Los kulchevick son una tribu vistana de origen nómada, perteneciente a la gran familia Naiat. Sus orígenes se remontar a la aldea de Barovia, donde se dice que la anciana señora Kulchekick trabajaba a las órdenes del mismisimo Strahd von Zarovich. El caso es que hoy en dia los vistani estan por todas partes y con ellos el joven Beguert y el bribon Eryion trabajando segun lo que les mandan sus superiores.
Cada noche los cazadores salen a buscar la cena mientras las mujeres preparan una hoguera. Tras las copiosas cenas levantan sus copas y brindan por un dia mas que han logrado sobrevivir en este oscuro lugar donde cada dia la muerte de acecha desde un lugar distinto. Los hombres entonan alegres melodias mientras las jovenes bailarinas aprenden los artes de la hechiceria a traves de la musica y el baile. Todo un arte en la tradicion vistana.
Vuestra aventura comienza durante una marcha que hicieron los vistana y fueron a parar a un claro a unos 40 km del condado de Villderay
Rolead a partir de aqui entre vosotros en base a lo que os vaya poniendo yo. Aún me queda poner a los pnj´s y todo eso pero por lo menos os voy metiendo en situación. Esta anocheciendo.
El sol ya estaba poniéndose cuando llegamos al claro del bosque. La frondosidad de aquella masa de árboles nos dio un respiro a todos. Pues ese bosque como todos los de las brumas, son de raros árboles con intenciones malvadas. No son iguales que los de mi tierra natal... Ya casi ni me acuerdo de como eran mis árboles. Que tristeza.
-Señores, ¿Qué buscamos?-les pegunto a uno de los vistani.
Uno de los hombres de la tribu nómada se te queda mirando con una mirada fria y abrumadora. No tiene cara de querer ser amigo de nadie lo cual te choca pues los vistani, por el tiempo que has estado con ellos has podido comprobar que son bastante gregarios. Su voz, resuena en su caja toracica como un estertor, sintoma de algun tipo de problema respiratorio
- Pues ahora buscaran algo cercano para poder cenar y despues creo que la matriarca nos dirigira unas palabras. Ahora si me disculpais.
Coge su arco y se va con los demás hombres en una partida de caza.
Las gentes de los yermos son personas más raras que incluso los de mi raza. Los vistani, no se pueden incluir dentro de ninguna forma de comportamiento, no sabes por donde va a salir uno, no sabes lo que harán a continuación. Bueno, en este caso me lo ha dicho.
-Si me permitís ayudaros, sé manejar un arco.
- En ese caso, tu mismo. - El vistani ya va preparado y con la cabeza te hace un gesto para que vayas tras él.
Asiento con la cabeza mientras saco mi ballesta ligera. No es un arco, pero para mí sirve igual o más. Los vistani andaban con cuidado de no hacer demasiado ruido. Y yo les imitaba mut bien, pues para un ladrón como yo, andar sigilosamente era una aptitud importantísima.
El bosque susurraba maldiciones contra nosotros, los que veníamos que quitarle lo que era suyo. Pero nosotros queríamos comer, y cargé mi ballesta.
Te diriges tras la partida de caza. Esta oscuro y empiezas a tener dificultad para diferenciar las formas en la oscuridad pero aun distingues entre un humano y un jabali. No obstante por un momento te sientes perdido. Un extraño perfume embriaga tus sentidos, haciendote recordad tiempos mejores, mas cálidos y hospitalarios. No como estos tiempos crueles y arduos donde cada dia puedes sentir la muerte tras de ti. Hueles un aroma, no sabes exactamente el que pero te gusta. Vas ensimismado cuando una flecha que pasa delante tuya como un rayo surca el cielo y se va a clavar en un tronco al lado tuyo. Vuelves a recobrar la consciencia y sientes una mano en tu hombro. Al girarte, ves a un vistani que te hace un gesto para que le sigas y susurra algo en plan "territorio elfico"
Miro cómo mi compañero se une a la partida de caza. Yo, desgraciadamente, en el bosque haría demasiado ruido, además de carecer de arco. Así que, me quedo viendo cómo los cazadores desaparecen en la espesura, y voy hacia el fuego y me acomodo delante de él, mientras me dejo rodear por la cotidianidad de las gentes de la caravana.
Jefe, si ves que la cago a lo largo de la partida, dímelo. También te agradecería que vayas recomendándome usar tiradas o habilidades, ya que al principio voy a estar un poco perdido.
Algunos consejos rapidos. Lo bueno de D&D es que las habilidades son bastante intuitivas. Si quieres rastrear tienes supervivencia, si quieres elaborar algo tienes artesania y esas cosas ok? Luego por otro lado el tema de los posteos. Cuando escribes te salen los destinatarios posibles. Cuando quieres escribir algo que no lo sepa algun jugador en concreto basta con que lo desmarques y cuando tengas dudas, pues ya sabes, solo para el director xD Si el unico marcado es el tuyo, el resultado es el mismo, solo lo veremos tu y yo xD
Por lo demas pues no se que mas decirte, la ambientacion supongo que la recuerdas, si no un dia que nos veamos te cuento y te pongo en situacion y tal.
Ves como los hombres y el extraño que viaja con vosotros parten hacia la espesura en busca de algo sólido y contundente para cenar. Os quedais algunos por alli haciendo guardia, poniendo las carretas para hacer un semicirculo, encendiendo la hoguera y todas esas cosas que a lo largo de tantos dias se ha realizado de manera sistematica como mecanismo de defensa.
Superviso todo con mi habitual desconfianza, para estar seguro de que, en caso de un ataque, todo está en su sitio. Una vez hecho esto, saco mi espada y la limpio y todo lo demás, sistemáticamente, como todas las noches.
Pregunta: ¿Yo pertenezco a esta tribu de vistani, o soy de otra y estoy aquí por avatares del destino?
Una muchacha sientes que te mira de vez en cuando. Sus negros cabellos caen por sus mejillas tostadas por la luz del sol. Es una mirada tierna y embriagadora. La miras durante un segundo y luego agachas la mirada, pues sabes que esta comprometida para alguien de sangre puramente vistana. Sientes rabia...
Perteneces a esta.
Maldigo la parte de mi sangre que no pertenece a la tribu para mis adentros, aunque vuelvo a mirarla, expectante...
La muchacha ha dejado de mirarte y esta hablando con el rapaz que sera su esposo dentro de no mucho segun la tradicion vistana, pues ya esta en edad de criar. Un viejo vistana, el cual te cae bien, pues es de los pocos que te ha mostrado afecto, se queda sentado a tu vera mientras continuas afilando tu hoja.
- ¿Es linda verdad? - Su voz te saca del estado de empanamiento que has cogido mientras mirabas a la muchacha- Pero tu sitio no esta a su lado joven Lobogris. Es una lastima que no seas vistana, y que estos sean tan cerrados con esas cosas al respecto, pero no por ello debes desanimarte. El mundo esta lleno de posibilidades para un joven como tu. Disfruta de la vida, cuando te quieras dar cuenta ya serás un viejo como yo y descubriras que por pasarte la vida amando a una mujer que no te correspondia la habras perdido para siempre. Aprende esa leccion a tiempo, porque si no... - se queda en silencio mientras mira al suelo.
Asiento en silencio ante la sabiduría que demuestra el anciano... Le doy las buenas noches y me voy a dormir, esperando que mañana sea un día mejor.
Estaría bien que me hicieras un rápido resumen sobre la tradición vitana. ¿Alguna religión? ¿Qué postura tienen en torno al alcohol? ¿Hay alguna leyenda muy famosa entre ellos que yo deba conocer? ¿Algún alimento prohibido? Etc...
Los vistana son una tribu nomada. Sus leyendas y tradiciones... te las pongo en el hilo de reglas.
¿Esa flecha era de alguien de mi raza?, no recordaba que los elfos tratásemos así a los invitados, al menos no intentábamos clavarle una flecha.
Sigo al Vistani que me ha sorprendido anteriormente. Si no podemos cazar allí, tendremos que hacerlo en otro lugar.
Comienzo a deliberar en mi cabeza sobre lo ocurrido y empiezo a darme cuenta que la flecha pertenecía a los elfos salvajes que merodean por todos los bosques y no a sus antecesores elfos.
no veo sus tradiciones.
Es que se me olvido desmarcarte en ese anterior mensaje.
Esa flecha pertenece a los elfos salvajes que viven por alli cerca. Reconoces la forma de comportamiento. Era un aviso.
Al cabo de un rato la partida de caza regresa con algunas piezas de carne que con gran habilidad las mujeres de la tribu preparan en un rato para poder cenar algo caliente. Las cocinan con gran esmero, con un arte que ha pasado de generacion en generacion.
Tras la cena se realiza la habitual danza de las jovenes muchachas alrededor de la hoguera mientras dos hombres interpretan una musica con sus rudimentarios instrumentos.