Partida Rol por web

El emisario (Leyenda Élfica)

Escena Gaelath

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19/01/2022, 23:16
Narrador

Las primeras luces del alba atraviesan la cúpula arbórea como lanzas doradas. Montado sobre tu caballo, llegas junto a la base del Gran Árbol y te presentas ante tu padre. Vistes tus ropas de explorador; los pantalones de cuero, botas altas y tu vieja capa verde. La guardia que te acompañará en tu misión espera a un lado, sin poder evitar intercambiar nerviosas miradas entre ellos. Uno de los sirvientes te ofrece una alforja con algunas provisiones para el viaje. Llevas de las riendas a tu corcel, un noble animal de pelaje blanco y fuerte constitución, hasta detenerte ante el Rey. Tras inclinarte en una leve reverencia, escuchas las últimas instrucciones de tu padre mientras acaricias la sedosa y nevada crin de tu caballo.

-Debes entregar el mensaje al rey Edoar y volver cuanto antes. Te recuerda el Rey. Tu misión es simple y concreta, no te desvíes ni busques problemas. Los elfos rara vez son vistos fuera de Shalanest, así que no esperes encontrar ningún aliado. Hace una pausa y mira hacia el oeste antes de seguir hablando. El reino de Stumlad está lejos, a muchos días de viaje. Debes ir en dirección noroeste, pero evita el bosque de Shalanest Occidental, el antiguo reino de nuestros hermanos, ya que el mal habita ahora entre sus árboles. Así que rodéalo para seguir luego a través de las Llanuras Grises. Desde allí viaja directo hacia Stumlad, y en menos de una luna podrás llegar a su frontera. Antes de acabar, tu padre te mira detenidamente. Nuestras esperanzas están contigo, hijo. No falles a tu pueblo.

Te despides del Rey con una nueva reverencia. A continuación, haces dar la vuelta a tu caballo y sales de la ciudad a suave trote seguido por tu escolta de cinco guerreros. Al ir a dejar el claro, descubres a tu hermana Gishal de pie en una de las terrazas del Gran Árbol. La muchacha levanta una mano y te despide con una dulce sonrisa. Devuelves el saludo antes de continuar por la senda en pos de tus compañeros.

Notas de juego

Apunta 2 Raciones de comida en tu Hoja de Aventura. Cada una ocupa un lugar en tu Mochila.

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19/01/2022, 23:16
Narrador

Tras dos días de marcha por los sinuosos caminos, por fin abandonáis la espesura del bosque y dejáis atrás Shalanest.

-A partir de aquí estamos solos. Dice Heienor, un veterano elfo de oscuro cabello, echando una mirada atrás y despidiéndose en silencio del hogar.

Sin hacer caso de sus torvas palabras, guías al grupo hacia la olvidada carretera de piedra, la vía que une los dos bosques de Shalanest y que apenas es transitada desde la destrucción de Dalannast a manos de los caballeros de Stumlad.

Durante una larga y monótona jornada de viaje, recapacitas sobre lo que tu misión significa: elfos y humanos han estado enemistados durante casi dos siglos, desde la caída del Rey Dios, cuando ambas razas se enfrentaron en los mismos salones del nigromante, disputándose las riquezas y artefactos que se amontonaban en la fortaleza. Aquella lucha terminó con la muerte de los dos monarcas, lo que germinó un odio que se transmitió de generación en generación hasta que, hace apenas un siglo, ambos pueblos firmaron un tratado de paz, o más bien de no agresión. Desde entonces, el desprecio entre las dos razas se ha ido acrecentando y entiendes lo difícil que habrá sido para tu padre redactar un mensaje en el que pide ayuda a los humanos. También comprendes que muy desesperada debe ser la situación para tomar semejante medida.

En ese momento, uno de tus guardias se dirige a ti, sacándote de tus cavilaciones:

-Mi señor, alguien se acerca. Dice y señala la empedrada vía que se extiende ante vosotros. A unos quinientos metros de distancia, apoyado sobre un retorcido bastón, distingues la forma de un harapiento caminante que avanza encorvado hacia vosotros. No esperabas encontrar a ningún viajero en la antigua calzada, por lo que la presencia de un vagabundo tan lejos de los pueblos humanos te hace sospechar.

Notas de juego

Sección 1

Si interrogas al extraño al llegar a su lado, pasa a la sección 123.
Si decides pasar de largo sin dirigirte a él, pasa a la sección 15.

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01/06/2022, 08:44
Gaelath

El día señalado había llegado y Gaelath estaba bien preparado para cumplir la misión que se le encomendaría. Con mas prisa que pausa, se adecentó para su viaje, colocando todo lo que algún día hubiera creído necesario para dicho viaje.

Al llegar frente a su escolta, no pudo evitar ver que compartían su nerviosismo, así que intentó calmarles un poco antes de la partida.

- Es un viaje rutinario, nada de que preocuparse. - Mintió a sus allegados para intentar calmar su propio corazón al tiempo que ponía una mano en el hombro de Heienor mientras escudriñaba en las miradas de los demás. - No os desconcentréis.

En formación de punta de lanza trotaron hasta la última despedida, donde algunos habitantes fueron a despedirlos mientras el rey les recordaba la misión a llevar.

Las bestias en las que montaban parecían dispuestas a acomodarles el viaje, pero Gaelath no quería que desfallecieran demasiado rápido, por lo que ordenó un galope trote suave tras salir del pueblo que le había visto crecer.

Tras abandonar la seguridad de su territorio, el primer indicio de otro ser no tardó en llegar y Gaelath, receloso de que aquello fuera una trampa, decidió espolear a sus jinetes para atravesar a aquel desconocido rápidamente, cubriendo previamente el rostro con su capa verde y sugiriendo a sus compañeros que hiciesen lo mismo.

Por suerte, aquel desconocido sería un trotamundos que no reparase en su presencia o, de hacerlo, no sabría sus identidades.

Notas de juego

Si decides pasar de largo sin dirigirte a él, pasa a la sección 15.

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01/06/2022, 22:38
Narrador

Pasas a caballo junto a la figura, sin prestarle mayor atención que echarle un rápido vistazo y ver que se trata de una vieja humana, una sucia vagabunda maloliente.

-"¡Todos muertos, todos muertos!" Oyes que grita entre carcajadas.

Sin detenerte, espoleas tu montura para acelerar la marcha.

Notas de juego

Sección 15

Pasa a la sección 164.

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01/06/2022, 22:39
Narrador

Con la llegada de la noche, decidís hacer un alto para dar descanso a los caballos. Os encontráis a pocos kilómetros de la encrucijada y supones que una vez toméis el camino en dirección norte los encuentros con bandas de nómadas humanos serán más frecuentes. Sentado junto al fuego del campamento, observas la frondosa forma de Shalanest oeste que aparece en el horizonte. Al ver la silueta de sus árboles, tu pensamiento divaga y recuerdas la triste historia del reino élfico.

Antiguamente, el bosque occidental era un paraíso para los elfos y la ciudad de Dalannast considerada una joya por su belleza. Construida con grandes columnas de granito, los hábiles diseñadores dieron forma a un jardín de arcos y terrazas. Al contrario que las casas colgantes de Litdanast, los habitantes del nuevo bosque edificaron sus viviendas tanto en la superficie como bajo tierra, excavando y creando estancias y pasadizos bajo la hierba. La ciudad era el orgullo de sus pobladores, que con el paso de los siglos formaron su propio reino. Por desgracia, todo acabó el día en que los caballeros de Stumlad irrumpieron por el oeste. Llevando máquinas de guerra y protegidos por sus pesadas corazas, los humanos invadieron Dalannast como venganza por la muerte de su monarca Miznuhor en la batalla ante el templo del Rey Dios. Los elfos fueron masacrados sin piedad y la ciudad reducida a escombros. Tras arrasar el bosque occidental, los caballeros de Stumlad fueron tan ambiciosos como para seguir su orgía de sangre y destrucción hacia Litdanast, donde toparon con las tropas del Rey, que rechazaron a los invasores. Sin embargo, el bosque occidental fue abandonado y ningún elfo volvió a pisarlo jamás. Sólo la muerte habita allí, habías oído decir a tus mayores cuando hablaban sobre la antigua ciudad élfica, antes de cambiar rápidamente de tema.

Ahora, con la luz de la luna y las estrellas brillando en la oscuridad, el bosque parece un lugar encantado. Sacudes la cabeza y decides no darle más vueltas. Al fin y al cabo, tu camino se desvía hacia el norte, por lo que no tendrás que pasar por el bosque. Cansado tras el duro día de viaje, te echas sobre el jergón y no tardas en conciliar el sueño.

Con la llegada del amanecer, ensilláis vuestros caballos y partís de nuevo. Es un día gris y nublado, el mismo tiempo desapacible de las últimas jornadas. Poco antes del mediodía, alcanzáis la encrucijada, donde la calzada élfica se encuentra con la polvorienta carretera que va de norte a sur. Abandonáis el camino de piedra y seguís en dirección norte por la vía humana, que no es más que un camino horadado por el paso de los años y los viajeros. El paisaje se transforma gradualmente y los árboles desaparecen en el árido secarral, con arbustos y piedras salpicando inmensos campos de hierbajos.

El atardecer se cierne sobre vosotros, cuando divisáis en medio del camino una carreta volcada. Tirado junto al accidentado vehículo, descubres la figura de un hombre. Os acercáis hacia el carromato con precaución, sin dejar de vigilar el rocoso paraje que os rodea.

Notas de juego

Sección 164

Si desmontas y examinas el cuerpo del suelo, pasa a la sección 196.
Si prefieres investigar qué transporta el carro, pasa a la sección 222.
Si optas por pasar de largo sin detenerte, pasa a la sección 49.

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01/06/2022, 22:40
Narrador

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05/06/2022, 07:54
Gaelath

El día llegaba a su fin y, consciente de que les habían exigido mucho a sus monturas, descabalgaron y prepararon un campamento para pasar la noche, para que tanto hombre como bestia pudieran descansar en aquella zona relativamente segura.

Antes de acostarse, Gaelath comprobó los ánimos de sus hombres que, si bien podrían haber sido mejores, no eran nada de lo que debiera preocuparse por ahora, así que hizo lo mismo con las monturas, ofreciéndole a su propia un masaje muscular en las patas traseras, simplemente para acallar sus nervios por encontrarse en una zona desconocida con sólo unos pocos hombres.

Cuando fue hora de dormir, se acostó pensando en su familia y lo que estuvieran haciendo, confiando que una aburrida jornada en el palacio les hubiera hecho vivir un día más en tranquilidad y, con su corazón tranquilo engañado por sus propios pensamientos, concilió el sueño.

A la mañana siguiente reemprendieron el viaje y no fue hasta pasada la encrucijada de caminos, ya en el ocaso, que hubo algo que les llamara la atención. Un accidente había ocurrido y, cuando su capitán fue a acercarse a indagar más sobre aquel asunto, Gaelath utilizó su voz de mando para negarle la idea.

- Son asuntos de los humanos que no nos conciernen. - Ordenó esperando una cierta mueca de desagrado. - Sigamos sin demora, no hay tiempo que perder.

Tras sus palabras espoleó a su caballo para acelerar el ritmo y dejar aquel suceso a sus espaldas para olvidarlo lo antes posible,

Notas de juego

Si optas por pasar de largo sin detenerte, pasa a la sección 49.

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07/06/2022, 22:26
Narrador

Pasáis junto al carro a paso lento. Ves que una de las ruedas está destrozada y supones que eso provocó el accidente. El cuerpo del suelo permanece inerte. Por su aspecto, sospechas que se trata de un humano. Te vuelves hacia Heienor para preguntarle su opinión, cuando un chasquido se oye tras las rocas que bordean el camino. Un rápido silbido y una flecha atraviesa el cuello del veterano explorador, que cae de su montura entre ahogados gorgoteos. Tu caballo se encabrita y está a punto de arrojarte al suelo, mientras las flechas llueven desde las rocas que bordean el camino.

Notas de juego

Sección 49

Haz una prueba de Agilidad/12. Si tienes la habilidad de Fauna y Flora, suma 4 a tu tirada.

Si tienes éxito, pasa a la sección 16.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 197.

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09/06/2022, 02:10
Gaelath

Prestando poco interés al accidentado carro, decide continuar hasta que la muerte de su compañero rompe la tranquilidad del viaje. Con su capitán muerto, alguien tendría que tomar el mando de los otros cuatro jinetes y, como si de un acto reflejo se tratase, fue él mismo quien se atribuyó el honor, consciente de que no era el momento de ponerse a divagar sobre a quien elegir.

- ¡Nos atacan, cerrad formación! - Exclamó a sus hombres en un intento de sufrir las menos bajas posibles mientras pensaba en alguna opción que proponer.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si tienes éxito, pasa a la sección 16.

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10/06/2022, 21:42
Narrador

Con mano firme, logras dominar a tu montura y evitas que te lance al suelo. Sin embargo, una flecha acaba con otro de tus guardias. Das la orden de huir, mientras espoleas tu caballo para escapar de la emboscada.

Notas de juego

Sección 16

Pasa a la sección 284.

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10/06/2022, 21:44
Narrador

Te encorvas sobre tu caballo y cabalgas a toda velocidad, mientras las flechas vuelan a tu lado. Diriges tu montura por la carretera hacia el norte, seguido por tus soldados. De pronto, uno de ellos es derribado con varios proyectiles alojados en la espalda. Cabalgas sin descanso durante más de un kilómetro y, tras dejar atrás una pendiente, detienes a tu caballo. Pocos segundos después aparecen los dos únicos guardias que han sobrevivido a la emboscada. Pleonh, el más joven del grupo, echa nerviosas miradas atrás con el miedo reflejado en sus claros ojos.

-"¿Quién nos ha atacado?" Pregunta, sus manos sujetando temblorosas las riendas del caballo.

-"Debemos volver." Responde Urelth, un guerrero de fuertes brazos, facciones angulosas y largo cabello negro. "No podemos abandonar así a los nuestros." Se queja, dispuesto a regresar al lugar de la emboscada.

-"Están muertos." Le detienes. "Lo único que conseguiremos es que nos maten a nosotros también. No." Niegas mientras encaras tu montura hacia el norte. "Mejor alejarnos cuanto antes. El pueblo de Bern está a apenas una hora de camino. Allí estaremos a salvo."

Sin esperar una respuesta, arrancas a cabalgar en esa dirección, confiado en que los dos exploradores te seguirán.

Notas de juego

Sección 284

Pasa a la sección 167.

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10/06/2022, 21:45
Narrador

Las desiertas tierras de las Llanuras Grises se extienden ante ti, mientras que la compacta frondosidad de Shalanest oeste se mantiene a tu izquierda. Cabalgáis sin descanso hasta bien entrada la noche, momento en que llegáis a un pequeño poblado de humanos.

-"El cielo amenaza lluvia." Dice Urelth. "No me gusta este lugar, pero estaría bien dormir bajo techo esta noche."

-"Será mejor pasar desapercibidos." Añade Pleonh, agotado tras la dura jornada. "Los humanos no suelen recibir amigablemente a los elfos, así que mantengamos en secreto nuestro origen."

Ocultos los rostros bajo las capuchas, recorréis a paso lento la calle principal entre las cochambrosas casas de ennegrecida madera. Las ventanas aparecen cerradas, aunque el fulgor de las chimeneas brilla en su interior. No tardáis en encontrar una posada, un edificio de piedra de cuya puerta cuelga un destartalado letrero, tan viejo que el nombre ha sido borrado por el tiempo.

Tras dejar los caballos en el establo y ofrecer unas monedas al mozo para que los cuide, entráis en la posada. El calor en el salón es sofocante. Un gran fuego ocupa el centro de la estancia, donde una veintena de lugareños cenan entre estruendosas conversaciones. Alguna mirada se dirige a vosotros, pero no parecéis despertar mucho interés, así que ocupáis una de las mesas y esperáis a que la muchacha venga a atenderos. Tras pedir algo de comer, preguntáis a la chica por una habitación.

-"Tenemos alguna libre, creo." Dice, dudando.

Es una mujer rechoncha y de estúpidos ojos bovinos. No estás acostumbrado a ver humanos y la primera impresión que te llevas de los habitantes de este pueblo no es muy buena. Reserváis un cuarto con dos camas, donde añadirán un colchón para que podáis dormir juntos. Seguidamente, cenáis en silencio. Al acabar, os disponéis a abandonar el salón cuando una discusión estalla en una mesa vecina.

-"¡Eso no son más que estupideces!" Grita indignado un pastor. "Si Teshaner hubiese sido atacado lo sabríamos."

-"¿Cómo puedes negar lo evidente?" Le recrimina un cazador. "Han llegado varios supervivientes y hablan de un ejército de monstruos que ha arrasado la ciudad."

-"Tonterías, tonterías." Niega el otro. "No son más que unos listillos, aprovechados que intentan timaros con esa historia para ganarse vuestra lástima y sacaros algunas monedas."

Te encuentras a medio camino de la escalera que sube a la habitación y miras con curiosidad a los dos lugareños.

Notas de juego

Sección 167

Si subes a la habitación para echarte a dormir, pasa a la sección 223.
Si quieres hacerles algunas preguntas a los dos hombres, pasa a la sección 18.
Si le pides al posadero algunas provisiones para el camino, pasa a la sección 5.

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13/06/2022, 10:13
Gaelath

Solo quedaban tres de la partida que había abandonado su hogar. Las decisiones que tuvo que tomar Gaelath durante el ataque pesarían en su conciencia un tiempo, pero sabía que había hecho lo correcto huyendo de aquella emboscada. Por un momento dudó de que sus acompañantes le abandonasen, pero parecía que la escolta que le habían proporcionado era lo suficientemente robusta de mente para aguantar aquellas vicisitudes.

Ya en el pueblo, intentando pasar desapercibidos, debían buscar descanso tanto físico como emocional, pero Gaelath debía asegurar que la misión fuese un éxito, así que tras comprobar las provisiones que tenía para el viaje, se dispuso a encontrarse con el posadero para afianzar su reserva, pues dadas las últimas circunstancias no sabía si el siguiente punto de descanso de su ruta sería seguro o inalcanzable y quería estar preparado.

La conversación de los parroquianos le interesó un poco, pero ahora mismo su prioridad era lo que le habían encomendado, pero apuntó mentalmente aquella conversación para investigarla mejor cuando la hubiese finalizado, pues no quería estar ajeno a los sucesos que asolaban las inmediaciones de sus territorios.

Notas de juego

Si le pides al posadero algunas provisiones para el camino, pasa a la sección 5.

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14/06/2022, 23:01
Narrador

El posadero os trae una alforja con algunas provisiones y le pagáis con generosidad. Después os retiráis a vuestro dormitorio.

Notas de juego

Sección 5

Apunta 2 raciones de comida en tu equipo; cada una ocupa un lugar en tu mochila.

Pasa a la sección 223.

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14/06/2022, 23:03
Narrador

Subes a la habitación junto a tus compañeros y os disponéis a pasar la noche. A pesar de estar bajo cubierto, preferís hacer guardias de vigilancia.

Notas de juego

Sección 223

Tira 1d10 y pasa a la sección correspondiente.

Si sacas de 1 a 5, pasa a la sección 53.
Si sacas de 6 a 10, pasa a la sección 21.

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16/06/2022, 16:38
Gaelath

Tras reabastecerse, lo que quedaba del pelotón se dispuso a descansar, con muchos pesares del día transcurrido. No sabía como establecer guardias, por lo que deseaba que Heienor aún siguiera con vida.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si sacas de 1 a 5, pasa a la sección 53.

Me he apuntado sólo 1 ración que era lo que me cabía.

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20/06/2022, 22:31
Narrador

A medianoche, la posada duerme en silencio. Preocupado como estás, no puedes logras dormir y te revuelves intranquilo en la cama. Miras hacia la puerta, junto a la cual Pleonh monta guardia sentado en una silla, y ves un vapor azulado que se filtra por la cerradura. Al principio piensas que no es más que un reflejo de la luz del pasillo, pero entonces Pleonh cae hacia delante y se derrumba inconsciente.

Apenas tienes tiempo de ponerte en pie, cuando la puerta se abre lenta y silenciosamente. Varias figuras vestidas completamente de negro entran en sigilo, empuñando afilados puñales que relucen plateados en la penumbra.

Notas de juego

Ok, perfecto.


Sección 53

Si tienes la habilidad de Acechar/Esconderse y te ocultas bajo la cama, pasa a la sección 234.
Si alcanzas tu espada y saltas sobre ellos por sorpresa, pasa a la sección 266.
Si retrocedes hacia la ventana y huyes por ella, pasa a la sección 177.

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20/06/2022, 22:32
Narrador

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23/06/2022, 13:16
Gaelath

Las emociones acechaban la mente de Gaelath y por ello no podía conciliar el sueño, cosa que le preocupaba no sólo por él, sino también por sus compañeros, pues ahora que su grupo había menguado, necesitaban estar todos al máximo de sus capacidades.

Por suerte de no poder dormir, pudo ver como alguien se intentaba infiltraren su habitación entrada la noche. Sigiloso mientras veía como su compañero caía por medio de una especie de ritual mágico, cogió su arma dispuesto a utilizarla. Sin embargo, lo que había presupuesto como un simple ladrón o alguien necesitado, resulto ser un grupo de individuos, pero ya no podía echarse a atrás, ni tampoco abandonar a sus hombres, así que salto hacia sus agresores con la intención de hacerles pagar la ira que sentía al haber perdido a sus compañeros durante el camino.

Notas de juego

Si alcanzas tu espada y saltas sobre ellos por sorpresa, pasa a la sección 266.

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24/06/2022, 00:20
Narrador

Saltas desde la cama, alcanzas tu espada y te enfrentas a los silenciosos asesinos. De un tajo, hieres a uno en el brazo a la vez que gritas para despertar a Urelth. Juntos, hacéis frente a los puñales de los enmascarados.

Notas de juego

Sección 266

Debes luchar contra 2 asesinos a la vez: asesino1 DEF/9 y asesino2 DEF/9.

Si vences el combate, pasa a la sección 176.
Si eres derrotado, pasa a la sección 122.