Gaelath embraza el escudo a duras penas y se dispone a enfrentar a aquellos asesinos con las habilidades que ahora mismo tiene mientras intenta dar órdenes a sus hombres.
- ¡Despertad, nos atacan! - Es la única frase que decide decir, corta y directa.
Su impacto logra alcanzar a uno de sus enemigos, pero la situación sigue en desventaja.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 9+
Resultado: 7(+6)=13 (Exito) [7]
No se si puedo alcanzar el escudo en la refriega, si no, obvia esa parte del post.
Le resto 4 de Resistencia al asesino 1.
Atacas al primer asesino que aparece, dándole un buen tajo en el antebrazo. Tus compañeros se espabilan y se levantan para la lucha. Te atacan dos bandidos, pero fallan sus ataques.
Motivo: Asesino1
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 4(+7)=11 (Fracaso) [4]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 5(+7)=12 (Fracaso) [5]
Llevas el escudo en la refriega.
Asesino1: -4PV
Asesino2:
Gaelath:
Parecía que el factor sorpresa había desaparecido y, con sus compañeros preparados para la lucha, puede que aquello no acabara trágicamente para ellos. Haciendo frente a dos enemigos, Gaelath decidió enfocarse en acabar primero con uno, al que había impactado con su espada, esperando que si uno de ellos caía, podría hacer rendirse al resto o, al menos, rebajarles la moral.
Motivo: Ataque a asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 9+
Resultado: 8(+6)=14 (Exito) [8]
Eres más hábil que ellos con la espada y se nota, ya que bloqueas sendos ataques de los asesinos. Atacas al mismo de antes, dejándole gravemente herido.
Motivo: Asesino1
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 1(+7)=8 (Fracaso) [1]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 2(+7)=9 (Fracaso) [2]
Asesino1: -4PV -5PV = -9PV
Asesino2:
Gaelath:
Sin desfallecer, Gaelath esperaba poder interrogar a alguno de sus atacantes, pero notaba que su cuerpo estaba descargando la ira que sentía por la muerte de sus hombres en la emboscada y no era capaz de refrenarla.
El no haber podido descansar y tener que enfrentar a dos enemigos se iba notando en su cuerpo con golpes menos precisos, haciendo que fallara el último intento.
Motivo: Ataque a Asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 9+
Resultado: 2(+6)=8 (Fracaso) [2]
Los golpes se sucedieron, pero ninguno encontró destino.
Motivo: Asesino1
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 7(+7)=14 (Fracaso) [7]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 8(+7)=15 (Fracaso) [8]
Si quieres, para acelerar el combate, haz 5 tiradas seguidas.
Asesino1: -4PV -5PV = -9PV
Asesino2:
Gaelath:
Gaelath no quería perder más tiempo, y arremetió una y otra, y otra vez contra sus enemigos, ya ni siquiera pudiendo contar cuando golpes había desatado. Esperaba que tras aquella furia desenfrenada, los cuerpos de sus enemigos adornasen el suelo de la posada.
Motivo: 5 Ataques
Tirada: 5d10
Dificultad: 9+
Resultado: 3(+6)=9, 5(+6)=11, 6(+6)=12, 3(+6)=9, 3(+6)=9 (Suma: 50)
Exitos: 5
Disculpa el retraso, aunque ya dije algo en la otra partida, la semana pasada me tocó trabajar 68 horas y encima me enfermé. Espero que no vuelva a pasar.
El primero de los contendientes cae rápidamente bajo tu espada, dado que ya estaba muy herido, pero el segundo es otro cantar. Aunque logras herirle, él también te hace un pequeño corte.
Motivo: Asesino1
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 2(+7)=9 (Fracaso) [2]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 4(+7)=11 (Fracaso) [4]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 4(+7)=11 (Fracaso) [4]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 6(+7)=13 (Fracaso) [6]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 4(+7)=11 (Fracaso) [4]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 10(+7)=17 (Exito) [10]
Vaya! Espero que estés totalmente recuperado. No te preocupes, no pasa nada. Lo primero es lo primero, que es la salud y la vida real.
Vuelve a hacer 5 tiradas, por favor.
Asesino1: -4PV -5PV = -9PV -2PV = -11PV (Muerto)
Asesino2: -3PV
Gaelath: -1PV
Gaelath había acabado con uno, lo que era un alivio, pero aún quedaba otro frente a él. Deseaba comprobar el estado de sus compañeros, pero la diferencia de habilidad con su rival no era tan grande para poder encontrar una apertura para hacerlo, así que siguió blandiendo su arma desatadamente y no pararía hasta ver a su enemigo muerto en el suelo.
Motivo: 5 Ataques
Tirada: 5d10
Dificultad: 9+
Resultado: 7(+6)=13, 3(+6)=9, 6(+6)=12, 7(+6)=13, 9(+6)=15 (Suma: 62)
Exitos: 5
En un par de lances más, logras acabar con él.
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 1(+7)=8 (Fracaso) [1]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 3(+7)=10 (Fracaso) [3]
Asesino1: -4PV -5PV = -9PV -2PV = -11PV (Muerto)
Asesino2: -3PV -4PV = -7PV -3PV = -10PV (Muerto)
Gaelath: -1PV
Abates con tu espada a uno de los asesinos enmascarados. Otro aparece a tu espalda y trata de apuñalarte, pero reaccionas a tiempo y le hundes tu acero en el estómago. Liberas tu arma y ves que Urelth cae ante su enemigo, con el afilado puñal clavado en pleno corazón. Antes de que el asesino pueda reaccionar, le atacas y acabas con él de una certera estocada. Tras la frenética lucha, la habitación queda en silencio, con los cadáveres de tus compañeros y de los asesinos esparcidos por el suelo.
Al momento empiezan a oírse voces y gritos por la posada. Los clientes se han despertado con el alboroto y han dado la alarma. Te agachas junto al cuerpo de uno de los asesinos para quitarle la máscara. Te quedas helado por la sorpresa al descubrir que se trata de un elfo, uno de Litdanast concretamente. No le conoces, pero no tienes ninguna duda de que forma parte de tu pueblo.
Tras un registro rápido, encuentras en la habitación varias cosas que pueden venirte bien. Sin comprender nada de lo que está pasando, ni por qué elfos de tu mismo pueblo os han atacado, te acercas a la ventana. Miras fuera y descubres que el pueblo está despertando debido a la alarma. En medio del ajetreo, ves a cuatro sigilosas figuras vestidas de negro que cruzan la calle y entran en la posada. Son más asesinos, que buscan acabar el trabajo que sus compinches han dejado a medias. Sólo tienes dos opciones, emboscarles en las escaleras o descolgarte por la ventana para huir sin ser descubierto.
Sección 176
Apunta la palabra ANTIFAZ en tu ficha. De equipo hay un arco, cinco flechas y un puñal.
Si les tiendes una emboscada en las escaleras, pasa a la sección 265.
Si huyes por la ventana, pasa a la sección 290.
Tras haber acabado con sus enemigos, el sentimiento de victoria se desvaneció al ver a su compañero caído y, para mayor sorpresa, era su propio pueblo quien les había atacado.
No hubo tiempo para el luto debido a que se podían ver más asesinos entrando en la posada y, aunque Gaelath ardía en deseos de vengarse e interrogar a sus enemigos, no quería seguir tentando a la suerte en otra batalla en inferioridad numérica. Por ello, y lamentando abandonar a sus compañeros caídos, intentó descolgarse por la ventana y escapar de aquel lugar entre la confusión de la alarma y el bullicio del levantar de los ciudadanos.
Si huyes por la ventana, pasa a la sección 290.
Te escabulles por la ventana y bajas hasta la calle. Entretanto, se oyen más gritos dentro de la posada. Corres hasta las cuadras y te llevas una nueva sorpresa al ver que los caballos han sido robados. Debes huir cuanto antes, ya que los asesinos pueden regresar en cualquier momento. Además, no confías en el trato que pueden darte los humanos si te quedas en el pueblo después de todo el alboroto. Sin otra opción, te apresuras por el camino del oeste.
Sección 290
Pasa a la sección 199.
Avanzas a pie por el camino, que la lluvia de la noche anterior ha convertido en un barrizal, por lo que caminar se hace lento y pesado. A mediodía, el sonido de cascos de caballo atrae tu atención. Rápidamente, te ocultas tras una de las rocas del margen y aguardas allí hasta que un grupo de seis jinetes llega al galope por el este. Van vestidos completamente de negro y cubiertos con máscaras. Les reconoces como los asesinos que acabaron con tus compañeros. El que cabalga en cabeza detiene su caballo poco antes de llegar a donde te encuentras.
Con un ágil salto, desmonta y empieza a examinar el suelo. Tu rastro en el barrizal es claro y el hombre no tarda en encontrarlo. Es sólo cuestión de tiempo que te descubran, así que dejas tu escondite y te apresuras hacia el sur. Recorres el centenar de metros que te separan del límite del bosque de Shalanest oeste y te adentras en la espesura con la esperanza de dejar atrás a tus perseguidores.
Sección 199
Pasa a la sección 128.
Nada más internarte entre los enrevesados árboles, la luz diurna parece quedar fuera. Como un techo de ramas y hojas, las frondosas copas forman una cúpula enmarañada que impide el paso de la luz solar, sumiendo el bosque en sombras. La temperatura es mucho más fría en su interior y un silencio sepulcral reina en el ambiente. La sensación de opresión aumenta a medida que avanzas, tanto que el aire parece estancado y quieto, sin una brizna de viento que sople entre las hojas. Ahora entiendes por qué el bosque fue abandonado por los elfos; a pesar de toda la exuberante vegetación, tienes la sensación de encontrarte rodeado de naturaleza muerta, como si la vida hubiese sido exterminada por completo y los árboles no fuesen más que cascarones vacíos. No se oye ni el canto de un pájaro, ni los pasos de una ardilla, ni siquiera el murmullo de las hojas. Es tal el silencio que sólo escuchas los latidos de tu corazón. Tu único consuelo es pensar que quizá este angustioso ambiente mantenga alejados a tus perseguidores.
Caminas por un sendero durante varias horas, serpenteando entre los gruesos troncos y mirando bien donde pisas, pues el lecho está cubierto de traicioneras raíces, plantas y rocas puntiagudas. Te abres paso por la espesura hasta que llegas a un lugar donde el sendero se bifurca: un ramal se abre hacia el norte y otro camino se dirige hacia el sur.
Sección 128
Si vas hacia el norte, pasa a la sección 90.
Si tomas el camino del sur, pasa a la sección 257.
Los problemas de Gaelath no hacían más que aumentar, pues el grupo de asesinos no había desistido al perder unos cuantos efectivos y, para escaso consuelo, viajaban más rápido que él, habiéndole dejado pocas opciones para sobrevivir.
Aunque recordaba las palabras de su padre de no entrar en el bosque en el que ahora se encontraba, no había tenido más opción, movido por las circunstancias, y confiaba que sus perseguidores creyesen que no estaría tan desesperado para entrar al bosque y lo buscasen por el linde del mismo.
Sus creencias parecieron ser ciertas cuando pasó unas cuantas horas deambulando por el bosque sin ser encontrado, pero Gaelath no quería seguir tentando a la suerte y, en un cruce de caminos, recordó las palabras de su padre de dirigirse al noroeste, así que tomó el camino Norte con la esperanza de evitar los peligros que sin duda allí vivían y atravesar con relativa tranquilidad aquel lugar.
Si vas hacia el norte, pasa a la sección 90.
El sendero describe varios giros. A medida que avanzas, la luz mengua hasta que apenas puedes ver más allá de unos metros. Caminas con los sentidos alerta y llegas a un nuevo cruce.
Sección 90
Si sigues recto, pasa a la sección 227.
Si giras a la derecha, pasa a la sección 283.
Si tuerces a la izquierda, pasa a la sección 298.
Tras llegar a una nueva intersección, Gaelath se pregunta hacia donde está el Norte, pero se ha desorientado en aquel bosque y las altas copas de los árboles le impiden ver el sol y orientarse. Sin duda pensaba en trepar y orientarse, pero también desconoce la hora del día y con la mala suerte que le iba persiguiendo, podría ser hora de que el sol estuviera en su zénit y le fuera imposible identificar el Norte.
Despejando todos esos pensamientos de su cabeza, confía en haber podido dirigirse continuamente hacia el norte entre tantos giros del camino y decide tomar el camino recto, siguiendo alerta de lo que pueda venir.
Si sigues recto, pasa a la sección 227.
El sendero lleva a una elevación. Asciendes la suave loma hasta un pequeño claro en el que la cúpula arbórea del bosque se abre para mostrar el cielo nocturno, cuajado de estrellas y con una inmensa luna que no habías visto en muchos días de tiempo nublado. Caminas hasta lo alto de la colina para encontrarte con una sorprendente imagen: sentada sobre una roca, una mujer de estilizada figura contempla embelesada un objeto que sostiene entre las manos. Es apenas una muchacha, vestida con una gasa de seda blanca, semitransparente bajo los rayos de luna. Su cabello es clarísimo, blanco como la nieve, que cae en un torrente plateado hasta los menudos pies descalzos. Es una elfa, sus puntiagudos oídos y sus rasgos afilados así lo demuestran, pero no la reconoces como un miembro de tu pueblo, sino que te recuerda a los grabados de los viejos libros, aquellos que hablaban de los antiguos elfos, los primeros habitantes del mundo. Absorto, te quedas contemplando a la bella muchacha hasta que ésta levanta la mirada y te dedica una deliciosa sonrisa.
-"Acércate, ¿quieres ver lo que he encontrado?" Te dice con una voz dulce como el sol estival, y sus ojos azules se entrecierran divertidos.
Caminas torpemente hasta llegar a su lado, donde ella te ofrece un asiento en la piedra.
-"Descansa, debes estar agotado después de tu largo viaje." Dice sin dejar de sonreír. "Mira lo que encontré en el bosque." Añade, alargando las manos abiertas en las que sostiene un objeto.
Sección 227
Si quieres ver qué objeto ha encontrado, pasa a la sección 19.
Si prefieres levantarte y dejar este lugar cuanto antes, pasa a la sección 259.
Si le preguntas a la chica su nombre y la razón por la que está aquí, pasa a la sección 92.