Partida Rol por web

Las calles del mercado expelian cierto hedor a sudor provocado por las concentraciones de personas que se juntaban para vender y comprar cosas, yo ignoraba el olor mientras debes en cuando me disculpaba por chocar con alguno de esos habitantes de la ciudad, era un mercado grande pero no se comparaba al de aquella ciudad portuaria donde vivi. Caminando un rato con la mente perdida en las joyas que se vendian por doquier termino topandome con un draconiano que parlotea como todo buen vendedor sobre la excelente calidad de sus armas, observo su mercancia y me dirijo a el:

- Amable caballero si es posible me gustaria llevarme 2 espadas cortas, una espada larga, una daga y un arco corto, pero tendre que pedirle me rebaje un poco el precio de estos articulos, vera estoy a servicio de un buen samaritano que busca eliminar la amenaza del dragon avistado en esta isla y me ha dado una muy pequena cantidad de dinero para comprar el equipo necesario-

Le pago al buen hombre que acaba de aceptar rebajarme el precio de los objetos y decido acercarme al puesto de armaduras del que Yillanis se aleja con una triste cara, mediar palabra le senalo una cota de malla y un escudo ligero al mediano y le pago lo que el dice que cuesta Parece cabreado, seguramente no soy el unico que va mendingando rebajas en el mercado pienso mientras me alejo del sitio buscando otras tiendas que observar

Viendo como sus compañeros se iban equipando, el tiflin se puso manos a la obra, seguro que no estaban acostumbrados en ese mercado en ver a gente de sus raza deambular por allí, pero tenía que intentar conseguir los objetos necesarios y si era a buen precio mejor que mejor.

Llegando al puesto del draconiano, Davorin no duda en hablar en el idioma natal del dracónido para ver si obtiene alguna rebaja.
- Muy buenas compañero, me veo inmerso en realizar una misión muy importante, y me gustaría saber en cuanto me deja si me llevo una espada corta, una honda y dos lotes de shuriken (10). El tiflin sale de la tienda con una sonrisa en la cara, había obtenido un gran precio.

Faltaba equiparse para defenderse, y observa a un mediano con buena mercancía a la vista. Le interesa el tejido estelar y no duda en preguntar por él. Buen día tenga usted, me gustaría saber el precio del tejido estelar, ya que lo necesito para una misión que se me ha encomendado. Parece que las dotes del tiflin no surte efecto, y el precio no es rebajado.

Ha obtenido algún que otro producto rebajado, pero del más caro no obtuvo descuento. Sale del mercado con el ceño fruncido.

El mercado estaba repleto de todo tipo de puestos con artículos muy variados. Teníamos que equiparnos con lo justo pero yo sabía que lo que nos había dado nuestro anfitrión cubriría nuestras necesidades básicas de sobra.

Primero me acerco al puesto del mercader de armaduras. Mis ojos se van sin querer hacia las relucientes túnicas. Veo que tiene aquí una selección exquisita de túnicas, elaboradas con los mejores materiales. Soy consciente del valor de dicha prenda, pero ¿sería tan amable de ofrecerme algún tipo de rebaja? A cambio le hablaré muy bien de este maravilloso puesto a mi padre, el duque Alagondar Drake y le insistiré para que haga negocios con usted, si le parece bien. Parece que a regañadientes, finalmente el vendedor acepta el trato y me ofrece una rebaja importante por la prenda.

Seguidamente me acerco al puesto de las armas y observo los bastones. Me encanta uno de madera blanca, pues el blanco es un color que me favorece mucho. Intento la misma triquiñuela que con el mercader de armaduras, pero el dracónido no parece estar nada convencido. Bueno, de todas formas el bastón tiene un precio bastante bajo de por si. Pienso mientras pago por el artículo. Me doy media vuelta, esperando que mis compañeros no vayan a tardar demasiado en hacer sus compras, cuando me doy cuenta que he sido el último en adquirir mi equipo.

Cuando cada uno concluye con sus compras regresan directamente a la extraña mansión de Ianster Wolfswift quien los estaba esperando en el jardín con varias mochilas ya preparadas con los artículos prometidos. Pueden observar a un grupo de criados preparando un lujosos carruaje con hermosos caballos pura sangre, son cuatro en total, tienen una cabeza pequeña con quijadas grandes y perfil recto, de ojos y orejas pequeños, tienen el cuello corto, arqueado y muy musculoso. Ejemplares ideales para tirar de un carro. Un hombre de tez oscura parece estar dándole indicaciones a los criados sobre cómo colocar los arneses, se ve muy experimentado en su trabajo.

- Espero que hayan conseguido todo lo que buscaban y que hayan dado un buen uso a las piezas de oro. No me tomen por avaro, no tengo problemas en gastar mi dinero, pero odio la idea de estar tirándolo... como hacía mi "querido" padre, que casi nos deja en la quiebra cuando hizo trasladar este caserón desde su locación original, a muchos kilómetros de aquí... roca por roca, sólo porque se obsesionó con esa loca idea - sacude su cabeza - bueno, pero esto no es lo que nos incumbre. Aquí están los objetos que les prometí, el comerciante me otorgó algunos pequeños objetos más especializados para algunos de ustedes, además de los suministros básicos podrán encontrar flechas, rocas para hondas, bastones, cetros, orbes y varitas mágicas. También hay Simbolos Sagrados. Estos últimos artículos que nombré son algo costosos y el comerciante no está dispuesto a regalarlos pero si a rebajarles el precio un poco, pero si quieren llevarse algun objeto de estos deberán desprenderse de todas las piezas de oro que les sobraron, yo cubriré el faltante.

El joven noble hace señas a su mayordomo para que les muestre los objetos mencionados.

- Como verán estos son nuestros últimos preparativos antes de partir. Cuando estén listos les contaré cuál será el rumbo que tomaremos.
 

Despues de estar un buen rato caminando por el mercado y comprar todos los objetos de la lista, me uno a mi grupo y nos devolvemos a la casa del señor Ianster quien ya preparo una gran cantidad de suministros tanto de comida como de municiones, camino al monton mientras le digo al contratista:

- Gracias de nuevo señor Ianster, le agradezco tanto yo como el gremio-

A continuación tomo un buen puñado de odres de agua y varias raciones de comida, tambien tomo a gran cantidad de flechas por si son necesarias.

- Es de agradecer, Maese Wolfswift Dice el enmascarado mientras se reequipaba con lo que le ofrecía Ianster.

El día de compras había sido agotador, pero ya estábamos de vuelta en casa de Ianster y para mi sorpresa, nuestro anfitrión tenía casi todo preparado ya. Equipo básico con comida, agua, mochila y cuerdas, entre otras cosas.

- A mi no me importa desprenderme de el oro sobrante, señor Ianster - le respondo al acaudalado noble, haciendo entrega de las monedas de oro que me habían sobrado para tomar uno de los orbes que emitía un fulgor azulado bastante especial. Este tipo de artículos solían ser buenos catalizadores a la hora de poner en practica el arte, pero éste en concreto tenía en su interior algo más que lo hacía especial...

Llegando a la casa de nuestro anfitrión, Ianster divaga un poco y nos cuenta una historia acerca de mover la casa en la que estamos a otra zona, un sueño que tuvo su padre, que gente más rara se encuentran por estas tierras.

- Muy agradecido por el equipo, seguro que lo necesitaremos en el viaje. Le dice el tiflin, recogiendo el equipo básico y además una bolsa de piedras, nunca se sabe si tendría que utilizar su honda.

Mientras se equipan con los artículos que compraron y los suministros ofrecidos Ianster se dirige a ustedes con voz calma:

- No pretendo que desde este instante me consideren su jefe, tampoco es mi intención serlo, digamos que yo sólo soy un cliente que les paga para que lo ayuden, pero ustedes tienen libertad de expresión y acción, si en algún momento quieren realizar un trabajo por cuenta propia o no estan dispuestos a hacer lo que yo les pido, sean tan amables de informarmelo y buscaremos la solución más apropiada. En cuanto el carro esté listo partiremos hacia la gran ciudad de Viragzo. El camino es corto pero puede ser peligroso si se viaja solo, por eso viajaremos todos juntos. La carreta es suficientemente grande para todos. Allí deberán hacerme un favor, deben ir a la biblioteca de la ciudad y buscar tres libros, yo les daré los títulos en cuanto lleguemos. Mientras tanto yo le presentaré mis respetos al gobernador de Viragzo y veré que puedo averiguar sobre el asunto del dragón.

Ianter les enseña un pequeño cofre forrado con terciopelo rojo sangre y finamente ornamentado con costuras e incrustaciones dorasas.

- Este será el cofre en el que guardarán un fondo común, de esta forma nos manejaremos con el dinero así no deben estar pidiéndome a cada rato y tener que rechazarlos a cada rato, ocasionalmente pondré algunas piezas de oro aquí dentro que podrán utilizar para cualquier gasto gurpal que surja, también ustedes pueden engrosar con su propio oro el fondo común del grupo. En este momento les estoy depositando 100 po. Usenlos sabiamente porque no les daré oro todo el tiempo.

Despues de un buen rato en el mercado regateando, hablando, convenciendo a mercaderes, haciendo amigos..... todos volvemos hacia la mansión del señor Ianster.

Al llegar, nos encontramos con Ianster y sus mayordomos acabando de organizar el resto de objetos y el transporte que nos guiará hacia nuestro siguiente encuentro, la gran ciudad de Virazgo en la cual deberemos encontrar unos libros determinados en la biblioteca. Conforme el acaudalado noble va soltando todo el royo de la ciudad, de encontrar los libros, de que tenía que saludar a no se guien, mis ojos se quedaron expectantes ante un objeto, de los muchos que había, que Ianster tenía para nosotros.

Me aproximé lentamente hacia unos símbolos sagrados y miré a Ianster con los ojos abiertos como platos - Joven Ianster ¿como se ha hecho con tan valiosos objetos? he escuchado hablar de los símbolos sagrados y del poder que pueden desarrollar junto con su portador.... nunca he llegado a poder usar uno, pero si he visto de lo que son capaces de hacer.... recuerdo a mi maestro lanzar un terrorífico ataque usando un objeto de este tipo... - mientras iba hablando, noté como uno de esos símbolos y mi espíritu conectaban extrañamente haciendome sentir como un poder comenzaba a crecer en mi interior - señor, me quedan 34 po y 5 pp, se que es poco dinero para el coste que deberá tener ese objeto, pero se que ese objeto en mi poder hará muchísimo bien a todo el grupo y a la misión. El dinero poco importa ante el poder que podré desplegar gracias a este utensilio. - le comento a Ianster acercando las manos lentamente hacia el simbolo sagrado que tengo ante mi.

Al sostener dicho objeto entre mis manos, me da la impresión de que un gran aura de fuerza invade todo mi ser y hacer que todo el poder que duerme en mi interior comience a emanar por mis venas.

Pum pum pum - se escuchan estos temblores venir desde atrás es el goliat que armado con una armadura completa hacia retumbar el suelo a su alrededor , al llegar ante el anfitrión, he sido bendecido por la madre tierra , que me ha ofrecido sus dones para poder enfrentarme a la tormenta que se avecina. Me quedé viendo como el grupo recogía su equipo , llegados al final mostré más interés por el equipo recogido por Davorin, y secundando su acción también cogí el equipo inicial que todo aventurero debe poseer además de dos bolsas de piedras para mi honda.

Momentos después metí en el cofre común 38 monedas de oro , quedándome con 8 monedas de plata.

- Le agradezco el gesto de costear tan fabuloso equipo señor Ianster - Le comento mientras le hago una leve reverencia antes de marcharme a por el equipo básico.

Emanando poder arcano por todos los poros de mi piel, me dirijo a recoger mi mochila y los demás objetos básicos necesarios para tan agradable misión - anda que.... la panzá de armaduras, de armas, de objetos mágicos, de pasta gastada.... ¡¡para buscar unos libros en una biblioteca!! ya se que la recompensa final es enfrentarnos a un ¡Dragon Rojo! y que hemos de empezar por el principio.... ¿¡pero 8 guerreros para buscar 3 libros!? - pensaba mientras me colgaba a la espalda todo el equipo.

Voy en dirección al carro y me voy encontrando a los demás compis de batalla, todos equipados hasta las orejas, con impresionantes armaduras y armas, todas totalmente limpias e impolutas, listas para cualquier contingencia que se presente.. y de repente el suelo comienza a temblar y veo como Vaki se aproxima - JODER VAKI - digo impresionado - menudo cambio, ya por lo menos con ese pedazo de armadura no se te ve la cara HE HE HE - le comento sonriendo y con los ojos como platos de ver a esa mole equipada. Llego al carro y espero a que los demás vayan llegando y subiendo para partir en dirección a Virazgo. Cuando llego al carro me percato del cofre que el señor Ianster ha puesto a nuestra disposición - ¿que haremos con el cofre? a mi no me importa llevarlo y os aseguro que nadie me va a quitar ni una sola moneda de las que entren en este cofre. - comento con una seguridad pasmosa pues con el oro y los enanos no se juega.

- Agradecemos tu honestidad Zannan - dice Ianster - pero mientras viajemos con el carruaje lo mejor será que el cofre con el oro permanezca allí dentro, es la forma más segura de transportarlo, si en algún momento debemos separarnos, ahí tomaremos en cuenta la protección que nos ofreces.

El mayordomo se abre camino junto con algunos sirvientes, están cargando valijas y baúles pertenecientes al joven noble donde lleva sus pertenencias. El conductor del carruaje está en posición y esperando órdenes para darles el primer latigazo a los caballos e iniciar el viaje.

- Espero que todos estén listos, en breve partiremos.

-Bueno, parece que ya estamos todos listos no?-digo mientras observo llegar a los últimos del grupo. Mientras Ianster prepara el equipo, oigo que comenta algo acerca de unos últimos ítems que pueda dar a cambio de el dinero sobrante. Mejor, detesto llevar tanto dinero encima. Eh, Ianster, me quedaré con uno de estos símbolos sagrados, si no le importa. Aquí tiene el dinero que me ha sobrado. gracias.

Mientras me equipo con el resto de cosas necesarias para el viaje que el noble ha traído, le oigo comentar acerca del cofre común. Lo encuentro una gran idea. Aunque dejar todo el dinero en un cofre lo encuentro un poco descuidado porque nos dejaría sin nada en caso de que le pasase "algo". No es que me preocupe especialmente el tema del dinero, al fin y al cabo, mi culto no es que nos importe mucho. Lo digo por si acaso, más vale prevenir que curar. Aunque eso nos podrá ayudar a mantener alejados y controlados a todo aquél que quiera meterle mano.

Aparte de eso, por mi ya podemos empezar la marcha.-digo una vez completamente equipada y preparada.

El joven y apuesto noble hace una mueca que se asemeja a una sonrisa, reacciona como si alguien hubiera dicho las palabras mágicas que abren una puerta secreta.

- Ese, señoras y señores, es el punto importante. El cofre lleva consigo una intrincada cerradura y está hecho de uno de los materiales más resistentes conocidos (muy a pesar de estar forrado con inofensivo terciopelo en su interior y de los floridos adornos que posee), es decir que sólo puede abrirse con esta llave - de su bolsillo saca una bella y ornamentada llave que parece combinar perfectamente con el estilo del cofre - eso significa que si alguien les roba el cofre, nunca podrá abrirlo si no obtiene la llave, y por eso mismo el cofre y la llave no deberán ir juntos y es a tí jovencita - se acerca a Yllanys - a quien pongo al cuidado de esta importante llave. Cuidala mucho ya que todos tus compañeros dependen de ella. Digamos que tu serás la tesorera del grupo, al menos de momento - coloca la llave en la palma de la mano de la elfa.