Partida Rol por web

Lo siento, Sr Jason, pero eso no puedo hacerlo El mayordomo no te aclara si es porque no tiene acceso, o por algún otro motivo

Lo que sí puedo prometerle es que, tan pronto llegue el Capitán le recordaré el tema, a fin de que usted tenga su arma cuanto antes sea posible

El trayecto es aburrido, estarme quieta es aburrido, Val está demasiado borracha y no hace nada. Y los demás igual. Si lo llego a saber pruebo suerte con el "metro" neoyorkino, dicen que ahí hay montañas de diversión. Pero cuando gira el vehiculo por una calle, me parece ver algo y me levanto de golpe y me estampo contra el cristal en un intento de ver mejor, especialmente cuando nos paramos en el semáforo y puedo verlo algo mejor. Abro los ojos como naranjas y me quedo con cara de WTF?!

"Si es que mira que se lo dije!! Para que luego me digan que no entiendo nada de nada!!"

Pero no me da tiempo a regodearme demasiado en ello, en seguida intento decirle a Val y a BJ que miren, pero sólo me da tiempo de sacudir a BJ para que miremos juntas.

-Has visto lo mismo que yo?!!- me giro hacia BJ, alucinada y horrorizada.

-Esto le va a encantar a Bobby...- sonrío algo perturbada, mientras el bus deja atrás el espectáculo random y nos devuelve a la mansión. Jason, Niobe y Val se bajan, yo me quedo sentada en el mismo sitio, aburrida de nuevo.

Vuelvo con los demás refunfuñando, tirando hacia arriba las llaves de la Harley una y otra vez. Maldita sea, estoy seguro de que Jarvis habría podido darme la puta pistola que me debe el Capitán y no lo ha hecho porque no ha querido. Malditos inmigrantes ingleses. Vienen a nuestro puto país a decirnos ¡QUÉ! ¿¡que debemos beber té a las cinco!? ¡En América se bebe whisky doble a las cinco, joder! 

Así que no, sin pistola. Menos mal que tengo "otras" tres en funcionamiento. "Sí, sí, claro que me refiero al fríe-cerebros y mis dos santos cojones". ¿Lo dudabas?

- Eh, chavales, que id donde os salga. Yo tengo cosas que hacer y ya me he cansado de tanta atención por parte de los demás. Y éso de zona VIP... -Hago gesto de "pues va a ser que no" y miro al conductor-: que de puta madre, eh, pero no va conmigo. Al igual que no lo era el Acto y se ha hecho pesada la feria. -Vuelvo a mirar a los demás-. Así que hasta mañana. Y recordad, "no hagáis lo que yo haría, pero sí lo que no haría". O algo así, Flor de Lila os sabrá dar mejores consejos que yo.

Me bajo del microbús para coger mi Harley. A donde lleve la puta carretera.

En el autobús estoy tiradísima, pero al cabo de un rato parece que he recobrado la energía de antes y voy bastante contenta, risitas por lo bajo ante cualquier comentario incluidas. Ah, y muestras de amor y afecto también. Siempre he sido una chica muy cariñosa.

- Ayyy, mi pobre Valary -me giro yle planto un beso en la frente-. Parece que el tequila se ha convertido en tu nuevo mejor amigo, cariño. Ya sabes, los latinos es lo que tenéis -me río. Es entonces cuando Haruka me sacude y...- ¡Diooooos!

Vale, se están liando. Quiero decir, tampoco es que me sorprenda tanto, porque en realidad sólo se están morreando y tal; son cosas que pasan. Y entonces, al girarme con cara de "calm down" para decirle a Haruka que sólo hay que hacer fotos cuando se estén metiendo mano, veo como Dorian y Fiona también se están enrollando en un pub cercano. Eso sí que es fuerte. ESO SÍ QUE ES FUERTE.

- ¡Pero qué hace! -apunto hacia allí indignada, con la mano- ¡QUÉ-HA-CE! -exclamo. Miro a Haruka- Dorian le está poniendo los cuernos a Simon... ¡con una chica! -niego con la cabeza- Dios, yo a estos gays no los entenderé nunca, de verdad.

Ni siquiera me entero de que Jason se pira con la Harley hasta que escucho el rugido de la moto. Me lo quedo mirando mientras se larga antes de quitarme los tacones, dejándolos sobre mi regazo. Me giro un poco de nuevo para poder mirar a mis tres chicas.

- Queridas, esta noche va a ser la hostia.

Jason enfila la primera salida que encuentra de la ciudad y, tras conducir un rato por una amplia autovía, se desvía para tomar una carretera secundaria.

Poco a poco el tráfico va disminuyendo hasta el punto en que no ve más que algún vehículo de tanto en tanto. Al poco ve un estacionamiento para camiones y, enfrente, un típico bar de carretera que parece plagado de moteros, gente de paso y clientes habituales de los pueblos cercanos...

Al abrir la puerta le recibe una atronadora música country, que viene de una banda que está tocando al fondo del local, con más voluntad que estilo.

El interior está bastante concurrido: hay moteros con sus chicas, tías con pinta de querer marcha, tipos rudos buscándola y algunos camioneros zampándose el menú de la casa junto a enormes jarras de cerveza. Hay un par de camareras macizorras que sirven las mesas con gran habilidad de esquivar las manos largas, y un tipo enorme tras la barra, que parece el encargado del local...

En el escenario la banda intenta congraciarse con el público, que no parece estar muy contento con su actuación, mientras el de la barra le pregunta a Jason si quiere beber o cenar algo

Miles no puede evitar poner los ojos en blanco cuando oye el comentario de Billy sobre Dorian y Simon... Pero ¿de dónde narices saca ésta que son gays? Será que piensa que todo el que no es borde y maleducado como uno que yo me sé pierde aceite...

Y hablando del diablo... piensa al escuchar a Jason. Enarca una ceja cuando dice que se las pira, sacudiendo la cabeza ante su comentario Debe ser algo contagioso, en fin, puede que si hay follón le eche de menos, pero por otro lado, más tranquilidad sin Mr Birra & Pelea

En vista de que las chicas siguen bitcheando, tan pronto Val sube al minibús, Miles se dirige al conductor, tras guiñarle el ojo en plan colega a Jack Cuando quiera, vámonos de marcha, que hay al menos un local que nos está esperando!

El conductor asiente a las palabras de Miles con una sonrisa Allá vamos, chicos y chicas, listos para disfrutar del mejor local de la Gran Manzana!

Con gran destreza conduce el vehículo a través del denso tráfico nocturno y, unos minutos después veis un enorme edificio, que por lo que os dice el conductor, es a donde vais.

En la puerta de entrada hay una gran cola, y un par de seguratas enormes criban a los que pretenden entrar. Sin embargo, pasáis de largo y entráis en el parking del edificio. Veis que hay bastantes coches lujosos aparcados: deportivos, de importación... pero el conductor sigue hasta llegar frente a lo que parece la puerta de acceso a un ascensor privado

 Hay un letrero que dice "Bienvenidos a Vergado New York, Manhattan Dreams", pero mientras bajáis del microbús, un par de guardias de seguridad elegantemente vestidos os piden educadamente el pase de acceso o, en su defecto, quién os avala para acceder a la zona VIP

El conductor, que parece que los conoce empieza a hablar con ellos, pero los seguratas insisten. Todo lo más que hacen es llamar a alguien que puede que sea su superior

Un par de minutos después se abre la puerta del ascensor y sale un apuesto latino, que está hablando por un walkie

No me seás pelotudo. El mate va al reservado número siete ahora mismito, y si en el cinco también quieren, que lo pidan cuando terminen el asado, ¿entendés? dice en un castellano con un claro acento argentino

En cuanto os ve, muestra una deslumbrante sonrisa y se presenta Perdonen. Soy Nacho Macedo, Relaciones Públicas de Vergado New York. ¿En qué puedo ayudarles?

Las chicas estaban en su fiesta privada, sin lugar a dudas impulsadas por el alcohol y la emoción de lo que sea que estuvieran metiendo mezclado con eso, ah viejos tiempos que yo lo hacía también, mientras esperamos en la puerta del ascensor, tras los matones que nos impiden pasar y que segúramente podríamos despachar en dos segundos, aparece un argentino o alguien por lo menos con acento argentino saludándonos y preguntándonos en que puede ayudarnos, camino hacia él de forma firme - Mire, nos dijeron que podíamos entrar aquí libremente uno de nuestros contactos que prefiero mantener en secreto, no nos van a frustrar el ingreso, porque de lo contrario las chicas que desean fiesta toda la noche se van a frustar y ya sabe usted como son mujeres frustradas, no quiero arañazos ni nada por el estilo - guiño el ojo dejando el claro el sentido de mi broma mientras hago con mi mano izquierda gestos a los demás para que se vayan metiendo casi colados al ascensor, segúramente vamos a poder entrar pero vale, que algo de diversión para entrar a la fiesta no está de más

Uuuugh...Creo que me ha venido de perlas echar la papilla, porque ahora al menos puedo caminar decentemente. Aún tengo que tener contacto con algo con la mano, como los asientos del bus, la cabeza de Jack o lo que pille.

No me doy cuenta de que Jason se ha pirado hasta que bajamos ya en la entrada del local y me quedo un momento apoyada al lado de la puerta en lo que bajan las chicas, el bro de color y la niña Miles. Ni rastro de él. Pues vaya, ahora mi novia tendrá que buscarse otros rollos masculinos, que fijo no le van a faltar.

Algo pasa, porque no nos dejan pasar. Piensa, Val; usa tu cabecita por una vez...¿dónde metiste la tarjetita de la madre de Sammy? Es más...¿cómo se llamaba?
Empiezo a palparme entera, empezando por la goma de las bragas, no acabase yo poniéndola con la bolsita de maría ahí.

Levanto la mirada (pero no dejo de buscar, claro, que nos depende la entrada) al oír el idioma conocido puramente por instinto, pero no digo nada ni me delato como compatriota. ¡Tenemos derecho a estar aquí! ¡No vamos a entrar por chantaje emocional/patrio!

Jack interviene en lo que yo sigo sin encontrar la tarjeta, y realmente estoy tentada de meterme corriendo en el ascensor. Pillarme no irían a pillarme.
Pero entonces se me ocurre empezar a palpar a BJ, porque la tarjeta no la tengo yo y alguien debe de tenerla. No sé de dónde la he sacado...¡pero de repente la tengo en la mano! ¡ÉXITO!

Sonrío a BJ y le hago cosquillas en la oreja a Haruka con la puntita de la tarjeta con la firma de la madre de Sammy (no aún ni me acuerdo de cómo se llamaba) para que la coja y la enseñe.

-Pero si vamos a liarnos a arañazos, hagámoslo ya.-no sé si Jack lo ha dicho en coña o en serio, pero a mí me parece una idea divertida.

Llegamos al Vergado; bien. Salimos del autobús; bien. Los seguratas se ponen en modo gorila... mal. Este es el problema de los locales pijos: siempre hay que llevar identificación o tener un enchufe que te haga entrar. En los garitos normales no pasa, porque ya con que entres te besan los pies y te invitan a una copa (incluso intentan captarte con una de esas gratis), pero supongo que si tan controlado lo tienen es porque debe ser la puta hostia. A pesar de eso, no creo que quedarnos en la zona VIP sea lo mejor; normalmente es un poco aburrido, porque la marcha en realidad se encuentra en la pista donde están todos, pero para pasar un ratito tranquilo cuando estemos cansadas irá bien.

La cosa es que no tengo ni idea de qué va a pasar cuando Jack se pone a hablar y nos hace un gesto para que entremos en el ascensor. Seems legit. Miro a las chicas para ver qué hacemos (trabajo en equipo) y Valary empieza a meterme mano. Parece que se ha tomado en serio eso de que sea mi novia. Me gusta. Esbozo una sonrisilla.

- ¿Qué haces, princesita? -pregunto.

Tampoco la aparto. Pobrecita, va borracha perdida. Eso sí, lleva una tarjeta en la mano que no sé para qué servirá. No pregunto; prefiero que Jack se crea el hombre de la situación y nos saque del apuro. Un poco de protagonismo no le vendrá mal.

- Bah, si estos no nos dejan pasar nos vamos a algún garito. Tú con lo corta que vas -miro a Haruka- y tú en modo latina caliente y... vamos, niquelao.

El Relaciones Públicas sonríe a Jack, pero parece acostumbrado a escuchar todo tipo de historias y se lo toma con calma haciendo un gesto a los guardias de seguridad de que no pasa nada...

Mire, yo le entiendo perfectamente, pero como usted comprenderá, no puedo permitir que nadie pase sin una invitación o una referencia como mínimo. Porque entonces esto no sería una zona VIP, sino un coladero...

El hombre parece muy educado y cortés, y su sonrisa se amplía cuando ve que Val está buscando un pase o invitación. Cuando ésta la encuentra y se la pasa a Haruka, alarga la mano

¿Ve como todo tiene solución? Yo estaba seguro que un grupo tan gentil como el de ustedes no vendría sin tener un pase...

El sitio es muy elegante, no sé si es mucho mi estilo de local de fiesta, pero bueno, le daré una oportunidad. Si me fuera sin al menos verlo por dentro, sería una ranciedad tremenda y bueno, siempre es interesante ver sitios nuevos. Si luego no me gusta siempre puedo irme a otro lugar, pero al menos tengo que probarlo. No he venido hasta NY para quedarme escondida debajo de la cama!

Con ese pensamiento positivo bajé del minibus, junto con el resto del grupo, pegada a las chicas y en especial a Val que parece tener problemas serios de equilibrio. "Igual esas pastillas que toma no son muy... ehm... compatibles con beber? Bueno no hay nada que no arregle un café con sal, la verdad". Y con esa feliz perspectiva de devolver a Val la cordura y el equilibrio en cualquier momento de la noche, me quedo escuchando y mirando el altercado para entrar en el sitio.

Estoy casi a punto de decir que "no debe ser tan bueno si nos ponen tantas pegas" que Val me pasa por la oreja algo. Me giro y es una de las tarjetas esas que le dió la pseudo-amante de McCoy. Simplemente la cojo y se la enseño al tipo latino. Me recuerda mucho a Arturo. Afirmo con la cabeza, dándole la razón a BJ en su comentario, mientras sostengo la tarjetita.

-Vengadores. Multipase- digo escuetamente. El tipo cambia de cara. Parece contento con el hallazgo. No cuestiono.

Ni siquiera sé cómo he llegado aquí. Recuerdo ir en moto, éso sí. Me cago en Dios, el rugir de la moto sí que es pura música celestial para mis oídos y no la pura mierda que hacen en las misas. Pero... ¿cuándo he decidido parar en un bar? Será que la cerveza me llama, éso que dicen... "Cuando Jason no va a la cerveza, la cerveza va a él". Me parece una deducción tremenda, así que entro.

...BEJ, country. Sus putos muertos, cómo odio al que 'descubrió' la música country. Cualquier recuerdo que pudiese tener del motor de mi moto se borra con la maldita canción que suena. Y, joder, es humillante haber visto que ésa tía que baila se ha equivocado en su paso con el tacón-giro. Imbécil, primero es punta-tacón-punta-giro. Humillante.

- Eh, ah... sí... er... -Dudo mirando al de la barra. ¿Y qué quiero yo? Eh, ¿cerveza? No me apetece una mediana ni una lata-. Una jarra de medio.

Pago y me alejo de la barra, cruzando el lugar para situarme en la pared del fondo. En el camino, me choco contra algo y me hace verter un poco de birra. Le miro:

- Podrías tener más cuidado, capullo -Gruño.

El Relaciones Públicas se queda absolutamente sorprendido, por unos segundos, de la combinación que le suelta Haruka. Mira la tarjeta y sonríe abiertamente, mientras estudia vuestros rostros

La firma de la Srta de Haro les abre cualquier puerta en esta casa dice con voz suave y encantadora, mientras le da la vuelta a la tarjeta y se la devuelve a Haruka y con todo pagado, faltaría más. Así que aquí tiene su multipase de vuelta, les servirá para acceder de nuevo siempre que quieran, aunque ya no con barra libre total

En esto se queda mirando a las chicas, un instante a cada una, y ríe, al parecer contento Y Vengadores... claro está! Vosotras habéis actuado en el acto benéfico de esta tarde! Mi novia y yo hemos ido a verlo, y nos ha encantado. Vuestro número conjunto ha sido una verdadera maravilla, en serio!

Nacho Macedo, Relaciones Públicas del Vergado NY, para serviros en cualquier cosa que necesitéis! dice al mismo tiempo que abre con una llave la puerta del ascensor y os invita a pasar

El ascensor sube a través de un tubo transparente, que os permite ver la sala principal de la disco, a la que tiene acceso todo el mundo. El local está abarrotado, y parece que hay muy buen ambiente. Tras atravesar la zona común, se detiene en una planta superior.

Al abrirse las puertas, os parece que estáis en un mundo totalmente diferente. El lujo y el buen gusto de destila por doquier, y todo esta lleno de sillones mullidos que parecen muy cómodos. Veis que en cada mesa aguarda una botella de champán y que diligentes camareros van arriba y abajo sirviendo lo que piden los clientes

Lo que es el disco bar de la zona VIP tiene forma circular, con vidrieras a todos lados que permiten ver la disco del piso inferior, y con cuatro salidas, una a cada punto cardinal

La salida norte va a dar al jardín y a la piscina. Esta noche habrá una Fiesta de Espuma. Si queréis ir y no tenéis ropa de baño, simplemente decídselo al barman, o a mí, y asunto solucionado. La sur va a dar a la zona de chill out, para descansar y relajarse con una buena selección de música. Al oeste vais a dar a la disco privada de la zona VIP. Hoy tenemos como DJ invitado a Brett Henrichsen, uno de los mejores pinchadiscos a nivel mundial. Y al este es donde solemos montar performances especiales... va explicando Nacho, mientras os acompaña a lo largo de la sala VIP

Allí hoy habrá una Honey Party al estilo Miami. Vendrán un par de modelos, chico y chica, pero siempre pueden apuntarse voluntarios... dice como si diera por sentado que sabéis de qué se trata

En el piso superior están los reservados del restaurante, aunque si queréis comer algo aquí, solamente habéis de decirlo, ¿de acuerdo? Y en los dos pisos de más arriba, pues ya los reservados para fiestas privadas, o para gente que necesite... privacidad, ya me entendéis explica con una sonrisa...

Si queréis bajar a la disco de abajo, sin problema, usad el ascensor. Industrias Stark nos instaló un sistema biométrico que reconoce a la gente sin necesidad de dar su identidad, todo un hallazgo de Tony, un buen cliente nuestro... mientras está hablando suena un beep-beep de su walkie, y con una sonrisa de circunstancias añade

Vaya, lo siento, ahora debo irme a solucionar un problemilla, pero volveré por aquí en un rato. Mientras tanto, os dejo en manos de nuestro mejor barman y empleado, Albert. Él os solventará cualquier duda o problema que tengáis, y si él no puede, yo acudiré al rescate! dice en un tono sincero y cordial antes de meterse de nuevo en el ascensor y empezar a hablar por el walkie-talkie

El barman, un chico joven muy activo, os saluda con la mejor de sus sonrisas, después de que el Relaciones Públicas le haya dicho quién sois y de parte de quién venís

Queridas, será un ab-so-lu-to placer ser esta noche vuestro barman de cabecera dice al mismo tiempo que hace un malabarismo con la coctelera que tiene en las manos y, tras servir dos copas, le ordena a un camarero Estas dos a la mesa cinco, Corey y Tracy...

Mientras habéis recorrido la zona con el RRPP habéis visto toda una serie de gente que, más o menos, os suena u os parece famosa o conocida

En una mesa cercana hay un trío que os suenan a actores de cine o TV. Uno es más mayor, puede que esté más cerca de los cuarenta que de los treinte. Otro tendra veintitantos, con unos ojos azules y una sonrisa que llaman la atención, mientras que el tercero es el más joven. Puede que sea uno o dos años mayor que vosotros y parece ser el blanco de las bromas de sus amigos

Cerca de la mesa a donde acaba de ir el camarero hay un par de mujeres en una actitud que las identifica como pareja, o tal vez algo incluso más serio...

Saliendo del aseo de señoras y yendo hacia la barra, a un par de metros de donde estáis, va una chica rubia muy mona, con pinta de muñequita muy bien vestida, y que parece que ha estado llorando bastante rato. Se sienta ante una copa que tiene a medias y, tras el primer sorbo, parece a punto de echarse a llorar de nuevo...

En la otra punta de la barra hay una rubia que os suena a deportista de élite, y entre medio de ella y la chica que llora hay un hombre elegantemente vestido, que está consultando un portátil con un ojo, y con el otro parece controlar lo que se cuece, quien llega y quien sale

En otra mesa hay dos tipos maduros con pinta de ejecutivos, que parecen devorar con la mirada a toda fémina a su alcance. Cerca de ellos, solo en una mesa y con pinta de despreciar a los dos tíos anteriores hay un hombre bastante apuesto que también os suena a famoso de la tele o del cine

En el fondo del local os llama la atención un hombre rubio, muy bien vestido y con modales exquisitos, que parece estar discutiendo con su acompañante, una rubita con pinta de modelo. Mejor dicho... parece que es ella quien discute con él, mientras una chica de color que está sentada con ellos se mira la escena con aire divertido... Ambas parecen de vuestra edad.

Tras un instante, tanto Billy como Niobe lo reconocen, pese al poco tiempo que han estado en la Escuela. se trata de Warren Worthington III, alias Angel, un mutante multimillonario con fama de mujeriego, y de gustarle las chicas mucho más jóvenes que él...

Y por último, en la otra punta de la barra hay dos chicos que aunque se han arreglado para salir, es obvio que están como pez fuera del agua. Lo miran todo con aire entre curioso y azorado, lo que les da un cierto aire de perrito abandonado...

El barman ríe divertido ante vuestras miradas al recorrer la concurrencia Gente conocida a mansalva, ¿verdad, queridas? Aunque puede que así en vivo y en directo no asociéis nombres y rostros. Preguntadme sin miedo y yo os diré quién es quién...

Señala a la chica que llora y dice frunciendo los labios Ahí tenéis a la pobrecita de Blake Lively, que lleva toda la noche llorando como una Magdalena. Y todo por culpa del canalla de "Cara de Torta". Ojalá se le caiga la pilila a trocitos... si antes os lo parecía, ahora os queda clarísimo que el barman es gay, y de los que parece disfrutar exagerando un poco Me refiero al borde de Leonardo, que le ha dado la patada de una forma... de pronto se lleva la mano a la boca y termina diciendo pero de eso yo no puedo explicar nada, que soy como el padre confesor de todos. Es lo que tiene ser barman de cabecera...

Venga, qué queréis tomar, y yo os explico un poco quién es quién de la gente que veis por aquí y os pique la curiosidad...

Y justo en ese instante sale del ascensor una chica que os suena mucho como cantante Vaya, si hay suerte esta noche habrá show especial para los presentes, si Miss Perry está de humor añade el barman, mientras espera que le digáis qué queréis tomar y qué queréis saber

Hmmmm... Presiento que voy a tener calor. Debería haber venido directamente con el chaleco, sin la camisa debajo. Bah, da igual, he pasado calor otras veces. Además, este sitio tiene pinta de pijo... Lo mismo tienen aire acondicionado. ¿Dónde han quedado los antros en los que solía meterme? Ahí, al menos, podría encenderme un porro sin que me echaran de una patada en el culo. Aquí lo intentarían, seguro.

Menos mal que al final nos han dejado entrar porque ya me estaba viendo subiendo a aquel tipo al tejado para que no molestara y nos dejara pasar de una vez. Quiero fiesta. O algo de movimiento. Necesito algo de normalidad después del día que he tenido.
Y ahora que lo pienso, estoy segura de que podría haber sido mucho peor. Pero vamos, que lo que quiero es algo de lo que hacía antes de todo este rollo de la "Escuela para mutantes". Aunque ahora que lo pienso, lo del parque de atracciones también iba a ser algo normal, y mira lo que acabó siendo... ¿No se convertirá esta noche también en el deber de otra heroicidad? Con un poco de suerte, me pillará borracha. Je.

Nada mas entrar, ya busco el equilibrio: la música, la barra para pedir una copa... Pero ¡alto! Me quedo totalmente acojonada cuando el que hace llamarse relaciones públicas nos empieza a hablar y cuando mis ojos topan con aquel...aquel... ¿Paraíso? Menuda pasada de sitio. ¡Eh! ¿Y ha dicho barra libre? Fuah. Sí, aquella vagoneta me cayó encima, he muerto y se han apiadado de mi.

Sonrío ámpliamente y le doy unas palmadas a Haru en el hombro.

- De puta madre - río suave - Esto va a ser la hostia.

Entonces empiezo a escuchar las palabras del barman. ¿Famosos? Hmmmm... Anda, si es Ellen DeGeneres, ahora mismo no recuerdo el nombre de su... ¿Mujer? ¿Estaban casadas?

Recorro con la mirada el sitio mientras él sigue hablando y entonces me queda clarísimo que estoy en el paraíso. Un ángel... Un ángel rubio. Un ángel llorando.

- ¿Blake Lively? - repito en un murmuro, casi para mi. Joder, no me suena. Debería ver mas televisión... Sacudo mi cabeza y miro al chico - ¿Sabes que está tomando? - le pregunto y señalo un momento con la cabeza al ángel rubio. Sí, voy a llevarle una copa, ¿qué pasa? No me gusta ver a una chica llorar. A un ángel menos.

¡Dioooooos! ¡Qué sitio, qué de gente, qué de famosos y qué de todo, hostias! Si parece que me he caído en un capítulo de Gossip Girl, o en el mismo canal E!...

Bueno, hablando de Gossip Girl...es que creo que acabo de ver a Serena y todo. El camarero (gay) nos lo confirma; es Blake Lively llorando a moco tendido, la pobre. Esto ya me suena todo un poco más familiar.
Espera, eso es triste. Mi familia es la jodida gente de la tele. Apoyo un momento la cabeza en Niobe, pero cuando se me pasa y nuestro camarero termina de cotillear, levanto la mano como si estuviera en clase. Pero mis preguntas son más recreacionales.

-Vale, vale, vale; ¡cositas!-levanto un dedo, indicando la primera cosa.-Yo pido desde ya un bikini de esos de ir luego a la fiesta de la espuma. Y...-iba a hacer el dos con los dedos, pero me quedo a medias porque se me olvida momentáneamente.-¡Ah, sí! ¿Qué es esa Honey Party que dicen por ahí?-sonrío.

Pudimos entrar, con un multipase que no había visto y que nos garantizaba acceso ilimitado nada más que a la zona VIP de este lugar, un lugar al que va Tony Stark quien tiene los lujos para contratarse a Iron Man como guardaespaldas no debe ser para nada malo y tras del hecho hay barra libre, el barman aunque afeminado es agradable y sociable, trato de mirar a la gente que allí se encuentra mirando alguna persona conocida o alguien que me interese mediánamente con quien hablar, sin pensarlo dos veces Niobe la clava el ojo a la Magdalena - Que bien chica, buen movimiento - golpeó amistosamente la espalda de Milles - Bien chico, vamos a buscarnos un par de mujeres que puedan distraernos, por un rato dejaremos a las damas a solas - hago una reverencia algo exagerada con una sonrisa de oreja a oreja denotando la broma que estoy gastando - y vamos a buscar unas gatas ja ja ja

Vale, el sitio por dentro es espectacular, como visita turística me place, pero sinceramente me siento como un pulpo en un garaje o una piraña en una cochiquera. Ni siquiera sé quien es la gente del sitio apartado ese VIP, bueno, a Ellen sí porque Charlotte veía su programa todos los días, pero del resto ni zorra idea. Busco uno de los apartados, dejo mi chaqueta y mi bolso, cojo el dinero y me lo meto en el sujetador y lo dejo todo disimuladamente entre los asientos.

-Me guardais las cosas, porfi?- les pido a los presentes y al barman.

-Eres muy amable Albert -le digo a éste con una sonrisa encantadora -Yo me voy a la sala principal a bailar, a mi esto me queda un poco grande -me encojo de hombros -Si quereis podemos hacer una primera ronda de chupitos y luego ya si de caso nos vemos más tarde, así cada uno se expande por donde quiera...- ofrezco a todos los del grupo, tanto a mis chicas como a Jack y Miles. Quiero bajar a bailar, comprobar si la música me gusta y ver si me quedo, si no me gusta, me beberé todas las cervezas que pueda aguantar y me largaré a cualquier otro sitio a bailar con música que me guste más. Ese es mi gran plan.

- Venga, sí, una ronda de chupitos y luego yo te acompaño a bailar, H.

Le guiño un ojo a mi pookie-bear y me siento. Aprovecho para bajarme un poco el vestido y cruzar las piernas con una sonrisa que dirijo a Ángel, sentado más allá. No creo que me haya visto, pero nunca está de más. Además, aprovecho para echarle un vistazo a todas las celebrities que hay por aquí; yendo a estos sitios tan VIPs una no puede evitar sentirse divina y fabulosa, que es como yo misma soy ahora. Sin embargo, le dirijo una mirada de complicidad al bar-man; debe de ser genial estar allí siendo el confesor de todos. Ay, si el Perez Hilton lo pillara…

- A mí ponme un capirísima de fresa –qué rico. Om nom nom nom- y una ronda de lo más fuerte que tengas –le guiño un ojo al barman.