvan, el tiempo apremia

Sí quiero quedarme pero es porque quiero quedarme contigo... siento alegría al escucharle hablar así, a pesar de que ella se muestra algo apenada, sin duda el mar de emociones en que navega, es tan profundo como el mio. Quiere quedarse conmigo, tengo ganas de cantar, de tocar el piano para ella, de asomarme a la ventana y gritar de alegría, pero me contengo por mi promesa.

Y como podría sentir pena, estando con ella, escuchándole hablar así de... nosotros, y la sonrisa de bobalicón con la que baje del taxi, vuelve de nuevo, mientras veo su voz malva. Su risa me resulta contagiosa, y tengo que hacer un esfuerzo considerable, para no reir con ella.

Abogado, papa, no es su campo, pero seguro que puede decirnos quien...

Cuando me echa los brazos al cuello, me pilla por sorpresa, una agradable sorpresa, rodeo con mis brazos su talle devolviéndole el beso.

Me levanto después y de cuclillas, escribo apoyándome en la cama. Mientras escribo de vez en cuando alzo la vista sonriéndole.

Helen, yo, no se como explicarte lo que siento.

A pesar de todo esto, no puedo evitar sentirme dichoso cuando hablas de tus sentimientos hacia mi, porque yo siento lo mismo hacia ti, y tengo ganas de hacer locuras.

Mi padre es abogado, podríamos hablar con él, igual puede orientarnos.

Kocham cię = te quiero

No tardo nada, puedes cotillear lo que quieras, encender el ordenador, tocar el piano... y si necesitas cualquier cosa, Alex y Ty están abajo.

Me levanto de nuevo, arrancando una hoja en blanco y le doy un beso antes de salir por la puerta.

Bajo de nuevo las escaleras saltando los escalones

Bajo las escaleras saltando los escalones de dos en dos y me acerco "corriendo" a la mesa, sin fijarme en nada mas, con una hoja en la mano, y el bolígrafo en la otra, para empezar a escribir. Es evidente que me siento pletórico.

Ty, no he podido decírselo, lo siento, necesita descansar, esta noche lo haré, tienes mi palabra, pero ahora, no me he visto capaz, se que el tiempo es importante, pero concédenos al menos eso.

Voy por mi ropa y mi móvil, estan cerca de un abeto, no queda lejos de aquí, cuando pase a la Umbra...

Me quiere, ME QUIERE..

Les entrego la hoja y salgo corriendo por la puerta antes de que empiecen si quiera a leerla.

Ladeo la cabeza con las orejas completamente estiradas en un gesto lleno de curiosidad al ver el ratón saludándonos y empiezo a inclinar el hocico para olfatearlo cuando parece percibir algo y escapa. Los pasos detrás de nosotras atraen mi mirada y al ver a Larissa camino hacia ella, acortando la pequeña distancia que nos separa. Me siento sobre mis cuartos traseros ante ella y escucho sus palabras con atención. Su tono maternal es agradable y me resulta extraño al mismo tiempo, ojalá mi madre hubiera sido capaz de hablarme así alguna vez. 

La parte buena es que Will ha vuelto sano y salvo. Miro de reojo una vez más el precipicio y me siento aliviada de saber que él está bien. Sin embargo, hay algo preocupante en el apremio de sus palabras. Busco a Jane con la mirada cuando Larissa empieza a caminar de vuelta y me aseguro de que ella también viene antes de empezar a trotar tras la anciana. - ¿Ha pasado algo grave? - Pregunto en Elevado, sin dejar de seguirla.

"Buff... Joder, Jefe..."

Mi cara expresa con bastante elocuencia mis pensamientos... Tanto que gano un Oscar de la Academia al ser capaz de componer una expresión nueva de solemnidad y seriedad en un tiempo record.

Y, sin embargo, me deja boquiabierto que se halla tomado en consideración mis palabras... "Pero, ¿porque me sorprendo? Tengo razón, ¿no?"

Antes de que pueda responderle con una replica mordaz, oigo galopar a alguien escaleras abajo. Como una exhalación, William se apoya sobre la mesa y empieza a garabatear una nota con furia. Saco las manos de mis bolsillos y mi cuerpo crece para responder a la situación.

Sin embargo, veo la expresión de arrobo en sus ojos y me quedo totalmente desconcertado. Cuando por fin recupero la movilidad de mis miembros, William se larga de nuevo, dejando el fulgor de una sonrisa como un melón.

- Pero... ¡¿Qué coño le pasa ahora a este?!- Estupefacto, revierto a mi forma humana.- ¡¿Y donde carajo va?!

Me acerco a la mesa, para leer la nota.

- Ja.. Jaja... Jajaja... Jajajajajajajajajajajajajajaja.- Empiezo a reirme a mandibula batiente, descojonado, pero alegre y feliz.- Pero que pedazo de cabrón... Ay... Que me duele la tripa...

Todavia riendome por lo bajini, me acerco a la cocina para cojer el bloc donde apuntamos lo que hace falta comprar y me vuelvo a la salita, meditando lo que hay que comprar...

- Agua. Leche. Zumo...

Termino la lista y le paso la nota a Tyler, con una sonrisa burlona en los labios.

Larissa sigue caminando, junto a las dos lobas - grave... No es de muerte si eso preguntas. Pero es importante para su manada y delicado.
Acaricia el pelaje de las dos
- debo ir con mis hijos y ustedes con sus hermanos. Nos veremos otro día quizás más tiempo y podamos comer algo pequeñas. Conocen el camino, siganlo

Tras ello, ella misma adoptó su forma hispo, una loba de pelaje oscuro y canoso.

Y echo a correr rumbo a los suyos.

Acompaño con la cabeza la caricia de la anciana sobre mi pelaje, con una confianza que resulta de alguna forma natural e innata con ella. - Hasta la vista, Madre Larissa -me despido cuando se marcha, sin estar segura de si ha llegado a escucharme o no. Contemplo tan sólo un instante la estela de su marcha antes de apartar la mirada.

Miro entonces a Jane y froto mi cabeza contra su cuello, dándole ánimos. Si ya estaba preocupada antes, seguro que las palabras de Larissa la han dejado aún más inquieta. - Venga, te echo una carrera hasta casa. - Trato de sonar divertida, un poco retadora, aunque lo cierto es que la preocupación también está anidando en mi estómago. 

Echo a correr en la dirección por la que vinimos, desandando nuestros pasos, pero tras unas cuantas zancadas me giro para asegurarme de que ella también viene. Tras comprobarlo, sigo hacia delante con la intención de atravesar la celosía cerca del cobertizo, donde dejé mi ropa poco antes de que Tyler desapareciese.

Dándome la razón, Alex me pone delante algo de comida, aunque con todas estas preocupaciones he perdido el apetito. Descarta mis reniegos acerca del mundo espiritual y se apunta a la teoría del exceso de exigencia. "Juguetes rotos", curiosa forma de definirnos. Si pienso en cada uno de nosotros de forma individual, no puedo negarle la razón. Todos tenemos algo que nos aleja del ideal de perfección que llena de orgullo a nuestra tribu. Eso no justifica que ningún espíritu responda a la llamada, pero podríamos haber atraído a un espíritu demasiado peculiar, uno que nos ponga la más cabrona de las pruebas antes de ofrecernos su patronazgo.

Ben me pide que no reniegue de mi tótem. ¿De quién? Si no tengo de eso... E insiste en que el mundo espiritual es más complicado que todo eso, tal como dijo Madre Larissa. Pero su siguiente comentario me deja perplejo. ¿Lógico? ¿Lo de "juguetes rotos"? ¿Por qué con los Theurges siempre tengo la sensación de que callan más de lo que cuentan...?

Y entonces, un nuevo jarro de agua fría. Will baja las escaleras de forma pletórica. Por instantes creo que trae buenas noticias, que ha logrado descubrir algo importante, algo que nos ayude a salir adelante. Se presenta ante mí y garabatea a toda velocidad una nota, echándola sobre la mesa y saliendo a la carrera de la cabaña. La nota queda delante de mí, sobre la mesita. La leo, quedándome petrificado, uniendo mis manos en un doble puño en el que apoyo mi rostro, cubriendo mi boca.

¿Pero qué...?

No lo ha hecho. Era lo único que se podía hacer, y él el único que podía hacerlo. Se lo pedí, le dejé clara la situación. Sabe que tenemos pocas posibilidades, lo sabe, se lo he dicho, LO SABE. Y, aún así, no ha hecho nada.

Oigo a Alex reír a carcajadas a mi lado, aunque el sonido me llega amortiguado, superpuesto al bombeo de mi pulso acelerado en mis sienes. No reacciono, tan sólo me pregunto qué está pasando, por qué todo va cuesta abajo. ¿Es que soy yo el raro? ¿Es que soy el único que se toma esto en serio?

Otra nota cae sobre la mesa, cubriendo la de Will. Con la letra de Alex, una lista de la compra. Levanto la mirada y le veo ahí, mirándome con una sonrisa burlona. Tampoco se toma esto en serio.

El novio de Helen era un garou, como nosotros. -Comienzo a decir, en tono apagado, mirando a la mesa de nuevo- En el más optimista de los casos, en esa boda sólo estarían él y su manada. En el mejor de los casos, serían cliath como nosotros. -Otros escenarios incluyen un buen número de garous de distintos rangos, superiores a nosotros, con más posibilidades- Y los masacraron, a ellos y al resto de invitados. Y ni siquiera sabemos quienes o qué eran esos hijos de puta, si cazadores, soldados fomori, Danzantes de la Espiral negra... No sabemos una mierda. -Comienzo a tamborilear en el suelo con mi pie derecho, nervioso. Cojo la nota de Alex y la aparto, volviendo a mirar la de Will, la parte final- ¿Soy el único que cree que amar a alguien incluye estar dispuesto a hacer lo que sea por protegerle? -La pregunta es retórica, no espero que Alex la responda, tan sólo miro en dirección a la puerta por la que ha salido Will- Porque le he prometido a esa chica que la protegería, como me he prometido protegeros a vosotros... -En un arrebato incontrolado, agarro la mesa con una mano mientras me pongo en pie y la lanzo contra la pared- ¡¡...Y NO SE SI VOY A PODER!!

Me quedo mirando el infinito un instante, boqueando de pura rabia e impotencia, con los puños apretados a los costados. Entonces me fijo en las manchas de comida desparramadas por la pared, el zumo en el suelo, y la mesa destrozada. Otra vez la rabia dominándome, otra vez siendo aquello que odio, lo que me arrebata aquello que quiero a mi lado, a quienes quiero, la posibilidad de ser lo que tendría que ser. En mi mano hay algo, la nota de Alex, una lista de la compra.

Cuando vuelva "tu hermano", dile... -Le digo a Alex con evidente resentimiento hacia el Theurge, pero dejo la frase a medias. ¿Qué le iba a decir? ¿Recordarle que su novia está en peligro de muerte? ¿Que esa información nos serviría para salvarle la vida? ¿Que el amor no es solamente deshojar margaritas bajo un arco iris, que también implica sacrificio?- Nah, da igual. Si las chicas regresan antes que yo, informales de todo. Que preparen sus cosas, nos vamos después de comer, en cuanto Helen haya descansado un poco. Quedas al cargo.

Con la mirada encendida, recorro la cocina con gesto tenso. Sin siquiera mirarle, doy una palmada a Ben en el hombro cuando paso a su lado. Cojo mi chupa de la percha de la entrada y salgo de la cabaña, con las llaves del coche en la mano. Abro la puerta y entro dentro, agradeciendo que esté la capota puesta. Me agarro al volante y me sacudo de rabia unos instantes, maldiciendo mi suerte, antes de arrancar el motor y acelerar a tope, derrapando en la tierra del camino en dirección a la carretera.